Introducción.
Si existe alguna institución desprestigiada en la ESPAÑA actual, esta es sin duda los sindicatos de clase.
Apenas tienen afiliados pero se irrogan la representación del mundo laboral olvidándose de los pensionistas, parados y autónomos que constituyen los sectores más débiles, a pesar de lo cual apenas tienen en estos sindicatos la más mínima acción de defensa o de reivindicación de sus intereses.
Los recientes escándalos de los ERE falsos en Andalucía, investigados por la juez Alaya en Sevilla con cientos de imputados por malversación, desde los dos expresidentes la Junta hasta un elevado número de dirigentes políticos socialistas y sindicales han contribuido al desprestigio de estas instituciones; desprestigio que se ve incrementado recientemente por el descubrimiento del fraude millonario en cursos de formación para parados, también, y no es casualidad, en Andalucía.
Algo acerca de la historia sindical.
Históricamente el movimiento sindical nació en el XIX para defender los derechos de los obreros; en esos primeros años de la revolución industrial, los obreros estaban explotados por un capitalismo salvaje que hasta la misma Iglesia condenó en la Encíclica Rerum Novarum de su santidad el Papa León XIII. Los sindicatos fueron imprescindibles entonces y todavía hoy son necesarios para defender los derechos de los trabajadores, pero no están para utilizar su fuerza como arma de presión política contra el gobierno de turno, preferentemente si no es de izquierdas.
El régimen del Generalísimo Franco creó la Organización Sindical, sindicatos verticales de afiliación obligatoria y que a lo largo de los años se convirtió en una de las estructuras fundamentales de aquel régimen llegando a conformarse casi como un Estado dentro del Estado nacional y acumulando un importante patrimonio como consecuencia de la recaudación de la llamada “cuota sindical” que gravaba, obligatoriamente, las nóminas de todos los trabajadores españoles.
El sindicato Comisiones Obreras, CCOO, nació en 1.957 en la mina La Camocha (Gijón); inicialmente este sindicato estaba promovido y vinculado al partido comunista de España, entonces clandestino. El sindicato Unión General de Trabajadores, UGT, ligado al partido socialista y correa de transmisión de este, fue pionero en Èspaña del movimiento sindical desde el siglo XIX consiguiendo una gran implantación antes de la guerra civil.
La Confederación Nacional de Trabajadores, CNT, sindicato anarquista, fuertemente implantado antes de la Guerra Civil, también permaneció inactivo durante los cuarenta años del franquismo renaciendo después con escasa implantación.
La situación dia de hoy.
Ambos sindicatos CCOO y UGT se han convertido de facto en un sindicato único. El sindicato anarquista CNT, apenas tiene implantación nacional, si bien sus actuaciones se caracterizan por la violencia mas extrema dando cobijo, cada vez mas a grupos de violentos y antisistema.
USO, sindicato minoritario con apenas implantación nacional y algún otro sindicato de ambito local como el vasco nacionalista ELA-STV , y CESIF, Central Sindical Independiente y de Funcionarios, conforman el panorama sindical.
Financiación de los sindicatos.
A diferencia de los sindicatos de las naciones democráticas que se financian única y exclusivamente mediante las cuotas de sus afiliados,los sindicatos españoles, prácticamente sin afiliados que paguen su cuota, se financian directa e indirectamente con fondos públicos y subvenciones mas o menos transparentes recibidas de los presupuestos generales del Estado; sus dirigentes forman parte del “stablishment”, y pertenecen a los consejos de gobierno de las Cajas de Ahorro,(instituciones venerables del ahorro hispano, hoy día desaparecidas del panorama bancario por su mala gestión a la que contribuyeron sin duda los políticos y sindicalistas infiltrados en sus Consejos; pero este es otro tema que por si solo requeriría un estudio completo).
Los liberados sindicales.
Otra característica peculiar de los sindicatos españoles es la figura de los “liberados sindicales”; estos privilegiados “trabajadores” suponen una rémora para todas las empresas que se ven obligadas a soportarlos en plantilla a su cargo y satisfacer la correspondiente carga salarial sin recibir la justa contrapartida productiva de ellos que no aportan productividad alguna.
El patrimonio sindical heredado.
A todos los privilegios económicos anteriormente citados, se suma uno más y no menos importante: el patrimonio heredado. Los sindicatos recibieron de forma gratuita el enorme patrimonio acumulado por la Organización Sindical durante el régimen franquista. En 1981, el Gobierno suscribió con UGT y CCOO un acuerdo por el que se comprometía a ceder de manera gratuita todo el inventario de la Organización Sindical. Así las cosas, los sindicatos disfrutan de numerosos edificios, muchos de ellos de un gran valor histórico y con una ubicación excelente en donde han establecido sus sedes y diversos centros en los que se aloja su numerosa burocracia.
Estudio de la financiación y subvenciones percibidas por los sindicatos.
El profesor Miguel Buesa, catedrático de Economía en la Universidad Autónoma de Madrid ha realizado un riguroso estudio de las subvenciones que reciben los sindicatos españoles que puede leerse en el siguiente enlace:
Bases para implantar un nuevo modelo de relaciones laborales.
Exigir tanto a la patronal CEOE, como a los sindicatos Comisiones Obreras UGT y demás entes, la publicación de sus cuentas auditadas de los últimos cinco años. Un cuadro completo de origen y aplicación de fondos recibidos, incluidos los cuantioso de la Unión Europea, sería de una gran utilidad para explicar a los españoles qué se ha hecho con una parte no desdeñable de sus impuestos y fondos europeos.
- Elecciones sindicales transparentes con control externo y voto secreto en todos los casos. Prohibir cualquier acción sindical con votación a mano alzada como es hoy habitual.
- Aplicación contundente de la ley a los llamados piquetes informativos, históricamente muy violentos, procediendo a su detención y puesta a disposición judicial cuando proceda.
- Prohibición de subvenciones públicas a la CEOE y a los sindicatos. Los verdaderos sindicatos representativos viven de las cuotas de sus afiliados, que dejarán de ser recaudadas por las propias empresas.
- Acabar con la figura de los "liberados sindicales" incrustados en las empresas, absolutamente intocables y con privilegios inauditos.
- La formación profesional debe ser recuperada por el Estado. Recientemente se ha destapado en Andalucía el escándalo de los cuantiosos fondos públicos asignados a esta actividad se han malgastado y malversado por la Junta andaluza en el poder desde desde tiempo inmemorial
F.J.de C.
MADRID, 1º DE MAYO de 2.014, Fiesta de San José Obrero.