Mostrando entradas con la etiqueta Banesto. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Banesto. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de diciembre de 2012

Economía y finanzas: Desaparece Banesto, un banco centenarioLa

Sede  histórica de Banesto en el centro de Madrid


 La integración definitiva y total de Banesto en el grupo Santander, al que pertenecía desde hace casi dos décadas, supondrá la desaparición de una marca con 110 años de historia, que tuvo un papel esencial en el desarrollo industrial español. Ahora Santander ha optado por prescindir de la marca Banesto y poner fin a 18 años de convivencia de las dos marcas de banca española.

Un poco de historia

Banco Español de Crédito (Banesto) nació el 1 de mayo de 1902 con un capital social de 20 millones de pesetas representado por 80.000 acciones con un valor nominal de 250 pesetas. El promotor del banco fue un grupo francés presidido por Gustavo Pereire, administrador de la Compañía de Caminos del Norte de España. A esta iniciativa se unieron un conjunto de inversores españoles.La primera sede de la entidad se ubicó en el Paseo de Recoletos de Madrid y sus primeras sucursales se abrieron en plazas exportadoras mineras, como eran Almería, Linares (Jaén) o La Carolina (Jaén). En el extranjero, Banesto abrió una sucursal en París, donde también comenzaron a cotizar sus acciones.

La Primera Guerra Mundial trajo como consecuencia que el banco adquiriese las acciones de sus socios franceses en un proceso que culminaría en 1927. Posteriormente, la entidad comenzó una etapa de crecimiento con la apertura de nuevas sucursales y con la absorción de otras sociedades financieras como los bancos comerciales de Valencia, Burgos y Oviedo, el Banco Gijonés de Crédito o el Mercantil de las Américas.

El intento de asalto del Banco Bilbao mediante una “opa” hostil

Años antes de ser intervenido, Banesto protagonizó otro incidente, del que salió airoso, con el lanzamiento de una opa hostil por parte del Banco de Bilbao, en noviembre de 1986. Días antes de esta operación, el Bilbao había propuesto a Banesto una fusión, que fue rechazada.

Banesto era ya en esa época el primero o segundo de los “siete grandes” de la banca española, gracias a la expansión territorial que vivió en los años 70, y que le llevó a abrir oficinas en muchos de los puntos de la geografía española donde no había presencia financiera.

A lo largo de sus más de cien años de historia, Banesto ha protagonizado casi una treintena de fusiones, absorbiendo a entidades como el Banco de Vitoria, la Banca Coca, la Banca Garrigues Nogues, además de las citadas anteriormente..
En sus momentos de máxima expansión, llegó a contar con más de 2.000 oficinas, aunque hoy día tiene unas 1700, solapadas muchas de ellas con la red comercial del Santander.
También estaba en posesión de una importantísima y selecta cartera de empresas industriales dentro de los mejores sectores económicos de España y que dieron lugar a la creación de la Corporación Industrial de Banesto.

La gran crisis de 1.993 y la intervención del Estado

La historia de Banesto y Banco Santander se unió en 1994, cuando la entidad presidida por Emilio Botín se adjudicó en subasta la entidad intervenida meses antes por el Banco de España. 

El 28 de diciembre de 1993 Banesto vivió el momento más difícil de su historia. Aquel día, el supervisor decidió destituir a todo el consejo de administración, presidido entonces por Mario Conde, quien acabaría cumpliendo pena de cárcel.

