Muchas gentes, y no solamente las mas ignorantes dicen que las lenguas clásicas no sirven para nada.
Me viene a la memoria aquella disputa en las Cortes franquistas entre el ministro de los sindicatos, Solís Ruiz, natural de Cabra, provincia de Córdoba y el filósofo y catedrático Muñoz Alonso. En opinión de Solís, el latín no servía para nada. Defendía su importancia y su validez, Adolfo Muñoz Alonso, un cerebro del Régimen, catedrático de filosofía. Solís perdía el debate y se agarró a su particular gracejo cordobés: «¡Menoz latín y maz deporte!». Muñoz Alonso le propuso una mayor reflexión: «No se ponga así contra el latín, señor ministro, porque gracias precisamente al latín, ustedes los de Cabra se llaman egabrenses».
Los estudios clásicos son muy útiles para la construcción del propio pensamiento. ¡No sirve de nada hablar bien si no sabemos qué decir!
El latín (y el griego) requieren un estudio profundo de la lógica lingüística lo que ayuda a conseguir un mayor nivel de abstracción; y una consecuencia importante es la disciplina mental que se desarrolla y el elevado nivel de organización cerebral que se obtiene. Se facilita, con ello, la capacidad de razonar y de expresar el propio pensamiento. Y esa disciplina mental permanece en el tiempo, aunque todos los conocimientos concretos se olviden. Yo diría que incluso supera a las matemáticas como “gimnasia” para poner en forma la mente de los niños y adolescentes.
Los idiomas modernos se aprenden hoy con muy pocos conocimientos gramaticales: tienden fundamentalmente a la práctica de la conversación. El estudio de las lenguas clásicas, con un fuerte contenido gramatical, facilita la profundizar en el estudio de otras lenguas. Y, si se trata de idiomas que mantienen la declinación (como el alemán), facilita todavía más su aprendizaje.
La mayoría de nuestras palabras proceden del latín o del griego. Disponer de un buen vocabulario de esas lenguas ayuda mucho a que seamos capaces de expresarnos en la nuestra con mayor precisión, propiedad y soltura.
Finalmente las lenguas clásicas nos ponen en contacto con unas culturas milenarias que precisamente son el origen de nuestra civilización. Y ese contacto se produce, esencialmente, a través de la lectura. Y leer toda esa riqueza cultural contribuye a recuperar la capacidad de contemplación, es decir, la interioridad necesaria para el desarrollo de la personalidad.
Lamentablemente la legislación educativa en ESPAÑA ha ido retrocediendo en cuanto a la importancia dedicada al estudio de las lenguas clásicas.
Así, la primera ley de educación del nuevo régimen nacido el 18 de julio, la Ley de Reforma de la Enseñanza Media de 20 de septiembre de 1938, establecía el bachillerato de siete cursos y un examen de Estado, dando un amplio protagonismo a la lengua latina (obligatoria en todos los cursos) y a la lengua griega (obligatoria en cuatro cursos).
El siguiente plan de estudios de 1953 dividió en dos partes, Bachillerato Elemental (cuatro cursos entre los 10 y 14 años, denominados 1º, 2º, 3º y 4º) y Bachillerato Superior (dos cursos, 15 y 16 años, llamados 5º y 6º), ambos con un examen final de Reválida (reválida de Cuarto y reválida de Sexto); en este bachillerato elemental era obligatorio el latin en los cuatro cursos.El bachillerato superior tenía dos ramas: de ciencias y de Letras. En la rama de letras, se estudiaban latin y griego obligatoriamente los dos años.
La última ley de educación del franquismo fue en 1.970, la Ley General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa impulsada por José Luis Villar Palasí; esta importantísima ley estableció la enseñanza obligatoria y gratuita hasta los 14 años. Con esta ley se reformó todo el sistema educativo, y estableció:
- Educación General Básica o EGB, consistente en 8 cursos de escolarización obligatoria.
- Bachillerato Unificado Polivalente o BUP, de tres años.
- Curso de Orientación Universitaria COU
En 2º de BUP aparece el latin entre las asignaturas obligatorias al mismo nivel que las matemáticas,física y quimica, literatura y geografía.
En 3º de BUP desaparece el latín entre las asignaturas obligatorias mientras los alumnos debían escoger entre dos opciones, ciencias y letras y dentro de estas, como optativa, el latín,
La posterior LOGSE, ya socialista, no solamente no mejora esta situación sino que implanta un desastroso sistema educativo que es la base del caos actual de la enseñanza, que ha condenado a mas de una generación de españoles a ser “víctimas de la LOGSE”.
La ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) de diciembre de 2.002 del gobierno Aznar que intentó arreglar el desastre de la LOGSE no llegó a entrar en vigor.
El nuevo un gobierno socialista, de Zapatero, en 2006 aprueba la L.O.E. (Ley Orgánica de Educación). La nueva Ley dice, que como mucho que "los alumnos cursarán (latín) como alguna materia optativa, siendo la oferta de materias optativas, en tercero, una segunda extranjera y cultura clásica". En cuarto habrá un latín en una lista de siete materias de entre las que habrá que elegir tres. Esto es todo.
Finalmente el proyecto de ley Orgánica para la Mejora de la Calidad de la Enseñanza, LOMCE, actualmente en las Cortes, a propuesta por el ministro Wert,del PP, tiene muchos aspectos muy positivos tal y como expusimos en el artículo de http://fj-lasideasdejeugenio.blogspot.com.es/2013/05/proyecto-de-ley-organica-para-la-mejora.html
y ademas recoge ciertas mejoras en cuanto al estudio de las lenguas clásicas en el nuevo bachillerato:
- En el primer curso, la composición será de ciertas materias comunes para todas las modalidades entre ellas Latin I.
- En segundo curso también como asignatura común, Latín II.
- En primero y segundo cursos aparece el griego como asignatura optativa.
Esperemos que el partido popular que dispone de una cómoda mayoría absoluta en Congreso y Senado sea capaz de convertir este proyecto de ley en ley sin ceder a las presiones de los demás partidos que con toda seguridad no van a aportar nada positivo al citado proyecto.
F.J. de C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario