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domingo, 10 de agosto de 2014

Miquel Roca o cómo medrar con España rompiendo España.




Reproduzco íntegro el artículo que con este mismo título publica Jesús Cacho en el digital VozPopuli el domingo 10 de agosto de 2.014;

“Nosotros utilizamos los servicios técnicos de la Generalitat no para que valoren los pliegos y seleccionen la mejor oferta, sino para que, una vez que nosotros decidimos cuál es la que tiene que ganar, se pongan a trabajar para justificar esa decisión”. La frase, pronunciada en los años noventa, es de Miguel Roca i Junyent, uno de los siete fundadores de Convergencia Democrática de Cataluña, siempre en los fogones de CDC como pinche del chef Pujol, y uno de los llamados “padres” de la Constitución, además de socio-presidente del despacho de abogados del mismo nombre, dizque abogado de hermana de rey e hija de rey, y miembro de no sé cuántos consejos de administración de las Españas, reconocido catalanista, acendrado independentista de última hora, acostumbrado siempre a medrar a la sombra de esa España a veces madre y siempre madrasta, a quien tanta gente “bien” ha exprimido la teta mientras le escupe en la cara. Senvant por excelencia de Jordi Pujol i Soley, siempre a la sombra de Pujol, que todo lo debe a Pujol, es personaje arquetipo de esa elite barcelonesa desagradecida, desideologizada y trepadora, cuyo único Dios al que merece la pena servir es el dinero. Una elite que se ha aprovechado mucho de España, y ha hecho mucho daño a España.
La gente que le conoce, y son muchos, sostienen que pocas veces han visto a alguien poseído por unas ansias de poder tan notorias y tan estrepitosamente fracasadas al tiempo. La historia de la frustrada “Operación Roca” es una buena muestra de ello. La UCD acaba de desaparecer víctima de mil traiciones, y nuestro hombre consideró llegado el momento de crear desde Cataluña un partido de centro, el Partido Reformista Democrático (PRD), capaz de colocar a un catalán en la presidencia del Gobierno de España, de acuerdo con su ambiciosa idea, por tantas cosas elogiable, de que nacionalismo catalán moderado debía tener una mayor presencia en la política española, tomar una participación mucho más activa en la formulación de las grandes políticas y estrategias del Estado.Como representante de Pujol y CDC en las negociaciones que cristalizaron en el texto constitucional de 1978, don Miguel había contactado en Madrid con gente de postín como los Garrigues, losMarch y otros del mismo fuste. A todos embarca en la “aventura reformista”. De secretario del PRD oficiaba ni más ni menos que un tal Florentino Pérez (“Si ganamos, yo seré vicepresidente del Gobierno”, contaba a sus amigos este experto en alcaldes y concejales de urbanismo) uno de sus perennes asideros madrileños. A todos sacó dinero, pero él también lo puso. La Banca March le dio los últimos 150 millones de pesetas que necesita cubrir, a cambio de hipotecar su casa en la Costa Brava. Pero, cobardón por naturaleza, prefirió asegurar el escaño metiéndose en la lista de CiU por Barcelona, en lugar de atreverse a encabezar la de Madrid como candidato a la presidencia del Gobierno. El PRD no sacó ni un solo diputado en las generales de junio de 1986. Miguel Angel Arroyo, número uno de la candidatura por Badajoz, se olió la tostada el día que Roca se acercó a dar un mitin: “es que ha pedido el desayuno desde la habitación del hotel en catalán… Así no sacamos ni un puto voto en Extremadura”, contaba desolado a Madrid. Fiasco monumental. Todo el mundo palmó pasta. Y ahí estaba nuestro héroe llorando por las esquinas de Barcelona, pidiendo ayuda para convencer a los March de que no le embargaran la preciosa casa de Port de la Selva que había heredado de su padre.Como secretario general de Convergencia desde su fundación en 1978 hasta el año 1996, y por tanto a cargo de las cuentas de la formación, Roca conoce al dedillo las mil triquiñuelas necesarias para financiar un partido en una España carente de controles democráticos. Él se las apañaba muy bien para cerrar los presupuestos anuales de CDC en las oficinas de la Garriga Nogués hasta su quiebra y disolución en 1986. En la Garriga Nogués, primero, y en La Caixa, después, le proporcionaban los millones que faltaban para cuadrar. Con tantas facilidades, no es extraño que algún notable de la coalición empezara a visitar los mismos despachos bancarios para, con una naturalidad encomiable, colocar un maletín encima de la mesa con la petición consiguiente: “¿Me lo puedes poner en Suiza…?” Se podía, naturalmente que se podía, que poner dinero en Suiza ha sido siempre una especialidad de los ricos españoles, en general, y barceloneses, en particular. Dinero del partido que quedaba en las uñas de quienes lo manejaban. Los testigos prefieren callar.Convertirse en heredero político de PujolLo que nunca hizo Roca fue descuidar sus amistades madrileñas, que él siempre fue un vendedor de influencias de Madrid en Barcelona y viceversa. Él hizo de Convergencia lo que siempre fue en Madrid: una eficaz gestoría a la que cualquier empresario catalán tenía que acudir para resolver sus asuntos en la villa y corte. Nunca, sin embargo, perdió el norte de su primigenia aspiración: la de convertirse en heredero político de Pujol y presidente de la Generalitat de Cataluña. Su último intento al respecto, siempre teledirigido por Yoda, el Gran Maestro de la Orden Jedi del nacionalismo catalán, fue la