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martes, 17 de marzo de 2015

FINANZAS: Banco Madrid primer “corralito” español.




Desde que en diciembre de 1993 se produjera la intervención de Banesto no se había producido en España una situación tan grave para un banco como la que se ha producido estos días con Banco Madrid al solicitar sus administradores concurso de acreedores de la entidad y haber impuesto un corralito por el que no se podrá retirar dinero; en efecto, se trata del primer banco español que presenta concurso de acreedores y que va a ser liquidado en la crisis, ya que hasta ahora se habían rescatado todos con dinero público. Según las fuentes consultadas, esta decisión tan drástica obedece a la fuerte retirada de fondos registrada desde el estallido del escándalo de blanqueo de dinero y la intervención tanto de Banca Privada d'Andorra ( BPA )como de Banco Madrid el pasado 10/03/2015.  Según un comunicado emitido por el propio Banco de España “esta situación viene motivada por el fuerte deterioro sufrido en la situación económica-financiera de Banco Madrid durante los últimos días, tras conocerse la decisión adoptada por la Financial Crisis Enforcement Network (FinCEN) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, de considerar a su matriz, Banca Privada d'Andorra (BPA), como una institución financiera extranjera sometida a preocupación de primer orden en materia de blanqueo de capitales”.

Seguidamente se resume brevemente la cronología de los hechos:

Fecha 10 marzo 2015.
El departamento del Tesoro de EE.UU. anuncia su decisión de investigar a la Banca Privada de Andorra (BPA) por blanqueo de capitales procedentes del crimen organizado. De acuerdo con el organismo estadounidense los directivos de BPA habrían facilitado las transacciones para lavar dinero de organizaciones criminales de Rusia, Venezuela y China. En concreto, el banco habría participado “a un altísimo nivel” a la hora facilitar transacciones de la mafia rusa a través del ‘capo’ Andrei Petrov.
En ESPAÑA, el supervisor bancario, Banco de España,  ha acordado la intervención de Banco Madrid, propiedad 100% de BPA, después de que ésta haya sido intervenida a raíz de las acusaciones del Departamento del Tesoro estadounidense de blanquear dinero.
El Banco de España designó como interventores de la entidad financiera a José Luis Gracia Cáceres y Alejandro Gobernado Hernández, ambos empleados del organismo. A partir de ese momento, el consejo de Administración de Banco Madrid con su Presidente,  José Pérez Fernández,  quedó inhabilitado.

Fecha 11 marzo 2015.

El consejo de Administración de Banco Madrid, ha dimitido en bloque a última hora de este miércoles tras la celebración de una sesión extraordinaria. Esta dimisión se produce un día después de que el Banco de España decidiera intervenir a la entidad.

Fechas 13 y 14 de marzo 2015.

El Institut Nacional Andorrà de Finances (Inaf) del Gobierno del Principado ordena la suspensión provisional del consejo de administración y de tres miembros de la dirección general de la entidad y ha nombrado tres administradores provisionales mancomunados para gestionarla.
Joan Pau Miquel Prats, consejero delegado de la BPA es arrestado por la Policía andorrana acusado de un delito continuado de blanqueo de capitales procedentes del crimen organizado. La Policía andorrana no descarta nuevos arrestos en la cúpula del banco. El “Diari d'Andorra” publica que se habrían tramitado al menos dos nuevas órdenes de detención contra gestores del banco, cuya identidad no trasciende.

Fecha 16 de marzo 2015.