Para todos los lectores que quieran informarse ampliamente sobre este asunto recomiendo los siguientes libros:
  • Jesús Cacho: Asalto al Poder, ed.Temas de Hoy.
  • Mario Conde: Los días de Gloria, ed.MR, (grupo Planeta)
La intervención de Banesto puso fin, no solo a la presidencia de Mario Conde, sino también a la fuerte expansión de la entidad financiera, que llegó estar entre los cinco grandes del sector financiero español.
El consejo de administración fue relevado por representantes de los otros grandes bancos españoles, competidores por tanto de Banesto siendo nombrado presidente Alfredo Sáenz actualmente consejero delegado del Santander. En 1994, el Fondo de Garantía de Depósitos adjudicó el 73,45% de la entidad al Santander, que confirmó a Sáenz como presidente. El banco que preside Emilio Botín pagó 762 pesetas por acción. El Banco Bilbao Vizcaya ofreció 667 pesetas por acción y el grupo público Argentaria la valoró en 566 pesetas.
Finalmente, en 1998 el banco presidido por Emilio Botín lanzó una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre todas las acciones de Banesto, obteniendo el 97% del capital social.Así se explica que el mismo Botín declarara en su día que Banesto había sido el mejor negocio de su vida. Y es evidente: compró un banco muy bueno en un precio de regalo.
Lo que dice hoy Mario Conde
http://www.fundacioncivil.org/2012/12/banesto-muerto-el-perro-se-acabo-la-rabia/
Supongo que se entenderá fácilmente que la decisión del Banco de Santander referente a la extinción de Banesto no por esperada dejó de afectarme. Por supuesto mas en lo emocional que en lo racional........…...Sería absurdo que en estas horas me pusiera a razonar sobre el contenido político de aquella decisión...... Hay que entender que la situación financiera es determinante del contenido de los editoriales y del modo de presentar noticias de algunos medios de comunicación españoles........ ..Ayer alguien me dijo que la decisión derivaba de que la sociedad española se daba cuenta cada día con mayor nitidez de lo sucedido en torno a Banesto.  Muchas cosas habían cambiado desde aquel fatídico 28 de Diciembre de 1993. Este año, cuando se cumplan 19 años del día en el que el Sistema decidió intervenir, no existirá sino el recuerdo. Así que -me aseguraba- muerto el perro se acabó la rabia. Puede que tenga razón, pero la historia enseña que aunque mueran ciertos perros la rabia continúa. Se transforma, pero continúa. No es tan fácil borrar ciertas cosas de la memoria colectiva. Y el empeño por lograrlo, utilizando para ello a los mas insignes profesionales de los trabajos sucios,  suele conducir al resultado adverso: perpetuarlo. Los aficionados a la historia sabemos de los empeños del poder por destruir lo real. E igualmente conocemos que en no pocas ocasiones ha tenido éxito en su empeño.  Pero a la larga el tiempo suele poner a todo en su sitio, porque la historia no se borra a base de matar perros, ni de pretender con esas muertes ocultar verdades. Funciona un tiempo, pero no todo el tiempo del mundo.Personalmente creo que lo que hay detrás es sustancialmente esto: negocio. Botín, el presidente del Santander, declaró en su día que Banesto había sido el mejor negocio de su vida. Y es evidente: compró un banco muy bueno en un precio de regalo. Supo aprovecharse de la necesidad del poder de solventar cuanto antes la crisis financiera que abrieron por motivos espurios de sustancia política. Y lo hizo de la mejor manera: obtuvo del entonces interventor del banco, Alfredo Sáenz, la información sobre la verdadera situación en la que se encontraba. Nadie mejor que él para suministrarla. Es lógico que, por tanto y a cambio, recibiera un paquete muy importante de acciones de Banesto y se encaramara a la posición de numero dos del banco resultante. Y ello sin menoscabo de las capacidades profesionales de cada uno. La historia fue así. Es lo real, lo cierto, lo indudable. Botín hizo el gran negocio con Banesto. Y lo mas curioso es que muchos de los accionistas del banco de entonces siguen sin entenderlo.Y ahora, en estos días, el negocio reclama la terminación de Banesto. Y sin mas se adopta la decisión. Se trata de que la dimensión comercial del Santander en España funciona regular, segun las noticias financieras mas al uso. Sin embargo, la marca Banesto tiene otro nivel, otra categoría. Y los números del banco de los útimos tiempo indicaban una situación cuando menos problemática. Vamos que iba mal, segun los rumores del mercado y ciertas publicaciones especializadas. Pues se elimina y en paz. Y de paso se liquidan sucursales (700) y miles de personas, previsiblemente, ingresen en el paro. Es una decisión que llaman de “reestructuración” del sistema financiero. Vamos, negocio, puro negocio. Nada personal, solo negocio.Pero era una decisión para mí esperada. Y quien quiera comprobarlo puede acudir a mi libroEl Sistema. Allí me referí a las palabras que el entonces Gobernador del Banco de España, y posterior miembro del consejo de administración del Banco de Santander, Angel Rojo pronunció ante el Congreso de los Diputados el 30 de Diciembre de 1993: “los objetivos para el saneamiento son claros: consisten en mantener Banesto, el banco, la entidad…Por consiguiente no se trata de una operación para que el banco desaparezca, sino, por el contrario, se trata de una situación de relanzamiento y fortalecimiento de Banesto para el futuro”Ese era el objetivo teórico, las palabras pronunciadas por el Gobernador ante  los representantes de la soberanía popular. Ya se ve que contenían mentira. Yo lo dije en ese instante. Anticipé lo que ocurriría. Los hechos están ahí. Banesto ya no existe. Rojo falleció hace unos años. Sus palabras siguen vivas hoy. Y la falacia que contenían queda en pura y dura evidencia. Ni siquiera los profesionales de negar a cambio de platos de lentejas pueden sustraerse a la evidencia. Son las actas del Congreso las que vienen aquí y ahora a situar algunas cosas en su justo sitio.Por ello, un abrazo a todos los que compartimos una ilusión en un magnifico proyecto que en 1993 fue calificado como el banco que disponía de la mejor tecnologia del mundo. Y, además, en mi opinión, de la mejor calidad humana del sector. Mi recuerdo y mi afecto en el dia de hoy. En la vida todo nace y todo muere. Los antiguos decían que lo mejor que pueden desear a una persona es una buena muerte. Pues Banesto ha muerto, pero no de buena muerte. Cosas del poder y del negocio.
F.J.de C.
Nota: Con info. de EuropaPress

viernes, 13 de julio de 2012

Entrevista a Mario Conde.

