Dentro de lo que hemos dado en llamar la “Política económica de los indignados”, una de las consignas de sus pancartas era en contra del euro y más concretamente, contra “el pacto del euro”.
Procedamos a explicar brevemente en qué consistió este pacto y cómo una vez más los vociferantes del 19J no saben lo que dicen, y si es que algunos lo saben (que seguro que si) pues peor todavía.
El pacto del Euro fue suscrito en Marzo pasado y resulta difícilmente criticable en sus ideas matrices puesto que es una derivada del pacto por la competitividad; persigue coordinar las políticas económicas de los países de la eurozona y es algo así como una transacción que dice "nosotros (Alemania, Francia, Finlandia, Dinamarca) te prestamos dinero a cambio de que tú (Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia,...) hagas las reformas estructurales necesarias para poder pagarnos en el futuro la enorme deuda contraida con nosotros.
Los principios básicos del mencionado pacto son los siguientes:
Esos conceptos, eson difícilmente criticables, entre otras razones porque, no se han traducido en imposiciones concretas obligatorias para los Estado miembros, pues lo que se firmó fue la asunción de una serie de "compromisos comunes" que se revisarían cada año y posteriormente, se revisaría en conjunto entre todos los socios cómo se estaban desarrollando estas iniciativas y si cumplían sus objetivos.
Es decir, el Pacto por el Euro, en realidad, no obliga a nada en concreto sino a avanzar en los mencionados objetivos genéricos, siendo el resto de socios que han firmado el acuerdo los que juzgan si un país está avanzando o no en la senda prevista.
Por tanto, ¿puede decirse que impone "recortes sociales"?
Los "recortes sociales" contra los que protestan los indignados que vociferan en toda ESPAÑA no los establece el Pacto del Euro, ni el FMI, ni el BCE, ni siquiera los bancos europeos, sino la realidad y los derroches anteriores de los gobiernos griego, español o portugués.
Procedamos a explicar brevemente en qué consistió este pacto y cómo una vez más los vociferantes del 19J no saben lo que dicen, y si es que algunos lo saben (que seguro que si) pues peor todavía.
El pacto del Euro fue suscrito en Marzo pasado y resulta difícilmente criticable en sus ideas matrices puesto que es una derivada del pacto por la competitividad; persigue coordinar las políticas económicas de los países de la eurozona y es algo así como una transacción que dice "nosotros (Alemania, Francia, Finlandia, Dinamarca) te prestamos dinero a cambio de que tú (Grecia, Irlanda, Portugal, España, Italia,...) hagas las reformas estructurales necesarias para poder pagarnos en el futuro la enorme deuda contraida con nosotros.
Los principios básicos del mencionado pacto son los siguientes:
-Fomento de la competitividad. Con la vinculación de salarios y productividad,
-Impulso al empleo. Se plantea una rebaja de la fiscalidad para incentivar la contratación de trabajadores y formación permanente.
-Contribuir a la sostenibilidad con reformas en los sistemas de pensiones y de protección social.
-Refuerzo y especial atención a la coordinación de las políticas fiscales y lucha contra el fraude.
-Control del déficit. Los líderes acuerdan introducir límites al déficit en la Constitución o en las leyes nacionales.
Esos conceptos, eson difícilmente criticables, entre otras razones porque, no se han traducido en imposiciones concretas obligatorias para los Estado miembros, pues lo que se firmó fue la asunción de una serie de "compromisos comunes" que se revisarían cada año y posteriormente, se revisaría en conjunto entre todos los socios cómo se estaban desarrollando estas iniciativas y si cumplían sus objetivos.
Es decir, el Pacto por el Euro, en realidad, no obliga a nada en concreto sino a avanzar en los mencionados objetivos genéricos, siendo el resto de socios que han firmado el acuerdo los que juzgan si un país está avanzando o no en la senda prevista.
Por tanto, ¿puede decirse que impone "recortes sociales"?
Los "recortes sociales" contra los que protestan los indignados que vociferan en toda ESPAÑA no los establece el Pacto del Euro, ni el FMI, ni el BCE, ni siquiera los bancos europeos, sino la realidad y los derroches anteriores de los gobiernos griego, español o portugués.
Sin embargo, esta gente, ha centrado en este acuerdo muchas de sus más virulentas protestas y han acusado (al pacto) de buscar el desmantelamiento del Estado social europeo por ello los indignados siguen y seguirán reclamando que se rechace el Pacto del Euro.
Lo que no explican es la alternativa.
F.J.