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jueves, 25 de enero de 2018

Linus Carl Pauling : La vitamina C y el constipado.

Linus Carl Pauling (Portland, Oregón; 28 de febrero de 1901-Big Sur, California; 19 de agosto de 1994) fue un gran químico y bioquímico estadounidense. Fue uno de los primeros químicos cuánticos, y dos veces Premio Nobel: Premio Nobel de Química en 1954, por su trabajo en el que describía los enlaces químicos y Premio Nobel  de la Paz en 1962.
Estudioso de amplios campos de la química tanto inorgánica como orgánica, pasando por química cuántica, fue uno de los fundadores de la biología molecular siendo reconocido como un científico enormemente influyente en la ciencia y la sociedad del siglo XX. 
Su libro de texto sobre Química General es uno de esos textos de referencia para estudiantes universitarios de Ciencias e Ingeniería; recuerdo haberlo estudiado en el primer curso (selectivo) de Ciencias en los ya lejanos años finales de la década de los 50 y todavía lo conservo pues mas de una vez he acudido a él para recordar algún tema; junto con otro texto también imprescindible de Física General el popular Sears Zemansky, proporcionan la base de conceptos necesarios para sustentar una visión completa de la Química y de la Física.
 Una de sus actividades más populares constituyeron  en el apoyo público a la vitamina C como prevención del constipado y él mismo tomaba 3 gramos al día; Pauling propone, para la población en general, una dosis diaria de 2.3 gramos o superior, y en 1974 la sube hasta los 4 gramos. En los años ochenta participó en algunas investigaciones sobre la relación entre la vitamina C y el cáncer, la recuperación de daños en el cerebro o la angina de pecho.  
El resfriado, es esa enfermedad leve, molesta y cotidiana, que antes o después nos fastidia a todos con unos días de nariz goteante y cabeza cargada, es habitual en cuanto enfría el tiempo; hasta hoy mismo, no hay quien lo cure ni con qué curarlo; en todo caso, se pueden aliviar los síntomas. Por eso, es importante investigar sobre cómo prevenirlo y, si es posible, escapar de él.
La vitamina C, o ácido ascórbico, es una de las sustancias que se dice previene el constipado y sobre ella se ha investigado mucho y escrito todavía más. No hay que olvidar que la dosis diaria recomendada es de 80 miligramos. En 2013, Harri Hemila y Elizabeth Chalker, del Departamento de Salud Pública de Helsinki, han revisado toda la literatura que han podido localizar sobre la relación entre la vitamina C y el constipado y  Richard Shader, Editor Jefe de la revista Clinical Therapeutics, afirman que el constipado no se debe a un solo virus sino a un conjunto muy variable, incluso con algunos virus todavía desconocidos, y que incluye coronavirus, rinovirus y virus sincicial respiratorio. También es importante resaltar que la prevalencia de esta enfermedad varía mucho de año en año y de estación en estación.
De acuerdo con esos estudios:
“La ingesta regular de vitamina C no tuvo ningún efecto sobre el constipado común… El fracaso de los suplementos con vitamina C para reducir la incidencia de resfriados en la población general indica que la toma rutinaria de suplementos de vitamina C no está justificada… Sin embargo, dado el efecto consistente de la vitamina C en la duración y gravedad de los resfriados en los estudios regulares de suplementación … puede valer la pena probar esta suplementación en pacientes con una base individualizada para ver si la vitamina C terapéutica es beneficiosa para ellos.”
En resumen, para los autores citados no parece que exista justificación clara para la toma diaria de vitamina C para prevenir el constipado en la población normal aunque no descartan que sea útil para acortar su duración en las personas que ya lo sufren y en aquellos que están sometidos a notable esfuerzo físico y a temperaturas bajas.
En definitiva, el que suscribe, como buen discípulo del Prof. Pauling es adicto a la vitamina C en dosis de 3g./4g. diarios cuando comienza a sentir los primeros síntomas y el resultado es aceptable  con la ventaja añadida de que jamás he sentido efectos secundarios.
F.J. de C.
Madrid, 25 de enero de 2018   

jueves, 29 de septiembre de 2016

Shimon Peres: una vida al servicio de Israel.