MarioConde

Han pasado casi veinte años pero Mario Conde conserva la misma estampa que cuando estaba montado en la cresta de la ola, esa misma que se convirtió en «tsunami» y le desalojó por la vía rápida de la presidencia de Banesto allá por el año 1993. Traje impecable, cabello engominado y esa mirada penetrante que hizo de Conde uno de los personajes más mediáticos del país. Hoy sigue al pie del cañón desde las redes sociales, especialmente en Twitter, donde hay que madrugar para leer de primera mano sus opiniones. ¿Y qué piensa de todo lo que está pasando en el país? En una entrevista con Finanzas.com, Conde asegura que la situación está bastante mal pero la imagen de España aún no está perdida. Hace falta un plan creíble. Considera también que los ajustes aprobados ayer por Rajoy son «un error». Y de Rodrigo Rato y todo lo que está viviendo tras la intervención de Bankia afirma que «le da pena» porque sabe lo que es eso.
-¿Está tan mal la economía española como dice la prima de riesgo o ya nos están acosando por sistema?
-La economía se divide en tres grupos. El sector público, el financiero y la economía real. El público está mal porque tiene un endeudamiento excesivo y un gasto absolutamente desastroso. La prima de riesgo mide el precio al cual se le presta al estado y eso repercute sobre los bancos. Y el indicativo de la prima de riesgo no es ninguna conspiración. Sencillamente, los inversores creen que la situación del estado español es muy complicada. Y la economía de los bancos, para qué le voy a contar. Se nos ha dicho que teníamos los mejores bancos del mundo debido al Banco de España y al final ha sido desautorizado tajantemente, no se creen sus dictámenes y hay que contratar auditorias externas. Y los bancos, quitando los tres grandes, están en una situación que ni siquiera sabemos cuál es porque las cifras cambian todos los días. La economía real está cayendo a marchas forzadas porque el empresario tiene problemas de competitividad y carencia de crédito bancario absolutamente demoledora. Por tanto, el país está bastante, bastante mal.
-Es evidente que gastamos más que ingresamos, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades ¿Cree que la imagen de España en el extranjero está muy devaluada?
-Bueno, yo me he encontrado con opiniones muy distintas. En Italia, el otro día, con un grupo de empresarios amigos, no me ponían tan mal a España. Sin embargo, en otra reunión distinta con alemanes me ponían a España absolutamente fatal. Tenemos una imagen mala. Creo que durante la etapa de Zapatero la imagen sufrió mucho como consecuencia de estupideces que se dijeron por parte de un presidente del Gobierno que no venían a cuento. Y aparte se hicieron estupideces. Ahora no ha mejorado mucho porque hay que reconocer que el Gobierno español ha lanzado mensajes muy contradictorios. De hecho, no lo digo yo. Incluso el presidente el BCE ha dicho que peor no se podía haber hecho el tema de Bankia, que es fundamental. ¿Pero afecta esa imagen a la prima de riesgo? Yo creo que poco. Creo que si fuéramos capaces de ofrecer un plan real de país verdaderamente estructurado y serio a cinco o diez años, la imagen se recuperaría enseguida.
-¿Le parece que el Gobierno está poniendo paños calientes a la realidad de la situación para evitar que nos pongan un estigma fuera?
-Si, pero el Gobierno no lo está haciendo para evitar que nos pongan un estigma. Fueran saben cómo estamos, no tenga ninguna duda. Lo hace porque no ha parado de lanzar mensajes contradictorios. Suben los impuestos directos para evitar que tener subir el IVA... y acaban de subir ayer el IVA. Nunca jamás pediremos el rescate de la banca porque no se necesita...piden el rescate. Es decir, lo que tienen es una percepción de que todos sus mensajes se están viendo negados por la realidad y no saben cómo manejarlo. Y el pueblo español está dispuesto a sufrir pero con tres condiciones. Que le digan la verdad, que exista un plan creíble y que haya confianza en que la gente que dirige el país sepa lo que tiene entre las manos. Y yo creo que en estos momentos hay un sentir bastante extendido -justo o injusto, no entro ahí- en que la situación se le ha escapado al Gobierno de las manos y no saben cómo meterle mano.
-La deuda se vería muy aliviada si Alemania facilitara la compra de bonos por parte del BCE. Pero no parece que ese sea el camino ¿Entiende su postura?
-Si, por una razón. El problema es que la UE son muchas y no tenemos un único estado sino muchas naciones viejas, cada uno con sus problemas económicos. Lo que es bueno para Alemania no es necesariamente bueno para España. Y Alemania se encuentra con un problema. Por un lado lo suyo, pero por otro su papel decisivo en la UE. Y con eso juega. En un momento cede un poquito a favor de los necesitados. Pero entonces viene la presión desde dentro de Alemania y también desde fuera. El gran problema es que la UE ni es una economía ni tiene una política única. Con todo eso, el arreglo es muy complicado.
-Entonces, ¿la unión bancaria es una quimera?
Eso es lo menos importante. ¿Qué significa unión bancaria? ¿Qué haya un supervisor único? Pero lo importante es quién tiene la soberanía en la UE para emitir moneda. Ni siquiera el BCE, que por el artículo 133 del Tratado no puede actuar como prestamista de última instancia, que si lo puede hacer la Reserva Federal. Nos hemos metido en el lío de unificar sin tener los instrumentos necesarios para poderlo hacer.
El Gobierno aprobó ayer una importante batería de medidas para reducir el déficit. Supresión de una paga extra de los funcionarios, subida del IVA, recorte del subsidio de paro ¿Qué le parecen estos ajustes?
Yo creo que son un error. Desde luego, hay una superestructura de gasto que tenemos que arreglar, no hay ninguna duda. Pero en la vida hay que saber medir dos cosas. El tiempo en el que estamos y el tiempo en el que pueden arreglar los destrozos causados por una política expansionista de hace muchos años. No ha sido únicamente en la época de Zapatero, viene de más atrás. Pretender abordar en un año toda una situación demoledora es algo inconcebible. Estos recortes van a provocar, en primer lugar, irritación social inmediata porque a la gente no le gusta. Y luego reducción del consumo.
Derivado de esto, va a haber un problema para las empresas porque si no hay consumo no venden y no pueden pagar sus nóminas. Y la sociedad se pregunta ¿Por qué me restringen a mí cuando hay 400.000 políticos en España? Tenemos el verdadero problema que son las comunidades autónomas. ¿Qué sentido tiene recortar a los funcionarios públicos cuando hay miles y miles de contratados que no son funcionarios y están prestando una serie de servicios? Lo que pasa es que a veces estas personas están contratadas por razones políticas. El gran eje de lo que está proponiendo aparentemente el señor Rajoy es recortar a la sociedad y a los políticos no. Y eso tiene muy mala lectura. Y si no es así, que lo explique. Que diga por qué a las comunidades ni se les toca. Por qué tenemos que soportar recortes en sanidad cuando hay todavía miles de coches oficiales de personas que trabajan en las comunidades y que no tienen ningún sentido.
