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jueves, 12 de octubre de 2017

La ¿independencia de Cataluña?: El trágico modelo esloveno.

Introducción:


España está viviendo estas últimas semanas un intento de Golpe de Estado, o “Supuesto Inconstitucional Máximo” que llamarían algunos, consistente en aplicar progresivamente una serie de medidas ilegales pero armónicamente concebidas de forma que culminarían en la secesión del territorio catalán y la proclamación de una pretendida República Catalana Independiente.

El pasado martes, 10/10/2017,  el Presidente de la Generalidad  Carlos Puigdemont ha proclamado la independencia de Cataluña e inmediatamente ha pedido a la Cámara su suspensión para que en las próximas semanas se pueda llegar "a una solución acordada". Ante este órdago secesionista, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, inició el procedimiento para activar en Cataluña, el artículo 155 de la Constitución, previsto para intervenir una Comunidad Autónoma y dió de plazo al Presidente de la Generalitat hasta el próximo lunes 16/10,  “para que confirme si declaró la independencia y para que vuelva a la legalidad”.
Es el requerimiento previo que obliga la Constitución antes de poner en marcha este mecanismo excepcional (artículo 155) de respuesta del Estado.

Esta aparentemente habilidosa jugarreta de Puigdemon consistente en hacer como que se declara una independencia y seguidamente dejarla en suspenso puede parecer inspirada en el modelo secesionista de Eslovenia que todos sabemos cuál fue su trágico desenlace.

El diario El País, publica un interesante artículo de su colaborador Xavier Vidal-Folch:

El trágico modelo esloveno

 del cual me complace publicar un amplio resumen:



“”Hacer como que se declara una independencia que no se deletrea oficialmente y suspender sus efectos “por unas semanas” inconcretas. Es la surrealista conclusión esencial de este martes.Parece que con el discurso de Carles Puigdemont —y con él, el del conjunto del secesionismo—, ha quedado prendado y prisionero del modelo de Eslovenia. De aurora boreal, los Balcanes como ejemplo. Acuérdense de su final: tuvo un desenlace trágico……....Siempre hay uno (modelo) a mano para cada circunstancia y momento. El penúltimo fue Kosovo —evocado sin citarlo directamente en el preámbulo de la pretendida ley del referéndum— y ahora recalamos en Eslovenia.El modelo esloveno, según la lectura light que del mismo hacen sus nuevos fans, consiste en declarar la independencia y suspender su aplicación durante un tiempo, tirar la piedra y esconder la mano. Como si lo primero fuera un juego de niños y lo segundo, algo fácil una vez se ha sacado el genio de la botella.Una versión ingenuista de este modelo la sintetizó horas antes el eurodiputado posconvergente Ramon Tremosa: Eslovenia “hizo una cosa muy interesante”, sostiene, unas “elecciones al Parlamento esloveno con una especie de Junts pel Sí, que sacó mayoría absoluta, intentó negociar con Belgrado, no hubo manera, convocó un referéndum unilateral, lo ganó y después declaró la independencia y la suspendió durante unos meses con el fin de negociar un referéndum acordado con Belgrado…...”.……………. 

Conclusiones provisionales.

Si bien puede esperarse muy poco de la cordura de los inspiradores del Golpe de Estado catalán, cuyo fanatismo y mala fe son evidentes, ESPAÑA es una democracia consolidada en estos últimos  cuarenta años de  existencia y  posee además varios siglos de historia y unas fuertes instituciones en las que apoyar su ejercicio de la legalidad.
Todas las acciones tomadas recientemente por el Gobierno de la Generalidad han sido declaradas ilegales por el Tribunal Constitucional y el famoso referendum del 1 - OCT. además de ser ilegal, se ha desarrollado en unas circunstancias que sonrojan a cualquier demócrata.

Así expresa X.Vidal en su artículo algunas de las más notables diferencias entre el caso serbio y el catalán

“......en Belgrado (la capital serbia) mandaba un dictador, Slobodan Milosevic, y España es una democracia; en el referéndum de 1990 participó un 93,3% del electorado, y no un 40%; hubo garantías, mientras en Cataluña, ninguna; y la declaración unilateral de independencia (DUI) de 25 de junio de 1991 tuvo el apoyo del 94% de los diputados (no de la mitad dispensada a las leyes de ruptura), además de las simpatías de Bonn y Washington (y no la unanimidad europea en contra, como ahora).Y sobre todo, dos días después de la tal DUI, Eslovenia (21.000 uniformados) se lio a tiros contra 20.000 efectivos del Ejército (ex)yugoslavo. Fue una guerra de los diez días, hasta el de San Fermín, seguida de un alto el fuego: murieron, pequeño detalle, 74 personas de ambos bandos y extranjeros, éstos, periodistas y camioneros. Mientras fallecerían a miles en la guerra vecina de Croacia, la república que centraba la atención de Serbia: aquí no hay nada de eso.Por la paz de Brioni, Milosevic retiró sus tropas, cedió todo el poder militar y fronterizo a Liubliana y acordó un plazo de tres meses antes de oficializarse la independencia de Eslovenia: no se negoció nada. Al final, la comunidad internacional validó el proceso, al esfumarse Serbia de la mesa, como de otra forma hizo con Kosovo.La pregunta clave para el eurodiputado Tremosa es si la guerra y sus muertos fueron efectivamente “una cosa muy interesante”. ¿De verdad no le tiembla la voz cuando lo dice?”

Finalmente, el Jefe del Estado, SM Felipe VI, el Presidente del Gobierno  M. Rajoy y las principales fuerzas democráticas del Parlamento español han constituido un frente unido  para hacer frente al pretendido Golpe y se utilizará  toda la fuerza de la Ley constitucional contando también con el apoyo explícito de la Unión Europea.
F.J. de C.
Madrid, 12 de octubre de 2.017