Seguidamente se reproduce el artículo de este mismo título publicado por Conxa Rodriguez en el diario ElMundo.http://www.elmundo.es/sociedad/2016/10/18/580647bf46163f531f8b4606.html
Se trata de un alucinante suceso protagonizado dos menores de 14 años, que han asesinado a una mujer de 49 años a quien tenían "manía" y a la hija de la misma de 13 años.
Es de destacar la ejemplaridad de la Justicia inglesa que resuelve con rapidez inusitada un caso tan espeluznante acaecido hace solamente seis meses, abril 2.016 y que ha sido juzgado hace escasamente una semana.
Psicólogos, jueces, políticos, policías, educadores, padres y madres y ciudadanía en general se preguntan por qué algunos niños llegan a matar y por qué en Reino Unido esta sinrazón es más frecuente que en el resto de, al menos, Europa. La autora relaciona (en otro artículo anterior), este caso con la muerte del pequeño James Bulger, de dos años y medio, a manos de dos niños de 10 años en 1993, en Liverpool. Según detalla el criminólogo David Wilson en el documental Kids who kill, son "la degradación social, la frecuencia y familiaridad de la violencia en todos sus aspectos (verbal, física y recreativa), la falta de recursos e intervención de las instituciones, el abandono familiar y/o escolar y otros factores los que acostumbran a explicar", si no justificar, estas insólitas tragedias, que se producen con más frecuentes en Reino Unido.
Seguidamente el artículo completo:
Los juzgados de Nottingham, al norte de Inglaterra, han examinado un doble asesinato al estilo de Bonnie & Clyde con la diferencia de que la pareja de amantes eran dos menores de 14 años cuando mataron en Reino Unido el pasado mes de abril, y de 15 cuando han sido juzgados la semana pasada. El veredicto del jurado formado por siete hombres y cinco mujeres les ha declarado culpables en dos horas y media de deliberaciones. Poco tiempo para lo que suelen durar estos casos.Los menores, cuya identidad se mantiene en el anonimato, mataron a cuchillazos a Elizabeth Edwards, de 49 años, una mujer religiosa que trabajaba en el comedor de su escuela, y a su hija Katie, de 13 años. Ambas fueron encontradas muertas en su casa de Spalding, condado de Lincolnshire (norte de Inglaterra). La niña asesina tenía "manía" a la empleada del comedor escolar, según dijo en los primeros interrogatorios tras ser detenida. El juez ha calificado el asesinato de "a sangre fría, planificado y cruel".El menor clavó ocho cuchilladas a Elizabeth Edwards mientras ésta dormía, dos en la garganta, una de ellas en la yugular. Después asestó dos incisiones a Katie antes de asfixiarla con una almohada. Aunque el menor fue el autor material de los asesinatos, la pareja los planificó a sangre fría. "Todo empezó como un juego cuando ella -la menor asesina- dijo que le gustaría matar a la señora Edwards y yo dije que a mí también me gustaría hacerlo", declaró el menor tras ser detenido.Durante el juicio la defensa del menor ha admitido los cargos de asesinato mientras que la chica ha aducido homicidio por enfermedad mental. El juicio ha reconstruido una macabra relación de sucesos. La pareja se conocía desde 2013, pero entablaron relaciones amorosas en mayo del 2015, a los 13 años de edad, a través de Facebook. Un familiar de ella declaró que "tenían unas relaciones tóxicas, y se volvieron inseparables, eran una bomba que iba a explotar en cualquier momento y explotó en abril de este año".Tras matar a cuchillazos a las víctimas, la pareja tomó un baño en la casa de las muertas, tuvo relaciones sexuales y miraron cuatro películas en el televisor antes de abandonar el domicilio. Tras el primer asesinato, el menor asesino comprobó que el pulso de Elizabeth Edwards había dejado de latir. El abogado Peter Joyce cerró el juicio diciendo lo siguiente: "Yo diría que este caso está fuera de nuestras experiencias y de las peores pesadillas que podamos imaginar, pero como reza una vieja frase, la realidad supera la ficción".
F.J. de C.
Madrid, 18 de octubre de 2.016