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Shimon Peres ( Wiszniewo, Polonia, 2 de agosto de 1923-Tel Aviv, Israel, 28 de septiembre de 2016) expresidente israelí y premio Nobel de la paz falleció este miércoles a la edad de 93 años, según informaron fuentes del Hospital Shiva, de la localidad de Tel Hashomer.
Peres se encontraba hospitalizado en ese centro médico desde el pasado 13 de septiembre, cuando sufrió un accidente cerebrovascular, y en las últimas horas su situación había empeorado considerablemente.
Considerado uno de los políticos israelíes de mayor talla mundial por impulsar el proceso de paz de Oslo, que le valió el Nobel de la Paz junto a los líderes palestino Yaser Arafat e israelí Isaac Rabin, culminó su carrera política de 70 años al frente de la Presidencia, que abandonó en 2014, y tras ostentar numerosos cargos.
Su contribución más reconocida internacionalmente fue como artífice junto al hoy presidente palestino, Mahmud Abás, del acercamiento entre palestinos e israelíes, que culminó en 1993 con el reconocimiento israelí de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y viceversa.
Seguidamente transcribo  de  “ElGran Oriente Medio” un artículo de Jonathan S. Tobin.
F.J.deC.
Madrid. 29 de septiembre de 2.016

La muerte de Simón Peres, a la edad de 93 años, es un momento para hacer balance no sólo sobre una de las figuras judías más extraordinarias de los últimos cien años, también de la historia del Estado de Israel, al que sirvió durante toda su vida adulta. Por su larga etapa como asistente del primer ministro David ben Gurión, y porque ocupó casi todas las posiciones de autoridad del Estado, la historia de Peres es también en gran medida la de su nación. Y es en ese contexto, y no bajo el prisma de algunas de las políticas que defendió, como deben juzgarse sus enormes contribuciones a Israel.Como uno de los chicos de Ben Gurión, y con la potestad que le otorgaba ser director general del Ministerio de Defensa, fue Peres quien más contribuyó a construir la infraestructura de seguridad y la industria de defensa israelíes. Su diplomacia fue clave para la alianza que Israel forjó en aquel entonces con Francia. Eso no sólo condujo a la Campaña de Suez de 1956 (un gran éxito para Israel aunque fuera un desastre para Gran Bretaña y Francia), también a que Israel se hiciera con su primera generación de armamento sofisticado y al nacimiento del programa nuclear del propio Israel. Siguió a su jefe cuando salió del Gobierno y en su paso a la oposición, para resurgir como líder del Partido Laborista y ocupar varias posiciones importantes, entre ellas la de ministro de Defensa y, en dos ocasiones, la de primer ministro, pese a que nunca ganó unas elecciones.Pero no es por su papel de organizador de la defensa de Israel en una época en que la seguridad del Estado judío pendía de un hilo por lo que más se le recuerda. Su legado político tiene más que ver con su desempeño como ministro de Exteriores en el Gobierno de Isaac Rabín, su rival implacable durante tanto tiempo, a principios de los 90. Peres fue la fuerza motriz en la decisión de contactar con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) a fin de tratar de acabar con el conflicto con los árabes, que precedía en mucho a la fundación de Israel. Aunque compartió el Premio Nobel con Rabín y el líder de la OLP Yaser Arafat, además de pugnar con más fuerza por lo que acabaría conociéndose como los Acuerdos de Paz de Oslo, fue el único que creía en lo que estaban haciendo.A Peres le gustaba decir que era más filósofo que político. Esta etiqueta explica su dedicación a la idea de que un acuerdo del tipo paz por territorios podría terminar con décadas de conflicto, a pesar de las evidencias que convencieron a figuras mucho más templadas de que estaba condenado al fracaso. Su objetivo no era tanto lograr un acuerdo en materia de seguridad como la creación de lo que