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domingo, 16 de diciembre de 2012
Ciencia: El primer deber de la Universidad es enseñar bien.
Seguidamente reproduzco del diario ABC http://www.abc.es/sociedad/20121216/abci-universidades-reforma-gasto-recortes-201212151833.html
la interesante entrevista con José-Ginés Mora, director del Centro de Estudios en Gestión de la Educación Superior de la Universidad Politécnica de Valencia, y profesor visitante en la Universidad de Londres.
-España tiene cuarenta y siete universidades públicas presenciales, dos a distancia y dos especiales. ¿Son demasiadas?
--No hay muchas universidades en España. En Estados Unidos hay cuatro mil. En Estados Unidos hay una universidad en cada pueblo. En Albania, con tres millones de habitantes, hay 46 universidades. En el Reino Unido, 150. Es verdad que el Reino Unido es más grande, tiene más habitantes. Pero casi cada país de nuestro entorno tiene más universidades por habitante que España. ¿Hay muchas universidades? No, comparativamente, no. En Indonesia hay tres mil. Entonces, ¿dónde está el problema, que lo hay? En Estados Unidos, por ejemplo, el sistema está diferenciado. Hay universidades que se especializan en investigación, unas doscientas, y de ellas unas pocas son excelentes, las que salen primeras en los ránkings. Pero la mayoría, hasta cuatro mil, son universidades muy sencillas, que se dedican a la enseñanza, que son baratas, que son de bajo coste. En España, lo del "café para todos" forma parte de nuestra esencia. Aquí, todas las universidades siguen el mismo modelo: tienen que tener todos los títulos, se han de dedicar a la investigación... Los profesores tienen que hacer investigación, aunque no sean capaces de ello, y cobran por eso, etc. Es decir, aquí tenemos un sistema donde todas las universidades siguen el modelo de las grandes universidades estadounidenses, y eso es imposible.
--¿Y de ahí la situación financiera tan precaria y que resulten tan gravosas?
--Tampoco son tan gravosas. No es un sistema gravoso. España gasta en educación superior más o menos lo que la media europea. La palabra es ineficiencia. Con el mismo dinero se podrían haber hecho cosas mucho mejores. Por ejemplo, crear universidades muy centradas en la investigación, universidades caras, pero a la vez tendría que haber universidades centradas en la enseñanza, en la formación, universidades más parecidas a un centro de formación, formación profesional si quiere, que a Harvard. Tendríamos que haber diversificado el sistema, como Estados Unidos, como Inglaterra. Harvard, Cambridge o la Universidad de Londres son universidades caras, y unas cuantas más, que gastan mucho. Pero hay universidades muy baratas, que cuestan muy poco. Y que hacen una buena enseñanza.
--Pero aun así hay casos que se explican difícilmente. Elche y Alicante, por ejemplo, dos universidades públicas a 20 kilómetros. Parece un poco pintoresco.
--Más que pintoresco. Fue tremendo. El entonces rector de la Universidad de Alicante, que era un miembro del PSOE, Andrés Pedreño, era enemigo mortal de Zaplana (PP). Los dos son del mismo pueblo, de Cartagena. Se peleaban. Se odiaban. Y Zaplana creó una universidad en Elche. En este país se hacen cosas de risa.
--Está también la Universidad Pública de Navarra, al parecer erigida para fastidiar a la Universidad de Navarra, del Opus Dei.
--Exacto. Eso fueron los otros. Pero aun así, tenga en cuenta una cosa, algo que la gente olvida. Alicante tiene millón y medio de habitantes, y el que haya dos universidades tampoco es una exageración. Pero bueno, se han hecho universidades en todas partes por motivos en general políticos, pero además no es que se haya dicho: "Vamos a poner un centro para que la gente tenga acceso a la universidad". No. Se ha dicho: "Vamos a hacer una universidad que va a ser como la Autónoma de Madrid, la Autónoma de Barcelona o, digamos, las más conocidas. Van a tener todos los recursos, todos los departamentos, y van a tener todas las carreras". Eso ha sido el error. No hacer centros para que la gente tenga acceso a las carreras más populares, más fáciles, en el sentido de más fáciles de acceso. No. Han puesto Físicas. Han puesto Matemáticas, han puesto... Biología Molecular. La gestión ha sido mala.
