La negación de la realidad en los primeros momentos de la crisis, la inacción posterior derivada del optimismo indolente de Zapatero, la proliferación del engaño y la mentira, y la tibieza a la hora de abordar los ajustes y reformas han llevado a la economía española a un grado de descrédito total. El rescate de Irlanda no ha hecho sino alimentar las dudas de los mercados sobre la evolución de las cuentas públicas de nuestro país.Sin embargo, para la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, no hay riesgo de que España tenga que ser rescatada. Además, asegura que el sistema financiero es “sólido”. La medida que propone: esperar a que llegue la calma a los mercados….”.
Opiniones mas responsables y profesionales, las que expresa José Hervás, en
www.capitalmadrid.info
cuyo artículo reproduzco a continuación, apostillando marcado en rojo la aplicación para ESPAÑA de las consideraciones que el Sr. Hervás hace para Irlanda.
Título de su artículo:
"Las medias verdades (mentiras)de Irlanda (España) precipitan su caída"
Las lecciones de la mala gestión de la crisis de Irlanda (España) son evidentes. Pero de todas la que parece más clara es que no se pueden ocultar los hechos porque la verdad acaba imponiéndose de forma inexorable. El Gobierno de Irlanda (España) ha ocultado a su opinión pública, a los inversores internacionales, y a sus propios socios de Gobierno que necesitaban ayuda. Y que esta sería absorbida fundamentalmente por el sector público. A falta de las precisiones finales, de los casi 100.000 (950.000 ), millones necesarios, dos tercios estarán destinados al sector público, el tercio restante, solo el tercio restante, irá a la banca. Los expertos consideran suficiente este conjunto de fondos, porque permite dar una ayuda de urgencia al sector financiero y al Ejecutivo poder controlar las finanzas públicas cuyo déficit ha alcanzado la cifra descomunal del 32 (8) por ciento. El reconocimiento de la realidad ha forzado al Ejecutivo a anunciar por anticipado su disolución y la convocatoria de elecciones (aquí en España, de momento NO).
Los retrasos, la indecisión para solicitar la ayuda a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional ha precipitado la caída del Ejecutivo irlandés antes de lo previsto, después de que su socio minoritario, el Partido Verde, obligara a convocar elecciones anticipadas para el próximo mes de enero. Algunos observadores políticos advierten de que, pese a las diferencias, la minoría con la que Gobierno el Ejecutivo español haría pensar en una situación similar en caso de que se sobrepasaran las líneas rojas de la economía española para tener que acabar pidiendo ayuda a los mismos organismos internacionales que intervienen en la crisis irlandesa y que antes lo hicieron en la griega ( está por ver qué harán aqui los insolidarios nacionalistas vascos del PNV y los canarios de CC).
Los verdes irlandeses, su presidente, John Gormley, explican que los irlandeses se han sentido engañados y traicionados, por lo que el trauma de la pasada semana les obliga a dejar solo a su socio en el Gobierno que ha tenido que anunciar que aprobado el presupuesto, tendrán que decidir los electores.
Los verdes no entienden que el Ejecutivo toda vía les negara la necesidad de un rescate financiero mientras el Ejecutivo comunitario y el propio gobernador del Banco de Irlanda hablaban de la necesidad de la ayuda.
Pese a lo distinto que resulta todavía el caso español, ya hay quien apunta a sacar la lección de lo sucedido en Dublín. Entre ellos se encuentra Rodolfo Martín Villa, quien fuera uno de los hombres fuertes de los distintos gobiernos de Adolfo Suárez. Para Martín Villa, no toda la responsabilidad de la falta de un acuerdo nacional para afrontar la crisis se debe al Partido Popular ¡¡ SOLO FALTABA !!.
El ex ministro y vicepresidente del Gobierno hablaba ayer en el programa La Noche en 24 horas, que al Gobierno le ha faltado grandeza para hacer una propuesta de colaboración a los populares que fuera algo más allá de o lo tomas o lo dejas a la hora de incorporarse a un proyecto común de salvación.
También la agenda irlandesa tiene similitudes con nuestro caso. El país necesita ahora un Gobierno para elaborar, primero, un plan cuatrienal de austeridad, aprobar los presupuestos generales para 2011 y asegurar durante las próximas semanas los fondos de ayuda de la UE y el FMI, que los verdes irlandeses califican de vitales para los intereses irlandeses y la estabilidad del euro.
Nadie espera que pese a la minoría de que goza el Gobierno, la Cámara Baja irlandesa vaya a rechazar los presupuestos, con el objetivo es ahorrar durante 2011 otros 6.000 millones de euros adicionales, en una primera fase de una agenda más ambiciosa para redirigir la economía durante los próximos cuatro años.
El plan de austeridad cuatrienal, que se presenta en las próximas horas prevé reducir el déficit hasta el 3 por ciento del PIB en 2014, desde el 32 por ciento, gracias a los recortes calculados en unos 15.000 millones de euros, proyecto que cuenta con el visto bueno de la UE y el FMI.
De su solución adecuada depende la recuperación de la idea de que Europa se había preparado adecuadamente tras la constitución del macrofondo de rescate de su incapacidad para prevenir las crisis.
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