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jueves, 29 de septiembre de 2016

Shimon Peres: una vida al servicio de Israel.




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Shimon Peres ( Wiszniewo, Polonia, 2 de agosto de 1923-Tel Aviv, Israel, 28 de septiembre de 2016) expresidente israelí y premio Nobel de la paz falleció este miércoles a la edad de 93 años, según informaron fuentes del Hospital Shiva, de la localidad de Tel Hashomer.
Peres se encontraba hospitalizado en ese centro médico desde el pasado 13 de septiembre, cuando sufrió un accidente cerebrovascular, y en las últimas horas su situación había empeorado considerablemente.
Considerado uno de los políticos israelíes de mayor talla mundial por impulsar el proceso de paz de Oslo, que le valió el Nobel de la Paz junto a los líderes palestino Yaser Arafat e israelí Isaac Rabin, culminó su carrera política de 70 años al frente de la Presidencia, que abandonó en 2014, y tras ostentar numerosos cargos.
Su contribución más reconocida internacionalmente fue como artífice junto al hoy presidente palestino, Mahmud Abás, del acercamiento entre palestinos e israelíes, que culminó en 1993 con el reconocimiento israelí de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y viceversa.
Seguidamente transcribo  de  “ElGran Oriente Medio” un artículo de Jonathan S. Tobin.
F.J.deC.
Madrid. 29 de septiembre de 2.016

La muerte de Simón Peres, a la edad de 93 años, es un momento para hacer balance no sólo sobre una de las figuras judías más extraordinarias de los últimos cien años, también de la historia del Estado de Israel, al que sirvió durante toda su vida adulta. Por su larga etapa como asistente del primer ministro David ben Gurión, y porque ocupó casi todas las posiciones de autoridad del Estado, la historia de Peres es también en gran medida la de su nación. Y es en ese contexto, y no bajo el prisma de algunas de las políticas que defendió, como deben juzgarse sus enormes contribuciones a Israel.Como uno de los chicos de Ben Gurión, y con la potestad que le otorgaba ser director general del Ministerio de Defensa, fue Peres quien más contribuyó a construir la infraestructura de seguridad y la industria de defensa israelíes. Su diplomacia fue clave para la alianza que Israel forjó en aquel entonces con Francia. Eso no sólo condujo a la Campaña de Suez de 1956 (un gran éxito para Israel aunque fuera un desastre para Gran Bretaña y Francia), también a que Israel se hiciera con su primera generación de armamento sofisticado y al nacimiento del programa nuclear del propio Israel. Siguió a su jefe cuando salió del Gobierno y en su paso a la oposición, para resurgir como líder del Partido Laborista y ocupar varias posiciones importantes, entre ellas la de ministro de Defensa y, en dos ocasiones, la de primer ministro, pese a que nunca ganó unas elecciones.Pero no es por su papel de organizador de la defensa de Israel en una época en que la seguridad del Estado judío pendía de un hilo por lo que más se le recuerda. Su legado político tiene más que ver con su desempeño como ministro de Exteriores en el Gobierno de Isaac Rabín, su rival implacable durante tanto tiempo, a principios de los 90. Peres fue la fuerza motriz en la decisión de contactar con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a fin de tratar de acabar con el conflicto con los árabes, que precedía en mucho a la fundación de Israel. Aunque compartió el Premio Nobel con Rabín y el líder de la OLP Yaser Arafat, además de pugnar con más fuerza por lo que acabaría conociéndose como los Acuerdos de Paz de Oslo, fue el único que creía en lo que estaban haciendo.A Peres le gustaba decir que era más filósofo que político. Esta etiqueta explica su dedicación a la idea de que un acuerdo del tipo paz por territorios podría terminar con décadas de conflicto, a pesar de las evidencias que convencieron a figuras mucho más templadas de que estaba condenado al fracaso. Su objetivo no era tanto lograr un acuerdo en materia de seguridad como la creación de lo que describía esperanzado como un Nuevo Oriente Medio –tal fue el título del libro que escribió al respecto, publicado en plena euforia post Oslo–, en que el peligroso vecindario en que habitaba Israel se convertía en una suerte de Benelux del Mediterráneo.El problema era que su socio en las negociaciones, Arafat, no compartía sus nobles objetivos. El veterano terrorista utilizó la Autoridad Palestina creada por Oslo para lanzar las dos décadas de matanzas y conflictos que siguieron al momento de gloria de Peres en los jardines de la Casa Blanca en septiembre de 1993. La fe de Peres en la necesidad de la paz le impidió ver buena parte de los riesgos que estaba asumiendo. Cuando se le preguntaba por ello –como yo hice una vez–, comparaba los temores sobre Oslo con el viajero que lee la letra pequeña de su billete, que advierte sobre la posibilidad de que el avión se estrelle. Creía que el pueblo de Israel debía confiar en su piloto y no distraerse con preocupaciones irracionales. Pero, por desgracia, la fe en las buenas intenciones de Arafat fue recompensada con nuevas ofensivas terroristas, y no con la paz con la que él y el pueblo de Israel soñaban. El Estado judío acabó pagando un alto precio en sangre por el siniestro que él había pergeñado.Ese terrible error de cálculo quizá haya definido a Peres, y para muchos de sus viejos enemigos políticos de la derecha sigue definiéndolo. Pero lo curioso de Peres es que fue capaz de dejar atrás los desastres de la mitad de su carrera política como hizo con su anterior avatar como uno de los ministros más duros del país. Tras décadas de ser considerado el máximo embaucador del país (un sambenito que le colgó Rabín, y no sus enemigos del Likud) y un eterno perdedor (entre 1977 y 1996 llevó al Partido Laborista a cuatro derrotas y un empate), acabó siendo su veterano estadista más querido.¿Cómo fue posible?En parte fue fruto de su mera longevidad. En el cambio de siglo, Peres era uno de los últimos supervivientes de los líderes fundadores que seguían participando activamente en los asuntos del país. Toda una vida dedicada al servicio público, aunque no siempre de manera exitosa, le confería cierta autoridad. Al final, las polémicas –no importa lo amargas que hayan sido– han importado menos que el hecho de que se tratara de un hombre cuya biografía es inseparable de los hitos más importantes de la historia de su país.Asimismo, muchos israelíes acabaron comprendiendo su desfavorable reputación política no era totalmente merecida. Peres, un hombre ingenioso, parlanchín, cosmopolita y culto (era una delicia entrevistarlo) que había nacido en Polonia, era lo opuesto al estereotipo del borde hasta casi rozar la grosería del sabra (nacido en Israel) que era Rabín. La presunción de que el segundo tenía que ser más de fiar tenía más de prejuicio cultural que de otra cosa.Tal vez también muchos israelíes, incluidos algunos que no formaban parte de su electorado natural de izquierdas, acabaron comprendiendo que, aunque Oslo fuese un desastre, su defensa del acuerdo era totalmente sincera. Tal vez consideraran que sus sueños de un “Nuevo Oriente Medio” eran una fantasía peligrosa, pero lo reconocían como un filósofo con ideales nobles que defendía algo que podría haberse hecho realidad en un mundo mejor, con enemigos menos bárbaros.No hace falta aplaudir todas sus ideas para entender que pocas personas han estado al servicio de una nación democrática durante tanto tiempo y con tanta fidelidad como Simón Peres lo estuvo al de Israel. Él y los otros gigantes que contribuyeron a que el Estado judío sobreviviera y prosperara –un grupo que comprende a Ben Gurión, Menájem Béguin, Moshé Dayán, Rabín, Ariel Sharón e Isaac Shamir– obraron milagros. El Israel moderno no habría sido posible sin ellos. Bendita sea su memoria

Jonathan S. Tobin


sábado, 23 de enero de 2016

Submarinos de Israel.