-El economista estadounidense Arthur Laffer decía que llegado un cierto momento, las subidas de impuestos pueden bajar la recaudación ¿Cree que estamos en el caso?
-Yo creo que sí puede ser. El déficit va mal y dicen que hay un problema de coyuntura. Pero al final, los impuestos nacen de los beneficios de las empresas. Y si no ganan dinero, no se pueden cobrar impuestos porque no se pueden pagar las nóminas. Y no se compra nada. Y tampoco se paga el IVA. La clave es que funcionen las empresas. Estas medidas perjudican al mundo empresarial.
-¿Echa usted de menos que en este debate no se hable un poquito de crecimiento?
-No es que lo eche de menos. Es que lo he venido reclamando. Cuando alguien se obsesiona con las macromagnitudes se pierden de vista otros factores. Hay que preguntar a los empresarios. ¿Usted cuánto vende? ¿Lo cobra? ¿Tiene abierto el circuito de crédito? ¿Puede usted pagar las nóminas? Los políticos no saben de eso porque nunca han pagado una nómina. De hecho, un señor que lleva toda la vida instalado en la política nunca ha tenido las dos preocupaciones que la inmensa mayoría de los españoles. Cómo pagar la nómina o si cobrará a final de mes.
-La semana que viene se cumple un año desde que Bankia salió a bolsa. ¿Cree que se debería haber frenado esta operación?
-Visto a toro pasado, Bankia declaró en el momento de salir a bolsa unos 300 millones de beneficio. El ajuste es de unos 5.000 millones de pérdidas. En este periodo de tiempo se pone de manifiesto que se necesitan 20.000 millones. Es muy difícil creer que los balances que se presentaron eran correctos. Es bastante razonable pensar que había algún problema. ¿De tanta envergadura? Hombre, mire, los balances de una sociedad financiera tienen que ser aprobados por el consejo y la junta de accionistas, además de por la CNMV, el Banco de España y los auditores de la sociedad. El problema es que había tanto interés político que da la sensación de que el interés de los minoritarios que compraban era lo último que se contempló. Y ahora sale a la luz. Es un asunto muy complicado.
Tampoco es que vayamos a inventar nuevas unidades monetarias pero una «Bankia» son más o menos como diez «Banestos». ¿Hay algún punto de comparación posible?
-Económicamente no, porque Banesto tenía según las cifras oficiales un desfase de 500.000 millones de pesetas y aquí estamos hablando de diez veces más. Además, Banesto era un banco privado con accionistas privados y aquí habían sido nominados personajes por su pertenencia a partidos políticos. En tercer lugar, Banesto tenía en su capital al primer banco del mundo, JP Morgan, y aquí ni siquiera se ha asomado un solo banco. Y en cuarto lugar, Banesto fue intervenido de la noche a la mañana sorpresivamente y aquí se lleva hablando del desastre de Bankia durante mucho tiempo. Lo que parece claro es que en el caso de Banesto había una situación complicada pero perfectamente superable y que no se quiso superar por razones políticas. Y en Bankia hay una situación financiera extremadamente complicada generada por políticos y defendida por ellos mismos.
-A Rodrigo Rato se le acumulan las querellas. Ahora mismo parece como si todo el mundo le señalara con el dedo ¿Siente usted algún punto de empatía?
-Yo creo que es inevitable. Estas cosas pasan en la vida. Yo creo que hubo mucha gente dentro y fuera de España que no entendió por qué dejaba el FMI a mitad de mandato para venirse a presidir Caja Madrid. Todo eso va acumulando y en este país lo que más gusta es cortar cabezas. Y en este momento, el señor Rodrigo Rato, le guste o no, desgraciadamente, es el centro del ataque. A mí me da pena porque se lo que es eso, pero también se puede resistir y la vida te somete a pruebas de esta envergadura. Unos la resisten, como es mi caso, y otros mueren, como es el caso del presidente de Enron, por ejemplo. Yo confío en que Rato tenga la entereza para que los años que vienen, que van a ser muy duros, pueda aguantar. Pero es imposible que el señor Rato sea el único culpable de lo de Bankia.
-¿Entonces le parece bien que el PP haya pedido la comparecencia en el Congreso de hasta 23 personas entre cargos políticos o empresarios?
-Bueno, aquí hay una cosa que es curiosa. Si es verdad que van a hacer esta comisión, vamos a tener dos vicepresidentes del Gobierno; Narcís Serra, que ha arruinado Caixa Cataluña, y el señor Rato en relación con Bankia. Vamos a tener al ministro del interior Acebes, al ministro Solbes y a la ministra Salgado. ¿Usted se cree de verdad que se van a someter el señor Serra a que le pregunten desde el PP cómo quebró a la Caixa de Cataluña o a Rato que cómo quebró a Bankia?
-¿Me está sugiriendo que podría haber una especie de «paripé»?
-Es más complicado que eso. Qué pasa si la comisión dice, pues nada, hay problemas pero hemos llegado a la conclusión de que la crisis es debido a las hipotecas americanas, la intransigencia de Merkel o la situación de las materias primas, por ejemplo. Y llegan a la conclusión de que en realidad no ha habido ninguna clase de dolo o negligencia grave.
-¿Y no debería estar Miguel Blesa?
-Yo creo que es inevitable porque el señor Rodrigo Rato llevaba muy poco tiempo y es imposible que todos los créditos hayan surgido así. Muchos de los créditos malos de hoy no fueron concedidos por el señor Rato. Pues entonces habrá que pedir a los que lo hicieron responsabilidades.
-¿Y el pequeño ahorrador con todo lo que ha caído encima en los últimos años? Los bonos de Lehman, los de Islandia, los fondos inmobiliarios, ahora las preferentes. Parece que le van metiendo de charco en charco. ¿No cree que la gente ya está al límite?
-Si. Yo creo que en estos momentos hay tres colectivos de personas que han entrado en lo que podríamos llamar la conciencia del pueblo. Los políticos, los banqueros y los jueces. El otro día asistí a una representación teatral donde se les ponía caldo. Hay que tener mucho cuidado porque la gente está muy cansada. Y claro, si le venden preferentes a una persona diciendo que es un producto perpetuo y lo sellan con la mano a cambio de decirle que tiene un tipo de interés elevado, la gente lo mínimo que pude hacer es enfadarse.
-A finales de los ochenta le preguntaron en televisión española por un consejo para darle a los jóvenes que ese año iban a terminar la Selectividad. Y usted dijo que procurasen leer mucho, lo máximo posible ¿Sigue teniendo la misma fe en el conocimiento?
-Es muy importante leer, pero he llegado a la conclusión de que todavía lo es más examinar las cosas, mirar y nunca abandonar una pregunta. Porque cuando te dan una explicación desde los planos oficiales tienes que ponerla en tela de juicio y pregúntate por qué. La pregunta del por qué es la clave de todo. Es fundamental para seguir avanzando.

