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viernes, 18 de febrero de 2011

De Fundaciones, Fundación Civil, Mario Conde.......(2ª parte)

Acto de presentación de la Fundación Civil
Reproduzco íntegramente las reflexiones de M.C. acerca de la recientemente presentada Fundación Civil, en las que relata en primera persona sus inquietudes y responsabilidades antes y después de la citada presentación.
Estamos ante un hecho de singular importancia que probablemente tendrá repercusiones en la sociedad española; el tiempo dirá si se confirma, esperemos que si, que esta Fundación, ahora recién nacida, se desarrolla conforme a los deseos e ilusiones depositados en ella.
Nada es imposible, como reza uno de los "leit motive" de la Fundación.
F.J.

Los días anteriores a la presentación de la Fundación me sentía inquieto. Algunos, cercanos y bien intencionados, me advertían acerca del riesgo implícito en el movimiento, al atreverme -según me apuntaban- a decir en alta voz cosas que nadie pronuncia de tal manera, aunque sean muchos los que piensen de tal modo. Atreverse, esa es la cuestión. Pero con humildad admito que tal admonición no me provocaba inquietud alguna. Por supuesto que no sentía miedo, tal vez porque en mi caminar vital ese sentimiento ha quedado desterrado, lo que no siempre es totalmente beneficioso, porque la ausencia de miedo genera libertad interior, lo que algunos llaman libertad real, pero también puede convertirse en un sendero que conduzca a remansar en una inútil, tal inútil como perjudicial, soberbia o prepotencia. No es mi caso. Al menos eso creo. Mi ausencia de miedo se cimenta en la experiencia de deglutir sufrimiento y se sentirme capaz de mantener las convicciones en pie cuando el poder, en sus distintas manifestaciones, las somete a pruebas dolorosas, algunas en extremo insuperable. Aún ayer mismo, durante el almuerzo, preguntaba a persona de la que me fío, algo tan inusual como por dónde podrían venir los tiros contra nosotros a raíz de esta presentación, qué medidas podrían adoptar, desde que atalaya los disparos..: en fin, cuestiones desgraciadamente normales cuando nos sentimos solos y cuestionando los cimientos de una estructura de poder que impide a la sociedad civil manifestarse por sí misma, y lo impide por el luctuoso método de matar la iniciativa interior, la inquietud de querer ser individuo y no número, de sentirse parte integrante de una entidad viva y no solo un agregado numérico en todas nuestras manifestaciones sociales. Pero no sentía -como digo- el menor miedo. Como mucho mis preguntas gozaban del sabor intelectual de la curiosidad a la que apelaban los clásicos.Mi inquietud derivaba de una reflexión: nada hay peor que concitar expectativas latentes en el alma social y defraudarlas de una u otra manera. La frustración que ello provocarían tendría proporciones indeseables. Y el día 16 se lanzaría a la vida una Fundación Civil que seguramente canalizaría las aspiraciones, inquietudes, deseos, emociones y otra suerte de sentimientos de muchas personas. Está por ver de cuántas, pero en todo caso muchas. Y eso significa asumir una responsabilidad considerable. Así lo sentimos todos los miembros del Patronato de la Fundación cuando organizábamos el acto. Por un lado, ilusión y esperanza. Por otro, la sensación de responsabilidad. No se trata de que alberguemos emociones salvíficas ni que nos consideremos patrones del motor del giro histórico. No. Es mucho mas modesto y a la vez profundo nuestro sentimiento. Creemos que podemos canalizar ilusiones. Sabemos que las emociones ocupan un lugar preferente en el equilibro