Los administradores designados por el Banco de España para tutelar la filial española de BPA, han decidido resolver el futuro de la entidad financiera por la vía más extrema y directa: su liquidación. Los representantes del organismo supervisor han solicitado esta mañana el concurso de acreedores de la entidad y han impuesto un corralito por el que no se podrá retirar dinero de la entidad hasta que lo decida un juez. La CNMV acaba de informar que tampoco se podrán retirar fondos ni sicavs de forma temporal. La entidad ya no ha abierto sus puertas hoy.
También hay corralito en Andorra. El Gobierno ha limitado los movimientos de retirada de fondos a través de un decreto de medidas cautelares de carácter temporal. A esta hora, la gente hace cola en las sucursales de la entidad.
Un informe elaborado por la unidad española antiblanqueo (el Sepblac) a raíz de las investigaciones sobre clientes en el Banco Madrid apunta a que al menos media docena de altos cargos de Venezuela y empresarios afines al régimen realizaban operaciones de blanqueo con fondos procedentes de sobornos millonarios a cambio de adjudicaciones, según una información que publica El Mundo. Todos los nombres aparecen en la relación de clientes que se han descubierto en la filial española de la Banca Privat d´Andorra.

Breve historia de Banco Madrid.

El 5 de marzo de 1993, Banesto vendió Banco de Madrid por 42.000 millones de pesetas, logrando unas plusvalías de 30.000 millones de pesetas. La operación se cerró apenas un mes después de que JP Morgan entrara en el capital del antiguo Banco Español de Crédito (Banesto). Sin embargo, estas dos inyecciones de solvencia no sirvieron para evitar el terremoto en la sede de Banesto en diciembre de 1993 que provocaron la caída de Mario Conde su presidente a la sazón.
José Pérez, entonces director general de Inspección del Banco de España capitaneó la intervención de Banesto el 23 de diciembre de 1993 ordenada por el entonces Gobernador de Banco de España Luis Ángel Rojo.
Sin imaginarlo entonces, (las vueltas que da la vida…) las actuaciones de José Pérez cambiaron para siempre la historia de Banco de Madrid que fue cambiando de manos hasta convertirse en una entidad de banca privada que finalmente fue vendida al andorrano BPA con la imposición desde el Banco de España de la presidencia de José Pérez.Se trata de una decisión en julio de 2011 del Banco de España, entonces dirigido por Miguel Ángel Fernández Ordóñez,(PSOE) de autorizar que la venta de Banco Madrid a BPA, lo que permitió a la entidad andorrana, acusada de facilitar el blanqueo de capitales, adentrarse en el sistema financiero español.El Gobierno actual (del PP) considera que fue un error la autorización «Lo que contaminó la operativa de esta entidad española fue que cayera en esas manos».
Banco Madrid vivió una explosión de crecimiento bajo la presidencia de Pérez: a cierre de 2013, el grupo contaba con 15 oficinas operativas y una plantilla de 264 personas, 89 más que en el ejercicio anterior. Su número de clientes creció un 21,9% en 2013, llegando a los 15.000 depositantes (aprox.); de estos, unos 500 ahorradores tienen depósitos superiores a los 100.000 euros.
Diversas fuentes consultadas apuntan a que Banco Madrid acabará liquidado debido a su pequeño tamaño y al fuerte golpe que ha recibido su reputación. El Banco de España ha optado por el camino rápido hacia una liquidación ordenada para evitar que la fuga de depósitos quiebre el banco.


F.J. de C.
Madrid, 17 de marzo de 2015
Nota: Con info. de prensa (papel y digital); VozPopuli:
Blogs de E.Inda:


miércoles, 30 de mayo de 2012

Mas sobre la dimisión del gobernador del BANCO de ESPAÑA


El excelente artículo de Jesús Cacho que seguidamente reproduzco desvela interioridades poco conocidas de la nefasta y nada profesional gestión de MAFO y sus acólitos socialistas en el Banco de España como servidores del Poder. No es de extrañar, a la vista de este informe, el desprestigio internacional de esta Institución que ha dado lugar a la imposición por la U.E. de auditores externos, extranjeros para mas inri, para controlar las cuentas de la banca española dado que no consideran fiables las auditorías.Es verdaderamente lamentable para el prestigio de nuestros inspectores que su profesionalidad haya sido cuestionada como consecuencia de que la cúpula y alta dirección de esa centenaria entidad haya destruido la labor de unos profesionales acredirtados por su rigor y competencia profesional.

F.J.