--¿Qué piensa del comunicado de los rectores?
--A mí me parece una perogrullada. "Hay que mirar la educación como una inversión y no como un gasto". Por supuesto que sí. Cuando leí eso me dije: "Estos muchachos parece que están descubriendo las Américas". El fondo de la cuestión es que aquí parece que estamos esperando a que se recupere el sector inmobiliario. Y si no cambiamos el modelo económico de este país, este país se va al carajo, definitivamente. Y eso solo se puede hacer si nuestra industria y nuestros servicios tienen muchísima más innovación. Si nos ponemos como en Finlandia.
--Tengo la impresión de que la universidad está anquilosada, con una proporción importante de personal pendiente casi en exclusiva de no perder privilegios, pero no de ofrecer un verdadero servicio a la sociedad. ¿Me equivoco?
--Eso es una realidad, no es una impresión. La mayoría de los profesores, más del cincuenta por cien, son gente muy trabajadora y muy decente. Pero los profesores, por muy interesados que estén en hacerlo bien, saben que para promocionarse, por los sistemas de promoción que tenemos, se han de dedicar a escribir artículos. Dar bien clase o no darla, eso no cuenta. Y esto es culpa del sistema. Y claro, la desatención, la falta de atención del profesorado al alumnado es una cosa sistemática, y no es culpa del profesorado. Si tú te dedicas a dar bien tu clase, no subes nunca de categoría. Te quedas de profesor ayudante toda tu vida. Porque para promocionarte necesitas publicaciones, por lo que decía, porque aquí todo el mundo cree que hay que tener una universidad como Harvard. Nadie piensa en que el primer deber de la universidad es enseñar bien. Eso, incluso está casi mal visto.
--¿Están controlados los gastos en la universidad? ¿Funciona bien la contabilidad?
--Nunca he detectado un caso de corrupción más allá de que uno haga un viaje y se ponga un taxi que no ha usado. Sí. Esto está bastante controlado.
--¿Y se implican las universidades para conseguir medios por sí mismas?
--Sí, se hace en la universidad española. Por ejemplo, la Politécnica de Valencia está consiguiendo casi cien millones de euros anuales en contratos, aparte de lo que recibe del Estado. Claro, son las politécnicas. La Politécnica de Barcelona, también. La de Madrid, aparentemente menos pero es porque usa fundaciones. Pero sí, sí. Las más punteras, con más tecnología. Casi todas las comunidades autónomas han establecido sistemas de financiación por resultados. Las universidades valencianas lo pusieron en marcha en el 93. Un sistema de financiación por incentivos.
--Pero siguen sin contabilidad analítica. No sabemos lo que cuesta «producir» un médico, un abogado, un ingeniero aeronáutico...
--Sí, es verdad. Bueno, yo conozco el caso de dos universidades que tienen contabilidad analítica, pero no la publican, porque si lo hacen sabríamos que hay carreras carísimas y carreras baratísimas. Eso provocaría internamente que los que están en las carreras baratas dijeran: "¿Por qué no repartimos a todos igual?". Si un médico cuesta mil, y un periodista diez, los de la facultad de periodismo protestarían. Es una diferencia que en algunos casos sería de 20 a 1. Los rectores son elegidos por los profesores y entienden su cometido como mantener la paz entre sus huestes. O sea, de introducir mejoras que produzcan malestar, nada.
--¿Hay que tocar el modelo funcionarial?
--Por supuesto. Si me permite una disquisición histórica. La idea del profesor funcionario se inventa en el siglo XIX con una buena intención: garantizar la independencia ideológica. Si eres funcionario puedes decir lo que quieras, libremente. Pero en el siglo XXI, hay suficientes herramientas para permitir la libertad académica, libertad de pensamiento, lo que aquí se llamaba libertad de cátedra, para que no te expulsen por tus ideas. Eso está garantizado, por ejemplo, en las universidades privadas. Por lo tanto, no tiene sentido mantener este estatus hoy. Las universidades inglesas no tienen funcionarios. Son universidades públicas, pero nadie es funcionario. No hay oposiciones. Los profesores son contratados por los propios departamentos. No hay pruebas de acreditación. No hay nada. ¿Por qué? Porque los departamentos están interesados en buscar a los mejores, los propios departamentos se pelean por conseguir a los mejores profesores. Cuanto mejor es el departamento, más recursos tiene, porque hay una agencia de financiación que financia en función de los logros. El funcionariado es algo del siglo XIX. Que fue noble en su momento, pero...
