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lunes, 7 de mayo de 2012

Con la victoria del socialista Hollande los franceses han elegido el cambio, ¿a peor?



Genial e intencionada viñeta en La Razón



F.J.

La lectura de los principales periódicos españoles y europeos me sugiere los siguientes comentarios:
  • Ni una sola foto del presidente electo con el puño en alto; en todas las imágenes levanta sus manos como quien está llamando un taxi.
  • ¿Dedicaron el mismo tiempo y las mismas páginas los medios de comunicación franceses a las elecciones españolas que han dedicado los medios españoles a las elecciones francesas?
  • La victoria de Hollande, ha sido acogida por la izquierda y progresía autóctonas como una victoria propia; algunos, ya ven a Rajoy derrotado y ellos de regreso en La Moncloa.¿Empezará a ser reivindicado Zapatero?
  • Comedida reacción de la prensa alemana, donde se pueden ver titulares declarativos como: “Francia tiene nuevo presidente...”
  • Curiosa portada del parisino de izquierdas Libération que titula escuentamente: ¡¡NORMAL!!
  • Los resultados en Grecia, donde los socialistas han caido al tercer puesto y se va a formar gobierno de centro-derecha apenas son destacados en los titulares.
Resumen de algunos titulares de periódicos en papel y digitales:

La Gaceta:

  • El cambio en Francia abre el debate de la austeridad.


LIBERTAD DIGITAL:
  • La bolsa europea cae con fuerza tras la victoria de Hollande y el caos griego


EL MUNDO:
  • Francia quiere exportar su renovado mayo izquierdista

ABC:
  • Victoria de Hollande: incertudumbre en Europa.

El PAIS:
  • Hollande impulsa otra Europa.

LA RAZON:
  • El futuro de Europa en manos de Merkollande.

BBCmundo:
  • ¿Cumplirá sus promesas François Hollande?


El Economista:
  • ¿Qué va a hacer Hollande?


EXPANSION

Revés electoral a la austeridad en Francia y Grecia

jueves, 3 de mayo de 2012

Duelo televisivo Sarkozy vs. Hollande

Durante unas tres horas estuvieron debatiendo los finalistas candidatos a la Presidencia de la Republica francesa.
Tuve ocasión de seguir en TV algún momento del debate y sinceramente yo no pude obtener una opinión personal de quien fue ganador, si bien me gustó mas Sarko.
Repasando los periódicos franceses de hoy veo que los analistas especializados de allá tampoco parece que hayan obtenido una opinión muy definida sobre quién ganó el combate y se generaliza la impresión de empate, o todo lo mas una victoria a los puntos de uno u otro candidato según preferencias personales del comentarista. Estas son, resumen, las opiniones mas generalizadas:  

  • Sin vencedor claro
  • Empate
  • El debate no modificará las intenciones de voto el domingo.
A destacar las continuas referencias a la situación española y al desastre Zapatero como amenaza esgrimida por Sarko si las soluciones socialistas de Hollande se llegaran a imponer.
El órgano preferido de nuestra progresía,
Le Monde, califica este debate en términos pugilísticos: “match nul”.
Para Le Figaro, “Haute tension”

La solución, el domingo día 6 a partir de las 20h.
F.J.

sábado, 28 de abril de 2012

Hollande, socialista frances y posible nuevo Presidente de Francia


¿Es este el hombre mas peligroso de Europa?




Un nuevo Zapatero, pero en versión ilustrada y por tanto mas peligrosa puede convertirse en Presidente de la República  francesa si en la segunda vuelta consigue derrotar a Sarkozy, lo que está por ver todavía.
El candidato socialista va camino de convertirse en el próximo presidente francés, pero su rechazo a las reformas sería perjudicial para su país y sobre todo para Europa, expone el prestigioso semanario londinense The Economist.

