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lunes, 18 de junio de 2018

Ivan Duque, nuevo Presidente de Colombia.

Iván Duque, (1 agosto 1976 , Bogotá, Colombia), según la Registraduría Nacional del Estado Civil, ha obtenido el domingo 17 junio 2.018,  una votación de 10.373.080 votos, equivalentes al 53,98%, mientras que su opositor, Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana, recibió 8.034.189 sufragios (41,81 %), por lo que será a partir del próximo 7 de agosto el nuevo Presidente de la República y sucesor del ya ex presidente Juan Manuel Santos. La Vicepresidenta de Colombia y compañera de candidatura es, Marta Lucía Ramírez  siendo por primera vez en Colombia una mujer la que ocupa este cargo.
El presidente Duque es un abogado de 41 años que se ha convertido en el segundo presidente más joven de la historia de Colombia; cursó estudios en los EE.UU. y desarrolló amplia trayectoria en organizaciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Fue en su paso por el BID, en su sede en Washington D.C., donde conoció al hoy ex Presidente Uribe mientras éste todavía ejercía como presidente de Colombia.De la mano de Uribe llegó al Senado hace cuatro años y, poco a poco, fue ganando notoriedad en su partido Centro Democrático.
Fue uno de los mayores interlocutores durante la campaña protagonizada por el uribismo en contra del acuerdo de paz con la ex guerrilla de las FARC en la que el "no" se impuso en octubre de 2016.
En una entrevista concedida el sábado al diario español LA RAZÓN, Duque aseguró que su mayor prioridad como presidente será unir a los colombianos, sobre todo después del referéndum acerca de los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC, en el que ganó el «no» al pacto firmado por Santos. También afirmó que su gabinete estará compuesto por un equipo técnico «con personas de gran solvencia ética y buena capacidad de comunicación». Duque quiso dejar claro que hay aspectos del acuerdo de paz de La Habana que él respetará, pero aseguró que se tienen que revisar cuestiones como los castigos para los autores de crímenes de lesa humanidad y desvincular el narcotráfico de los delitos políticos. Como candidato ha basado su campaña en la inclusión y la unión del país y en la necesidad de atraer más inversiones a Colombia.
Aunque el margen entre ambos candidatos  contendientes –casi dos millones y medio de votos–,  es amplio lo cierto es que la votación del perdedor, Gustavo Petro, el candidato izquierdista derrotado, marca un precedente histórico en el país: es la primera vez que un candidato de izquierda sobrepasa los 8 millones de votos (8.034.189 sufragios) .Duque recibió en esta segunda vuelta 2,8 millones de votos más que en la primera, mientras que Petro amplió su caudal en casi 3,2 millones con respecto a la votación de hace tres semanas.
El acuerdo de paz  es uno de los retos del nuevo Presidente en el Congreso pues  deberá cumplir la promesa que hizo en campaña de "modificar" dicho acuerdo con las FARC, firmado en noviembre de 2016 y que tanto en su letra como en su aplicación es rechazado por buena parte de sus electores aunque  la comunidad internacional, Estados Unidos incluido, ha cerrado filas en torno al mismo y será muy difícil modificarlo sustancialmente sin perder ese apoyo.
Por ahora, Duque parece tener los astros alineados a su favor porque Rodrigo Londoño, jefe del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) en que se transformó la antigua guerrilla, lo felicitó hoy y reconoció su triunfo como una decisión de las mayorías.
Finalmente felicitar a los colombianos por haber culminado estas decisivas elecciones en las que ha brillado la libertad de voto y la limpieza de todo el proceso electoral y han sabido elegir un candidato liberal, democrático y moderado muy lejos del populismo bolivariano,  dictatorial y marxista que está asolando Venezuela.
F.J. de C.
Madrid, 18 de junio de 2.018


domingo, 20 de febrero de 2011

Colombia: Nuevas amenazas para la paz. Las bandas criminales, "Bacrim"


Por si no fuera bastante la existencia de las FARC, grupo terrorista aliado al narcotráfico en Colombia desde hace mas de sesenta años  pero cada día mas controlados desde la valiente acción de Alvaro Uribe, desde hace poco tiempo están actuando como grupo armado organizado de malhechores, LAS CACRIM muy violentos.Este interesante artículo de BBCmundo describe las nuevas actividades delictivas de Bacrim también ligadas con los narcos.
F.J.

