martes, 14 de mayo de 2013

Religión: Francisco y el diablo



Lo cita continuamente. Lo combate sin tregua. No lo considera en absoluto un mito, sino una persona real, el enemigo más insidioso de la Iglesia, interesante y  al propio tiempo inquietante artículo del periodista Sandro Magister ; este periodista escribe para el semanario "l'Espresso". Se ha especializado en información religiosa, en particular sobre la Iglesia Católica y el Vaticano, publicando sus artículos en el digitalhttp://chiesa.espresso.repubblica.it




En la predicación del Papa Francisco hay un tema que aparece con una frecuencia sorprendente: el diablo.

El mismo tema se repite con una frecuencia similar en el Nuevo Testamento. Sin embargo, la sorpresa permanece, aunque sólo sea porque con sus continuas referencias al diablo el Papa Jorge Mario Bergoglio se aleja de la predicación actual de la Iglesia, que sobre él calla o lo reduce a metáfora.

Es más, está tan difundida la minimización del diablo que ésta proyecta su sombra sobre las mismas palabras del Papa. Hasta ahora la opinión pública, tanto católica como laica, ha mostrado despreocupación ante su insistencia sobre el diablo o, como máximo, indulgente curiosidad.

En cambio, una cosa es cierta. Para el Papa Bergoglio el diablo no es un mito: es una persona real. En una de sus homilías matutinas en la capilla de la Domus Sanctae Marthae dijo que no sólo hay odio en el mundo hacia Jesús y la Iglesia, sino que detrás de este espíritu del mundo está "el príncipe de este mundo":

"Con su muerte y resurrección Jesús nos ha rescatado del poder del mundo, del poder del diablo, del poder del príncipe de este mundo. El origen del odio es éste: estamos salvados y ese príncipe del mundo, que no quiere que seamos salvados, nos odia y hace nacer la persecución que desde los primeros tiempos de Jesús continua hasta hoy".

Hay que reaccionar ante el diablo – dice el Papa – como hizo Jesús, que "respondió con la palabra de Dios. Con el príncipe de este mundo no se puede dialogar. El diálogo entre nosotros es necesario; es necesario para la paz, es una actitud que debemos tener entre nosotros para escucharnos, para entendernos. Y debe mantenerse siempre. El diálogo nace de la caridad, del amor. Pero con ese príncipe no se puede dialogar; se puede solamente responder con la palabra de Dios que nos defiende".

Francisco habla del diablo demostrando que tiene muy claro en su mente sus fundamentos bíblicos y teológicos.

Y precisamente para refrescar la mente sobre dichos fundamentos ha intervenido en "L'Osservatore Romano" del 4 de mayo el teólogo Inos Biffi, con un artículo que recorre la presencia y el papel del diablo en el Antiguo y el Nuevo Testamento, tanto en lo que ha sido revelado y es evidente, como en lo que aún pertenece a un "panorama escondido" y, en definitiva, a los "inescrutables caminos" de Dios.

Este artículo que concluye con una crítica a la ideología corriente que "banaliza" la persona del diablo,
puede encontrarse en el enlace citado anteriormente.


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