--¿Qué piensa de la excesiva especialización del alumnado?
--Es verdad, y en eso no hay discrepancia con el mercado laboral, que las personas que mejor se adaptan al mercado laboral no son las especialistas, sino las que, teniendo un buen nivel de formación técnica, tienen una serie de competencias transversales, de competencias humanas, de competencias sociales. Lo que un empleador busca no es un tipo que sea un gran experto en una ingeniería determinada, sino un tipo que tenga capacidad de trabajo, de adaptarse, de comunicarse, de moverse. La formación digamos humanística, y la formación técnica, en el mundo actual, no solo no están reñidas, sino que son perfectamente compatibles. Un empresario no quiere solo un técnico. Valora incluso más las competencias generales. A eso en la universidad hay que prestarle muchísima atención. Creo, sí, que es uno de los defectos de la universidad, que está excesivamente centrada en la formación técnica.
sábado, 24 de noviembre de 2012
Vaticano: Vuelve la sotana.
Curas jovenes con sotana |
Y otros curas, no tan jóvenes, también con sotana |
Está siendo muy comentada, con desigual acierto, la noticia procedente del Vaticano en el sentido de implantar la indumentaria talar obligatoria para los cardenales y obispos así como la clásica sotana o el elegante "clergyman" para sacerdotes y monseñores.Para los religiosos su hábito específico (ese que “no hace al monje” según conocido refrán español), siempre y en cualquier estación, fría o caliente.
En las ceremonias con presencia del Papa o en las reuniones oficiales de la curia romana: “hábito ordinario”, es decir, hábito talar para los sacerdotes; hábito talar fileteado para los monseñores y hábito talar con esclavina fileteada para los obispos y cardenales.
Esta “orden de servicio” lleva fecha del 15 de octubre de 2012 y ha sido hecha pública durante el último sínodo de los obispos, está firmada por el cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone, que la ha escrito, se lee, "por venerado encargo", es decir, por indicación de Benedicto XVI.
Hace 50 años, el cardenal arzobispo de París, monseñor Maurice Feltin,ordenó que los sacerdotes de su diócesis dejasen de usar la sotana en condiciones normales. Fue el primer prelado del mundo en hacerlo. Su decisión, tomada el 29 de junio de 1962, no se presentó como doctrinal o moral, sino pastoral. Es decir, como una adaptación de las costumbres eclesiásticas a las cambios sociales y al "aggiornamento" que pedía el Papa Juan XXIII. Y de hecho, ese mismo año la iniciativa del prelado parisino era seguida por la mayoría de las diócesis francesas.
Unos años antes, curso académico 1958-1959, en la Universidad Central (hoy Complutense), comenzaba mi carrera de Ciencias Físicas y entre mis numerosos compañeros de curso figuraban algunos miembros del clero secular y regular y “miembras” religiosas, todos ellos ataviados con sus respectivos hábitos que imprimían a las clases de Ciencias un aspecto tradicional y hasta cierto punto clerical, reflejo de la sociedad española de la época.
Esa adaptación a las costumbres preconizada por el arzobispo de París creo que ha sido nefasta para la Iglesia; en términos de "mercado", si es que es posible hablar en estos términos, la Iglesia con tanto "aggiornamiento" ha perdido una parte importante de sus clientes y por contra apenas ha ganado otros nuevos.
La situación de pérdida de “cuota de mercado” en Hispanoamérica es muy preocupante y no digamos en España donde muchos curas han colgado la sotana y bastantes lo han hecho definitivamente. Sea bienvenida esta valiente medida de este gran Papa Benedicto XVI, cuya inteligencia y preparación teológica supera con creces a la de todos sus subordinados juntos.
Esperemos ver de nuevo por nuestras calles a los curas ataviados con sotana, manteo y teja o en su defecto, con el elegante "clergy" desapareciendo esos jerseys de cuello alto, vaqueros y demás indumentaria que ha proliferado entre la progresía clerical.
