100 años de comunismo, cien millones de muertos.

El 25 de octubre de 1917 la Revolución de Octubre cambió el curso de la historia de Rusia y del mundo. El golpe armado de los bolcheviques contra el Gobierno provisional en Petrogrado (antiguo nombre de San Petersburgo) pasó a la historia como la Gran Revolución Socialista de Octubre. La revolución rusa cambió la historia y fue determinante para el siglo XX.

Hoy en día, lo que queda del sistema comunista soviético, aunque residual, no deja de ser inquietante.

El sistema estalinista que derivó de la Revolución de Octubre fue rechazado y duramente criticado por la violencia y el coste social que comportó. Los partidos declarados comunistas en Europa casi han desaparecido y las peculiares formas de comunismo de estado vigentes, como el caso de China, Corea del Norte , Cuba o Venezuela divergen de la idea marxista-leninista del comunismo ortodoxo.

El comunismo le ha costado a la humanidad 100 millones de muertos, como recopilaron concienzudamente Stéphane Courtois y un equipo de historiadores en ese libro imprescindible que es El Libro Negro del Comunismo, que la izquierda se ha cuidado de convertir hoy en imposible de encontrar.

El comunismo fue una ideología dedicada al crimen desde el primer minuto de su existencia y en estos días en los que  se cumplen 100 años de la revolución bolchevique todavía se ven numerosas valoraciones desde la izquierda "progre", que condenan los crímenes de Stalin, Lenin o Mao pero salvando al comunismo, so pretexto que era un ideal digno de encomio, lo que es una gran falacia.Los citados líderes fueron unos criminales que actuaron como tales porque eran comunistas que hicieron exactamente lo que el comunismo es en sí mismo: una idea criminal, que elimina de raíz la libertad humana, sometiendo minuciosamente la vida de cada persona a los designios y las decisiones “del partido”. El comunismo es criminal porque aniquila la igualdad de los seres humanos, estableciendo quiénes tienen derecho a vivir y quiénes no. El comunismo es criminal porque es en su esencia opuesto a la condición humana y a la propia dignidad, a la que reduce a una despreciable insignificancia que no merece mayor atención. Por eso en estos 100 años la ideología comunista ha sido culpable de la muerte de 100 millones de personas. El régimen maoísta en China se llevó por delante a más de 60 millones de seres humanos, entre asesinatos, saltos hacia adelante, revoluciones culturales, y hambrunas deliberadamente provocadas. Otros 30 millones cayeron en la Unión Soviética, muchos en el gulag y en las purgas, pero otros muchos –ucranianos, especialmente- en sus casas, hambrientos, requisado por el soviet todo lo que pudiera ser comido. Sin duda el comunismo es la ideología política que ha causado mayor dolor a la humanidad por un período de tiempo más largo, que ni siquiera ha terminado aún.

El comunismo demostró una capacidad innegable de extender la agitación a través del mundo y a lo largo del tiempo. Mucho sufrieron Europa y Asia, pero también Iberoamérica  y África. Aún hoy hay tres estados –Cuba, Corea del Norte y Venezuela- que ponen en jaque la libertad y la tranquilidad de continentes enteros. Movimientos recientes como Podemos son una forma renacida de comunismo, que disfraza su leninismo entre círculos y coletas y amenaza en ESPAÑA con el establecimiento de una nueva Constitución que elimine las libertades proclamadas solemnemente en la Constitución de 1.978, actualmente en vigor.

La decadencia del comunismo se inició con la destrucción del Muro de Berlín (9 de Noviembre de 1989) que  fue posible gracias a la triple  cruzada anticomunista  de San Juan Pablo II  de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y gracias también a la perestroika de Gorbachov,  a la revolución de “terciopelo” checoslovaca, a las elecciones polacas de junio de 1.989 y a la apertura de la frontera húngara del verano de ese mismo año.