del ser humano. Despertarlas, canalizarlas, orientarlas, convertirlas en realidades tangibles, es positivo. Defraudarlas, es dañino.Por ello sabíamos que el día de la presentación implicaba un camino sin retorno. Desde ese instante ya no cabía mas que un caminar hacia adelante, suceda lo que suceda, ocurra lo que ocurra. Nuestro compromiso era caminar, aunque el éxito no dependería exclusiva, ni siquiera preferentemente, de nosotros, sino de la sociedad en su conjunto. Nosotros nos atrevíamos a la iniciativa y a presentarla de viva voz y de cuerpo presente, pero es la sociedad la que debe decir, con su conducta sostenida, si es verdad que tiene algo mas que ideas, esto es, si dispone de convicciones.Porque las ideas que penetran en nuestro torrente sanguíneo, que dejan de vivir exclusivamente en el cerebro físico para alimentarse metafóricamente en el corazón, se convierten en convicciones. Y aquel que renuncia a sus convicciones en el altar de las conveniencias, jamás sentirá este tipo de inquietudes que alimentan el basamento de nuestra Fundación. Escribirá, redactará documentos, presentará formalmente iniciativas…Palabras, palabras, palabras…Pero nosotros bien sabemos que la palabra no es la cosa.Esa era mi inquietud: la conciencia de la irreversibildiad del movimiento, de la trascendencia del inicio. Aun sabiendo, como apuntaba Joaquin, que, para quiénes creen en la importancia de los momentos astrológicos en las iniciativas humanas, la luna, esto es, lo que de antiguo se decía “los astros”, nos eran propicios por su momento de situación en el cielo, de modo que la calidad de la energía que ese día consumiríamos sería adecuada a la naturaleza del fin perseguido.Quizás esa sensación fue la que provocó que la convocatoria tuviera ciertos aspectos insólitos: un miércoles y a las seis de la tarde. Pensaba que cualquier iniciativa de las ordinarias, no digamos una conferencia, que se presentara con semejante horario, no sería capaz de aglutinar mas que un puñado de fieles seguidores a ultranza. Pero en sí mismo, al tiempo, se convertía en una buena vara de medir convicciones, o, cuando menos, de deseos de sentir como esas convicciones comenzaban a ponerse en pie. Pero, lo admito, el modo y manera de convocar provocó en mi la sensación de que no mas allá de 250 personas acudirían al evento y por ello debatimos si debíamos contratar solo uno de los dos salones que nos ofrecía el Hotel como lugar de encuentro. Personalmente era partidario de uno solo. Los demás, debo decirlo, se inclinaban por ampliar. César Mora decía que podríamos morir de éxito si la asistencia resultaba masiva  y mucha gente se quedaba sin poder entrar. Insistieron hasta que, a la vista de como evolucionaban las invitaciones y recados que recibíamos,  me rendí al deseo y pusimos en marcha el siguiente local. Menos mal.Admito que contemplar a las cuatro y media de la tarde un inmenso salón en el que se colocaban de modo ordenado ni mas ni menos que quinientas cincuenta sillas, provocaba una especie de vértigo que  solo se conoce cuando se vive, por aquello de que la verdad es una experiencia. Pero a esa hora cuando todavía quedaban noventa minutos para que diera comienzo el acto, ya unas cuantas personas, y no pocas, se agolpaban frente a la puerta esperando a que abriéramos el acceso al local. Confieso que comencé a sentir un pálpito positivo, pero seguí sin querer rendirme interiormente, hasta que finalmente Daniel Movilla e Iñigo Gomez Bilbao me trajeron la noticia mientras esperábamos en un rincón del hotel para no enturbiar el acceso al salón. Me dijeron que todavía quedaba media hora