viernes, 21 de noviembre de 2008

Gastronomía: Vinos tintos y andaluces.

Me permito reproducir de SOITU.es, el artículo firmado por RINCONGA, que sigue a continuación.

Debo reconocer que no conozco los tintos andaluces y después de leerlo quedo motivado para degustarlos y comentar mis impresiones “a posteriori”.

F.J.

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Andalucía lo tiene casi todo: playas y montañas, un pasado esplendoroso y un presente prometedor, ciudades preciosas, una legión de nuevos cocineros en ascenso y algunos de los vinos generosos más valorados del mundo. Poca gente se extrañaría al leer en este blog un artículo acerca de Jerez, de Montilla, de los dulces tradicionales y modernos de Málaga... Pero, ¿y de sus tintos?

- ¿Hay tintos en Andalucía? - Pues sí, y algunos de cierta enjundia, por cierto. Resulta que sin hacer mucho ruido, casi como quien no quiere que se desvele todavía un secreto que apenas comienza a correr de boca en boca en los círculos iniciados, los andaluces se están poniendo las pilas en el viñedo y las bodegas con los tintos y los resultados comienzan a llegar al mercado. Bodegas de provincias como Cádiz y Granada, Almería y sobre todo Málaga, pero también de Sevilla, buscan integrarse en el mapa nacional de los tintos.

Es cierto que muchos de sus vinos todavía son elaboraciones destinadas mayoritariamente a los mercados locales, pero la ambición de convertirlos en una realidad reconocida a nivel nacional está ahí, y buena muestra de ello es el apoyo que los diferentes bodegueros han recabado de Landaluz, una asociación que aglutina a 140 empresas del sector agroalimentario andaluz bajo el distintivo del sello de Calidad Certificada, para presentarlos en sociedad.

Hay algunos datos que merece la pena resaltar, por ejemplo que elaboradores de enorme prestigio nacional, como Rafael Palacios (miembro de la familia riojana Palacios, autor del primer Plácet en Rioja, y de As Sortes en Valdeorras) o Ignacio de Miguel, seguramente uno de los más reputados asesores enológicos del país, trabajan en sendas bodegas allí. El primero lo hace en la bodega almeriense Altos de Almanzora, encuadrada en la recién creada denominación de origen Tierra de las Estancias, en una zona de Almería que nada tiene que ver con el desierto y sí mucho más con una enología tecnificada en zona de montaña. Su vino, Este 2005, muestra bastantes detalles agradables, sobre todo si tenemos en cuenta que cuesta tan solo 5, 50 € la botella.

Ignacio de Miguel, por su parte, asesora a la bodega Pasos Largos, ubicada en Ronda. Allí elabora un único vino que lleva el nombre de la bodega y del que apenas se elaboran 10.000 botellas al año. Tal como afirma el propio enólogo al hablar de este vino, la zona en la que trabaja le ofrece una enorme libertad, ya que son muy escasas las iniciativas que llevan tiempo en marcha en la región. Esto hace que de momento el trabajo del enólogo se centre en buscar la identidad del terruño a partir de la prueba de diferentes fórmulas, el trabajo con distintas variedades que permitan definir el carácter del vino local. Su vino, por cierto, sale al mercado a 18 €, lo que comienza a dar la medida de la ambición con la que se pone en marcha el proyecto.

Más sorprendente aún, por los 60 € que vale cada botella, resulta el vino Taberner 1º, de labodega Huerta de Albalá, en Arcos de la Frontera (Cádiz). Se trata de un cupage de las variedades Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon que cuenta con muchas virtudes, es atractivo en nariz y bastante agradable en boca, aunque en los tiempos que corren lo que más intriga es saber cómo se las ingeniarán los distribuidores para poner en el mercado un tinto gaditano de ese precio.

Mucho más ajustado, aunque aún habrá que esperar para que salga al mercado, está un vino llamado Pago El Espino, de la Bodega Cortijo Los Aguilares, en Ronda. Se trata de un cupage muy bien logrado de variedades Tempranillo, Merlot y Petit Verdot, en el que esta última variedad lleva la voz cantante y puede hacer buenos los 12 € que costará la botella en la tienda.

También vale la pena señalar que no sólo grandes enólogos, sino firmas tan importantes como González Byass, están apostando por el vino tinto andaluz. La compañía andaluzacuenta en Jerez de la Frontera con la bodega Finca Moncloa, una gran inversión de futuro que de momento se presenta en el mercado con el tinto Moncloa, que en 2005 conjuga las variedades Merlot, Syrah y Tintilla de Rota para dar lugar a un vino agradable, que seguramente tendrá una gran proyección comercial.

¿Algún otro vino destacado? Quizá, por lo sorprendente, el Flechas 2003, de la bodega F. Schatz, en Ronda. Su propietario alemán lo ha elaborado a partir de la variedad Lemberger, una absoluta desconocida en el viñedo español hasta ahora que da lugar a un vino que destaca por su originalidad. Como ven, hay varias opciones entre las que elegir. Quizá dentro de no mucho tiempo tengamos que dedicarle más atención y detenimiento a los vinos que nos llegan del antiguo Al Andalus. ¡Ay, si Abderramán III levantara la cabeza!

 

 


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