Esos grandes políticos y, a su manera, el Santo  Papa Juan Pablo II negaron  de raíz que esa doctrina tuviera nada de idealista, ni parte positiva alguna. No puede tenerla quien en 100 años de poder omnímodo no ha traído otra cosa que tiranía, empobrecimiento y muerte.

F.J. de C.

Madrid, 3 de diciembre de 2.018

Trotsky y Mercader dos personajes de la política mas negra.

Introducción.

El hundimiento de la Unión Soviética consecuencia del desmoronamiento del Muro de Berlín y la consiguiente y venturosa cuasi desaparición del comunismo de la faz de la tierra hacen que personajes tan siniestros como Trostky y su asesino Mercader hayan sido olvidados.

En el presente artículo se pretende esbozar una semblanza biográfica de ambos, necesariamente breve pues  ciertamente ambas biografías de por si ya constituirían sendas voluminosas novelas que resultarían, sin exagerar,  del género negro.

Leon TROTSKY, el pretendido  sucesor de Lenin.

Lev Davídovich Bronstein  es el nombre real de León Trotsky (Ucrania 7-11- 1879, Coyoacán, México 21-08-1940) fue un político y revolucionario ruso de origen judío.Trotsky fue uno de los principales organizadores de la Revolución de Octubre, que permitió a los bolcheviques tomar el poder en Rusia en noviembre de 1917.Durante la subsiguiente guerra civil, desempeñó el cargo de comisario de asuntos militares; negoció la retirada de Rusia de la Primera Guerra Mundial y entre otras muchas actividades tuvo a su cargo la creación del todopoderoso Ejército rojo

Posteriormente, se enfrentó política e ideológicamente a Stalin, liderando la oposición de izquierda, por lo que algunos le consideraron heredero natural de Lenin; por ello Stalin promovió  que fuera exiliado de la Unión Soviética a Siberia y encarcelado por dos veces. Tras su exilio, fue el líder de un movimiento internacional de izquierda revolucionaria identificado con el nombre de trotskismo y caracterizado por la idea de la «revolución permanente». En 1938 fundó la Cuarta Internacional. Murió asesinado por orden de Stalin  y el hecho es que Stalin no descansó hasta que acabó definitivamente con la vida de Trotsky, incluso después de que este se exiliara a México tras perder contra el tirano georgiano la batalla por la sucesión de Lenin, una vez muerto este.

Ramón Mercader, un agente español de la NKVD soviética se encargó de ejecutarlo en México, como se verá mas adelante.

Como afirma Robert Service, (1.947), historiador británico especializado en Rusia y autor de una rigurosa biografía del político soviético: «Trotsky sigue siendo un personaje más admirado que repudiado por encarnar el auténtico ideal revolucionario que Stalin supuestamente había traicionado»; R. Service, que se muestra muy crítico con Trotsky, dice también, «tampoco era un ángel», describe su personalidad como «dominada por una tendencia a sobrevalorar su importancia personal, una indisimulada arrogancia, un evidente egocentrismo que le llevaban a menudo a despegar sus pies de la realidad e infravalorar a sus adversarios».

Ya  en México, Trotsky se instaló en una casa con su familia en Coyoacán,(en el Distrito Federal), donde sufriría dos atentados. El primero, en mayo de 1940, un grupo de 20 hombres armados logró llegar hasta su dormitorio, hiriendo incluso al nieto de este; sin embargo, pocos meses después Trotsky no tendría tanta suerte: el 20 de agosto de 1940 sufriría un nuevo atentado y, este sí, acabaría con su vida, después de que Ramón Mercader le clavara en la cabeza un piolet (pico de escalar).

Su nombre fue borrado de los libros de historia, su imagen eliminada de fotos y películas, tres de sus cuatro hijos fueron asesinados, una se suicidó, casi toda su familia fue aniquilada, los dirigentes de la Revolución de Octubre, los generales y oficiales del Ejército Rojo, y cientos de miles de revolucionarios y militantes del Partido Comunista, fueron deportados, exiliados, torturados y asesinados, acusados de un solo crimen: “trotskistas”, palabra que se convirtió en sinónimo de “revolucionarios”.