alcaldía de Barcelona, empeño en el que también fracasó cuando parecía tenerlo todo a favor. Pero don Jordi tenía otros planes. En realidad hay gente que sostiene que el molt honorable –el verdadero triunfador de aquel envite- le empujó sutilmente al fracaso de la “Operación Reformista” para hacer añicos su carrera política.El abogado lo tuvo claro cuando resultó evidente que el heredero eraJordi Pujol Ferrusola, ello a tono con las aspiraciones de una dinastía familiar dispuesta a reinar en Cataluña por los siglos de los siglos. A Roca le dio entonces un pronto y se vino a Madrid a contarle al entonces ministro del Interior, José Luis Corcuera, los desmanes de los Pujol: “Es que están robando a manos llenas”. Naturalmente Corcuera llamó al president para darle cuenta de la visita, y al honorable le faltó tiempo para afear la conducta de su pupilo. No se puso colorado el abogadito. Aseguró que estaba dispuesto a retractarse e incluso a negar la mayor, pero que a cambio don Jordi tenía que retratarse: quería quedarse con los servicios jurídicos de los Ayuntamientos de Cataluña controlados por CiU, que a la sazón eran casi todos, para el gran despacho de abogados que iba a crear con losSegura de Luna, y que iba a ser el más importante de Barcelona.Desde entonces el despacho Roca Junyent ha crecido de forma espectacular como bufetepolítico de referencia en Cataluña. La mayor parte de sus letrados son “asociados”, que trabajan a comisión. El alma mater sigue siendo el poliédrico Roca, un tipo que no se corta a la hora de llamar a María Santísima pidiendo asuntos, pleitos, facturación en suma, como corresponde a un avaro irredento, especializado en el comercio del favor y la intermediación del contacto, a quien el ReyJuan Carlos hizo un hombre en abril de 2013 cuando, por razones para muchos inexplicables, lo eligió para liderar la defensa de su hija Cristina, aunque el verdadero experto es el penalista Jesús Silva, dada la lejana relación que Roca guarda hoy con la práctica del Derecho. Tan proclive alnegoci, tan codicioso, al final Miguel Roca ha terminado adaptando su ideología a su modus vivendi, su forma de pensar a su ritmo de vida. Del que antaño pasaba por ser decidido defensor de la Constitución y de la cultura del pacto, no queda nada. El adalid en Cataluña del “espíritu del acuerdo”, la “voluntad integradora” y el “reconocimiento del pluralismo y la diversidad como garantía de estabilidad y progreso” se ha convertido, decididamente desde finales de 2012, en una de las puntas de lanza más insidiosas del nacionalismo, tal vez por puro cálculo o conveniencia.Vivir a costa de España y de las empresas españolasSu radicalización reciente es notoria. ¿Su tesis? “Yo conozco al dedillo la Constitución española y no hay nada en ella, ni un solo artículo, que impida a Cataluña convocar una consulta para decidir su futuro (…) El de Cataluña no es un problema jurídico, sino político y hay que resolverlo por vía política”. Para el letrado Roca, la Constitución del 78 que él ayudó a parir es hoy papel mojado, porque frente a la “legalidad española” se yergue la “legalidad catalana” en condiciones de igualdad. “El futuro de Cataluña depende de los catalanes y de nadie más”. Siempre en cenáculos, en conversaciones privadas. Nunca de cara al público. Siempre de tapadillo, siempre ayudado por su verbo refinado, fluido, tópico. El letrado tiene columna semanal en La Vanguardia en la que nunca ha escrito nada de interés, porque jamás se ha mojado. Es el estilo de este hipócrita consumado, con dos discursos -público y privado- y tres caras –empresario, estadista, nacionalista- siempre a punto. Es la esencia de la radical deslealtad de un individuo que sigue medrando sin ningún problema moral a costa de España y de las grandes empresas españolas.Don Miguel Roca necesitaría ser un superhombre para poder atender tantos compromisos como tiene contraídos, tantos Consejos, tantas Fundaciones… Solo la secretaría del Banco Sabadell, por ejemplo, con el lío regulatorio en curso, requeriría la dedicación a tiempo completo de un equipo jurídico. Nuestro hombre, en cambio, comparte esa tarea con la presencia en los Consejos de Endesa, de ACS, de Abertis, de TYPSA, de Accesos de Madrid y de mil cosas más, fundaciones y sociedades más o menos culturales, casi todas estupendamente pagadas, como corresponde al personaje. Los ingresos anuales de este fenómeno podrían rondar los 10 millones, muchos de ellos logrados en esas empresas españolas a cuyo Estado ahora denigra.A finales de octubre de 2013, el diario ABC, en un duro editorial titulado “Miguel Roca se quita la máscara”, le exigió que eligiera entre “atizar el separatismo o ser el discreto y prudente abogado de una infanta de España”. Lo más probable es que Roca escoja seguir con ambas cosas al tiempo, sin ningún tipo de cuestionamiento moral, y con todas aquellas que puedan contribuir a engrandecer su personal peculio, porque él no conoce más ideología que la suya, ni más interés que el personal. Y si mañana el procés constituent se desinflara, Roca cambiaría de bando sin problema. Tipos como este, alejados de la cordura de la que un día presumieron, convertidos ahora en vendedores de patrias a tanto el folio, de pronto mudos ante el escándalo provocado por la “confesión” de Pujol, son los que han contribuido de manera decidida, casi siempre en la sombra, a cavar la trinchera que hoy separa a una parte de la sociedad catalana del resto de España.
Jesus Cacho.

