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miércoles, 22 de febrero de 2012

Consideraciones sobre el 23F1981

Mensaje del Rey el 23F1981
Introducción
Se cumplen 31 años del intento de golpe de estado que fracasó precisamente por la actitud imprevista de Tejero al impedir que el general Armada accediera al hemiciclo para postularse como nuevo Presidente desbaratando así los planes inicialmente trazados.
El rocambolesco 23F concluiría con con un fallo del Tribunal Supremo condenando a treinta años a los generales Armada (cumplió diez años), Milans (cumplió siete años) y al teniente coronel Tejero (cumplió quince años); absolviendo al comandante Cortina (Cesid) y con distintas penas entre doce años y seis a otros oficiales, ninguno de los cuales llegó a cumplir las condenas completas.
Los precedentes del 23 F

  • La violencia de Eta estaba desatada; 124 víctimas en 1980 y otras ocho mas entre 1º enero y el 21 de febrero, destacandose el secuestro y asesinato del ingeniero de la central de Lemóniz Jose Mª Ryan.
  • Los reyes viajan al País Vasco del 2 al 4 de febrero, visitando la Casa de Juntas de Guernica, donde los diputados de Herri Batasuna Eta les reciben con un fuerte abucheo y graves incidentes.
  • La creciente división en UCD hace temer a Suarez  la traición de algunos de sus miembros apoyando una nueva moción de censura socialista.Una huelga de controladores impide la celebración del II Congreso de UCD en Mallorca.
  • El distanciamiento entre Suarez y el Rey es cada día mas notorio.
  • El 29 de enero dimite el Presidente Suarez.
  • Entre los días 6 y 9 de febrero, por fin, tiene lugar el II Congreso de UCD, donde es elegido como presidente Agustín Rodríguez Sahagún, y, Leopoldo Calvo-Sotelo es nombrado candidato a presidente del Gobierno.
  • La Administración norteamericana estaba disconforme con la errática política exterior de Suarez (Cuba, Arafat, paises no alineados) y presionaban para el inmediato ingreso en la OTAN.
  • La política autonómica y la presión de los nacionalistas con su espiral secesionista agudizada.
  • El deterioro económico, el paro creciente y la desmoralización  generalizada de la sociedad civil.
  • La impaciencia del PSOE por querer llegar al poder cuanto antes y por los medios que fuera.
Todas estas razones producían un descontento creciente del estamento militar, el llamado “ruido de sables” que se hacía escuchar por el Rey haciendo que el propio monarca perdiera su confianza en Adolfo Suárez. El resto de la clase política, por su parte, cada día con mayor clamor estaba exigiendo “un golpe de timón”.
La fórmula de un gobierno de coalición presidido por un militar de prestigio había logrado imponerse ampliamente entre la mayor parte de la clase política. El general de división Alfonso Armada, recientemente nombrado segundo jefe de Estado Mayor del ejército mantenía con el Rey una fluida relación de absoluta confianza y lealtad y sin duda era una de las personas (otra era Sabino Fernadez Campo, jefe de su Casa)   a las que el monarca transmitiría su profunda preocupación por el deterioro de la situación. Armada por su parte era también íntimo de Miláns del Bosch capitán general de Valencia y sin duda ambos comentarían las posibles soluciones a la situación.
Teorías acerca de la conspiración
El 23-F no fue ningún golpe chapuza ni un pronunciamiento  protagonizada por unos militares desfasados  de su época. Los dos generales quizá más firmemente monárquicos del ejército español, el teniente general Jaime Milans del Bosch y el general de división Alfonso Armada Comyn, jamás se lanzarían  a una aventura golpista contra su Rey; antes al contrario pensaban en necesidad de una operación quirúrgica que tuviera por objeto reforzar la Corona dentro del sistema democrático, que se estaba desmoronando por la grave crisis abierta entre la clase política, incapaz de corregir los excesos del proceso autonómico modificando parte de la Constitución,  derrotar al terrorismo, y resolver los demás  problemas de política interior y exterior que el gobierno de la UCD con Suárez al frente no era capaz de afrontar.
El 23-F fue, según Jesus Palacios (*) una operación de inteligencia diseñada por el teniente coronel Javier Calderón y el comandante José Luis Cortina, de hecho, dos de los principales responsables del CESID.
En el mas amplio sentido intentó ser un golpe democrático. Jamás pretendió tener carácter involutivo ni el deseo de retornar a ninguna fórmula dictatorial del pasado; por el contrario, el gobierno de salvación nacional que acometiera dicho proceso debería contar con la aceptación y colaboración de todos los partidos políticos parlamentarios y fuerzas sociales, que permitiera una transicion tranquila hasta las siguientes elecciones generales.Habría que ejecutar para ello una operación traumática pero incruenta (por eso Cortina y Armada le insistirán tanto en eso a Tejero) ofreciendo una satisfacción a quienes querían dar una lección a la clase política, castigar a Suárez en lo político y al teniente general y vicepresidente del gobierno, Gutiérrez Mellado en la política de defensa pues era ampliamente impopular y rechazado por el estamento militar.
En 1958, Francia estaba al borde de una guerra civil por el conflicto de Argelia, para evitar el desastre los dirigentes de la IV República aceptaron llamar al gobierno al prestigioso general De Gaulle, que, obtuvo del Parlamento plenos poderes y el encargo de preparar una nueva constitución, así nació  la V República y el general De Gaulle fue investido Presidente.
El  plan ideado por el CESID intetaba trasladar a España esta filosofía y contemplaba dar un golpe de timón dentro de la legalidad ante un caso de “supuesto anticonstitucional máximo”  S.A.M.; así, entonces se forzaría la formación de un gobierno de concentración, integrado por representantes de los partidos políticos y presidido por un general. Una vez activada la operación al inicio de 1980, se buscó el modo de convencer al general Armada para colocarlo al frente.Al teniente coronel Tejero se le ofreció para que fuera el protagonista del golpe, es decir, el responsable directo del S.A.M. el supuesto anticonstitucional máximo, mediante el asalto del Congreso por el grupo de sus guardias civiles; Tejero ejecutó esta primera fase de la operación con absoluta precisión.El siguiente paso fue el bando dictado por Milans declarando el estado de excepción.La segunda fase, se inició con la entrada en escena de Armada que no acudió a Zarzuela, se presentó en el Congreso y al presentar a Tejero su lista de nuevo gobierno éste se indignó y no la aceptó y ahí fue donde la operación De Gaulle, o solución Armada fracasó.
Conviene leer la descripción detallada de toda esta apasionante historia, o hipótesis, en los  libros:
“23 F: El REY y su Secreto”, y  “23F : El Golpe del CESID”
ambos del autor citado(*) , Jesús Palacios.

