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martes, 25 de noviembre de 2014

Literatura: «La historia de Don Quijote no es inventada, es real»

El historiador Francisco Javier Escudero y la arqueóloga Isabel Sánchez Duque avalan históricamente las andanzas del Quijote y en quiénes se basó Cervantes

Nuevos documentos históricos avalan la historia del Quijote y en quienes se basó Cervantes


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El historiador y la arqueóloga que hace unos meses desvelaron que habían localizado el lugar en el que se alzaba el mesón donde se armó caballero Don Quijote de la Mancha han encontrado ahora nuevos documentos históricos que avalan la historia del Quijote y en las personas reales en que se basó Miguel de Cervantes.
Hace medio año el archivero e historiador Francisco Javier Escudero y la arqueóloga Isabel Sánchez Duque desvelaron que una venta medieval que estuvo abierta durante más de dos siglos junto a la actual ermita de Manjavacas, en Mota del Cuervo (Cuenca), podía ser el mesón en el que se armó caballero Alonso Quijano.
Ahora han avanzado a Efe sus nuevos descubrimientos históricos y aseguran que la trama de El Quijote tuvo protagonistas reales, coetáneos de Miguel de Cervantes y vecinos de los municipios manchegos de El Toboso y Miguel Esteban.
Pedro de Villaseñor, que era amigo de Cervantes como él reconoce en «Los trabajos de Persiles y Sigismunda», y Francisco de Acuña, otro hidalgo manchego, intentaron matarse a lanzazos en el camino del Toboso a Miguel Esteban en 1581, según textos del Archivo Histórico Nacional y otros de órdenes militares.
A diario, Villaseñor y Acuña iban vestidos como caballeros medievales, con cascos, broqueles, cotas, montantes y dagas, y Escudero y Sánchez Duque consideran que Miguel de Cervantes pudo conocer estos hechos -ya que los Villaseñor eran sus amigos- y parodió con su novela una historia y personaje reales.
«Encontramos que los Acuña intentaron matar a los Villaseñor vestidos de caballeros, con todo el aparataje medieval, y nos dimos cuenta de que la historia de Don Quijote no es inventada, es real: es lo que hacían los enemigos de los Villaseñor contra ellos. Increíble pero cierto, está documentado», afirma con énfasis Escudero.

De Quijada... ¿a Quijote?

Antes de esa fecha está documentado en 1573 el intento de asesinato de otro Villaseñor, Diego, en El Toboso y aquí aparece un tercer personaje,Rodrigo Quijada, que fue procesado aquel año y cuya vida fue, cuanto menos, polémica. A su apellido, Quijada, pudo añadir Cervantes un sufijo peyorativo que derivó en Quijote.
Escudero explica que El Quijote es «una parodia, una burla» y teniendo en cuenta que no se escriben novelas para burlarse de amigos, Cervantes debió gestarla para «ridiculizar» a quienes eran no ya sus enemigos, sino los enemigos de los Villaseñor.
«Todavía estamos en la fase preliminar y puede aparecer mucho más, pero lo que parece evidente es que el Quijote está dedicado a burlarse de esos enemigos de los Villaseñor que, posiblemente, también sean enemigos de Cervantes o a quienes Cervantes consideraba enemigos», ha añadido.
Por otra parte, a Sánchez Duque y Escudero -que no son manchegos, sino vallisoletana y madrileño- no les convencía que el modelo para el Quijote fuera Alonso Quijano Salazar, un fraile agustino de Esquivias que murió mucho antes de que naciera Cervantes y que no era del entorno de El Toboso.
La de este fraile como posible Quijote es una propuesta de Astrana Marínen 1948 y a estos investigadores les llamó «poderosamente» la atención que fuera la única hipótesis en casi setenta años, por lo que siguieron buscando.
De esa forma han llegado al regidor Rodrigo Quijada, de quien han halladomedia docena de documentos, ninguno de los cuales le retrata como un hombre «bueno», ya que fue «un personaje muy polémico que estuvo muy mal visto en todos los pueblos de la zona», y que, según su biografía, se merecía el maltrato que se le da al Quijote en la novela.
Debió morir hacia 1581, según datos que les ha aportado Alfonso Ruiz Castellanos, cronista de Quero (Toledo) e investigador de los Villaseñor.
Todos estos personajes confluyen, además, en un entorno geográfico conocido por Cervantes.
Los dos investigadores intuyen que sus estudios traerán polémica, pero avanzan que van a seguir trabajando para demostrar si, por ejemplo, Rodrigo Quijada fue enemigo de Cervantes o de sus amigos los Villaseñor «y se merecía que se burlaran de él en la novela».
En este sentido, consideran que indagar en los Villaseñor, Acuña, Quijada y otros hidalgos de la zona es «una buena línea de investigación porque es el caldo del que bebe Cervantes» y porque puede dar respuesta a la pregunta de por qué dedicó Cervantes una novela a una ciudad que no era la suya y a unos determinados personajes.
Escudero y Sánchez Duque llevan tiempo investigando sobre la ruta que inspiró a Miguel de Cervantes para escribir el Quijote y trabajan en la colección denominada «Tierra del Quijote», en cuyo quinto número publicarán estas investigaciones, además de darlas a conocer en distintos foros internacionales en 2015.
F.J.de C.
Madrid, 25 de noviembre de 2.014
Nota: Información recogida de la agencia EFE, en ElMundo y ABC.