La muerte de Fernández Ordóñez y sus agonías

Advierte Borges, en uno de los cuentos de El Aleph, sobre la inconveniencia de prolongar la vida del moribundo en tanto en cuanto ello equivale a “retrasar el momento de su muerte y multiplicar el número de sus agonías”. Ayer, Miguel Angel Fernandez Ordóñez, alias MAFO, se negó a continuar el viacrucis que viene soportando desde hace tiempo como gobernador del Bando de España (BdE) y, no sin cierta teatralidad, anunció su dimisión un mes antes de cumplir mandato después de haberse entrevistado con el presidente Rajoy, quien seguramente no le dedicó flores de mayo, sino reproches de los que se ha hecho merecedor uno de los grandes responsables del desastre que hoy desborda a nuestro sistema financiero, un asunto que tiene a España con la lengua fuera y al futuro de varias generaciones de españoles en el alero. Cabreado, marginado y cuestionado, tal vez incluso con un pie en el banquillo, a poco que para sus personales intereses se tuerzan las cosas, MAFO ha decidido poner fin a su martirio antes de tiempo. “Hasta los cojones”, ha dicho el gachó que se halla a sus amigos más cercanos.En esta hora, cuando cualquier destripaterrones del periodismo se siente muy capaz de hacerle un traje a medida al señor gobernador, es el momento de recordar algunos episodios clave en la historia reciente de nuestro banco central que nos han conducido hasta el valle de lágrimas que hoy habitamos. En noviembre de 2008, después del terremoto Lehman Brothers, Zapatero viajó a una de las cumbres celebradas en Washington dispuesto a vender la maravilla de BdE que teníamos, el mejor banco central del mundo en su opinión. Porque de eso iba en esencia aquel viaje. En la antigua sede del Palacio del marqués de Alcañices sorprendió, sin embargo, que ZP no se llevara a Washington a MAFO, siendo así que se trataba de presumir de contar con el sistema financiero más sólido del planeta.Nada más tomar posesión, Fernández Ordóñez, con el aplauso de la gran banca, puso manos a la obra para cargarse las provisiones genéricasLa realidad, sin embargo, ya estaba entonces escribiendo una historia muy distinta a la que pretendía vender Zapatero. Porque, nada más tomar posesión, julio de 2006, Fernández Ordóñez, con el aplauso de la gran banca, puso manos a la obra para cargarse las provisiones genéricas de las que, tras el estallido de Lehman, tanto presumía el banco y el propio Gobierno, y desde luego se cargó al hombre que las mantuvo contra viento y marea: el ex director general de Supervisión, Pedro Pablo Villasante. FueRaimundo Poveda, ex director general de Regulación, quien, a finales de 1999, sacó a flote un nuevo tipo de provisión anticíclica capaz de incrementar las reservas de bancos y cajas en época de vacas gordas, de modo que, además de la provisión específica obligada cuando se produce un impago, las entidades quedaron obligadas a dotar esta otra provisión “genérica”, un término que se tomó prestado de la técnica aseguradora. Ni que decir tiene que a banqueros y cajeros de entonces, la mayoría de los cuales siguen hoy en la brecha, les molestó sobremanera tener que dotar una provisión adicional que les impedía presumir de beneficios a mogollón.En julio de 2000, Jaime Caruana, recién instalado en el puente de mando del BdE, situó a Villasante al frente de la dirección general de Supervisión. Trabajador infatigable y enemigo radical de la spanish componenda, no tardó mucho tiempo en enfrentarse a la mayor parte del banco. Villasante, además, partía con un hándicap casi imposible de superar cuando del BdE se trata: no pertenecía a la cuadra de dilectos alumnos del ex gobernador Luis Ángel Rojo, un hombre venerado por los economistas de izquierda que, tras expropiar Banesto y adjudicárselo a Emilio Botín, se acogió al momio del propio Santander hasta su fallecimiento. El poder de Rojo en el BdE era tal que, en vida, era casi imposible imaginar en el caserón de Cibeles cambio o relevo de cierta importancia que no gozara de su visto bueno.Objetivo de MAFO: acabar con las provisiones genéricasDe modo que a Villasante le tocó pelear contra la presión de bancos y cajas, fundamentalmente de la gran banca, deseosos todos