Ramón Mercader, asesino por encargo.

Jaime Ramón Mercader del Río (Barcelona, 7-02-1913,  La Habana, 19 -10- 1978) un comunista español miembro del NKVD (poderosa policía política soviética), fue por su conocimiento del castellano la pieza clave que necesitaba Stalin para poder acabar de una vez por todas, con su acérrimo enemigo, sin cuya muerte el georgiano nunca hubiera estado asentado definitivamente al frente de la Unión Soviética.

Ramón Mercader fue el segundo hijo de un matrimonio de la burguesía barcelonesa formado por Pablo Mercader Medina y de Caridad del Río Hernández, cubana de familia acaudalada pero que vivía por y para el anarquismo.Después de numerosas vicisitudes, hacia 1924, Caridad Mercader tomó a sus cinco hijos y se fue a vivir a Francia, hasta  1931, que Ramón volvió a Barcelona y participó muy activamente en la guerra civil, en el bando rojo, naturalmente.Hacia 1937, Ramón , al parecer por influencia de su madre, Caridad se unió también al NKVD donde terminaría siendo el agente secreto con más fama de toda Rusia.

De vuelta a Francia, Mercader conseguiría enamorar a Silvia, hermana de la secretaria de Trotsky, que le llevaría hasta el despacho mexicano del enemigo de Stalin.

Agosto de 1940. Ramón Mercader entra en el despacho de León Trotsky, en su casa de Coyoacán (México DF). Se presenta como un joven admirador que va a publicar un artículo en un periódico; cuando Trotsky se sienta en su escritorio y centra la mirada en el papel, Mercader clava un piolet ( pico de escalar) en su cabeza. El joven Ramón, de 27 años, ve sorprendido cómo su víctima no desfallece y grita a los guardaespaldas que ya apresan al español: «No le matéis. Tiene que decir quién le envía, quién encargó el asesinato». Trotsky moría horas después. Mercader ingresó en la prisión mexicana de Lecumberri después de haber recibido una paliza de los guardaespaldas y un mordisco en la mano de un Trotsky que se resistía a morir.

Después de veinte años, con la condena cumplida y 47 años, viajó a Moscú.Enfermo grave de cáncer y cansado de la opacidad del estalinismo consiguió, por medio de un intermediario, pedir a Fidel Castro que le dejase ir a vivir a Cuba lo cual este  aceptó y Mercader moriría allí.

Falleció en La Habana un 19 de octubre de 1978.

F.J.de C.

Madrid, 26 de agosto de 2.014.