describía esperanzado como un Nuevo Oriente Medio –tal fue el título del libro que escribió al respecto, publicado en plena euforia post Oslo–, en que el peligroso vecindario en que habitaba Israel se convertía en una suerte de Benelux del Mediterráneo.El problema era que su socio en las negociaciones, Arafat, no compartía sus nobles objetivos. El veterano terrorista utilizó la Autoridad Palestina creada por Oslo para lanzar las dos décadas de matanzas y conflictos que siguieron al momento de gloria de Peres en los jardines de la Casa Blanca en septiembre de 1993. La fe de Peres en la necesidad de la paz le impidió ver buena parte de los riesgos que estaba asumiendo. Cuando se le preguntaba por ello –como yo hice una vez–, comparaba los temores sobre Oslo con el viajero que lee la letra pequeña de su billete, que advierte sobre la posibilidad de que el avión se estrelle. Creía que el pueblo de Israel debía confiar en su piloto y no distraerse con preocupaciones irracionales. Pero, por desgracia, la fe en las buenas intenciones de Arafat fue recompensada con nuevas ofensivas terroristas, y no con la paz con la que él y el pueblo de Israel soñaban. El Estado judío acabó pagando un alto precio en sangre por el siniestro que él había pergeñado.Ese terrible error de cálculo quizá haya definido a Peres, y para muchos de sus viejos enemigos políticos de la derecha sigue definiéndolo. Pero lo curioso de Peres es que fue capaz de dejar atrás los desastres de la mitad de su carrera política como hizo con su anterior avatar como uno de los ministros más duros del país. Tras décadas de ser considerado el máximo embaucador del país (un sambenito que le colgó Rabín, y no sus enemigos del Likud) y un eterno perdedor (entre 1977 y 1996 llevó al Partido Laborista a cuatro derrotas y un empate), acabó siendo su veterano estadista más querido.¿Cómo fue posible?En parte fue fruto de su mera longevidad. En el cambio de siglo, Peres era uno de los últimos supervivientes de los líderes fundadores que seguían participando activamente en los asuntos del país. Toda una vida dedicada al servicio público, aunque no siempre de manera exitosa, le confería cierta autoridad. Al final, las polémicas –no importa lo amargas que hayan sido– han importado menos que el hecho de que se tratara de un hombre cuya biografía es inseparable de los hitos más importantes de la historia de su país.Asimismo, muchos israelíes acabaron comprendiendo su desfavorable reputación política no era totalmente merecida. Peres, un hombre ingenioso, parlanchín, cosmopolita y culto (era una delicia entrevistarlo) que había nacido en Polonia, era lo opuesto al estereotipo del borde hasta casi rozar la grosería del sabra (nacido en Israel) que era Rabín. La presunción de que el segundo tenía que ser más de fiar tenía más de prejuicio cultural que de otra cosa.Tal vez también muchos israelíes, incluidos algunos que no formaban parte de su electorado natural de izquierdas, acabaron comprendiendo que, aunque Oslo fuese un desastre, su defensa del acuerdo era totalmente sincera. Tal vez consideraran que sus sueños de un “Nuevo Oriente Medio” eran una fantasía peligrosa, pero lo reconocían como un filósofo con ideales nobles que defendía algo que podría haberse hecho realidad en un mundo mejor, con enemigos menos bárbaros.No hace falta aplaudir todas sus ideas para entender que pocas personas han estado al servicio de una nación democrática durante tanto tiempo y con tanta fidelidad como Simón Peres lo estuvo al de Israel. Él y los otros gigantes que contribuyeron a que el Estado judío sobreviviera y prosperara –un grupo que comprende a Ben Gurión, Menájem Béguin, Moshé Dayán, Rabín, Ariel Sharón e Isaac Shamir– obraron milagros. El Israel moderno no habría sido posible sin ellos. Bendita sea su memoria

Jonathan S. Tobin


sábado, 31 de enero de 2015

Ciencia: Fallece el descubridor de el “laser”, Charles H. Townes.