de dinamitar la nueva norma. Una guerra tan constante como sorda, larvada, porque el ejército de inspectores que, siguiendo sus órdenes, desembarcaba con regularidad en las entidades solía causar todo tipo de dolores de cabeza en los ejecutivos responsables, poniendo en cuestión todas las operaciones que sonaran mínimamente “raras”, siempre dispuestos a exigir reservas adicionales al menor interrogante. La pelea subterránea fue de tal calibre que tanto BBVA como Santander, cotizados en Wall Street, se atrevieron a poner en evidencia ante la SEC el insoportable celo supervisor del BdE.Y en esto ocurrió que el PP perdió el poder en marzo de 2004. Los bancos redoblaron entonces sus presiones para cargarse las provisiones genéricas y al propio Villasante, aunque tendrían que esperar a que, en junio de 2006, MAFO, militante del PSOE, tomara el relevo de Caruana. La gran banca descorchó entonces el champaña, pensando que con él las cosas serían distintas. Y, en efecto, una de las primeras iniciativas que tomó MAFO nada más llegar al caserón de Cibeles fue hacer saber que contaba con todos los hombres de Caruana, menos con Villasante, el tipo todo honestidad negado para el apaño, al que había que dinamitar. Y así fue. Villasante se vio de pronto encerrado en un despacho y mano sobre mano, hasta que Miguel Martín, ex subgobernador y a la sazón máximo responsable de la AEB, se acordó de él y le reclamó, después de pedir el nihil obstat de Alfredo Sáenz.Al frente de la dirección general de Supervisión, clave del arco de todo el edificio del BdE, MAFO colocó a Francisco Javier Aríztegui, licenciado en Económicas, último retoño de la escudería Rojo y, en el fondo, gran responsable del práctico desmantelamiento de los servicios de Inspección del BdE, de los siempre temidos inspectores. Porque inmediatamente se relajó la labor de inspección, para contento de bancos y no digamos de Cajas, que con MAFO han campado a su antojo por el empedrado inmobiliario español. No solo se relajó: el propio MAFO encabezó un movimiento dispuesto a cargarse la provisión genérica que todo el mundo parecía detestar en Cibeles y alrededores.Aríztegui ha manejado el BdE a su antojoLa impresión generalizada en el antiguo banco emisor es que MAFO se hubieracepillado la provisión genérica –como quiso cargarse las oposiciones al Cuerpo de Inspectores-, sin la cual la situación de bancos y cajas hubiera sido hoy aún más dramática, de no haber sido porque, a principios del 2007, los servicios de estudios más reputados, y obviamente el del propio BdE, empezaron a otear en el horizonte los nubarrones de la crisis financiera mundial. Cuando por fin estalló, MAFO, un tipo que no se fía ni de su sombra, pareció preocupado solo por proteger al Gobierno y mitigar en lo posible los daños electorales que la crisis pudiera producir al PSOE. Siempre arrastrado ante “el mando”: primero, ante Pedro Solbes; después, ante Elena Salgado, dos de los culpables de lo ocurrido y hoy bien escondidos.Hay quien sostiene con fundamento que Ordóñez no se ha enterado en realidad de lo que ha pasado en el Banco, y mucho menos del cómo y por qué de la bancarrota de buena parte del sistema financiero –la correspondiente a las Cajas, sobre todo- que hoy nos tiene con el agua al cuello. Lo suyo era hablar de la reforma laboral, de la política fiscal y por ahí, todo ello con el grado de sectarismo que siempre ha distinguido al personaje. Lo cual, naturalmente, no empaña un ápice el grado de responsabilidad que le cabe en el descrédito del antaño muy prestigioso BdE y, sobre todo, en la dramática situación por la que hoy atraviesa nuestro sistema financiero.A la derecha de MAFO y ascendido a la condición de subgobernador, el citado Ariztegui ha sido el hombre que ha manejado el Banco a su antojo. Un Arístegui que, en plena campaña electoral –mes de febrero- de las generales de 2008, criticaba duramente al PP –está en las hemerotecas- por “sembrar, sin ninguna base, una inquietud injustificada sobre la salud de las entidades financieras españolas, que están en una posición sólida para superar la actual coyuntura”. Con estos personajes hemos labrado nuestra tragedia.
Jesús Cacho
http://www.vozpopuli.com/