STALIN

Si alguna vez hubo un personaje cruel, implacable y sanguinario, este fue sin duda, Jossif Vissariónovich Dzhugashvili mas conocido como José Stalin ("Acero", apodo que él mismo se impondría).
A diferencia de Hitler, Stalin no sólo no fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial, sino que salió de ella entre los vencedores, fortalecido y arropado por los acuerdos con los dirigentes occidentales. ¿Quién iba a criticar a un aliado? ¡Al bueno del “Tío Joe”, como le llamaron algunos ingenuos! Si el buenazo de Roosevelt y el intransigente de Churchill podían fotografiarse sonrientes con él, no podía ser tan malo....Por otra parte, fue descarado y vergonzoso el apoyo que la intelectualidad occidental, los “progres”, de forma casi unánime,  dieron a la ideología marxista durante (¡y después de!) la era del terror estalinista. Es más, cuando en la propia URSS postestalinista empezaron un timidísimo proceso de autocrítica y regeneración, las élites intelectuales de Occidente lo acogieron con una frialdad poco menos que siberiana. Los pocos activistas que se atrevían a recopilar y divulgar información tuvieron pocos apoyos a este lado del Telón de Acero.Por descontado Stalin tampoco ha tenido unos juicios de Nuremberg; ni una campaña como las de Pinochet o Milosevich para que se le lleve a Tribunal Penal Internacional alguno.Como era de esperar ha funcionado y funciona la maquinaria de “agit-prop” que con tanta habilidad manejan las internacionales comunistas que todavía, aunque disfrazadas después de la caída del Muro, existen y están plenamente activas.
Datos biográficos
Stalin nació el 21 de Diciembre de 1879, en Gori, Georgia, Rusia y falleció el 5 de marzo de 1.953, oficialmente por hemorragia cerebral si bien existen dudas acerca de que no se tratara de una muerte provocada.
Hijo de un humilde zapatero, Stalin pasó su infancia entre pobreza, analfabetismo y maltratos de parte de su alcohólico padre; por ello, fue inducido por su madre para que estudiara en el seminario y se convirtiera en sacerdote, el cuál era el único medio para dejar la abrumadora pobreza en que se encontraba. Así, Stalin entra con 15 años en el seminario ortodoxo teológico de Tbilisi, pero siendo un joven rebelde, de ideas revolucionarias pronto es expulsado, a la edad de 20 años.Ya en 1.902 es detenido y deportado a Siberia al protagonizar diversas acciones a lo largo de Rusia en contra del régimen del zar Nicolas II. En 1904 escapa de su cautiverio y se casa con su primera esposa Yekaterina Svanidze, quien muere en 1910. Ese mismo año Stalin regresa a Tbilisi y se adhiere al ala blochevique del Partido Social Demócrata Ruso.
En el golpe de Estado de 1917, tuvo un importante papel en la toma del poder y fue nombrado Comisario de las Nacionalidades. Durante la guerra civil, Stalin colaboró eficazmente en las defensas de Petrogrado y Tsaritsin, ciudad que recibió más tarde el nombre de Stalingrado. Siendo ya en 1.922, un miembro muy popular del partido, es nombrado Secretario General del Partido, desde donde obtiene futuros respaldos para suceder a Lenin.
Sin embargo, Lenin se había percatado perfectamente que Stalin era un hombre ambicioso, sin escrúpulos y cruel en demasía y así lo manifestó en un documento en el que solicitaba que Stalin no se postulara como su sucesor.En 1924, Lenin muere, y Stalin apoyado por Zinoviev y Kamenev (compañeros de partido a quienes posteriormente traicionaría y eliminaría), toma el poder absoluto aliado y se deshace de Trotski (creador del ejército Rojo) y lo exilia a México en 1929, donde sería asesinado en 1940.