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos acepta que las nuevas bandas criminales Bacrim ( ba+crim) son ahora “el nuevo enemigo” en Colombia, un país con un conflicto armado de 60 años, alimentado en buena parte por el narcotráfico.Así lo reconoció hace pocos días el ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, al hablar de las “bandas criminales emergentes”, que han sembrado el miedo en algunas regiones, donde se les atribuyen asesinatos y otros delitos, como secuestros, desapariciones forzadas y extorsiones.En enero pasado, las Bacrim saltaron a las primeras planas de los medios cuando asesinaron a dos parejas de estudiantes universitarios en el caribeño departamento de Córdoba, un zona donde hay una importante actividad de narcotráfico.Las Bacrim son organizaciones armadas que podrían sumar unos 7.000 hombres”, le dice a BBC Mundo el politólogo Mauricio Romero, profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá e investigador de la Corporación Nuevo Arco Iris, que hace estudios sobre la violencia.Son grupos armados con muchas denominaciones y algunos de los cuales son rivales entre sí y se disputan territorios, rutas y mercados, como “Los Rastrojos”, “Los Urabeños”, “Los Paisas”, “Las Águilas Negras” o “Ejército Revolucionario Anticomunista de Colombia”.El gobierno cree que las Bacrim han hecho alianzas con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, por temas relacionados con el tráfico de drogas.Mauricio Romero anota que esas alianzas son solo en algunas regiones y asegura que ese argumento sirve para “criminalizar a las FARC y torpedear cualquier negociación con la guerrilla”.Amenaza en época preelectoralAunque el gobierno no ha cuantificado a las Bacrim, el ministro Vargas Lleras admite que esas bandas hacen presencia en amplias zonas del norte, el este y el oeste de Colombia.Esta semana, el ministro Vargas Lleras advirtió que esas bandas podrían llegar a alterar las próximas elecciones regionales de octubre en al menos 64 de lo 1.100 municipios del país.Los preocupante es que en la lista de zonas en riesgo electoral por las Bacrim aparecen ciudades como Medellín, la segunda del país, o Cúcuta y Arauca, dos capitales ubicadas en la extensa frontera con Venezuela.Se sabe que las Bacrim están conformadas por mandos medios paramilitares que nunca se desmovilizaron –como sí lo hicieron unos 32.000- por otros que retomaron las armas, por mercenarios que pertenecieron a las fuerzas armadas y por jóvenes pobres, reclutados en zonas urbanas y rurales.Para algunos las Bacrim son fenómenos similares a los que se dieron con grupos armados que surgieron en Centroamérica después de los procesos de paz en Guatemala, El Salvador y Nicaragua.Se sabe también que las Bacrim se nutren especialmente del narcotráfico, pero también de otras rentas derivadas de los juegos de azar, la prostitución, la minería y la extracción ilegal de maderas, entre otras fuentes.
¿Neoparamilitares o simples delincuentes?Pero no hay consenso en el carácter que se les debe dar a las Bacrim. Algunas organizaciones no gubernamentales las consideran paramilitares, mientras que voces del gobierno y la Organización de Estados Americanos, OEA, prefieren catalogarlas como simples grupos criminales.No es un mero capricho, pues si las Bacrim se clasifican como grupos organizados y armados al margen de la ley, podrían reclamar que se les apliquen las normas del derecho internacional humanitario y hasta exigir un tratamiento político.El director de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz, de la OEA, Mapp-Oea, Marcelo Álvarez, le insiste a BBC Mundo que las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, que hicieron un proceso de paz con el ex presidente Álvaro Uribe, “han desaparecido como una realidad política”.Alvarez defiende los logros alcanzados por el proceso de paz hecho por Álvaro Uribe y señala que parte de las fuerzas desmovilizadas "han reaparecido, no como paramilitares, sino como bandas criminales ligadas de manera explícita al narcotráfico y a otras actividades ilegales".Por su parte, Mauricio Romero admite que, “a diferencia de los antiguos paramilitares que tenían intereses en la política nacional, las Bacrim están más interesadas en la política local”.Sin embargo, Romero advierte que ver a esos grupos únicamente como una expresión del crimen organizado es “una visión muy limitada”.Y añade que la organización Human Rights Watch considera a las Bacrim como “las herederas de los paramilitares”, mientras que otra organización defensora de derechos humanos, la Comisión Colombiana de Juristas, “prefiere definirlas como neoparamilitares”.Pero, sea cual sea el carácter que se les dé, nadie puede negar que las Bacrim se han convertido en una nueva pesadilla para muchos colombianos.