El Gobernador del Banco de España, dimite


El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, MAFO,  ha comunicado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, su intención de abandonar el cargo el 10 de junio, un mes antes de que acabe su mandato, informó el organismo.Tardía decisión que él mismo debería haber adoptado por “vergüenza torera” cuando su partido perdió las elecciones del 20N2011.  
Es opinión generalizada que el Gobierno, a falta de su propia iniciativa para dimitir en su momento, tendría que haber cesado a Fernández Ordoñez en su primer consejo de ministros en diciembre de 2011 sin más dilación, dado que era un suicidio pretender abordar un programa de saneamiento integral del sistema bancario sin contar con la complicidad activa del BdE, en general, y de su gobernador, en particular.

F.J.

domingo, 27 de mayo de 2012

ECONOMIA y FINANZAS: Los errores y riesgos del sistema bancario


Un interesante artículo de Jesús Cacho que reproduzco íntegro, sin mas comentarios, dado que se explica por sí solo:

"Los inspectores del Banco de España (BdE) no compartimos la complaciente actitud del gobernador [entonces Jaime Caruana] ante la creciente acumulación de riesgos en el sistema bancario español derivados de la anómala evolución del mercado inmobiliario nacional”. El párrafo corresponde a una carta enviada por la asociación de inspectores del Banco de España en mayo de 2006 al entonces vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes. Para los inspectores era entonces fundamental “Evitar, en lo posible, que las consecuencias de los errores cometidos por las entidades al conceder sus operaciones crediticias acaben siendo transferidas, de una manera u otra, a la sociedad en su conjunto”. Hoy, cuando España se acerca a pasos agigantados hacia la intervención de nuestras cuentas por los “hombres de negro” (CE, BCE y FMI), la advertencia ha resultado ser una profecía. España huele cada día más a Irlanda.La asociación de marras denunciaba “la pasiva actitud adoptada por los órganos rectores del BdE, con su gobernador a la cabeza, ante el insostenible crecimiento del crédito bancario durante los años de mandato del señor Caruana”. Si el citado, uno de los  protegidos de Rodrigo Rato, se fumó un puro mientras veía crecer el incendio, su sucesor al frente del organismo, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, MAFO, colocado por el Gobierno Zapatero, se ha dedicado a tocar la lira desde los tejados del hermoso caserón de la calle Alcalá mientras, en plan Nerón, veía arder la ciudad por los cuatro costados. El gran incendio está hoy focalizado en Bankia, pero el humo y las llamas asoman por cualquier esquina de la city madrileña.A punto de cumplirse los cinco meses desde que el Gobierno Rajoy llegara al poder, la reforma del sistema financiero, que se ha tragado ya dos Reales Decretos-ley y un Amazonas de tinta, sigue prácticamente en tal estado. Peor incluso, porque las cifras de las necesidades de saneamiento no dejan de crecer. Unos meses preciosos perdidos, en el fondo y en la forma, por ausencia de una estrategia definida y meditada para abordar de raíz el problema. Como el enfermo terminal que, en un último y desesperado esfuerzo, decide viajar al exterior para someterse a un tratamiento en una clínica de prestigio, el ministro de Economía ha decidido nombrar ahora a dos cirujanos extranjeros para que nos digan el tamaño del cáncer y sus metástasis. En contra de lo que pudiera parecer, no ha sido una decisión impuesta por los “hombres de negro”. La decisión se la sirvió en bandeja el propio Luis de Guindos cuando, ante los responsables del FMI de visita en Madrid, manifestó no fiarse un pelo “de los papeles y las cifras que me pasa el Banco de España”.Muchos advirtieron a De Guindos de que era un suicidio