domingo, 21 de octubre de 2012

El Gobierno Rajoy y el asedio de las elites del dinero


El digital VozPopuli

http://www.vozpopuli.com/economia/15982-el-gobierno-rajoy-y-el-asedio-de-las-elites-del-dinero

publica el siguiente artículo de su editor Jesus CACHO con fecha 21 de Octubre de 2.012:


“Lo que un presidente del Gobierno de España no puede hacer es actuar bajo presión, y yo no lo voy a hacer”, dijo el viernes en Bruselas, tras el último Consejo Europeo, don Mariano Rajoy Brey en el tono serio y relajado que le caracteriza, a propósito del debate/dislate en que se ha convertido la petición de rescate por parte de España, para añadir “creo que he acreditado en este tiempo mi capacidad para resistir las presiones”. Y, en efecto, no parece el gallego tipo que se achante ante las presiones de sus pares comunitarios. Ahí resistirá sin problemas. Cosa bien distinta y que preocupa a quienes conocen la aguja de marear Gobiernos que desde tiempo inmemorial utilizan nuestros poderosos, es su capacidad para superar las celadas de esa elite empresarial y financiera que ahora mismo, en pleno corazón de la tormenta, se resiste cual gato panza arriba a ceder poder y privilegios y trata, a veces rozando el esperpento, de presionar a Moncloa. Para seguir en el machito, naturalmente.
“Es evidente que estamos ante un tipo honrado a carta cabal, que nunca ha mostrado el menor interés por el estilo de vida de nuestros ricos, con sus casas de campo, sus monterías, sus aviones, sus fiestas y saraos”, asegura un empresario de la periferia. “El problema no es Mariano, sino los Ministros que rodean a Mariano, y ahí las presiones están siendo atroces”. Y pone como ejemplo lo ocurrido con la reforma energética, “que ni es reforma ni es nada, puesto que se ha limitado al impuestazo y tente tieso, y no ha resuelto ninguno de los problemas de un sector que sigue produciendo una energía cara, generando un déficit de tarifa escandaloso y lastrando la competitividad de las empresas y el bolsillo de los particulares”. Lo asombroso del caso es que todos los ministros de Industria y Energía que en España han sido llegan al cargo aviados con las mejores intenciones. Todos dicen saber lo que hay que hacer –y si no lo saben, lo aprenden en un par de tardes- y se declaran dispuestos a cortar por lo sano, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Pero semanas después, llegada la hora de entrar en materia, empiezan a comportarse cual humildes corderitos, no sin antes haber visto su revolucionario ímpetu inicial adecuadamente domesticado por quienes cortan el bacalao.
“El problema no es Mariano, sino los Ministros que rodean a Mariano, y ahí las presiones están siendo atroces”, asegura un empresario.
Ocurrió con José Montilla primero, después con Joan Clos, más tarde con Miguel Sebastián, y ahora con José Manuel Soria. Todos pasan por el Ministerio como el rayo de sol a través del cristal, aunque hay quien, además, lo hace con los bolsillos llenos. En medio, la labor de los capos de la energía afectados -directamente o a través de un ejército deconseguidores, sin olvidar la presión de los medios de comunicación que controlan- dispuestos a atosigar al titular de la cosa de mil maneras. Al final, el Ministro en cuestión está más pendiente de poner la oreja en Moncloa para enterarse de qué empresario olobbista ha ido a visitar a Rajoy que de hacer su trabajo. Complacer al Presidente es cuestión de vida o muerte en nuestro sistema