La Armada de Israel dispone de una flota de seis submarinos, cinco de los cuales están en servicio y uno en construcción.
Los tres submarinos mas antiguos, de la clase “Dolphin 800”,  fueron construidos en la década de los 90 del siglo XX por el astillero  ThyssenKrupp Marine Systems en Kiel, Alemania.
Igualmente,  los  tres nuevos submarinos  de la clase "Dolphin II”, segunda generación de la clase “Dolphin 800” fueron construidos también por ThyssenKrupp los cuales constituyen el objeto de este artículo.
Se trata de los llamados INS Tanin (Cocodrilo) , entregado a la Armada de Israel en mayo de 2012, el INS Rahav (Courage)   entregado en diciembre  y que llegó el 12 de enero 2.016 a la base naval israelí de la costa de Haifa. Una tercera unidad, bautizada como INS Dakar, todavía en periodo de construcción, se entregará en 2019. Israel ya manifestó su deseo de adquirir en un futuro próximo tres submarinos más.
INS Tanin

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INS Tanin

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INS Tanin.
La mayoría de los periscopios y mástiles del submarino están izados mientras se dirige al mar.
La fila numerada de calibraciones en el centro de la vela es utilizado por los ingenieros
durante los ensayos, y será eliminada  antes de que el buque entre en servicio
INS Rahav
El INS Rahav es, pues, el quinto submarino Dolphin de la Armada de Israel y el segundo de esta nueva generación “Dolphin II”; ha zarpado del astillero alemán, con una dotación de  50 tripulantes y el armamento mínimo necesario para protegerse durante un viaje de 3.000 millas náuticas hasta la base naval de Haifa.
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INS Rahav


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INS Rahav


En cuanto a sus características técnicas, los Dolphin II tienen una eslora de 68,6 m (frente a los 58m. de los anteriores) y desplazan 2,050 ton. en superficie y  2,400 ton. sumergidos (frente a 1.565 ton. /1.720ton. respect. de los anteriores).
El armamento consiste en 10 tubos lanzatorpedos de 650 mm - de cuatro y seis 533mm de diámetro; también llevan torpedos filo guiados Seehake DM-2A4, misiles antibuque Harpoon UGM-84C  y misiles  Triton anti helicóptero.
Una de las características principales de estos barcos es estar equipados con un sistema de propulsión independiente de la atmósfera (AIP), que les permite permanecer sumergidos durante semanas sin utilizar el “snorkel”  y/o sin subir a la superficie.
El coste estimado de este submarino fue de dos mil millones de dólares USA.
Puede decirse que esta nueva serie de submarinos mejora enormemente la flotilla de submarinos de la Armada de Israel proporcionando otra herramienta técnica muy eficaz para ayudar a defender a Israel contra numerosas amenazas, según manifestó un alto mando de la Armada. Tanto el submarino Tanin como el Rahav están equipados con sistemas de vigilancia muy modernos para rastrear otros buques y pueden tomar contramedidas para evitar la detección por naves enemigas, así como capacidades de comunicaciones por satélite y otros sistemas de inteligencia y guerra electrónica.
F.J. de C.
Madrid, 23 de enero de 2.016














































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jueves, 17 de diciembre de 2015

Janucá(o Hanukka), llamada también “la Fiesta de las Luminarias”.


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Representación esquemática del Januquiá, candelabro de ocho brazos mas el central

Las familias judías, en los últimos días de diciembre, se reúnen, en Israel y en todas las partes del mundo por donde están extendidas, para celebrar la  “fiesta de las luminarias”, es llamada también Janucá (o Hanukka).
Las familias cristianas lo hacen también   con motivo de la  Navidad.  Ambas conmemoraciones, aunque muy distintas en su significado religioso e histórico se unen en el símbolo de la Luz que está en ambas fiestas y que  también presentan algunas notables coincidencias, siendo ambas, dos de  las principales y milenarias festividades religiosas que se celebran universalmente.
Mientras para los judíos su “fiesta de las luminarias” tiene un significado  histórico, político, religioso,  en  Navidad, los cristianos conmemoramos el Nacimiento de Jesucristo, el Hijo Unico de Dios, en Belén.

¿Cuál es la historia de “la Fiesta de las Luminarias”?.