domingo, 20 de febrero de 2011

Mario Conde: De presidente en Banesto a estrella de Intereconomía.


El personaje Mario Conde, no deja indiferente; su agitada trayectoria desde que asumió la presidencia de Banesto reviste unos caracteres de película policiaca y de ésa series de Holliwood en las que se narran con detalle los procesos judiciales que acontecen en los Usa tan distintos de los españoles, y no solo en cuanto al derecho procesal se refiere............  ; pero al final, esta serie terminó mal y el protagonista dió con sus huesos en la cárcel después de una serie de procesos amañados por una “justicia” poco o nada justa y mediatizada por el poder de la época, tánto que fué dejada en ridículo por el Tribunal Internaciona de Derechos Humanos.
En este blog hemos dedicado varios artículos a informar sobre las últimas peripecias de MC y en particular sobre sus mas recientes libros, “Los días de gloria” y “Las memorias de un preso” así como de la gestación y nacimiento de la Fundación Civil.
Pienso que es interesante seguir el desarrollo de esta nueva iniciativa de MC  pero me temo que su singladura no va a ser nada fácil pues es bien sabido y la historia reciente bien lo demuestra, que el pecado capital de la envidia no perdona, como tampoco se perdona la inteligencia, el éxito y demás cualidades que adornan a este personaje.
F.J.
Se reproduca integramente un interesante artículo de Nacho Cardero, aparecido en el Confidecial:

“Mario Conde está entre Eduardo Mendoza y Julia Navarro, entre Riña de Gatos del primero y Dime quién soy de la segunda. ¿Se vende mucho el libro de Conde? “El que más”, responde la dependienta de El Corte Inglés. Los Días de Gloria, un texto a caballo entre las memorias y la reivindicación, se ha convertido en un best-seller que ha obligado a reeditar dos de sus obras anteriores. Sus libros los lee todo el mundo. Hasta los que reniegan del ex banquero. Sobre todo estos últimos. ¿Por qué echar la vista atrás? “Porque muchos han escirito desconociendo la historia y yo tenía derecho a decir: el pasado no fue de esta forma sino así”, cuenta Conde. “Nadie se ha atrevido a cuestionar una línea. Nadie me ha llamado ni a mí ni a la editorial”. Exhibe un rostro más ajado que el que luce en la portada del libro. La edad. Los años en la cárcel. Sigue con esa infatigable capacidad de trabajo y fuerza contagiosa, pero menos que antes. Ahora se muestra más sosegado. Los que le conocen aseguran que su reciente matrimonio con María Pérez-Ugena tiene mucho que ver en ello. Las cosas han cambiado. Ha jubilado su cartapacio de banquero por un iPhone.Tambien ha mudado de púlpito para sus alegatos: la Antena 3 de antaño, con el difunto Antonio Asensio al frente del timón, ha dejado paso al Grupo Intereconomía de Julio Ariza. Mario Conde, 62, ha vuelto. Lo hace porque no puede estarse quieto, pero también para lavar su imagen y demostrar que con él se cometió un atropello, que la intervención del Banesto que él dirigía fue un complot bosquejado por González y Aznar. Ahí está la crisis financiera actual y ese agujero sin fondo de las cajas españolas. Ahí está Alfredo Sáenz, consejero delegado de Banco Santander, inhabilitado, condenado a ocho meses de prisión y sentándose todavía en su butacón rojo junto a Emilio Botín. ¿Por qué lo que vale para ellos no valió para Conde? Sí, la opinión pública lo ha redimido, pero no es suficiente. No, al menos, en un país como España, que marca a sus enemigos de por vida y no ceja de recordarles el estigma indeleble de los años pasados en prisión. En Los Días de Gloria, Conde rememora su discurso “Sociedad civil y poder político” de junio de 1993, cuando fue investido doctor honoris causa por la Universidad Complutense en presencia del Rey, Adolfo Suárez, Luis Angel Rojo, Emilio Ybarra, Jesús Polanco, Antonio Asensio y lo más granado delestablishment de aquel momento, un discurso que fue interpretado como el germen de un futuro partido político y que supuso “el principio del fin de mi estancia en Banesto y uno de los grandes pasaportes para penetrar en la ciudadela de Alcalá-Meco”. En él recogía la desafección de la sociedad respecto a la clase política y la necesidad de que el ciudadano tuiviera mayor capacidad de influencia sobre los poderes públicos. Ahora, diecisiete años después, retoma aquellos mismos argumentos. Lo hizo el pasado miércoles 16 de febrero con motivo de la presentación oficial de la Fundación Civil que él mismo preside y entre cuyos objetivos se encuentra, entre otros, “promover los valores de la convivencia democrática, el pluralismo político y social, el respeto y desarrollo de los derechos humanos”. El acto de la Fundación no tuvo lugar en el Paraninfo de la Complutense como sucedió en 1993 sino en el Hotel Intercontinental. No sonó el himno nacional ni elgaudeamus igitur. Tampoco contó con la presencia del Rey, pero congregó a un nutrido grupo de seguidores, mucho de ellos de avanzada edad, que abarrotaban el auditorio y se volcaban con el ex banquero como si fueran groupies de una banda de rock duro. Mario Conde se metió a los asistentes rápidamente en el bolsillo. Levantado de la silla, muequeando, asiendo el micrófono con una mano, gesticulando con la otra, con ese verbo ágil y atropellado propio de una persona al que se le acumulan las ideas en el magín, igual que un predicador norteamericano, ora un salmo, ora un chiste. Saben aquél que dice… En eso es el mejor. Conde es listo e inteligente. Muy listo. Muy inteligente. Quizá demasiado. Así lo han interpretado siempre sus enemigos.“La idea es la misma que expuse en 1993”, nos explica Conde, “pero han transcurrido diecisiete años, ocho del PP y otros ocho del PSOE, y los problemas se han agravado. Es verdad que la sociedad está anestesiada, pero es consciente de lo que sucede. Ha llegado el momento de recuperar parcelas de la democracia directa. ¿Se va a atrever la sociedad a pasar a la acción? Puede que sí o puede que no. Veremos”. El patronato de la fundación está presidido por Mario Conde e integrado por Joaquín Tamames, Iñigo Gómez Bilbao, Daniel Movilla y César Mora, único representante del círculo de colaboradores que rodeaba al banquero en su periplo de Banesto. Mario Conde frecuenta Castellana 36-38, sede de Intereconomía. Escribe en La Gaceta, se le puede escuchar en la radio del grupo y, sobre todo, se ha convertido en la estrella de El Gato al Agua. Se prepara sus apariciones al milímetro, departe con los que entienden que son de su mismo nivel intelectual y no entra en las melés que se organizan en el plató. Cuando acude al programa de televisión, la audiencia se dispara. Su cada vez más habitual presencia ha propiciado que empiecen a circular todo tipo de rumores sobre sus intenciones. “No es cierto que tenga acciones del grupo. Lo que sí tengo es una relación de fidelidad con Intereconomía porque es un medio independiente en el que puedo decir cosas que no puedo decir en ningún otro sitio”. El trato es el siguiente: la televisión gana espectadores al tiempo que Conde consigue transmitir su mensaje -el que enarbola desde su fundación- a más de cinco millones de personas. En la planta baja de la sede del grupo se encuentra El Plató, restaurante y gastrobar del chef Pedro Larumbe. Lo curioso del local es que cuenta con una cristalera que da directamente al estudio de Intereconomía Televisión a través de la cual se pueden seguir en vivo los programas. Al gastrobar acuden la plantilla del grupo, sus tertulianos y los fieles espectadores de la cadena, que se acercan hasta allí para conocer en persona a sus estrellas catódicas. El pasado jueves, coincidiendo con la presencia de Mario Conde en El Gato al Agua, un matrimonio de Canarias se acodó paciente en la barra del bar con el único objetivo de esperar al ex banquero y hablar con él. -¿Podría hacernos el favor de decirle que estamos aquí? –le pidió la pareja a uno de los contertulios que en ese momento se encontraba en el restaurante.-¿Para…? –se interesó el interpelado.-Traemos este sobre para él. Es dinero para su fundación.-Pues bien me lo podrían dar a mí, que también me hace falta.-No, no. Es para la fundación del señor Conde. Encandila a las masas y vende sus memorias como rosquillas. Así es Mario Conde, el otrora miembro de la beautiful al que este año será más fácil verle en la Feria del Libro que en la colorida Feria de Abril.”Escrie: Nacho Cardero.http://www.elconfidencial.com/caza-mayor/2011/banesto-mario-conde-intereconomia-20110220-7014.html  

sábado, 22 de enero de 2011

De jueces,banqueros y sentencias, (2ª parte).