pretender abordar un saneamiento del sistema bancario sin contar con la complicidad del BdEY, sin embargo, el ministro sabe que el mejor cirujano de los posibles está precisamente en Madrid. Hablamos de los servicios de Inspección del BdE, los inspectores firmantes de la carta antes citada, un cuerpo de profesionales altamente cualificados dependiente de la Dirección General de Supervisión que hoy dirige Jerónimo Martínez Tello. Todo se ha hecho mal en este terreno, o casi. Todo, de espaldas al BdE, porque nadie se fía de su gobernador. Ahí arranca el problema. Es opinión generalizada que el Gobierno tendría que haber cesado a Fernández Ordoñez el 1 de enero sin más dilación. Fueron muchos los que advirtieron a De Guindos de que era un suicidio pretender abordar un programa de saneamiento integral del sistema bancario sin contar con la complicidad activa del BdE, en general, y de su gobernador, en particular. Pero Guindos, por un legalismo tal vez absurdo en las dramáticas circunstancias actuales, prefirió mantenerlo, aunque hay quien sugiere ahora en las propias filas del PP que lo que de verdad buscó con ello fue guardarse en la manga el as que supone contar con un pagano al que echar las culpas en caso de fracaso. “Lo único que necesitábamos los inspectores para ponernos a trabajar era que el Gobierno nos liberase de las cadenas, nos quitara el tapón que en estos años ha supuesto MAFO y su segundo, el subgobernador Aríztegui. Desaparecido ese  obstáculo, hubiéramos podido hacer una radiografía completa del sistema de cajas y bancos en mes y medio, porque nadie mejor que nosotros conoce el percal, y hacerlo con un margen de error de más/menos el 10%, lo cual hubiera dado al Ejecutivo una herramienta de gran importancia para tomar sus decisiones”. De Guindos, que en el otoño/invierno pasado mantuvo varias reuniones con los inspectores para conocer de primera mano la situación del Banco, se ha negado a recibirlos desde que es ministro. Los errores están a la vista.Hacer el trabajo en casa, sin necesidad de los Goldman SachsEl primero ha consistido en contaminar todo el sistema bancario español con la sombra de la sospecha, al obligar a realizar más y más provisiones a todo el mundo, sin discriminar entre entidades sanas y enfermas. El camino que desde el servicio de Inspección del BdE sugieren es otro. A partir de aquella radiografía hecha en casa, y sin necesidad de recurrir a gente tan cara y tan poco fiable como los Goldman Sachs de turno, Economía tendría que haber procedido a separar las entidades fiables de las no fiables. “En el primer caso, y siempre y cuando su margen de explotación fuera positivo, dejar a los bancos sanos seguir su camino, sin atosigarlos con nuevas provisiones cada dos por tres. En su lugar, De Guindos tendría que haberse dedicado en cuerpo y alma al pelotón de los torpes”. En cuyo caso, de no atreverse a promover la quiebra de aquellas Cajas merecedoras de liquidación por culpa del aventurerismo y/o la grosera politización de de sus gestores, El Gobierno tendría que haber procedido a nacionalizar las entidades enfermas, haciendo con ellas un gran banco público –que es precisamente el camino por el que ahora, siempre tarde, parece inclinarse Economía-, con separación abrupta en dos partes: la estrictamente bancaria y los activos inmobiliarios.El drama de este país es que aquí nadie dice la verdad; todos mienten como bellacos, porque mentir en España sale gratisFusionar, ordenar y capitalizar, para convertir esa banca pública en un operador del mercado de crédito, dispuesto a intervenir activamente como un intermediario financiero más en el mercado, mientras sanea la pata inmobiliaria y pone activos en el mercado a uña de caballo, para desbloquear y reactivar el mercado inmobiliario cuanto antes. Naturalmente que asumir la