Datos biográficos.
Andrés Manuel López Obrador (Tepetitán, Macuspana, Tabasco, México; 13 de noviembre de 1953), también conocido como AMLO, es el presidente de México desde el 1 de diciembre de 2018 habiendo sido elegido en las elecciones federales de 2018 con un resultado del 53% de los votos siendo el presidente con mayor respaldo de la historia de México.Por primera vez, un político curtido como líder social de izquierdas, gobernará el país de habla hispana más grande del mundo, la segunda economía de Iberoamérica. México no solo ha elegido presidente, también, probablemente un futuro distinto ¿mejor o peor? el tiempo lo dirá.
AMLO, con sus propias palabras se retrata así:
“Soy de Tepetitán, Macuspana, Tabasco. A ese pueblo llegaron a radicar mis abuelos maternos. En España los nombres antiguos tenían que ver con el oficio de la gente, por eso los apellidos Zapatero, Carpintero, Pescador, Obrador (López, el apellido más frecuente). Mi bisabuela materna, originaria de Cantabria (España), se llamaba Felipa Revuelta….. Mis abuelos paternos eran veracruzanos, corría por sus venas sangre blanca, india y negra. A mucho orgullo, jarochos de la cuenca del Río Papaloapan….Mi papá llegó a Tepetitán en 1952, como trabajador petrolero. Mi madre, Manuelita, estaba dedicada a atender la tienda de mi abuelo. Manuelita siempre fue comerciante…..”
...Nací el 13 de noviembre de 1953. Estoy orgulloso porque dos siglos antes en 1753, nació Miguel Hidalgo y en 1853, José Martí…... “Yo también nací en el 53” (como canta Ana Belén)....
La carta.
Hasta ahora, AMLO que ha empezado su mandato librando batallas interiores políticas y económicas y parecía ser el objeto de preocupación o de esperanza de millones de mexicanos; en el exterior destaca su condescendiente actitud hacia el régimen del tirano venezolano Maduro y de otros regímenes populistas e incluso abiertamente comunistas; cuando, de repente, se le ocurrió incitar el fantasma de la culpa histórica en dos continentes.
En una carta, AMLO le ha pedido al papa Francisco y al Rey de España S.M. Felipe VI que conformen una comisión conjunta para estudiar la conquista de América y pedir perdón por los excesos cometidos.
La misiva ha provocado reacciones de irritación e incluso el enojo en medios diplomáticos, informativos y académicos,incluso muy sonoras burlas que se han extendido por todas las redes sociales y chistes mas o menos mordaces como los que siguen:
Queda preguntarse qué llevó a AMLO a elaborar esas desafortunadas cartas pidiendo un absurdo desagravio histórico: ¿la búsqueda de la verdad,o más bien la ignorancia y sobre todo, el deseo de colocar la atención fuera de los gravísimos problemas mexicanos y que su gobierno debe resolver? ¿o su propio ego necesitado de escalar cumbres más altas, desafíos más universales? .Sea lo que sea, hasta ahora va perdiendo la batalla porque su verdadero objetivo no es distribuir responsabilidades sino nutrir sus bases populistas y solo pretende agenciarse los méritos de un salvador agitando los instintos más bajos del “pueblo”.
Opiniones de historiadores que desmontan la ofensiva populista de AMLO:
Desde la Real Academia de Historia, Feliciano Barrios Pintado advierte del riesgo de desligar hechos y personajes de su contexto:
«La cuestión no es pedir perdón, sino que exista colaboración fraternal entre España y México. Imagínense que comenzamos a exigir una cadena de perdones históricos... ¿Nos debería pedir perdón Francia por los destrozos ocasionados en el siglo XIX? ...señala Barrios Pintado, que recuerda, además, que «fueron los propios españoles los que denunciaron los abusos contra los indígenas».
Desde México, el historiador Tomás Pérez Vejo pone énfasis en que la función del historiador es explicar y no juzgar, como se pretende hacer con la Conquista de América:
«La pulsión hispanófobo-victimista presente de una u otra manera siempre en el discurso de la izquierda latinoamericana, lleva a ver en España, lo español y los españoles el origen de todos los males que han asolado al continente durante los últimos cinco siglos. En este sentido el Presidente López Obrador está simplemente satisfaciendo la hispanofobia presente en muchos de sus electores, en la línea de otros muchos líderes de la izquierda del continente», explica Pérez Vejo sobre el trasfondo ….”
Enriqueta Vila Vilar, académica e historiadora:
«Me parece absurdo juzgar con la mentalidad actual hechos ocurridos hace 500 años. Si nosotros pedimos perdón por el daño que pudimos ocasionar, ellos nos deberían dar las gracias por las cosas positivas que llevamos. Entre ellas, una lengua que permitió que todas las tribus se entendieran entre ellas. Gracias al Imperio español, México se introdujo en la cultura occidental».
El catedrático de Historia Fernando García de Cortázar considera la idea de López Obrador «completamente absurda»:
«El México de hoy -nos guste o no- es fruto de la conquista, que dejó una nueva sociedad en América, una sociedad mestiza cuyas raíces hay que buscarlas en el estrecho contacto establecido entre conquistador y conquistado».
Elvira Roca Barea, autora de la obra «Imperiofobia y Leyenda Negra», considera que López Obrador emplea la historia como distracción:
«Se ha colgado una medalla de patriotismo a costa de los mismos, de España, la cabeza de turco de siempre, en vez de sacarle el colmillo a EE.UU., que está haciendo un muro vergonzoso y no deja de agredir a sus intereses». Asimismo, Roca Barea se pregunta «¿por qué no exige, por ejemplo, al presidente de los EE.UU. que se disculpe por arrebatar a México el 52% de su territorio en 1848?».
Flor Trejo del Instituto Nacional de Antropología e Historia mexicano:
“ En sus palabras, el presidente López Obrador busca, «apoyándose en una historia -mal contada y peor enseñada desde hace décadas-, recuperar el prestigio de los dirigentes del país». La estudiosa considera además que el político ha recurrido a un «recurso pobre y barato» para mantener su popularidad. Sus afirmaciones -explica- se basan además en un «anacronismo que hace mucho daño» y que asocia el Imperio azteca con México. «Cuando Cortés y su ejército desembarcaron en la costa de lo que ahora conocemos como Veracruz, estaban ingresando a un territorio que no era un país», completa.
Finalmente, no me resisto a citar la importante biografía de Hernán Cortés que escribió Salvador de Madariaga y Rojo (1886, La Coruña – 1978, Locarno , Suiza ):
La magnífica biografía citada, presenta su visión del más grande y legendario conquistador español, que generó –y sigue generando- fuertes controversias, como todos los grandes personajes de la Historia. Madariaga trata de equilibrar las diversas opiniones y razonar las conclusiones a que acaba por llegar. Y sobre todo, hace un verdadero esfuerzo por comprender y hacer llegar al lector la situación histórica en la que se enmarca la vida y hechos de Hernán Cortés, las costumbres y las ideas imperantes, tan distintas a las contemporáneas, la inmensidad de su hazaña. Y no solo muestra el contexto de los españoles, sino también el mundo indígena que se encuentra Cortés al llegar .
F.J. de C.
Madrid, 29 de marzo de 2.019
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