Consideraciones previas
- El Debate sobre el Estado de la Nación no ha interesado más que a un porcentaje mínimo de españoles, a juzgar por la audiencia televisiva, que no alcanzó ni siquiera un 3%.
- La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) realizada después del debate (la encuesta se ha realizado a partir de 1.600 entrevistas entre las 13.00 horas del 21 de febrero y las 22.00 horas del día siguiente) señala que el 34,6 por ciento de los españoles que vieron el debate celebrado esta semana opina que Rajoy lo ganó, habiendo sacado 26,9 puntos de diferencia al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba mientras que un 7,7 por ciento cree que lo hizo Rubalcaba, y el 39,1 por ciento nadie.Las valoraciones globales de los restantes portavoces están por debajo del 3%. El coordinador general de IU, Cayo Lara, se sitúa en la tercera posición con un 2,8% seguido de la portavoz de UPyD, Rosa Díez, con un 2,3%. Josep Antoni Duran Lleida, de CiU (0,2%), Joan Coscubiela (ICV), Aitor Esteban (PNV) y Uxue Barkos, del Grupo mixto (0,1).
- Este debate se produce en un contexto en que la irritación social aumenta de modo exponencial impulsada además por grupos antisistema que quieren hacerse con la calle.
El discurso de Rajoy
El comienzo de su discurso fue una obra maestra de habilidad. Convincente y veraz. Primero, una llamada de atención muy dramática sobre el paro y “la situación dramática de los seres humanos que lo sufren”. A continuación, referencia a algunos signos de mejoría económica, balanza de pagos, sector financiero, reducción del déficit,... pero que considera insuficientes, nada de “brotes verdes”. Luego, la exposición sistemática de las reformas realizadas y por realizar. Y como colofón, los éxitos logrados en Europa en donde “hemos demostrado que merecemos confianza,....y cumplimos nuestros compromisos”
Un discurso tecnocrático, dicho esto como sincero elogio fuera del carácter despectivo que muchos conceden a este calificativo, pues además de todo el análisis económico dedica una buena parte del mismo a enumerar las medidas de índole política que ha iniciado y pretende desarrollar en la legislatura: Ley de Transparencia, partidos políticos, reforma educativa, etc.etc.
El discurso de Rubalcaba
El líder de la oposición en su discurso se limitó a recitar, dramatizándola (con palabras que parecen extraídas de algunos boleros: “angustia, incertidumbre, desesperación”), toda la sucesión de desastres causados por la política gubernamental: “Nada está mejor que hace un año”, …. “gestión desastrosa”.. .sin profundizar lo más mínimo en ninguna de las verdaderas causas de esos grandes errores cometidos así como en la injusticia (según el) de su aplicación; pues dado que siendo necesarios (los recortes) han sido y son ejecutados sin atender a sus gravísimos efectos en muchos casos y a la exigencia de preparar una recuperación, imposible con la mayoría de los españoles en el paro y la pobreza; una intervención, pues, desordenada, populista y con ribetes demagógicos. Con todo, lo peor no es que reclamara una mayor presión fiscal, de hasta ocho puntos, que terminaría por asfixiar la recuperación, sino que entrara al juego de los partidos separatistas con una propuesta de reforma constitucional. No parece el mejor momento para cuestionar la estructura autonómica. Rajoy lo había dejado claro: Constitución, Constitución, Constitución.Para rematar su oración pidiendo una vez mas la dimisión de Rajoy, a lo que éste respondió con maldad: "Pide Ud. demasiadas dimisiones, yo no voy a pedir la suya señor Pérez Rubalcaba, porque ya hay quien se la pide dentro".
Otros intervinientes
El resto de los diputados poco o nada interesante aportaron al debate; unos, como el comunista Cayo Lara, por su indigencia intelectual y extremismo de bolchevista anterior a la caída del Muro que pretende " conquistar la calle”.
La señora Díez, no Díaz como la llamó insistentemente Mariano Rajoy con causticidad calculada, cayó en la trampa e instó a este “a llamar a las «cosas por su nombre», empezando por su propio apellido: Díez y no Díaz”. Por lo demás estuvo en su línea habitual de oportunismo demagógico que carece de la mínima sustancia, mientras le sobra ambición.
Los representantes de partidos CiU y PNV con el egoísmo propio de los naZionalistas fueron incapaces de realizar el menor análisis que no se relacione con sus reivindicaciones soberanistas.
Para remate los filoetarras de Bildu, esos que nunca deberían haberse sentado en el parlamento español, asimilaron a las victimas de Eta con sus verdugos.
Las resoluciones
Todavía se desconocen las resoluciones que, sin duda, serán aprobadas por la Cámara, pues para eso dispone el PP de mayoría absoluta. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, sin embargo, abrió los contactos con todos los grupos parlamentarios el pasado viernes 22/02. El objeto es intentar acercar posiciones con todas las fuerzas políticas ante el Pleno del próximo martes 26, en el que se votarán las propuestas de resolución del Debate del Estado de la Nación. En concreto, lo que está buscando el Gobierno es un acuerdo mayoritario sobre la propuesta de resolución con las medidas que ha presentado para fortalecer la lucha contra la corrupción.Sería difícil de entender que la oposición no apoyara iniciativas dirigidas «a endurecer la persecución de la corrupción y del corrupto», máxime cuando algunas de ellas ya habían sido defendidas por otros partidos.
F.J.de C
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