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Januquiá candelabro de ocho brazos y dulces típicos de las fiestas.
Se trata de una fiesta judía que se celebra durante ocho días, y en la que se conmemora la derrota de los helenos y la recuperación de la independencia judía a manos de los macabeos, y la posterior purificación del Templo de Jerusalén de los iconos paganos, en la que se recuerda el milagro del candelabro que ardió durante ocho días consecutivos con una exigua cantidad de aceite. La fiesta de Janucá se celebra del 25 de kislev al 2 de tevet (o el 3 de tevet, cuando kislev cuenta con sólo 29 días) según calendario judío, y que este año 2.015, ha tenido lugar entre el  7 y el 14 de diciembre ambos inclusive.
Durante esta festividad se prende una januquiá o candelabro de ocho brazos (más uno mayor). En la primera noche únicamente se prende el brazo mayor y una vela, y cada noche se va aumentando una vela, hasta el último día en el que el candelabro se enciende por completo.
Resulta muy típico cocinar pastelillos fritos rellenos de crema, chocolate, o dulce de leche.
También se organizan festivales musicales por todo el país, obras de teatro que recuerdan la victoria macabea y los niños que disfrutan vacaciones escolares durante las fiestas, reciben múltiples regalos y pequeñas propinas.
Celebración de Janucá en España.
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Celebración de Janucá en la Plaza de la Villa de Madrid,
En diversas capitales españolas, Madrid, Barcelona, Valencia,Zaragoza, Palma de Mallorca,  Toledo,  Segovia, etc.etc. se celebra Janucá.
En la imagen puede verse el ya tradicional acto de su celebración en la Plaza de la Villa de Madrid, el pasado jueves 10 de diciembre de 2015,  organizado por la Comunidad Judía de Madrid, el Centro Sefarad – Israel y la Red de Juderías de España, en colaboración con el Ayuntamiento.
F. J. de C.

Madrid, 17 de diciembre de 2.015

jueves, 9 de abril de 2015

De judíos, Benyamin Netanyahu; moros, Hassan Nasrallah y cristianos, desde Obama a Putin pasando por Rajoy.



 Seguidamente reproduzco el interesante artículo del prestigioso analista Alfonso M. Becker:


Nadando entre los verdaderos tiburones.


En dicho artículo el sr. Becker pasa revista a la mas rabiosa actualidad relacionada con la situación en Israel y Oriente Medio, la nueva victoria de Benyamin Netanyahu  al que casi todos daban por muerto (políticamente) antes de las elecciones , sus, aparentemente,  poco amistosas relaciones con Obama, pues parece ser otro malo para la Casa Blanca,  toda la problemática con los terroristas de Hezbollah, la inteligencia de Putin, y hasta establece una especie de paralelismo con la política española cuando dice: “En realidad, Benyamin Netanyahu y Mariano Rajoy, son dos peces que nadan entre los verdaderos tiburones…”
En definitiva un artículo muy interesante, bastante largo y difícil de resumir sin traicionar su sentido completo; por ello, aunque intenté hacerlo he desistido y lo reproduzco íntegramente.
F.J.de C.
Madrid, 9 de abril de 2.015



Alfonso M. Becker




Nadando entre los verdaderos tiburones.


