Recordemos brevemente los sucesos de entonces:
En 1978, el papa Juan Pablo I, Albino Luciani, muere tras haber ocupado solamente un mes la Silla de San Pedro. Una escueta investigación que, excluye la realización de una autopsia, dictamina que su muerte se debió a causas naturales, en concreto, a la delicada salud del Papa; según se dijo entonces, probablemente, olvidó tomarse sus medicinas.
Unos días antes de morir el papa, otro suceso luctuoso poco conocido tuvo lugar muy cerca de él. El entonces “número dos” de la iglesia ortodoxa rusa, Nikodim, muere tras tomarse una taza de café en el transcurso de un entrevista con el Papa Luciani.
En el transcurso de pocos años, morirían Roberto Calvi y Michele Sindona, los “banqueros” del Vaticano pertenecientes a la logia masónica P2 controlada por Lucio Gelli; la conexión con el Instituto para las Obras de la Religión, IOR, y Banco Ambrosiano controlado por el cardenal Marcinkus serían rumor constante durante años dado que la conexión Banco Ambrosiano-Banco Vaticano (IOR) fue la puerta a través de la cual Licio Gelli, jefe de la logia masónica P2 entró a formar parte del núcleo de financieros influyentes en la Santa Sede.
- Paloma Gómez Borrero, probablemente la periodista mejor informada de todo lo que se “cuece” en el Vaticano, donde está destacada desde hace muchos años y con excelentes relaciones en las mas altas esferas de la Curia, ha escrito el siguiente artículo de La Gaceta que reproduzco integramente:
- F.J.
"La trama de espionaje vaticano mira a Bertone"Aunque Paolo Gabriele (secretario particular del Papa) es el único detenido por la filtración de secretos, la comisión de cardenales sigue investigando. El Vaticano descarta la implicación de cardenales o monseñores de la Curia en la trama.En la audiencia general de hoy miércoles volverá a estar en el papamóvil, junto a Benedicto XVI, la persona que reemplaza aPaolo Gabriele, Paoletto, el mayordomo infiel que se encuentra en una habitación de máxima seguridad dentro del edificio de la Gendarmería vaticana, donde el juez Piero Bonnet está tomándole declaración.Gabriele, según dijo el portavoz vaticano Lombardi, “está colaborando” en la investigación sobre los motivos por los que robó documentos, correspondencia y papeles reservados del Santo Padre, sustrayéndolos o fotocopiándolos valiéndose de su cargo de total confianza del Pontífice. El rostro del Papa mostrará dolor no sólo por este asunto, sino también por el terremoto con víctimas que azotó la región de Emilia.En relación al caso apodado Vatileaks, el portavoz vaticano desmintió que estén implicados en el robo cardenales o monseñores de la Curia como parte de una trama contra el actual secretario de Estado, cardenal Bertone, con objeto de hacerle dimitir o de que en diciembre, cuando cumpla 78 años, el Papa no le confirme en el cargo. “No ha habido más detención que la de Gabriele”, dijoLombardi, “y el Papa desea sólo que se restablezca un clima de verdad y confianza; una línea de transparencia”.Es cierto que no ha habido nuevos cuervos –como llaman en Roma a los espías– pero los tres cardenales de la comisión investigadora siguen trabajando codo con codo con el responsable de la seguridad, el eficiente y fidelísimo Domenico Giani, y en la máxima reserva prosiguen las indagaciones.Tsunami en El VaticanoSi en Italia se ha registrado un terremoto de fuerte intensidad, en el Estado de la Iglesia se está viviendo un tsunami, y se respira un clima de venenos y sospechas en el que figura como víctima propiciatoria el cardenal secretario de Estado, Bertone. Pablo VI, ya el 29 de junio de 1972, había advertido con amargura que por el Vaticano atravesaban vientos como tempestades: “Tenemos la sensación, dijo, de que por algunas fisuras, en el templo de Dios ha entrado el humo de Satanás”.Desde que Benedicto XVI nombró al salesiano Tarsicio Bertone jefe de la Secretaría de Estado no han faltado las voces de disenso, de cuantos en la Curia consideraban que no estaba a la altura del cargo. A muchos les escandalizó que el nuevo secretario no sólo no proviniera de la prestigiosa Escuela Diplomática de la Iglesia, sino que ni siquiera hablara inglés. Benedicto XVI acalló esas voces diciendo que en la Secretaría de Estado había muchos intérpretes para suplir ese punto.En estos años, el cardenal Bertone ha impuesto su autoridad, sin mucha diplomacia y haciendo nombramientos sin preocuparse de las críticas ni del malestar que suscitaban. En El Vaticano corría la voz, partiendo del acrónimo de los salesianos, SDB (Sociedad Don Bosco), de que lo que realmente ahora significan esas letras es Sono Di Bertone (soy de Bertone) o Secondo Dixit Bertone (según dijo Bertone). ¡Sin comentarios!PALOMA GOMEZ BORRERO
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/iglesia/trama-espionaje-vaticano-mira-bertone-20120529
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/iglesia/vaticano-se-ve-afectado-por-luchas-internas-20120526
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