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domingo, 20 de febrero de 2011

Cine español actual. Premios Goya. ¿Quién paga la cuenta?

El "graciosillo" A. Buenafuente.

La gala de los premios Goya, celebrada un año más, ¿”por qué”? que diría cierto crítico, representa una ostentación de lujo hortera, y frivolidad muy prescindible en los tiempos de crisis  que corren, mero remedo, quiero y no puedo, de los Oscars de Hollywood, pero con actuaciones y chistes malos, protagonizados por el super graciosillo sin gracia, Andreu Buenafuente que sólo aplauden unos pocos. Sin embargo, lo peor es que a través de la ultradeficitaria Televisión Española (TVE), el montaje está financiado con fondos públicos (esos que no son de nadie, según la culta exministra Carmen Calvo, pero que salen directamente de nuestro bolsillo.
Para colmo, el cine español actual, con honrosísimas excepciones, causa la indiferencia del público. Su afán didactico y su insistente manipulación ideológica, no convencen, y tampoco son de agrado del respetable sus tramas y guiones que describen ambientes sórdidos, de marginalidad, de drogas, prostitución, son soeces, algunas son incluso blasfemas  y tan malas, que son incapaces de llenar, ni siquiera los minicines y éso cuando se estrenan, dado que el publico apenas acude a las salas a presenciar la inmensa mayoria de "bodrios" que produce el llamado sindicato "de la ceja" .Alguien debería cortar de raíz las ayudas económicas a este carísimo evento. O bien pagarlo los interesados del gremio que se autofestejan y premian
con el dinero de todos.
Dice “Aurora Pavón” en La República, www.republica.esque 
“lo del cine español ya no tiene arreglo con o sin Internet, con o sin subvención. Y parece mentira que tanta afición al cine no haya permitido a los directores, guionistas, productores y actores rodar la historia nunca contada que tienen ante sus narices y no la acaban de ver: ¡España!Eso es, la España de hoy, vista del derecho y del revés, desde el despacho -ese con un Goya-, del Gobernador del Banco de España con un travelling que llega hasta la cola del paro, pasando por el bunker de la Moncloa, o por el balcón electoral del PP, con los ricos en paraísos fiscales, los editores quemando los periódicos de papel, con el todo prohibido –fumar, correr en coche, bajar películas y discos o los toros en Cataluña o hablar español en el Senado, etc.- las Cajas de Ahorro arruinadas, las empresas hundidas, los jóvenes emigrando, la Bolsa inflada, los cines vacíos y los campos de fútbol a rebosar que es lo único que funciona en este país. Menudo guión al alcance de la mano nadie se atreve a filmar.Y no digamos si escarbamos en los sótanos del poder y nos encontramos, por ejemplo en los del palacio de las Cortes, con que José Bono ha viajado a Guinea a darle un par de besos al dictador Obiang –ahora que en el norte de África están echando a los autócratas- solo para prepararle a su socias Paco Hernando, el famoso constructor (a) El Pocero, su desembarco en Malabo. A Pepe Bono “El País” lo ha llamado “traidor” por este misterioso viaje que desde el principio apoyó la rana alauita Gustavo de Arístegui, que tiene amigos con un ojo puesto en Guinea y el otro en Marrakech.El cine español, otro drama nacional, donde los artistas como los políticos le echan la culpa al maestro armero: la gente no va al cine por culpa de los top manta, o porque se los bajan gratis en internet. O mas sencillo porque no hay buenas películas para ver. Ahí está Torrente triunfando en el ojo del huracán llenando cines con historias truculentas pero sencillas que, entre risas y esperpentos, al menos te permiten olvidar todo lo demás”.
Me gustaría saber cuantas películas de los “de la ceja” se baja la gente de internet y no digamos cuantas vendeen  los negritos del top manta; ni una sola.Precisamente, por lo dicho antes: Infame calidad, temas morbosos, ausencia de interés, dicho sea con las sabidas excepciones, que como siempre, confirman la regla. 
F.J.