S-74, Tramontana |
S-74 en Navantia |
El astillero estatal Navantia ha iniciado en sus instalaciones de Cartagena la Gran Carena del submarino S-74 Tramontana de la Armada española; el submarino permanece a cubierto en las instalaciones del Astillero desde el pasado día 23 de abril.
La “Gran Carena”
Las obras de Gran Carena consisten en desmontar, inspeccionar, reparar, probar, poner a punto y montar más de diez mil elementos del submarino, entre equipos y tubos. Prácticamente, hay que 'destripar' la nave hasta tal punto de que es lo más parecido a volverla a construir. A título de ejemplo y para que se vea la complejidad de los trabajos, solamente de un tipo de los diversos tornillos que se utilizan para los equipos hay unos cuarenta mil.
El resultado es que el barco queda como nuevo y se convierte en un sumergible listo para navegar y seguir en activo durante al menos cinco años más.
Para ello, los responsables de la obra cuidan hasta el último detalle y la llevan a cabo con una planificación exhaustiva para que cada pieza, cada informe sobre la evolución de los trabajos esté perfectamente documentado y localizado y cada operario sepa qué debe hacer en cada momento y cómo debe hacerlo.
La gran carena de un submarino dura una media de quince meses y supone una carga de trabajo para el astillero de medio millón de horas. De hecho, se producen picos de hasta trescientas personas en la obra, de las que aproximadamente un 40% proceden de empresas auxiliares. De hecho, el área de gran carena es la pionera en el astillero de Cartagena en la aplicación de un modelo de organización de origen japonés denominado '5S' (organización, orden, limpieza, control visual y hábito) que se ha hecho extensivo a toda la plantilla y unidades de la factoría naval y los trabajadores de las compañías auxiliares.
En esta ocasión, el alcance de la obra será todavía mayor del habitual dado que, además de los trabajos propios de una gran carena mencionados, se han incluido otros que gestionaba directamente la Armada o se incluían en contratos distintos, como la adquisición e instalación de los cuadros eléctricos principales del submarino, el suministro de todos los repuestos necesarios para la ejecución de la obra, la compra de las baterías del submarino y el mantenimiento y puesta a punto de los equipos electrónicos del buque”, explican desde la compañía naval.
El desmontaje de la escotilla de embarque de los motores es el primer trabajo de la que será la cuarta revisión a fondo que se lleva a cabo en este buque durante su vida , y que ha sido posible gracias a la firma, a mediados de agosto, de la correspondiente orden de ejecución entre la Armada española, Ministerio de Defensa y Navantia. El resultado final será la prolongación de la vida del submarino para otros cinco años. Lo normal es que un submarino se someta a cuatro grandes carenas desde su construcción, con lo que sería útil durante al menos 30 años, ya que esta obra se lleva a cabo cada cinco años, a los que hay que sumar los quince meses en los que está parado para la gran carena. Además, a lo largo de los cinco años en los que está operativo, el sumergible se somete a inspecciones y reparaciones periódicas que obligan a que esté parado varias semanas.
El importe total del presupuesto de esta obra asciende a 42,9 millones de euros.
Se da la circunstancia de que este submarino, en diciembre 2008, sufrió un grave accidente provocado por una vía de agua en la cámara central, cuando navegaba a 300 metros de profundidad cerca de Cabo Tiñoso (Murcia), a unas 15 millas (27 kilómetros) de Cartagena. Sólo la suerte y la pericia de sus 60 tripulantes les permitió salvar la vida tras una dramática salida a superficie.Fueron cuatro minutos dramáticos en los que se rozó la mayor catástrofe en un submarino español desde hace más de 60 años, cuando el C4 se hundió con 44 tripulantes pero que a Dios Gracias la catástrofe no se repitió en esta ocasión.
F. J. de C.
Madrid, 4 de septiembre de 2.014
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