Alfreedo Saenz en la Audiencia de Barcelona.
 
Seguidamente reproduzco un interesante artículo relacionado con el anterior post de fecha 20/01/11 en este mismo bog.
El artículo, procedente de El Confidencial www.elconfidencial.com
está escrito por Carlos Herranz si bien podría ir firmado por Mario Puzo autor de El Padrino a la vista de los hechos y circunstancias que en él se narran. No tiene desperdicio.
F.J.

Hace años que no tiene residencia fija en Barcelona. Pedro Olabarría vive a medio camino entre Alemania, país del que es natural su mujer, y Canadá. Una excentricidad propia de una persona acomodada si no fuera porque su exilio voluntario de España tiene mucho que ver con el episodio que esta semana ha recobrado plena actualidad, es decir, la sentencia del Tribunal Supremo por la que Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander y en el último tramo de su exitosa carrera, queda inhabilitado para el ejercicio de su profesión de banquero.
Como se ha recordado esta semana a raíz del caso, el breve paso por la cárcel de este empresario vasco afincado en Barcelona en 1994 terminó desentrañando una trama mayor de corrupción en la que participaba un juez llamado Pascual Estevill. Sin embargo, el origen de su cruzada no fue contra el magistrado corrupto que le condenó a prisión y le embargó sus bienes, más tarde expulsado de la carrera judicial tras la condena del Tribunal Supremo, sino contra el banquero, presidente de Banesto para más señas, que instigó esa persecución judicial.
Precisamente, ese banquero aupado entonces a la cima de Banesto por el Banco de España, recién intervenido y destronado Mario Conde a finales de 1993, estaba familiarizado y acostumbrado a tratar con la élite de Barcelona, esa aristocracia empresarial que hacía de Cataluña el motor industrial del país. Todos se conocían. No en vano, durante ocho años, Alfredo Sáenz fue presidente de Banca Catalana en comisión de servicios especiales, ya que la era filial del Banco Vizcaya, donde el financiero hizo carrera como ejecutivo estrella bajo el manto de Pedro Toledo.
Antes de que Sáenz pisara la marca catalana, Olabarría Delclaux ya había hecho carrera como empresario de éxito en la Barcelona de los 80. Su espíritu emprendedor le apartó del negocio familiar de construcción en el País Vasco para probar fortuna primero como asalariado. La pujante Ciudad Condal tenía reservado para él un puesto como directivo en la emergente Motor Ibérica (Nissan), donde progresó hasta el punto de disputar la confianza de los japoneses al todopoderoso Juan Echevarría, ex suegro del ahora líder político Joan Laporta.
Sus méritos no fueron suficientes para quedarse al frente del gigante del motor, por lo que Olabarría probó fortuna, junto a varios socios, como empresario. Y su primera apuesta fue claramente ganadora. Con el mercado del papel por los suelos, compró a precio de saldo la mayoría del fabricante Torras Hostench con la aspiración de dar la vuelta a la compañía. Sin embargo, nadie le podía decir que su inversión sería más rentable en tan poco tiempo gracias a los petrodólares que regaron la Península a mediados de esa década. Un golpe de suerte.
En 1984, el grupo kuwaití KIO irrumpió en España con la compra de la papelera Inpacsa, fundada y controlada por la familia de José María Porcioles, ex alcalde de Barcelona, asfixiada por las deudas. Tras la inyección de liquidez, en sólo un año la compañía ya arrojó beneficios, lo que hizo que KIO, bajo la batuta del emergente Javier de la Rosa, decidiera ampliar su inversión en el sector papelero. Así, en 1986, el grupo inversor kuwaití adquirió un paquete del 24% de Torras Hostench, aún en suspensión de pagos, a la familia Olabarría.
Aquella operación hizo que el empresario vasco ascendiera de división dentro del establishment catalán. Su pequeña gran fortuna nació entonces, con la venta de una compañía papelera que años más tarde, con un plenipotenciario Javier de la Rosa, terminaría convirtiéndose en el holding desde que el financiero catalán articularía todas las inversiones de KIO. Desde entonces, Olabarría pasó a la categoría de inversor, colocando su patrimonio en empresas y sectores de diversa índole, donde participaba en los órganos de administración.
Una deuda con Banesto.
Una de esas inversiones fue la que supuso toda una ruina moral. La suspensión de pagos de Harry Walker, una compañía de suministros donde era accionista minoritario, desencadenó una implacable persecución por parte de Banesto como principal acreedor. El celo de esa cruzada corrió a cargo del responsable del banco en Cataluña, Miguel Angel Calama, y del asesor jurídico externo, Rafael Jiménez de Parga, aunque el supervisor último de la operativa era un tal Alfredo Sáenz, al que Olabarría responsabilizó siempre de su paso por la cárcel.
El tesón del agraviado por demostrar la tropelía cometida a su persona dio lugar a una causa mayor, que terminó descubriendo al juez Estevill como ejecutor de sentencias por encargo entre la clase empresarial catalana. Olabarría no aspiraba a tanto. Tal vez por eso, tras la tormenta que sacudió entonces a los pilares de la poderosa Barcelona, el empresario vasco optó por pasar a un discreto segundo plano cada vez más lejos de España. Había demasiados compañeros de casta que habían quedado al descubierto a consecuencia de su cruzada.
Aunque ha tenido que pasar 16 años, el Tribunal Supremo ha ratificado y ampliado la sentencia condenatoria a Alfredo Sáenz. El consejero delegado del Santander recurrirá por defecto al Tribunal Constitucional, como ya han confirmado desde el banco de Emilio Botín. Todo para evitar y dilatar la ejecución de una sentencia firme. Una reacción que puede conceder muy buenos réditos judiciales, como bien saben otros ilustres condenados, como Cortina y Alcocer(Los Albertos), que han evitado cárcel, aunque no deshonra, por el caso Urbanor.
En ocasiones, la fama, la gloria e incluso el reconocimiento social es para aquellos que han sido condenados por el Tribunal Supremo, el papel de Olabarría tiene bastante en común con la causa emprendida años después por Pedro Sentieri y Julio San Martín contra la pareja de primos, de quienes fueron socios. Sus logros, como los de cualquier antihéroe, están condenados al silencio y premiados con el destierro. Sus  victorias son sólo morales, aunque esa sea la mayor de las recompensas.
Escrito por Carlos Herranz