Hoy quiero escribir sobre Benyamin Netanyahu. No lo hice hace una semana cuando medio mundo despotricaba contra el premier israelí y la mayor parte de analistas del planeta lo daban por “muerto” (políticamente) en esta últimas elecciones anticipadas del 17 de marzo 2015, en Israel. No lo hice porque no quería repetirme como en la penúltimas elecciones parlamentarias de enero de 2013, donde expuse el porqué ganaría por goleada a pesar de que se llegó a asegurar, al referirse al premier israelí, que estaba “acabado” y que, como no le caía en gracia a ese Barack Obama ya metido de lleno en su segunda legislatura, era imposible que ganara porque los demócratas estadounidenses con el presidente de los Estados Unidos a la cabeza, estaban perfectamente confabulados para apartarlo, al menos, de la escena política internacional… Yo me reía y me decía: esta gente no conoce a Benyamin Netanyahu, no tienen ni puñetera idea de lo que es la qabbalah y sus pobres mentes están absolutamente incapacitadas para entender sobre lo que es capaz de hacer un muerto… Pues bien, ya saben los lectores el resultado….Ha ganado con una victoria contundente mientras en Teherán, las portadas y titulares de los principales y más importantes medios de difusión decían que “Este era su fin”, “Bye, bye, Bibi” o “El mundo ha comprendido que Benyamin Netanyahu es el pequeño satanás de un Washington embustero, traidor, imperialista y sionista, que ahora lo abandona” Pero no son solo los persas los que festejaban su deceso por adelantado. Los terroristas de Hezbollah, sus esbirros en la frontera de Israel, festejaban esa ilusoria fantasmagoría en su panfleto de Al Manar en el Libano y salían a la calle en algarabía disparando al cielo sus kalashnikov mientras su dirigente, Hassan Nasrallah, lanzaba soflamas por la TV desde las alcantarillas de Beirut, contra el gran satanás estadounidense…Era realmente patético comprobar cómo cualquier “campanada” en la capital iraní era repicada inmediatamente en un mundo musulmán en grave decadencia y cuesta abajo que, en su más pobre expresión propagandística, solo podía alardear ante la chusma armada con esa suerte de “arte” de representar figuras por medio de una ilusión óptica televisada por satélite islamista; una escatológica manipulación de la figuración vana de la inteligencia, desprovista de todo fundamento político.Desgraciadamente a las puertas de una “histórica” y contundente intervención militar, de todo el Occidente y de sus socios árabes contra la fanática barbarie islamista en toda África y Oriente Medio, la producción mediática de la llamada “resistencia islámica”, despotricaba contra Benyamin Netanyahu haciendo una lectura absurda del mundo que padecemos, de la geopolítica y de cualquier otra realidad, más o menos visible, en este violento planeta en el que vivimos; “haciendo amigos” con sus gritos y consignas de no reconocer nunca al Estado hebreo, de matar a judíos y a infieles hasta que sean barridos de Oriente Medio… En la Unión Europea y en casi todo el mundo, todos decían adiós por anticipado a esa suerte de “cabronazo” de la política; a ese halcón de la guerra, a ese “arquitecto del aberrante proyecto urbanizador” de los territorios supuestamente propiedad de los moros, que como un judío terco y obstinado se empeñaba en su cabezonada constructora, diseñadora y colonizadora de Judea, Samaria y Jerusalem… ¡Muerte a Estados Unidos!, ¡Muerte a los judíos!… Y al día siguiente, Benyamin Netanyahu resucitó…


Ya que me dan por muerto antes de tiempo, puedo decir lo que me salga de las pelotas…


Este genial petersburgués -no me canso de decirlo- que ha dado la política rusa, conoce la qabbalah, y el muy listo se lo calla porque es extremadamente respetuoso con las tradiciones españolas… ¡agárrense a la silla!: con la rica tradición judeoespañola medieval… Por lo visto -me cuentan amigos rusos- que esto le viene de su ex esposa Lyudmila Putina, experta en Lengua y Filología española. Sabe el díscolo y todopoderoso presidente de Rusia que su viejo amigo Benyamin Netanyahu es poco menos que un “Abraham Abulafia” por la educación recibida de su difunto padre el historiador polaco-israelí Benzion Netanyahu, especialista en Historia Medieval Sefardí. Este Vladímir Putin que ha sido nombrado oficialmente “malvado” por sus socios occidentales, el “hombre más malo del planeta Tierra y posiblemente de Marte”, sabe que la cábala es el pozo de todas las tradiciones místicas del judaísmo desde mucho antes de la Era Común, y que fuimos los españoles los que la sacamos a la luz durante el renacimiento místico de la Palestina otomana.

Acudan siempre a la filosofía sefardí para comprender a Mariano Rajoy en España y a Benyamin Netanyahu en Israel...
Pero, seguramente, como nos ha pasado a todos los que conocemos las aptitudes de Benyamin Netanyahu, lo que más gracia le hizo a Putin era saber de antemano que el premier israelí no dudaría en absoluto “incendiar” su discurso electoral con algún exabrupto spinoziano… una de esas genialidades “éticas” del filósofo holandés de origen español, una de esas salidas de tono que, expresadas de forma inconveniente e inesperada (como su reelección), retumbaría en todo el mundo manifestando con viveza, todas sus emociones y todo el sentimiento del pueblo judío… Porque el pueblo judío sabe lo que es la guerra porque vive acosado por la guerra que presentan los árabes desde mucho antes de la creación del Estado de Israel, y una guerra sin cuartel y declarada a muerte desde que los llamados “palestinos” cometieron el estrafalario y ridículo error de renunciar a un “Estado palestino” ofrecido por las Naciones Unidas. Hay que ser gilipollas para haber perdido esa gran oportunidad de una nación palestina y notablemente fanático e iluso para creer, 70 años después, que pueden conseguir destruir Israel y conformar un solo Estado palestino, desde el Mediterráneo hasta el Éufrates eliminando a los judíos en Oriente Medio... A eso llaman estos pobres infelices, de bruta mentalidad medieval, negociar... Pues no pueden imaginar el futuro que ellos mismos se han preparado…