Quienes viven de la tarifa se defienden con saña. ¿Cómo? Empezando por tener en nómina a personajes de la política en cesantía que aseguren la conexión con los partidos del arco parlamentario. Es el caso de la sevillana Abengoa, la mayor empresa de renovables española, que sienta en su consejo de administración a gentes de PP y PSOE por igual, en una espectacular y tupida red clientelar. La conexión bastarda entre empresa y política es igualmente clara en otras muchas grandes empresas de todos los sectores. Sirva el ejemplo de ACS, artera prueba de esa liaçon entre lo público y lo privado que tanto daño hace al desarrollo de España. Las relaciones de la constructora con el PSOE están cubiertas por Alfredo Pérez Rubalcaba. La conexión PP corre a cargo deRuiz-Gallardón y, más recientemente, del propio José María Aznar, a sueldo de esa Endesa que preside Borja Prado, íntimo deFlorentino Pérez (Felipe González, por su parte, cobra de Gas Natural). Los contactos con la Zarzuela y el Rey están encomendados a Alberto Alcocer, y, como broche de oro, Miguel Roca cubre el frente catalán de CiU.
El asalto a Repsol
Desde hace semanas se viene hablando del interés de Prado por cambiar de aires, en una de esas operaciones que recuerdan otras auspiciadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero (ese socialista enragé que galantemente libró a Emilio Botín & family de tener que dar explicaciones en sede judicial sobre el engorroso asunto del dinero olvidado en Suiza), tal que el desembarco de Sacyr en Repsol o el intento de asalto al BBVA por parte de Luis del Rivero y Juan Abelló, con el respaldo de Sebastián, entonces jefe de la oficina económica de Moncloa. Cuentan que los italianos de Enel han decidido filializarEndesa con todas sus consecuencias, con la vista puesta en una reducción drástica de costes, asunto que habría impelido al hijo de antiguo intendente de Su Majestad a tratar de buscarse las habichuelas en otros lares. Por ejemplo, en Repsol. A través de la vicepresidenta Soraya, el rompeolas donde se estrellan las maniobras de los grupos de presión patrios antes de que lleguen a Mariano, habría logrado un encuentro con el Presidente, celebrado al parecer este verano fuera de Madrid.
El interés de Pemex es hacerse con el 100% de Repsol y el acuerdo para construir barcos en astilleros gallegos, es la contrapartida
El contexto de la operación sería el siguiente: tras la expropiación de YPF, la petrolera que presideAntonio Brufau ha quedado a merced de los tiburones, después de perder el 30% de su resultado operativo y el 35% de sus reservas. Urge blindar Repsol, anclándola en un gran grupo industrial con el que aprovechar sinergias en compras de crudo, gastos de exploración y tecnología. ¿Quién podría ser ese socio? Nadie mejor que el ENI, siempre italianos en danza, que ya cuentan en España con periódicos, televisiones, automoción, eléctricas… El Ente compraría el 10% de Repsol aún en manos de Sacyr, más un 5% del paquete propiedad de Pemex (poco dispuesta, en principio, a vender, porque “el objetivo a largo plazo”, según fuentes de la azteca, “es hacernos con el 100% de Repsol, y la contrapartida del acuerdo para construir barcos en astilleros gallegos, refrendado la semana pasada porPeña Nieto ante Rajoy –política y negocios, como siempre, de la mano en España- no es otra que esa”). El presidente del nuevo invento, lógicamente, sería Prado, con un CEO tan buen conocedor del sector y tan bien relacionado como Nemesio Fernández-Cuesta. ¿Cuánto tardía el ENI en zamparse Repsol? La respuesta no está en el viento.
Dicen que Rajoy compró la mercancía, si bien dentro de su habitual indefinición (esa técnica conocida como la escalera, en la que nadie sabe si sube o baja), y se supone que más le gusta a Luis de Guindos (cena de verano en Sotogrande en casa de Prado) y naturalmente a Aznar, que para eso le tenemos en nómina. “Eso sí, Mariano ha puesto como condición que no se hará nada hasta que Isidro Fainé dé su visto bueno”. Prado ha desmentido a este diario, y de forma tajante, la operación relatada, asegurando que no se ha reunido con Rajoy desde que es Presidente. “Imposible saberlo”, reconocen en Moncloa, “porque elpresi habla con todos estos, aunque recibe a muy pocos”. Y ahí está Brufau, aparentemente sentenciado desde hace meses, aunque siga recibiendo encendidas declaraciones de amor tanto de Fainé como de Juan María Nin. Eso sí, cada uno por su orden, es decir, por separado, que no están las cosas en la Avenida Diagonal 629 para francachelas.