Seguidamente se reproduce un artículo del Doctor por la Universidad Politécnica de Madrid, Pablo Aitor Postigo. Entre 1997 y 2000 fue investigador post-doctoral en el Departamento de Ingeniería Eléctrica del MIT. Es científico del CSIC desde 2005 en el Instituto de Microelectrónica de Madrid donde desarrolla su investigación centrada en la micro y nanofotónica, habiendo demostrado nuevos dispositivos como microláseres de cristal fotónico y mejorado otros ya conocidos como las células solares.

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Ha fallecido a la edad de 99 años, Charles Hard Townes, (Greenville, Carolina del Sur, 28 de julio de 1915 - Berkeley, California, 27 de enero de 2015) uno de los “inventores” del láser y Premio Nobel de Física en 1964.
Si usted me está leyendo ahora mismo en este “blog” es porque este hombre, que nació en 1915, consiguió fabricar el prototipo inicial de un “amplificador de luz”, el láser, con el que las comunicaciones por internet funcionan hoy en día. No ha habido muchos medios que hayan dedicado unas líneas a este importante científico, por lo que vaya desde aquí este artículo en memoria de uno de los más importantes inventores de la historia de la humanidad.
Sin entrar en detalles sobre su invención, en la que, como la mayoría de las cosas, hubo sus más y sus menos, y su estar todos lo que son pero no ser no todos los que están, Charles H. Townes tuvo una vida un tanto inesperada para un “tipo duro” como él, que se crió en el campo. Fue precisamente en la granja de sus padres (Henry Keith Townes –abogado él- y Ellen Hard -de quien tomó su “middle name”) en los Estados Unidos donde tuvo la oportunidad de entrar en contacto con la “tecnología” de la época: las primeras radios de válvulas o los motores usados para la labranza, lo cual llamó poderosamente su atención.
Después de su paso por la Universidad y por la Bell Telephone Company, decidió ingresar como profesor de Universidad y desarrollar su trabajo de investigación sobre ondas electromagnéticas (o sea, luz) primero aplicadas al radar, después al máser y finalmente al láser.
Sólo quiero destacar aquí un par de aspectos que considero especialmente relevantes en su trabajo y que él mismo destacó: su tozudez en llegar hasta el final de su trabajo de investigación y su actitud de nunca menospreciar aquellos detalles que otros pasaron por alto o no dedicaron el tiempo suficiente.
Como nota curiosa, mantuvo una extraordinaria colaboración y amistad con su cuñado, algo tan poco de moda ahora, el Dr. Arthur L. Schawlow, otro físico galardonado con el Premio Nobel y famoso entre otras cosas por inventar el primer láser “comestible”. Townes fue además un apasionado de la astrofísica. En una de sus últimas conferencias (ya con 94 años) en las que tuve el placer de escucharle, relató sus esfuerzos para realizar un experimento (que involucraba el uso de varios telescopios astronómicos de enorme tamaño y un sistema óptico que permitía “unir” la luz recogida) para detectar zonas en el espacio interestelar donde se emitía luz láser de forma natural, generada por las estrellas circundantes.
Si el lector lo considera interesante, le remito al estupendo libro escrito por su propia mano “How the Laser Happened: Adventures of a Scientist” que, desafortunadamente, no está aún traducido al español. Y le recuerdo que el láser, además de posibilitar las comunicaciones por fibra óptica a la velocidad de la luz, permite escuchar sus CDs, ver películas en sistemas DVD o Bluray, imprimir, medir distancias o volúmenes, señalar en una pizarra (y también a un objetivo militar), detectar la calidad del aire, cortar y marcar materiales, operarse de cirugía ocular (como LASIK), mejorar la calidad dental y hasta depilarse. Algo que posiblemente nunca hubiese hecho un “chico duro” como Charles Townes.
Por la transcripción:
F.J.de C.
Madrid, 31 de enero de 2.015

