En este blog se han publicado numerosos artículos referidos a las vicisitudes padecidas por este magno proyecto de ingeniería naval española que es el diseño y fabricación de un nuevo submarino; al parecer ya está plenamente encauzados los trabajos de producción si bien con unos considerables retrasos e incremento de costos sobre lo inicialmente previsto.
Según las últimas informaciones, Navantia el Astillero público que construye en Cartagena para la Armada española los submarinos, está rematando el casco del “Isaac Peral S-81 Plus”, como se denomina oficialmente al primer submarino de la serie S-80, para equiparlo por dentro en febrero 2.018.
Los operarios de los astilleros trabajan para verificar que el sumergible es capaz de soportar una presión de varios millones de toneladas. En concreto, estos trabajos van encaminados a verificar que el exterior del sumergible aguantará sin problemas las presiones marinas a las que será sometido cuando salga a navegar en las profundidades del mar. Este casco suele construirse con acero grueso de alta resistencia, posee una estructura compleja y alta reserva de resistencia; así, se divide con mamparos herméticos en varios compartimentos.
El Ministerio de Defensa y el astillero público Navantia ultiman ya el acuerdo para elevar el presupuesto del nuevo submarino de la Armada Española en unos 1.500-1.800 millones de euros adicionales.La máxima autoridad naval de las Fuerzas Armadas calcula que el presupuesto para los cuatro submarinos rozará los 4.000 millones. Es decir, 1.865 millones de euros más.
El coste del proyecto S-80 se ha disparado como consecuencia de los problemas de diseño que obligaron a contratar una asesoría externa: https://lasmejoresideasdejeugenio.wordpress.com/2014/05/05/submarinos-s-80-rediseno-y-fabricacion/
Este problema se solventó en julio de 2016 cuando la nueva arma naval superó una Revisión Crítica de Diseño (CDR, en sus siglas en inglés) y su último gran hito, el pasado mes de noviembre, con la Revisión de Integración de Sistemas (SIR), necesaria para comprobar que en el doble casco del submarino se podrán adaptar los sistemas de comunicaciones, navegación, sonar, combate, torpedos…
Flotabilidad al margen, la construcción del S-80 también se ha encontrado un problema grave en su innovador sistema de propulsión anaerobia (independiente del aire, AIP). Este inconveniente ha supuesto que Navantia destierre la idea de equipar inicialmente con este sistema a los dos primeros S-80, que, no obstante, está previsto que cuenten con el AIP una vez que hagan su primera gran carena. El S-83 y el S-84 lo llevarán de serie.
Debido a los retrasos del S-80, Defensa se ha visto obligado a alargar la vida útil de los tres buques de la serie 70. Las mejoras costarán 129 millones de euros. Uno de ellos, el Galerna, ya está en el carenero.
F.J. de C.
Madrid, 24 de enero de 2.018.
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