En el despacho de Soraya Sáenz de Santamaría confluyen desde hace meses los editores del centro derecha español, dispuestos a que el Gobierno les saque las castañas del fuego. Editores, consejeros ylobbistas varios invitan al Gobierno a meterse de lleno en la reconversión de un sector en bancarrota, animándole a que se coloque al frente de la operación, es decir, a que ponga pasta. La consigna en Moncloa, sin embargo, es “no meter los dedos en ese enchufe, porque te puedes electrocutar. Mira lo que le pasó a Aznar, y mira después lo que le ha ocurrido a Zapatero. Aquí vienen todos a presionar para que tomemos cartas en el asunto. Ni hablar: que se arreglen ellos. En esto sí que somos muy liberales y creemos en el mercado, de modo que, les hemos dicho, arreglen sus problemas, fusiónense si lo creen oportuno, y cuando se hayan puesto de acuerdo vengan a contárnoslo, que nos encantará oírles…”
Presiones a Rajoy para que nombre un vicepresidente económico
"No seremos un país moderno hasta que la esfera de lo público y lo privado dejen de rozarse, hasta que los empresarios no aprendan a competir lejos del favor político"
O mucho cambian las cosas, pues, o los editores tendrán que buscarse la vida, porque el Gobierno no parece estar por la labor. El gran grupo de centro izquierda, Prisa, ha resuelto su problema, es un decir, metiendo en el capital a grandes empresas (Telefónica) y bancos (Santander, Caixa y HSBC), no obstante lo cual siguen insistiendo con desparpajo digno de mejor causa en su independencia. Y otrosí cabe decir de la prensa catalana, dócilmente sometida a la subvención y volcada en la causa del subidón independentista de Artur Mas.
El contubernio entre lo público y lo privado, la cohabitación ilícita entre elites políticas y oligarquía económico-financiera, proverbial en la Historia de España y principal enemigo de la definitiva modernización del país, está alcanzando niveles desconocidos en estos momentos de crisis. El Consejo de Competitividad, por ejemplo, el lobby de las grandes empresas que ha puesto a la CEOE en cuarentena, renueva sus presiones ante elRey Juan Carlos para que conmine a Rajoy a nombrar de una vez por todas un vicepresidente económico, una sola voz al frente de la Economía, cargo en el que algunos quieren entronizar a Josep Piqué, ex ministro de Industria y Exteriores con los Gobiernos de Aznar, buen comunicador y, además, catalán, condición que ahora cotiza al alza en la bolsa de valores del futuro. Catalán es también el antes citado Fainé, un hombre con todos los frentes abiertos en su propia casa, empeñado en tender puentes y propiciar un arreglo entra Rajoy y Mas, entre Gobierno central y Generalitat, con el objetivo puesto en salvar la “neutralidad” de La Caixa en momentos tan apurados como los actuales.
Por loables que resulten los esfuerzos de unCésar Alierta empeñado en arrimar el hombro para ayudar al Ejecutivo a superar el trance, es evidente que un vicepresidente económico resultaría más fácilmentebizcochable que dos ministros a la greña, con uno de los cuales es casi imposible atar cabos. Desde los tiempos de Juan March, el hombre que, en palabras de Cambó, representaba “lo más escandaloso que ha habido en el mundo, porque, durante once años, el señor March ha tenido a su disposición a ex-presidentes del Consejo y a Ministros, y ha mandado en España destituyendo Gobiernos a su antojo”, no se veía tan larga y descarada la mano del dinero haciendo y deshaciendo en asuntos de la res publica. ¿Resistirá de verdad Rajoy las presiones? El corolario es descorazonador: parece evidente que más pronto o más tarde lograremos salir de la crisis, pero no seremos un país moderno hasta que la esfera de lo público y lo privado dejen de rozarse, hasta que los empresarios no aprendan a competir lejos del favor político, y hasta que la elite política no decida sacar las manos de los negocios privados. Hasta que eso ocurra, seremos un país carcomido por la corrupción. Un país de segunda división.
Jesus CACHO.