y ya todas las sillas estaban ocupadas y mucha gente comenzaba situarse de pie. Sencillamente impresionante. Me agité interiormente, lo reconozco, y eso que al día hoy lo que es capaz de provocarme este tipo de movimientos de los adentros no se caracteriza por su amplitud cuantitativaEmocionante el espectáculo desde la mesa. Creo que es el mejor modo de sintetizar la sensación de contemplar aquel inmenso salón abarrotado de gente. Tengo cierta experiencia y puedo captar los sentimientos que emanaban aquellas personas. Formamos un todo, no lo olvidemos. Somos comunidad, no lo marginemos. Y todos, en un determinado momento, cuando del lenguaje del corazón se trata, emanamos un tipo de energía que vibra en la misma longitud de onda, que unifica, que agrega, que cimenta, que une, que conforma un verdadero cuerpo cuántico de conciencia. Eso percibí. Y con esa sensación dentro de mi comencé a hablar.Hoy quería transmitiros esta idea. Soy consciente de la responsabilidad que estamos asumiendo. Somos todos personas que sentimos que si conseguimos que la sociedad se conciencia verdaderamente del momento histórico que nos toca vivir y se atreve a querer ser dueña de su propio destino, el 16 de Febrero habremos contribuido a algo importante. Nosotros no tenemos mas deseo que impulsar movimiento. Por eso llamamos a fundaciones, asociaciones, clubs, ateneos, organizaciones, en fin, a todo ese cuerpo orgánico de la sociedad que hoy se encuentra si no totalmente vacío, sino suficientemente controlado, como para ser casi inerte a sus verdaderas misiones. Ese es el camino. Y en ese sentido daremos los primeros pasos, y los siguientes, y los otros, y los de mas allá. Porque, insisto, no tenemos afán de protagonismo. Lo que cuenta es la idea, el proyecto. Mejor dicho, lo que cuenta es no quedarnos en palabras sino en hacer cosas, porque las cosas que tenemos que hacer en este orden son de gran importancia.De ahí la inquietud que sentía antes del inicio del acto. De ahí la que sentimos todos nosotros después del éxito. Nuestra página web se ha movido de manera exponencial. Los recados no cesan, las palabras de aliento no dejan de recibirse.Todo eso está muy bien, pero esos sentimientos hay que canalizarlos, ordenarlos. Cierto es que las aguas siempre acaban creando su propio cauce y que no debemos ser mas papistas que el papa, como se dice vulgarmente, pero en todo caso necesitamos un mínimo de armazón, de estructura, de fondos, de ayudas, de ideas, de pasos, de movimientos…En fin, todo eso que todos sabemos bienEn eso estamos.Esperamos cumplir nuestro compromiso.Esperamos que la sociedad se atreva a pasar de la palabra a la acción.Precisamente por este deseo quisimos que el Profesor Merino expusiera su idea del escudo y la espada como instrumentos de defensa de la sociedad civil dentro de la legalidad. A eso vamos: a presentar un primer proyecto articulado para conseguir una ley de iniciativa legislativa popular que opere en las dos direcciones: la de pedir leyes y la de derogar leyes. Será el momento crucial. Sabemos que los partidos políticos no gustan de estas cosas. No les atrae la democracia directa. Se instalan cómodos en la llamada representativa. Pero no queremos renunciar a participar en nuestro propio destino. La tecnología lo permite y el momento de Occidente lo reclama. Otros pueblos lo tienen en medida mucho mas eficaz que nosotros. No podemos seguir siendo europeos de segunda en estos campos capitales. Será el momento de reclamar masivamente la nueva norma. Veremos la respuesta. Ella nos indicará el camino a seguir.Autor: Mario Conde.www.fundacioncivil.org