Igualmente parece que vuelve la misa en latín y la musica sacra de verdad, y no esas pseudo melodías ye-ye mas discotequeras que propias de recintos sagrados.
FJdeC
jueves, 17 de marzo de 2011
De libertad religiosa, respeto a la ley e impunidad.
Hace unos días se ha producido un grave incidente en el Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid cuando un grupo de unos 70 radicales entró a tropel en la capilla de culto católico. Una vez allí interrumpieron a los alumnos que rezaban y comenzaron a leer sus críticas a la Iglesia Católica e iniciaron sus insultos contra los creyentes y sus sacerdotes.
En pura teoría, acudir frente a una capilla católica y definirse en contra de esa religión resultaría un acto incluido dentro de la libertad ordinaria. Pero no fue eso lo que sucedió. Los organizados penetraron en el recinto católico, profirieron insultos y descalificaciones, chanzas, burlas, se desnudaron, hicieron exhibición de prácticas lésbicas…
Se trata de grupos organizados de féminas, (en este caso de Madrid al menos) muy violentas, antisistema, ultra izquierdistas y proclives a los malos modales, además de sucias, en el sentido mas higiénico del término y muy alejadas de esa serenidad y sosiego que debería caracterizar el estilo de la vida universitaria.En estas condiciones, me pregunto: ¿Encaja ese proceder dentro de la libertad de expresión religiosa?, es evidente que no; antes al contrario, según prestigiosos juristas es un delito contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos tipificado en los artículos 522 a 526 del Código Penal y que , es más, consideran que este delito podría perseguirse de oficio por el Ministerio Fiscal; veremos si lo hace, cosa que me permito dudar ya que de momento no ha realizado.
El gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid ya ha pedido la dimisión del Rector, dado que sin embargo, veamos cómo ha reaccionado la Universidad, en la persona de su máximo representante el Rector Magnífico Carlos Berzosa (individuo éste de conocido sectarismo amén de gestor nefasto):
"El Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid condena los hechos ocurridos en el día de ayer en la capilla de Somosaguas, en los que un grupo de jóvenes invadió el espacio de culto y realizó actos ofensivos contra la Iglesia católica y los creyentes"........, seguidamente, pide reflexionar sobre la "necesidad de mantener el respeto a la pluralidad de cultos y creencias religiosas" y hace un llamamiento "a la tolerancia y la convivencia ante las expresiones de las mismas".Por último, y pese a que se trata de un hecho que podría ser un hecho constitutivo de delito, como queda dicho anteriormente, bajo las normas que velan por la libertad de culto en España, el rectorado se limita a decir que abrirá "un expediente informativo con objeto de delimitar posibles responsabilidades"(deseo señalar que existe más de un video que recoge la grabación detallada de estos delictivos hechos).Una toma de posición como la expuesta ya indica, sin lugar a dudas, que este “Magnífico Rector”, no piensa ejercer su autoridad sancionando con la expulsión inmediata de la Universidad a este grupo de delincuentes que, por otra parte, están plenamente identificados.
La conclusion de todo este lamentable episodio no puede ser otra que la vergüenza y tristeza de contemplar hasta dónde ha caído la UNIVERSIDAD pública como institución casi milenaria (en las privadas, hasta el momento, no se han producido estos lamentables acontecimientos) .
La existencia de grupos pseudoterroristas, antisistema, “batasunos”, o como quiera llamárseles está casi generalizada, también en Europa.
Lo que NO es habitual, es la pasividad de las máximas autoridades del Estado ante los delitos flagrantes que estos grupos cometen y que al menos en muchas de las univerdades públicas españolas campan por ellas con impunidad y sin el menor contratiempo.
El asalto a la capilla del campus de Somosaguas ha puesto de manifiesto lo barato que es atacar a los católicos en España y cómo el Gobierno y la Fiscalía generalmente deciden mirar para otro lado cuando se ofenden los sentimientos religiosos de los cristianos, tanto en España como con la brutal persecución que viven en países musulmanes.
Esto es lo que hace que una vez más, desgraciadamente, se haga realidad, en su peor sentido, el slogan: “España es diferente”.
F.J.
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