Por su parte, F.J.  ha publicado en dicho digital
con los números 82-83, el siguiente COMENTARIO:  


Interesantísimo este artículo tanto por la cantidad de información que contiene como por las opiniones que refleja. Comienza con las palabras de Rajoy:“Lo que un presidente del Gobierno de España no puede hacer es actuar bajo presión, y yo no lo voy a hacer”, pues efectivamente todo el tema de la la petición de rescate se ha convertido en un “debate/dislate” que está dando la razón a MR en su calma para tomar la última decisión sin las urgencias que algunos pretenden.
“El problema no es Mariano, sino los Ministros que rodean a Mariano”, que verdad es esta y cómo recuerda lo que se decía maliciosamente en la época del Caudillo refiriéndose a sus ministros;lo mismo que cuando dice:todos los ministros(deInd y En) llegan al cargo aviados con las mejores intenciones. Todos dicen saber lo que hay que hacer y se declaran dispuestos a hacerlo”(arreglar la RENFE, que se decia entonces, y la Renfe no tiene arreglo, afirmaba con sorna el General).En el siglo XXI el problema de nuestra economía ya no es la Renfe sino resolver adecuadamente la reforma energética,dado que “quienes viven de la tarifa se defienden con saña” por ej.los de Abengoa,Acs,Florentino, B. Prado,Los Albertos,Roca.
Interesantísimo el epígrafe titulado “El asalto a REPSOL”,también relacionado con la ENERGIA;veremos a ver cómo acaba la cosa.Finalmente,el tema del vicepresidente económico;yo siempre había opinado que fue un error no haber creado esta figura desde el principio;a la vista de lo visto y de lo que se deduce: “un vicepresidente económico resultaría más fácilmente bizcochable que dos ministros a la greña” me parece que estoy cambiando de opinión.
Finalmente,afirma don JC:”El corolario es descorazonador:parece evidente que más pronto o más tarde lograremos salir de la crisis”,yo creo que si,sin duda saldremos,“pero no seremos un país moderno hasta que la esfera de lo público y lo privado dejen de rozarse y hasta que la elite política no decida sacar las manos de los negocios privados”, sinceramente yo creo que esto no ocurrirá NUNCA, como también creo que en ningún pais del mundo ocurre. La diferencia es que en otros paises existen instrumentos efectivos de control que hacen mucho mas difícil la corrupción y por eso aquí y ahora se necesitaría disponer de esos controles aunque mucho me temo que no van las cosas por ahí y por tanto como bien dice don Jesus: “Hasta que eso ocurra, seremos un país carcomido por la corrupción. Un país de segunda división”.Que pena ¿no?
F.J.