necesidad de achatarrar parte del sistema financiero tendría un coste. Primero, en términos de PIB y, segundo, en necesidades de capital, para lo que seguramente resultaría imprescindible pedir ayuda a la UE. Pero las ventajas serían obvias: la primera y fundamental es que de una vez por todas se pondrían las bases para arreglar el problema, haciendo posible fijar un calendario creíble de salida de la crisis, algo de lo que ahora carecemos, y, además, permitiría recuperar en unos años parte importante de lo invertido mediante la privatización de esa banca pública.Nada de eso se está haciendo. Cinco meses ya de supuesta reforma financiera y seguimos atascados en el barro. Ahora se encarga una nueva valoración de los balances a dos supuestos evaluadores independientes extranjeros, dos multinacionales de la cosa que dirán lo que el Gobierno, que es quien paga, quiera que digan, pero que, eso sí, nos permitirá dar la impresión de que seguimos haciendo algo. Y en esto llega Bankia y convierte la galbana en pesadilla. El viernes supimos que la entidad perdió 2.979 millones en 2011, aunque hace dos meses el equipo dirigido por Rato aseguró solemnemente haber ganado 305 millones. Ahora sabemos que Bankia necesitará una nueva inyección de dinero público de 19.000 millones, a sumar a los 4.465 ya recibidos vía FROB. Pero, ¿quién nos asegura que serán 19.000 y no 29.000 o más? El drama de este país es que aquí nadie dice la verdad; todos mienten como bellacos, no importan los títulos y dignidades que supuestamente les avalen. Este es el reino de la mentira, y lo es porque mentir en España sale gratis.Retrato de país quebrado y, además, rotoAyer mismo, el señor Goirigolzarri, nuevo capo de Bankia, dijo que “no he venido aquí a depurar responsabilidades”. Seguramente no le compete a él esa tarea, pero si al Gobierno de la nación que, sin embargo, se ha apresurado a aclarar que tampoco va a pedir responsabilidades a los anteriores gestores, culpables del mayor rescate financiero de la historia de España. El amigo Goirillegó ayer incluso a exculpar a Rato. Está claro: la oligarquía político-financiera que nos gobierna, y su legión de disciplinados servants, hará cualquier cosa menos levantar las alfombras y llevar ante los jueces a los responsables del desastre. Lo van a tener, empero, muy difícil. Lo de Bankia es apenas el aperitivo, tal vez ni siquiera la cuarta parte del iceberg bancario que tenemos escondido. ¿Cien mil millones de euros? ¿Tal vez 150.000? Nadie lo sabe, porque nadie dice la verdad. Lo que cada vez está más claro es que España y su Gobierno no van a tener más remedio que acudir al fondo de rescate europeo (EFSF, en sus siglas en inglés) a pedir ayuda para sanear nuestro sistema financiero.Llamar a la puerta del European Financial Stability Facility (EFSF), como primero hizo Grecia y luego Portugal e Irlanda, ya no es una hipótesis sujeta a interpretaciones, sino una cuestión apenas sometida al cómo y cuándo. Cuanto antes, mejor. Lo cual supondrá asumir la pérdida de nuevas cuotas de soberanía y aceptar las duras condiciones que nos impongan. Le queda al Gobierno Rajoy la posibilidad de negociar las mejores condiciones posibles, las menos gravosas, evitando imposiciones “a la griega”. Se trata de negociar bien, esa es la cuestión. Pedir esa ayuda supondrá, sobre todo, aceptar un fracaso colectivo como nación. España es un país quebrado y, además, roto, como quedó demostrado el viernes en la final de la Copa del Rey. Arruinados y peleados. Pobres y mal avenidos. No hay un caso similar en toda la Unión Europea. Lo cual nos aboca a cambios drásticos –por supuesto dramáticos- no solo en materia económica, sino y sobre todo, de naturaleza política. El proyecto de país que nos dimos a la muerte de Franco ha fracasado.
Jesus Cacho
http://www.vozpopuli.com