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miércoles, 24 de septiembre de 2014

Los submarinos que hubiesen podido cambiar la historia




Los submarinos que se describen a continuación no pretendían ser los mejores de su época, pero cada uno de ellos marcó un hito histórico, haciendo cambiar sus planes a gobiernos de enormes potencias y temblar de miedo a sus habitantes.

El prólogo

Los éxitos de los U-Boots, (abreviatura del alemán Unterseeboot, 'nave submarina') y su actuación en la primera contienda mundial fueron tan sorprendentes

que dieron bastantes quebraderos de cabeza al Almirantazgo Británico.

Su debut fue glorioso: el hundimiento de tres cruceros británicos (Aboukir, Cressy y Hogue) por el submarino alemán de queroseno U-9, comandado por Otto Weddigen. La tripulación del U-9 constaba de 25 personas. Los británicos perdieron en esa batalla 1.459 personas.

Mediante esta sigilosa arma los alemanes empezaron a atacar a los barcos mercantes que abastecían al Reino Unido, poniendo en peligro el abastecimiento de las islas británicas

U-boats de la serie VII

Con su casco de un tono azul-negro las 'manadas de lobos', compuestos por estos sumergibles de la serie VII, cortaban a sus oponentes. En total fueron fabricadas 703 de estas hojas que cortaban las arterías de suministro más importantes de sus enemigos.


Los submarinistas Kriegsmarine no tenían a su disposición reactores nucleares ni el sonar de barrido lateral. Solamente los hidrófonos primitivos y brújula giroscópica. Sin embargo, los resultados de estas naves fueron impactantes: 123 buques de guerra y 2.770 transportes aliados hundidos. Estos 'lobos' casi desgarraron al Imperio Británico.

El primer año y medio de la guerra, sin encontrar resistencia organizada, los submarinos lograron cuentas fenomenales (40:1). Sin embargo, con la introducción del sistema de los convoyes y el fortalecimiento de la flota antisubmarina la época 'de vacas gordas' llegó a su fin.

Pero el verdadero punto de inflexión se produjo en 1943, año en que los Aliados, usando el poder industrial de EE.UU., resultaron capaces de disponer de diez barcos y aviones antisubmarinos contra cada submarino alemán. Nuevas armas, nuevas tácticas y sistemas de detección. Para no perder la contienda la Fuerza Submarina de Alemania debería lanzar naves de nueva generación: de las series XXII y XXIII. Pero sumida en la guerra contra la URSS, la Alemania nazi fue incapaz de dar una respuesta adecuada a tiempo.

¿Cuál fue el principal logro de los 'VII' alemanes? Además de un diseño racional, casco muy fuerte (profundidad de inmersión hasta 220 metros, dos veces mayor que la de cualquier otro sumergible de la época)  y una gran cantidad de dispositivos inteligentes (la máquina de encriptación 'Enigma', el dispositivo snorkel que permite a un submarino operar sus motores diésel sumergido a profundidad de periscopio, los simuladores Afrodita, etc.), estos equipos demostraron en la práctica, el enorme riesgo que supone la flota de submarinos, y la enorme cantidad de recursos a gastar para neutralizar a este peligro.

Nautilus: primeros submarinos de propulsión nuclear

"Underway on nuclear power!" ("¡Marchamos en energía nuclear!"): este histórico mensaje enviado por radio desde el Nautilus cambió para siempre la flota de submarinos, haciéndola verdaderamente 'submarina'.


Esta nave efectuó un montón de increíbles hazañas para esa época. El Nautilus podría pasar meses enteros en inmersión, mostrándose inalcanzable para submarinos de propulsión convencional por su nivel de sigilo y alcance de viaje subacuático.

El 3 de agosto de 1958 el Nautilus fue la primera embarcación en llegar al Polo Norte.

En cuanto a lo demás, al igual que todos los primeros sumergibles experimentales de esta clase, el Nautilus resultó 'inoperable' para fines militares: muy ruidoso y más peligroso para su tripulación que para el potencial enemigo. Su cuerpo vibraba tan fuerte que a la velocidad de 4 nudos por hora los operarios de los sonares dejaban de oír nada, excepto el ruido.

Pero lo más importante: este sumergible dio inicio a la enorme flota de submarinos de propulsión nuclear: unos 500 de ellos fueron fabricados a partir de entonces.
 
A pesar de esto, solo seis Estados tienen una flota de submarinos nucleares: Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, la India y China.

Cruceros submarinos de misiles estratégicos


Las embarcaciones más destructivas y mortales de la historia marítima. Sus capacidades de combate les permiten 'borrar fácilmente a países enteros del mapa', sumiendo al mundo en la oscuridad de una noche interminable.

En realidad, la propia decisión de desplegar armas nucleares en los submarinos dice mucho. Incluso los estadounidenses, que ostentan enormes y poderosos grupos de portaaviones que pretenden dominar totalmente en mar y aire, no se atrevieron a confiar estas temibles armas a esas enormes bases flotantes.

A pesar de todos los peligros, estas naves sí eran capaces de sobrevivir y cumplir su misión.

¿Cuál de ellos es digno de ser recordado?

Posiblemente el George Washington, el primer submarino estratégico, botado en 1958 y que resultó realmente capaz de cumplir estas misiones y que dio forma a todos los futuros submarinos de este tipo en todo el mundo. Sin olvidar su arsenal de 16 misiles Polaris, que se podían disparar desde la posición sumergida, revolucionando las fuerzas nucleares estratégicas navales.

Sin olvidar al sumergible diesel-eléctrico B-67 de la Flota del Norte soviética, que efectuó el primer lanzamiento 'submarino' de un misil balístico en el mundo, en 1955.

O quizá el submarino K-407 Novomoskovsk (clase Dolfin), que estableció un record técnico-militar que no ha sido batido hasta ahora, al lanzar todos sus misiles en una ráfaga, con un intervalo mínimo entre lanzamientos: 16 misiles de 40 toneladas cada uno (Operación Begemot'2, en el año 1991).

También está la serie de 14 submarinos clase Ohio, con 24 silos para los misiles balísticos Trident. Poder, excelencia técnica y el más alto nivel de fiabilidad: 30 años de servicio, 150 lanzamientos exitosos.

Submarinos rusos clase Akula, proyecto 941. Son los submarinos estratégicos atómicos del proyecto 941 clase Akula, más conocidos en Occidente como 'Typhoon', con desplazamiento en inmersión de 48.000 toneladas. Su enorme tamaño se debe a que esta clase de submarinos fue desarrollada para albergar 20 misiles estratégicos de gran tamaño R-39 de despegue vertical. La cabeza de serie (actualmente lleva el nombre 'Dmitri Donskói'), fue entregado a la Armada soviética en 1981 y todavía está en servicio activo como plataforma de pruebas del misil balístico intercontinental R30 3M30 Bulavá-30.

O los enormes (48.000 toneladas de desplazamiento) submarinos rusos del proyecto 941 Akula. Los más temibles submarinos jamás creados: con cinco de cascos de presión, dos reactores nucleares y 19 compartimentos. Y todo ello para albergar 20 silos para los temibles RSM-39 de propelente sólido y 90 toneladas de peso cada uno. Una respuesta muy digna a los Ohio.  
F.J.de C.
Madrid, 24 de septiembre de 2.014