jueves, 17 de febrero de 2011

De "Fundaciones", movimientos sociales, Sociedad Civil, Tea Party.Presentación de la Fundación Civil de Mario Conde.

Acto de presentacion de la Fundación Civil

Ayer, 16 de febrero de 2011, Mario Conde presentó oficialmente la Fundación Civil en el Hotel Intercontinental de Madrid, en un acto que fue televisado en directo por Intereconomía TV.La afluencia de público superó todas las expectativas y el salón habilitado para acoger el acto, con capacidad para más de 500 espectadores sentados, se quedó pequeño. El auditorio estaba completamente desbordado, con tanta gente sentada como de pie, de manera que unas 1000 personas presenciaron y participaron en vivo de este primer acto de la Fundación Civil (F.C.).
El presidente de la F.C., Mario Conde, realizó la presentación en la que expuso los pilares básicos que rigen esta Fundación y sus objetivos, cuyo embrión se encuentra ya en su discurso “Sociedad civil y poder político” que pronunció en  1993 y de ahí surgió esta iniciativa popular, que según Mario Conde debe ayudar a combatir “el miedo” y crear “una conciencia social basada en convicciones”.
El objetivo del acto organizado ayer no era solo presentar la Fundación, sino comenzar a actuar. Para ello, se planteó un primer tema de debate:
la Iniciativa legislativa popular
El catedrático de derecho constitucional, José Fernando Merino Merchán, letrado del Consejo de Estado y letrado de las Cortes, expuso el tema de forma clara y con total precisión, explicando sus peculiaridades en la legislación española, las alternativas existentes y las experiencias positivas en otros países, dejando claro que la legislación española sobre esta materia está creada, precisamente, para evitar la intromisión de la sociedad civil en la elaboración de las normas jurídicas que rigen nuestra convivencia. Como muestra, puso un ilustrativo ejemplo: desde la entrada en vigor de la actual Constitución en 1978, las Cortes Generales solo han aprobado un proyecto de ley planteado mediante este procedimiento.Existe, por lo tanto y como dejaron claro tanto el catedrático Merino como Mario Conde, un amplio margen de cambio y mejora en la Ley Orgánica reguladora de la Iniciativa Legislativa Popular, especialmente teniendo en cuenta las facilidades que nos proporciona la tecnología actual, para avanzar hacia una verdadera democracia participativa en nuestro país. La F.C. pone en marcha desde este momento una propuesta legislativa alternativa a la actual Ley de Iniciativa Legislativa Popular, propuesta que presentará la Fundación por toda España, así como los avances de ésta, según un calendario que el patronato está diseñando y del que informará puntualmente.(*)
Así,este movimiento nace con la intención de convertirse en un foro social “en defensa de la libertad, el humanismo y la sociedad civil” y su  propósito final NO es avanzar hacia la creación de un partido político, afirmó M.C., sino impulsar la participación ciudadana para "interceder en favor de todos" en las decisiones que toman los legisladores. “No queremos suplantar a nadie, queremos ser nosotros”, explicó el empresario, en cuya intervención hizo especial hincapié en la necesidad de modificar la Ley electoraly simplificar los procedimientos para que la influencia de las iniciativas populares sea una realidad.
M.C afirmó además, que lejos de lo que algunos apuntan, él no tiene “ningún afán de protagonismo” y que lo único que ha impulsado la formación de este movimiento es “despertar” a la sociedad del letargo en el que se encuentra y también a la “clase política endogámica”. “Si nos organizamos al final los partidos políticos tendrán que escucharnos”, aseveró Conde.
Financiación de partidos:
Los aplausos fueron más intensos en el momento en el que Conde elevó al foro la necesidad de que los partidos políticos al igual que determinados movimientos sindicales “se financien con personas que quieran hacerlo y no con cargo a los Presupuestos Generales del Estado”
Simplificar la estructura del Estado 
y avanzar en una unión de municipios que sirva para eliminar cargos innecesarios es otra de las medidas por las que aboga esta Fundación.
Recuperar las competencias
en materia de educación, sanidad, política fiscal y relaciones internacionales son también algunas de las propuestas de este foro, que pretende convertirse en un ágora en la que todos los ciudadanos tengan un espacio para dialogar y llegar a consensos sobre cuestiones clave para el futuro de la sociedad.
Al final hubo un coloquio y los asistentes formularon preguntas que fueron contestadas por los Sres. Merino y Conde. El acto fue, por lo tanto, un acto participativo, abierto a la intervención de los asistentes.
“Nada es imposible”
ése es el espíritu de  esta F.C.; como señaló ayer su presidente, la Fundación Civil está abierta a colaborar con otras Fundaciones, con los Ateneos y asociaciones de toda clase, siempre y cuando exista un ideario y objetivos comunes. 
(*)Toda la información relativa a ello así como este texto íntegro de la presentación oficial se puede encontrar en los diferentes apartados de la web:http://www.fundacioncivil.org y en el diario “La Gaceta”.
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NOTA de F.J.:Leyendo los objetivos de la Fundación Civil (F.C) no puedo menos de recordar los propósitos y circunstancias con los que apareció en los USA el movimiento Tea Party (TP): fortalecimiento de la libertad individual, en definitiva, de la Sociedad Civil frente a la prepotencia del Estado. La sociedad española, valora cada vez menos a sus políticos y  desconfía de los partidos políticos, sindicatos, y en genral de todas las instituciones del Sistema
(MC dixit).Aparentemente, aquí se dan casi todas las circunstancias para el nacimiento de un movimiento similar al TP aunque en  España sería muy complicado pues los partidos dominantes son muy poderosos y  pueden dinamitar  cualquier movimiento social que no manejen ellos mismos.
En estas condicionnnes es muy loable y digno de total apoyo una inciativa como la protagonizada por esta Fundación Civil que  MC ha fundado, puesto que, estoy seguro, solamente va a cosechar  intentos para sofocarla e impedir su éxito por parte del “sistema”.Predicando con el ejemplo, yo mismo ya me inscribí desde un principio, tanto en el Foro como en la Fundación.
F.J.