Dios salve a Vladímir Putin…


El presidente ruso, hombre de extraordinario bagaje intelectual, sabía que Benyamin Netanyahu no estaba haciendo otra cosa que desplegar la ética de Baruch Spinoza, compuesta por todo un baúl de definiciones, leyes, escolios y proposiciones, postulados y axiomas, al modo geométrico en política… Vladímir Putin se dio cuenta enseguida que el premier israelí, el más grande conocedor de su pueblo, de su ciudadanía atormentada por el terror islámico, sufridora de los crímenes más abyectos protagonizados por el terrorismo árabe, necesitaba no a “un político del tres al cuarto” sino a un experto “político-estratéga-militar” que salvara a Israel del perfecto caos organizado en Oriente Medio por la nefasta política de Washington en su obsesión por darle a los persas un cierto protagonismo en el “tablero” de guerra como nueva potencia supuestamente capacitada para poner orden en el panal de abejas… El presidente ruso sabe de sobra que cuando se aproxima una guerra de grandes proporciones en Oriente Medio, solo los halcones están capacitados para el combate. En este año 2015, las palomas solo servirán en política para los cánticos a una paz que no ha existido nunca y para dar una cierta dignidad y humanismo a las terribles decisiones que se tienen que tomar.

En realidad, Benyamin Netanyahu y Mariano Rajoy, son dos peces que nadan entre los verdaderos tiburones…


Si quieren disfrutar entendiendo la política española, en un cierto paralelismo con la política israelí, les diré que la chusma española (que también la hay como en todo el mundo) ya está enterrando vivo al más grande político español de los últimos 150 años. Sobre todo la socialdemocracia que se ha crecido en Andalucía y saca pecho… En mi opinión, la masa inculta debe ser comprendida con cierta piedad porque nadie le ha explicado nunca, ni sus ídolos socialdemócratas, y ni siquiera sus “dioses”, de una supuesta izquierda salvadora y liberadora de las clases desposeídas, que una gran nación como la española, de tan vieja Historia en el mundo y de tanta riqueza cultural, solo puede ser salvada por grandes y serios políticos de la talla de Mariano Rajoy. Solo un tecnócrata, un gran profesional de la política, con una gran carga emocional de servicio a España podía salvar al país del precipicio económico al que fue conducida la patria de los españoles por una pandilla de reyezuelos socialdemócratas que la dejaron, prácticamente en bancarrota.Les estoy hablando de un político español de la talla democrática de un Barack Obama, de un François Hollande o de un Benyamin Netanyahu. Lo que ha hecho este Mariano Rajoy, es un trabajo tan enorme que por su gran magnitud no puede medirse… Tan inconmensurable como el del presidente estadounidense para soportar ocho años negociando con los persas, en vez de atacarlos como Bush y solucionar el problema… Tan difícil de medir o evaluar como la carrera política de un Benyamin Netanyahu “retratado” por los ignorantes como una suerte de príncipe de la guerra… Así paga la masa ignorante a quien ha evitado que España se convierta en una suerte de “Grecia” que ya nunca existirá como la habíamos soñado los que amamos a Grecia; un Estado casi “paria” que solo tiene un camino orquestado por los ladrones que la saquearon desde su interior : pagar lo que deben y vender todos sus bienes sin poder apenas salvar los muebles…