Stalin y los planes quinquenales

Una vez conseguido el poder absoluto, Stalin comienza su gobierno con un plan radical para transformar a Rusia de una nación eminentemente agrícola a una potencia industrializada mundial. Los planes quinquenales consistían en fomentar la industria proponiendo metas de producción elevadas,para conseguir una industrialización acelerada y el desarrollo de los sectores energéticos y la industria pesada.Todo ello se conseguía mediante
castigos ejemplares a quienes no obtuvieran los resultados esperados, fijados previamente por el gobierno.
También se procedió a la colectivización del campo, despojando de sus tierras a los propietarios agrícolas llamados Kulacs, en una sangrienta contienda donde muchos de ellos preferían quemarlas ellos mismos antes que dejar que se las quitaran. Dicha colectivización del campo generó deportaciones masivas, traslado de pueblos enteros y numerosas ejecuciones.
Paralelamente al desarrollo industrial, Stalin llevó a cabo una sangrienta purga dentro de su partido entre 1935 y 1938, eliminando a todo aquel personaje que tuviera cierta influencia y pudiera surgir como posible competidor rebelde. Dicha purga tuvo como consecuencia encarcelamientos, asesinatos, personajes fusilados acusados de traición quitándose de en medio entre cinco y diez millones de posibles opositores.
Todo el plan de desarrollo estaba basado también en una política de terror que era inflingida al pueblo ruso a través de una policía secreta, en un régimen en el que nadie estaba seguro de que la matanza no le alcanzaría.
Stalin en la 2ª Guerra Mundial
En el año 1.939, Stalin firmó con Hitler, en agosto, un tratado de no agresión, en el cual ambos acordaban el reparto de Polonia. Sin embargo, Stalin, al igual que Hitler, sabía que el conflicto entre ambas naciones era inevitable por lo cual durante los dos años en que dicho tratado fue respetado, Stalin preparó un plan para resistir la previsible agresión de las fuerzas alemanas. Al mismo tiempo, las fuerzas rusas de Stalin invadieron Finlandia y las repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania).En 1.941, como se había previsto, las fuerzas alemanas invadieron la Unión Soviética, arrasando toda la resistencia que encontraban a su paso. Sin embargo, Stalin había preparado una fuerte industria militar y un numeroso Ejército Rojo, que junto con “el general invierno” le permitió después de cruentas batallas derrotar a los alemanes.
El año 1.944 significa para Alemania la pérdida de la guerra. Por un lado se encuentra la derrota en Stalingrado de parte del ejército rojo, mientras que por el otro, las tropas aliadas estadounidenses desembarcan en Normandía, estableciendo una carrera frenética por llegar primero a Berlín y poner fin a las ambiciones de Hitler y al mismo tiempo dividir el mundo en dos bloques con ideologías distintas, esto es el comunismo y el capitalismo. De esta manera la URSS al mando de Stalin se levanta como el gigante soviético para competir contra la nación capitalista más poderosa:Estados Unidos.
A partir de la rendición alemana en Mayo de 1.945, los países ocupados por las fuerzas soviéticas adoptan un régimen comunista aparentemente independiente pero, en la práctica, sujeto al mando férreo de Moscú. Stalin se había asegurado su control sobre buena parte del este de Europa, gracias a la debilidad e impericia de las potencias aliadas, ratificado en las conferencias de Yalta y Postdam.
Como consecuencia se crearon dos bloques  encabezados y liderados por dos naciones enormemente poderosas y con ideologías opuestas; el enfrentamiento era previsible y así a la tensión global que se generó se le conoció como Guerra Fría, acelerándose la carrera armamentista. Stalin aunque partía con cierta desventaja al contar los Estados Unidos con la bomba atómica, que había sido ya utilizada en Hiroshima y Nagasaki, no obstante el equilibrio vendría en 1.949 cuando Stalin probaría la primer bomba nuclear rusa.
La guerra fría llegaría a su fin con el colapso de la URSS y la caída del Muro de Berlín.
Stalin y su dictadura
Stalin condujo su nación de forma tiránica y despótica transformando Rusia en una potencia industrial mundial  capaz de competir con Estados Unidos en la Guerra Fría. Todo esto se logró suprimiendo las libertades individuales y aplicando un régimen de terror  que dirigía todos los recursos hacia el desarrollo industrial relegando el bienestar del pueblo a un segundo término y eliminando cualquier vestigio de libertad.
Stalin utilizó el terror como medio para conservar el poder.  
Tres años después de la muerte de Stalin, Nikita Jruschov denunció sus crímenes e inició el proceso de "desestalinización", que culminó con la retirada de su cadáver del mausoleo Lenin y su inhumación junto al muro del Kremlin.
STALIN en la Rusia de hoy
Varias décadas después de la denuncia de lo que se bautizó como ‘el culto de la personalidad' de Stalin (momento en el que la URSS intentó desvincularse de las políticas de su antiguo líder), una gran parte de los rusos contemplan de manera desigual el papel histórico de este controvertido personaje.
Menos de la mitad de los rusos, un 45%, consideran que Stalin hizo tanto cosas buenas como malas para el país, según los datos de una reciente encuesta del Centro Ruso de Estudio de la Opinión Pública. En los últimos años aumentó del 47% al 55% la cantidad de ciudadanos que asocian la muerte de Stalin con el fin de la represión y la liberación de millones de presos políticos.
La época del gobierno de Stalin se caracteriza por un lado por las represiones políticas y las purgas de los años 30, pero también por algunos éxitos económicos de la URSS y de sus planes quinquenales.
F.J.de C.