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sábado, 18 de enero de 2020

Desde Perú: NO PUBLICAN MONITOREO DE CULTIVOS DE COCA 2018: ¿OCULTANDO INFORMACIÓN?



Seguidamente reproduzco el interesante artículo de mi buen amigo,  Almirante ® Alfredo Palacios Dongo de la Armada de Perú, publicado en su blog:


El Perú forma parte del Programa Global de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (ICMP) que a través de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) apoya a Estados Miembros en la generación de información cartográfica y estadística sobre la evolución anual de cultivos ilícitos de coca. En Sudamérica monitorean anualmente en Colombia, Perú y Bolivia; en Colombia y Bolivia ya fueron publicados en agosto 2019 (con datos del 2018), pero no en nuestro país a pesar que se venía haciendo ininterrumpidamente hace 17 años en conjunto con la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
No conocemos datos de 2018, nuestro último monitoreo fue publicado en diciembre 2018 (con datos de 2017) sin presentación pública como era habitual, pasando absolutamente inadvertido el incrementó de cultivos de coca en las 13 zonas cocaleras evaluadas, aumentaron hasta 49,900 hectáreas, 13% más que 2016 y el mayor volumen desde 2013, incidiendo en cifras que involucran la ilegal industria de la cocaína. ¿Será que los incrementos en 2018 fueron muy elevados y estarían ocultando información? Lo cierto es que tenemos vigente la Estrategia Nacional 2017-2021 aprobada en junio 2017 para atención integral de drogas y otra Estrategia Vraem 2021 aprobada en octubre 2018, pero nada ha mejorado.
Nuestra producción de cocaína se incrementó vertiginosamente desde el 2000 (141 toneladas) el 2008 (302 toneladas) con factor de conversión: 375 kilogramos de hoja seca para producir un kilogramo de cocaína), el cual está absolutamente desactualizado por alta productividad de los cultivos, especialmente del Vraem que hasta la fecha no se erradica, en 2017 ya se estimaban 491 toneladas, cantidad que podría ser mucho mayor empleando un factor de conversión real y actualizado sobre extensión y productividad de cultivos ilícitos, y producción, pureza y precios de los derivados cocaínicos.
La importancia del monitoreo de cultivos de coca radica en que presenta información a nivel nacional sobre cartografía y medición de extensión ocupada por cultivos de hoja de coca así como de la producción potencial de hoja de coca seca al sol utilizada como materia prima para producir cocaína, además determina la oferta anual de hoja de coca y los precios de ésta y de derivados de coca en las cuencas para definir las tendencias de la actividad cocalera, y toda esta información es indispensable en los países para elaborar políticas públicas y estrategias adecuadas para la lucha contra las drogas.
Escribe: Alfredo Palacios Dongo


Por la transcripción:
F.J. de C.
Madrid, 19 de enero de 2.020


sábado, 2 de noviembre de 2013

Desde Perú: Narcovuelos se intensifican en nuestra selva peruana


El crecimiento de cultivos ilegales de hojas de coca y de producción de cocaína en nuestro país (que nos ha ubicado como principal país productor a nivel mundial) trae como consecuencia un preocupante aumento de narcovuelos de avionetas en la selva peruana –la mayoría con matrícula boliviana– que realizan hasta 8 narcovuelos semanales y transportan cargas de pasta básica o de cocaína hasta Bolivia, y desde allí es distribuida a Brasil, Argentina, Paraguay y Europa.
Según el coronel PNP Jesús Rojas, jefe de la División de Operaciones Especiales Antidrogas Los Sinchis de Mazamari (Satipo), en  la selva de Pasco, incluidas áreas fuera del Vraem, existen 46 pistas clandestinas, habiéndose detectado en julio pasado una decena en la cuenca del río Ene. Dirigentes de comunidades de la Selva Central y del río Ene desde hace años han denunciado el incremento del narcotráfico y pistas, y pese a las evidencias no les prestan atención.
El año pasado el valle de Pichis Palcazú se convirtió en el centro de distribución de la droga proveniente del Vraem y del Huallaga, donde la Policía Antidrogas ubicó 36 pistas clandestinas. Entre mayo y diciembre 2012 desde Ciudad Constitución (margen derecha del río Palcazú) salieron 59 narcovuelos y  este año casi 60 más. A pesar que las pistas clandestinas son dinamitadas y destruidas por agentes de la Dirandro, muchas son rápidamente habilitadas por gente contratada por los narcotraficantes. Pero además, Juliaca e Ilave en Puno se han convertido en otro gran centro de acopio y distribución de droga en narcovuelos hacia Bolivia.
Bajo este panorama los narcovuelos se intensifican debido a nuestro deficiente control antidroga aéreo por no contar en la selva con radares de vigilancia del espacio y menos con un sistema de interdicción aérea. Existe una importante organización de narcotraficantes que opera, a través de narcovuelos, entre Perú, Bolivia, Brasil y Paraguay, que puede ingresar avionetas al país sin ser detectadas y dirigirse hasta alguna de las pistas clandestinas en nuestro territorio.
Deberíamos contar con sistemas de radar aéreos y con más aeronaves para sobrevolar continuamente la selva sur y detectar la existencia de pistas clandestinas, y asimismo, debería mejorarse la inteligencia operativa y efectuarse mayores coordinaciones con los países fronterizos para establecer acciones conjuntas e integradas contra las mafias de narcotraficantes que operan a través de narcovuelos a escala internacional.
Escribe: ALFREDO PALACIOS DONGO, Almirante ® de la Armada de Perú