La política ya no es lo que era…

Supongo que saben que a mí, la mayoría de los políticos nunca me han caído bien. Eso no es nada malo… pues a los artistas -sobre todo a los escritores- nos gustan, apreciamos y respetamos, los individuos con inteligencia creadora. Desgraciadamente la política, en la sociedad del espectáculo, es un territorio poco fértil -la mayoría de las veces hasta árido- para que florezcan mentes privilegiadas capacitadas para saber llevar la cosa pública… Para colmo de desgracias, la geometría política utilizada por los desesperados de esta tierra, es exactamente la misma que la de los incultos advenedizos que debutan en la política y la de sus palmeros, pelotas y rastreros, del peor periodismo… entiéndanse estas perlas como dichas especialmente para esos patanes de origen humilde que llegan a la política para hacer fortuna en nombre de una revolución inexistente y que no saben de lo que hablan. Entiéndase también, para esos manipuladores oportunistas que creen tener galones periodísticos para expresar gilipolleces y opiniones absurdas, como un miserable y ridículo vivalavirgen, pretendiendo figurar entre gentes de más alta condición intelectual cuando, continuamente, no hacen más que demostrar con sus peroratas la vacuidad de su discurso.Esa geometría política a la que me refiero, no es la de Spinoza sino una nauseabunda estrategia todavía utilizada por estos tontos de remate que siguen sin saber que los ejes de izquierda-derecha son un anacronismo insoportable que ya no define nada. Resulta cada vez más patético e inoperante, vociferar como un condenado ¡que viene la derecha! o ¡ yo soy de izquierdas!… no digo más si te atreves a decir ¡yo soy la revolución!… porque cualquier mente lúcida te daría una patada en el trasero y te mandaría, del tirón, a tomar viento bolivariano… No me canso de explicar que todas esas “etiquetas” surgieron hace más de 200 años inventadas por judíos egregios que querían dar una nueva explicación a las clases sociales como también se querían dar unas nuevas y sorprendentes interpretaciones de los sueños del hombre… Los Karl Marx, los Friedrich Engels, o los Sigmund Freud, eran más que nada, escritores con una mente prodigiosa para explicar las realidades de un mundo desconocido para la gente común; todo un alarde de poesía y buena literatura para sorprender al mundo con una nueva forma de “mirar” y de “entender” la política y otras pasiones del hombre…

Se avecina la más turbulenta tempestad y al que se caiga por la borda se lo comen los tiburones…

Benyamin Netanyahu es ahora señalado por la Casa Blanca como otro "malo" o si quieren "político molesto" coprotagonista de la misma película en la que trabaja Vladímir Putin... Es posible que dentro de unas semanas, el presidente de Francia sea "sumado" a esos "malvados"...   lo que podría llevarles a ustedes a creer que Barack Obama se ha vuelto loco  y que en el Despacho Oval no hay nadie con dos dedos de frente que detenga de inmediato este insoportable  -por ridículo-  vodevil.  Pero les advierto también que todo esto podría ser una sofisticada estrategia de Washington para tratar de detener los asesinatos, ataques terroristas y amenazas de los salvajes islamistas que inspiran terror con fines políticos. Yo particularmente dudo que Obama la tenga tomada con Netanyahu. Muchas veces ha advertido el premier israelí que en una democracia amenazada por terroristas, palestinos o de cualquier otra condición, todos los ciudadanos de este mundo deben considerarse como soldados en una batalla común... Dice el político israelí que si Occidente quiere ganar la guerra contra el terrorismo, la gente de buena fe debe estar preparada para aguantar las difíciles negociaciones diplomáticas muy a pesar de esta ola desenfrenada de violencia y muerte. Pero también ha dejado bien claro que nada, nadie y ninguna inhibición moral, pueden impedir que la civilización Occidental se defienda de esta lacra asesina. De la misma forma que el pueblo hebreo y el gobierno de Israel tienen el derecho, el deber y la capacidad para prevenir otra aniquilación del pueblo judío.
Tres cosas le enseñaban a un judío español desde que era niño, a esos judíos de Sefarad que, como Baruch Spinoza, regalaron al mundo la inteligencia española: la primera, detectar a un antisemita solo con lo que dice y escribe con ese odio en el alma hacia los judíos; la segunda, a desenmascarar a un embaucador cuyo propósito es manipular;   y la tercera a sobrevivir entre esta ralea que violentamente medra a costa de los demás, saltándose cualquiera de los principios éticos y morales que nos hicieron precisamente humanos.
Alfonso M. Becker