Constituye la mitad del motor franco-alemán que impulsa a la Unión Europea. Ha sido el país oscilante en la crisis del euro, al situarse entre un Norte prudente y un Sur despilfarrador y entre acreedores y deudores. Y es grande. Si Francia fuera el siguiente país de la eurozona que tuviera problemas, estaría en duda la supervivencia de la moneda única.Por este motivo es tan importante la probable victoria del candidato socialista, François Hollande, en las elecciones presidenciales de Francia. En la primera vuelta del 22 de abril, Hollande se colocó justo por delante del actual presidente, Nicolas Sarkozy. A menos que se produzca algo impactante, como algo imprevisto en el debate televisado de la semana que viene, Hollande puede estar seguro de ganar en mayo y luego de ver cómo triunfa su partido en las elecciones legislativas de junio.Esta publicación apoyó a Sarkozy en 2007, cuando dijo con valentía a los votantes franceses que no les quedaba otra alternativa que cambiar. Pero tuvo la mala suerte de que estallara un año después la crisis económica global. También se anotó algunos tantos: suavizar la semana de 35 horas de los socialistas, liberar las universidades y retrasar la edad de jubilación. Aún así, las políticas de Sarkozy han demostrado ser tan impredecibles y tan poco fiables como él mismo. Por todo ello, si tuviéramos que votar el 6 de mayo, daríamos nuestro voto a Sarkozy, pero no por sus méritos, sino para mantener fuera del poder a Hollande.Con un presidente socialista, Francia haría correctamente una cosa muy importante. Hollande se opone al riguroso pacto fiscal planteado por los alemanes y que está estrangulando las posibilidades de recuperación de la eurozona. Pero lo hace por los motivos erróneos y lo más probable es que se equivoque en muchas otras cosas más, de modo que pondría en riesgo la prosperidad de Francia (y de la eurozona).Hollande habla mucho de justicia social, pero apenas sobre la necesidad de crear riqueza. Si bien promete reducir el déficit presupuestario, también tiene pensado hacerlo subiendo los impuestos, no reduciendo el gasto. Hollande ha prometido contratar a 60.000 profesores nuevos. Según sus cálculos, con sus propuestas se derrocharían 20.000 millones de euros más en cinco años. El Estado crecería aún más.Resulta muy optimista suponer que de algún modo, a pesar de lo que ha dicho, a pesar incluso de sus intenciones, Hollande acabe haciendo lo correcto. Hollande da muestras de una actitud profundamente anti-empresarial. Nada de lo ocurrido en los últimos meses, o en su larga carrera de servicio al partido, indica que Hollande es lo bastante osado como para hacer trizas su manifiesto y cambiar Francia.¿Y qué decir del resto de Europa? En este sentido, la negativa de Hollande a tolerar cualquier tipo de recorte en los gastos ha tenido una consecuencia positiva a corto plazo: desea cambiar con prudencia el “pacto fiscal” de la eurozona, de modo que no sólo reduzca los déficits gubernamentales y la deuda pública, sino que además fomente el crecimiento. Con esto resuena un coro de quejas contra la austeridad de inspiración alemana cuyas voces se elevan por todo el continente, desde Irlanda y Países Bajos hasta Italia y España (véase Charlemagne).El problema es que, a diferencia de, por ejemplo, Mario Monti en Italia, la objeción de Hollande al pacto no es sobre esas finuras macroeconómicas, sino más bien sobre el ritmo de la restricción fiscal. Se trata principalmente de la resistencia al cambio y de la determinación de mantener el modelo social francés a toda costa. Hollande no está sugiriendo ralentizar el ajuste fiscal para allanar el camino de la reforma: lo que propone es no reformar en absoluto.Todos los cancilleres alemanes al final acaban domando al presidente vecino y Hollande sería un socio menos voluble que Sarkozy. Pero con su negativa a aceptar reformas estructurales de ningún tipo sin duda le resultará mucho más difícil convencer a Merkel de que tolere una mayor inflación o de que contemple alguna forma de mutualización de la deuda. ¿Por qué motivo deberían los votantes alemanes aceptar una medicina desagradable cuando Francia no está dispuesta a hacerlo?Es de suponer que el presidente Hollande podría inclinar la balanza a favor de un poco menos de austeridad ahora. De igual modo, puede ahuyentar a los alemanes en la dirección contraria. En cualquier caso, una cosa parece estar clara: un presidente francés tan hostil al cambio socavaría la voluntad de Europa de continuar con las dolorosas reformas que al final debe adoptar para que sobreviva el euro. Y esto hace que sea un hombre bastante peligroso.Nota: reproducido de http://www.fundacioncivil.org