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sábado, 14 de septiembre de 2013

Historia de ESPAÑA: Felipe II, monarca en cuyo Imperio “no se ponía el sol”.




Felipe II de Austria o Habsburgo, llamado El Prudente (Valladolid; 21 de mayo de 1527 – San Lorenzo de El Escorial; 13 de septiembre de 1598),sus padres fueron el emperador Carlos V e Isabel de Portugal.  Fue jurado como heredero de la corona de Castilla el 10 de mayo de 1529 en el madrileño convento de San Jerónimo. Asumió el trono español tras la abdicación de su padre en 1556 y hasta 1598, nada menos que durante cuarenta y dos años,  gobernó el vastísimo imperio integrado por Castilla, Aragón, Cataluña, Navarra, Valencia, el Rosellón, el Franco-Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, Portugal y su imperio afroasiático, toda la América descubierta y Filipinas.En definitiva todo un Imperio en el cual “no se ponía el sol”.
En este artículo solamente se pretende recordar su egregia figura, especialmente atractiva,  se le mire por donde se le mire. Fue el suyo un tiempo de fenomenal confrontación político-religiosa en Europa, en el que nuestro personaje ejerció un papel de protagonista primerísimo, líder se diría hoy; un tiempo de indudable crecimiento espiritual, territorial y material en la llamada Monarquía Hispánica, tan distinta de lo que aparece hoy, lamentablemente colocada en un lugar mas que secundario dentro del concierto de las naciones mas influyentes del mundo.
Merece ser recordado pues este personaje con sus aciertos y errores, pues de todo hubo.
No pretendo emitir ningún juicio de valor sobre una personalidad tan compleja como la del Rey Prudente  y me limitaré, solamente, a  citar algunas biografías que considero pueden ser útiles para el curioso lector de este blog que desee profundizar en el estudio del personaje y de su época.
Manuel FERNANDEZ ALVAREZ

Manuel Fernández Álvarez,( Madrid, 7 de noviembre de1921,Salamanca, 19 de abril de 2010) miembro de la Real Academia de la Historia, profesor emérito de la Universidad de Salamanca y del Colegio Libre de Eméritos, ha dedicado más de cincuenta años al estudio del siglo XVI, fruto de los cuales son su obra magna Carlos V, el césar y el hombre (VI Premio Don Juan de Borbón al libro del año en 2000), en  su libro Felipe II y su tiempo no se limita a describir el reinado de Felipe II como el de la rebelión de los moriscos granadinos de las Alpujarras, la prisión y muerte del príncipe don Carlos; o bien la batalla de Lepanto, la incorporación de Portugal, la colonización de América o el desastre de la Armada Invencible. Pero también lo retrata como el mecenas de las artes y las letras, cuya labor culmina en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial.


Geoffrey PARKER
Geoffrey Parker (Nottingham 1943),  en su biografía que muchos consideran como la definitiva de Felipe II, ( ed. Planeta y  ed. Alianza Editorial) ha utilizado toda la documentación que ha estado recopilando desde los años 70 del siglo XX  y, sobre todo, la que salió a la luz en 1998 con motivo del IV centenario de la muerte de Felipe II para pintar un retrato exacto, íntimo de un  Rey que tuvo un papel primordial en la formación del mundo moderno. Su incapacidad para confiar en alguien, su inflexibilidad, su negativa a llegar a un acuerdo con protestantes y musulmanes, sus obsesión con la religión, la magia, y las artes, su apoyo a la Inquisición, y sus relaciones de familia aparecen aquí descritas con todo detalle.Esta documentada biografía, supone una ruptura con todos los estudios anteriores sobre esa  figura, hasta entonces castigada por la animadversión y el prejuicio. La atención al detalle y a la vida cotidiana del monarca -una de las características más notables de esta obra de G. Parker apunta no sólo a destruir esa  imagen estereotipada transmitida durante siglos, sino a suplir la falta de unas memorias o de manifestaciones explícitas del monarca acerca de numerosos sucesos y decisiones cruciales durante su reinado.
Gregorio MARAÑÓN
El doctor G. Marañón, (Madrid 19/05/1887, Ibid. 27/03/1960), fue un sabio médico endocrino, catedrático y  científico, historiador, escritor y pensador español, cuyas obras en los ámbitos científico médico e histórico han tenido una gran relevancia.
Dedicó varios estudios a la historia de los siglos XVI y XVII; en particular destaca su monumental biografía  Antonio Pérez (Espasa Calpe, 1947).En este libro aunque dedicado al que fuera secretario y valido de Felipe II, el Dr. Marañón ,sin embargo, analiza y describe algunos rasgos de la personalidad del REY Prudente que murió siendo Rey absoluto, en forma total; Rey absoluto del más vasto Imperio de la tierra y tras uno más largos reinados que consigna la Historia. No tuvo límite su poder sólo estaba por encima de su voluntad, Dios; y él se suponía su instrumento hasta tal punto, que en más de una ocasión antepuso su propio concepto del servicio de Dios al del representante de Dios en la tierra”....”Tenía el Rey español un concepto casi divino de lo que significaba su gracia, la gracia real….”
Finalizaré esta semblanza describiendo dos éxitos militares de  la ESPAÑA de la época:
La batalla de San Quintin, 10 de agosto de 1557, fiesta de San Lorenzo se libró la batalla de San Quintín, en la Alta Picardía francesa. Para los franceses, San Quintín fue una catástrofe: murieron unos 9.000 hombres y cayeron presos 8.000 más. Las bajas de las tropas imperiales  de Felipe, no llegaron a las 2.000.San Quintín inauguró el reinado de Felipe II y consagró el dominio español en Europa. El monasterio de El Escorial se edificó en conmemoración de la victoria en San Quintín.
La batalla de Lepanto: El 7 de octubre de 1571 la Santa Alianza vencía a la flota turca en la batalla de Lepanto. Para Cervantes, que perdió en ella su brazo, se trató de «la más alta ocasión que vieron los siglos». El Imperio otomano era la gran amenaza de la cristiandad europea (eso me suena algo en estos momentos, cambiando lo de “otomano” por la yihad y lo de europea por mundial). Habían tomado los Balcanes y avanzando por la línea del Danubio hasta la misma Viena, dominaban el Mediterráneo oriental y su expansión amenazaba cada vez con más temeridad los dominios de los monarcas europeos. Mandaría su flota don Juan de Austria, hermano del monarca español, que contaba sólo veintiséis años. La Liga ponía 230 barcos, 50.000 marineros y 30.000 soldados. Los turcos eran más: 300 naves y 40.000 soldados.En el fragor de la lucha, las dos naves almirantes se alinearon. Don Juan ordenó el asalto y, espada en mano, inició el abordaje, que terminó con la cabeza de Alí Bajá clavada en una pica y la bandera aliada ondeando en el mástil de La Sultana. Sin su nave almirante, los turcos fueron cediendo el combate.
Entre los supervivientes, un joven arcabucero, herido en el pecho y en su mano izquierda, musitaba entusiasmado: «La más alta ocasión que vieron los siglos», era Don Miguel de Cervantes Saavedra, autor de El Quijote, “el manco de Lepanto” como después se le apodaría.
F.J.de C.