jueves, 20 de enero de 2011

De jueces, banqueros y sentencias.

Estamos presenciando, o mejor, a punto de presenciar, uno de esos hechos que desprestigian a la administración de la justicia  (así en minúsculas) más si cabe, de lo desprestigiada que se encuentra ya en ESPAÑA.
En este caso, estamos hablando nada menos, otra vez, que del Tribunal Supremo y una importante sentencia, todavía no dictada pero sí "filtrada" a un medio de comunicación.
Se trata del caso Olabarría, y al parecer, el consejero delegado del Banco de Santander, Alfredo Saenz, está a punto de verse condenado a ocho meses de cárcel e inhabilitación para seguir ocupando su importante puesto, con enormes repercusiones en toda la política  del Banco. 
No quiero entrar en los detalles de este caso puesto que todavía la sentencia no es firme, pero sí es muy preocupante el hecho mismo de la filtración de la sentencia, el cambio del ponente y la ampliación de tres a cinco en el número de magistrados que entienden este caso.
Claro que después de todo lo sucedido a Mario Conde en el caso Banesto y que tan bién relata éste en su ültimo libro "Los días de Gloria" nada debería sorprendernos ya.
Se dá la curiosa circunstancia que MC fue el presidente de Banesto, destituido y encarcelado y que precisamente  el Sr. Saenz fue quien se hizo cargo de Banesto después de los vergonzosos sucesos de entonces.
¡Vueltas que da la vida! 
F.J.
Seguidamente reproduzco un interesante articulo sobre este asunto, publicado en el digital Hispanidad:
Los cinco jueces que componen el Tribunal de la sala de lo Penal del Supremo que han juzgado el caso Olabarría Delclaux son: Juan Saavedra, presidente,Miguel Colmenero, Alberto Jorge Barreiro, José Manuel Maza y Juan Ramón Verdugo. El ponente era Maza, partidario de la absolución de Alfredo Sáenz quien, junto a Verdugo, emitirán votos particulares.
Lo curioso es que, en noviembre los miembros del tribunal eran tres, pero luego alguien hizo que se sumaran Colmenero y Barreiro. Y así, en diciembre, llegaron las duras deliberaciones -especialmente las del día 28, Festividad de los Santos Inocentes-. El resultado de esas duras deliberaciones para llegar a un fallo fue el siguiente: 3 a 2 a favor de la condena para Sáenz que, encima lleva aparejada su inhabilitación como banquero. Ahora bien, alguno de los miembros del Tribunal filtra al diario El Mundo lo que todavía no era ni sentencia ni, por supuesto, se había notificado a las partes. A día de hoy seguimos sin sentencia y sin notificación. A partir de ese momento, la condena a Sáenz se convierte en casi inamovible.
Y ahí surge el lío y las acusaciones entre los miembros del Tribunal. Hispanidadha podido saber que habrá cambio de ponente (no está bien que el ponente redacte una sentencia de la que se discrepa) pues Maza será relevado porColmenero, favorable a la condena y hombre conocido por sus simpatías hacia el diario El Mundo. En principio, por tanto, el resultado definitivo seguirá siendo de 3 a 2, favorable a la condena de Sáenz. Y es que, tras la filtración no parece probable el cambio, aunque todo es posible. 
Por lo demás, la pregunta sigue siendo la misma: con tres, los partidarios de la absolución ganaban por 2 a 1. Al ampliarse a cinco, pierden por 3 a 2. En otras palabras, la pregunta es: ¿quién aumentó el Tribunal y quién decidió los nombres de los recién incorporados? Dicho de otra forma: ¿quién tenía interés en queAlfredo Sáenz fuera condenado?
Lo  cierto es que desde que los Botín perdieron el inestimable apoyo de Teresa Fernández de la Vega las cosas les van mal en los tribunales. Con Rubalcaba se entienden peor. Recuerden, en cualquier caso, que los tribunales no se manipulan presionando al juez -eso resultaría una peligrosa arma de doble filo- sino poniendo el juez y al fiscal apropiados, en el lugar apropiado, en el momento apropiado. O sea, todo muy legal aunque no necesariamente justo. Y en eso, De la Vega era la profesional más cualificada del país.
¿A ustedes les extraña que la institución peor vista por los españoles sean los tribunales de justicia? 
Eulogio López http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=141124