Testimonio del embajador alemán en Madrid

Finalizo este artículo citando un interesante documento publicado por el semanario Der Spiegel, difundiendo las impresiones  acerca del 23F que Lothar Lahn, embajador de Alemania en España entre 1977 y 1982, y fallecido en 1994,  comentó a su gobierno despues de mantener una conversación de carácter privado con el monarca el 26 de marzo de 1981:
El Rey "no mostró ni desprecio ni indignación frente a los actores (del golpe), es más, mostró comprensión, cuando no simpatía".…... "Los cabecillas solo pretendían lo que todos deseábamos, concretamente la reinstauración de la disciplina, el orden, la seguridad y la tranquilidad
..... destacó asimismo, que (el Rey) había aconsejado reiteradamente sin éxito a Suárez que "atendiera los planteamientos de los militares, hasta que estos decidieron actuar por su cuenta"......la responsabilidad última del 23F no fue de sus cabecillas, sino del entonces presidente del Gobierno español, Adolfo Suárez, a quien reprochaba "menospreciar" a los militares.
El monarca manifestó también al embajador, que trataría de influir en el Gobierno y los tribunales para evitar un castigo severo a los golpistas, ya que estos "solo pretendían lo mejor". Finalmente, Juan Carlos I dijo a Lahn que el golpe del 23-F "debería olvidarse lo antes posible" y se mostró convencido de que una actuación así no se repetiría en el futuro....”
Fuentes de la Casa del Rey manifestaron que "el papel y la actuación del Rey el 23-F están ya consolidados por la historia, y el modo decidido y determinante como actuó en defensa de la democracia es conocido por toda la sociedad española y en todo el mundo".


F.J.