viernes, 15 de octubre de 2010

Historia, literatura, Quevedo, su mas desgarrado soneto.


Introducción.

En ESPAÑA, estamos viviendo unos momentos sumamente delicados en todos los aspectos: brutal crisis económica con sus derivadas de paro insostenible, crisis también  de valores en todos los aspectos, sean morales o simplemente éticos;  desánimo generalizado tanto en los jóvenes que no encuentran trabajo como en los mayores que ven peligrar sus pensiones de jubilación; mientras tanto, unos gobernantes ineptos, corruptos y malintencionados se dedican a planificar sus ambiciones de poder de espaldas al pueblo llano que, precisamente es  el que les da de comer pagando unos impuestos que ya alcanzan niveles confiscatorios.
En gran parte,la situación que vivimos hoy en ESPAÑA nos recuerda la terrible época de la decadencia española en los siglos XVI -  XVII.
Siempre resulta, muy ilustrativo volver la vista atrás y releer a nuestros clásicos del Siglo de Oro, uno de cuyos mas señeros representantes fué precisamente Francisco de Quevedo. Ello es lo que pretendemos con este artículo.

Don Francisco de Quevedo, muy breve biografía.

Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos (Madrid, 14 de septiembre de 1580 - Villanueva de los Infantes, Ciudad Real, 8 de septiembre de 1645) fue un noble, político y escritor español del Siglo de Oro, uno de los más destacados de la historia de la literatura española. Ostentó los títulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.Estudió Teología en Alcalá sin llegar a ordenarse y lenguas antiguas y modernas. Cultivó, con notable éxito,  prácticamente todos los géneros desde sus obras poéticas, ascética, festivas, satírícas, picarescas, etc.
Entre las múltiples obras poéticas que compuso, quiero destacar su Cancionero Religioso, 1.613, dentro del cual, Heráclito Cristiano, figura su famoso soneto que comienza con ‘Miré los muros de la patria mía…’. y que reproduzco al final, siendo el “leit motiv” de este artículo.

Un poco de historia.

El tiempo que le tocó vivir a Quevedo, finales del siglo XVI, mediados del XVII,  fue el de la atroz decadencia de España; Quevedo fué testigo de la implacable descomposición de España. La situación política en la España de entonces, cuya gobernación dejada en manos de validos incompetentes y corruptos, ( “Para evitar ser ahorcado, el mayor ladrón de España se vistió de colorado” decían las coplas de la época, refieriéndose al Duque de Lerma) se parece a esos edificios que amenazan ruina y que se sostienen gracias a un apuntalamiento que los mantiene en pie, aunque de forma precaria.
La Guerra de los treinta años, 1618, eleva a Francia a primera potencia europea, la escisión de Portugal, la revuelta de Cataluña, todos estos sucesos, que se producen ó se generan en esa época son los que hacen que brote en Quevedo el profundo pesimismo que le invade y que encontrará expresión en su crítica mordaz, en su reflexión política y en su meditación religiosa.

Su soneto más desgarrado: “ Miré los muros de la patria mía......”

Ese pesimismo, que desde entonces es parte constituyente del ser español, se aprecia en toda su intensidad en este soneto que reproduzco mas abajo. Nótese cómo el poeta, mire adonde mire, solo ve motivos para la desesperanza y el desconsuelo. Y es que el paso del tiempo va carcomiendo lo que un día fue robusto, hasta minarlo totalmente y dejarlo al borde de la extinción.
De la misma manera que hay un envejecimiento inevitable en cada individuo, existe otro declive similar, pero éste en la vida nacional; un declive apresurado que España experimentó en cuestión de unas pocas décadas, y que desdichadamente se reproduce ahora, en pleno siglo XXI cuando se están desbaratando todas las cotas de bienestar y desarrollo anteriormente conseguidas con un inmenso sacrificio conjunto de TODOS los españoles.
F.J.
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

 Salíme al campo: vi que el sol bebía         
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

 Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos,           
mi báculo más corvo y menos fuerte.

 Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.