Juan María de Araluce |
A las 14:15 horas del 4 de octubre de 1976, hoy se cumplen cuarenta años, la banda terrorista ETA asesinaba en San Sebastián al presidente de la Diputación de Guipúzcoa, Juan María de Araluce Villar, al conductor del coche oficial, José María Elícegui Díaz, y a los tres policías miembros de su escolta, Alfredo García González, Antonio Palomo Pérez y Luis Francisco Sanz Flores; la banda terrorista los acribilló a balazos en el portal de la casa del entonces presidente de la Diputación, cuando llegaba al mediodía a comer.
Fue uno de los atentados más sangrientos de los perpretados durante los llamados “años de plomo”.
Pocas horas después de cometerse el atentado, ETA-V Asamblea, rama militar, reivindicaba la paternidad del mismo a través de llamadas telefónicas anónimas a varios medios de comunicación donostiarras.
Juan María de Araluce Villar (Santurce, Vizcaya, 24 de junio de 1917; San Sebastián, 4 octubre 1.974), estudió Derecho en la Universidad de Deusto (Vizcaya), doctorándose por la Universidad Central de Madrid.
Notario en 1944 ganó la plaza de Tolosa en 1947 y ejerció después en Rentería.
Presidente de la Diputación de Guipúzcoa en 1969, por petición expresa del Rey Juan Carlos I, su objetivo era recuperar el sistema de Concierto económico y las instituciones forales suprimidas por Franco en 1937 en Vizcaya y Guipúzcoa.
Si algo puede decirse de Juan María de Araluce que resuma su personalidad por encima de cualquier otra consideración política es que era un hombre bueno y tanto él como su familia, mujer y nueve hijos, poseen unos sinceros y verdaderos valores humanos como demostraron por su inmediata reacción al conocer el criminal atentado: nunca odiaron a los asesinos del cabeza de familia.
El mismo día del atentado, todavía con el cadáver caliente, la viuda de Araluce reunió a sus hijos y les dijo: «Papá está en el cielo y nosotros somos cristianos y tenemos que perdonar. Perdonamos de todo corazón».
Su hijo mayor, Juan María, de 24 años, licenciado en Filosofía y Letras, confirmó que prácticamente la familia presenció el atentado, "...«Nos han educado desde pequeños en la religión cristiana y a perdonar a los enemigos. Perdonamos de todo corazón»....Desde el primer momento, fue ella (mi madre) la que marcó la pauta de nuestra actitud ante este hecho brutal. El mismo día les contaba a los más pequeños lo que había sucedido: «Papá está en el Cielo y nosotros somos cristianos y tenemos que perdonar. Perdonamos de todo corazón».
Desde un punto de vista político, como dice el periodista Gorka Angulo Altube (*):
….”el asesinato de Juan María de Araluce tuvo dos grandes consecuencias. La primera fue el comienzo de un éxodo en el País Vasco del que nadie se preocupa hoy. Se habla de la vuelta de los presos de ETA, pero no de los vascos que se tuvieron que marchar por las amenazas de ETA, porque no eran nacionalistas o porque no querían pagar las extorsiones de la banda. No hay día en que los sucesores de ETA y Batasuna no nos hablen de la dispersión de los etarras encarcelados, de lo injusto que es para sus familiares y de la supuesta ilegalidad de su situación penitenciaria desde 1988…..... Los que hoy tanto se preocupan porque Arnaldo Otegi sea candidato a lehendakari o protestaban por la ilegalización de Batasuna en 2003, nunca se preocuparon o protestaron por la ausencia en las urnas en numerosos municipios vascos de Alianza Popular, UCD o PP, por las amenazas del pistolerismo etarra. Cuarenta años después de aquel lunes negro, los que se pusieron de perfil contra ETA quieren pasar rápido de página e imponernos una memoria selectiva capaz de recordar la Guerra Civil o a Franco, pero incapaz de recordar el terrorismo que asesinó y obligó a muchos vascos a marcharse de su tierra desde 1976”.
Hoy día, afortunadamente, el País Vasco vive una situación muy distinta, sin derramamiento de sangre desde hace cinco años, pero los etarras siguen sin entregar las armas, ni pedir perdón a sus víctimas al tiempo que ocupan el segundo lugar en el Parlamento Vasco en donde Bildu, el partido que representa a los etarras, ha conseguido 18 asientos frente a los 28 del PNV, y 225.000 votos,frente a los 397.000 votos el PNV.
F.J. de C.
Madrid, 4 de octubre de 2.016.
(*) Artículo de Gorka Angulo Altube: “Aquel lunes negro de 1976”
Ver también el artículo publicado anteriormente en este blog :
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