domingo, 7 de octubre de 2012

CIENCIA: Niels Bohr, premio Nobel de Física y último “doodle” (*) de Google







El físico danés Niels Henrik David Bohr (7 de octubre de 1885 - 18 de noviembre de 1962), cuyo 127 aniversario de su nacimiento, se cumple hoy, se ha convertido en en el último “doodle” (*) de Google.

Datos biográficos

Niels Borh nació en Copenhague a finales del siglo XIX. Hijo de Christian Bohr, catedrático de fisiología en la Universidad de su ciudad, y Ellen Adler, proveniente de una adinerada familia judía de gran importancia en la banca danesa; se doctoró en la Universidad de Copenhague en 1911.

Después, se marchó a Manchester donde dio un nuevo impulso a su formación junto al maestro Ernest Rutherford. Tras asimilar las teorías de este gran físico y químico publicó su modelo atómico, Modelo atómico de Bohr, en 1913.

Bohr comenzó su carrera profesional en el año 1916, cuando impartía clases en la Universidad de Copenhague; en 1920 ya era director del Instituto de Física Teórica. En 1922, fue galardonado con el Premio Nóbel de Física por sus trabajos sobre la estructura atómica y la radiación. En 1933, propuso la hipótesis de la gota líquida, por la cual se encontraría explicación a las desintegraciones nucleares y a la gran capacidad de fisión del isótopo 235 del uranio (U-235).

Cuando llegó la II Guerra Mundial Bohr tuvo que salir de su país para evitar ser capturado por la policía nazi. El tiempo que pasó fuera de Dinamarca vivió en Inglaterra y en los USA donde ayudó como científico al desarrollo de armas atómicas.

Después de la guerra, se convirtió en un gran defensor de los usos pacíficos de la energía nuclear y retornó a Copenhague, ciudad en la que residió hasta su fallecimiento en 1962.

Su hijo Aage Niels Bohr (1922-2009) siguió sus pasos, se formó en el Instituto que dirigía su padre al que sustituyó en su dirección (1963-1970), y obtvo igualmente el premio Nobel de Física, en 1975.

El modelo atómico de BOHR

El modelo de Bohr es , digamos, simple y hasta cierto punto intuitivo; recuerda al modelo planetario de Copérnico, los planetas describiendo órbitas circulares alrededor del Sol. El electrón de un átomo describe también órbitas circulares, de acuerdo a los tres postulados fundamentales que estableció:

Primer postulado

Los electrones describen órbitas circulares en torno al núcleo del átomo sin radiar energía.

Segundo postulado

No todas las órbitas para electrón están permitidas, tan solo se puede encontrar en órbitas que cumplan ciertas condiciones mecánicas.

Tercer postulado

El electrón solo emite o absorbe energía en los saltos de una órbita permitida a otra. En dicho cambio emite o absorbe un fotón cuya energía es la diferencia de energía entre ambos niveles.

Este modelo ha ido evolucionando y desde entonces se ha producido un enorme avance científico, teórico y experimental, de tal forma que los conocimientos actuales han superado el modelo de Bohr estableciendo que la estructura del núcleo atómico y de las propias partículas que forman dicho núcleo son mucho más complicadas que la estructura electrónica inicialmente establecida por este gran físico.

F.J.

(*) Doodle es una palabra de lengua inglesa, que traducida al español significaría "Garabato",a este gráfico basado en el logo de Google se le llama Doodle y es utilizada por Google para definir el elemento más popular de la página del buscador que cambia su logo en su web para conmemorar algún acontecimiento o sugerir al usuario alguna búsqueda especial,