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sábado, 9 de junio de 2012

Más sobre el escándalo Vaticano: Gotti teme por su vida y se ofrece a esclarecer quiénes son los enemigos del Papa


En el artículo de fecha 30/05/12, http://fj-lasideasdejeugenio.blogspot.com.es/2012/05/escandalo-de-espionaje-en-el-vaticano.htmlse reprodujo un interesante articulo de Paloma Gomez Borrero sobre este asunto; hoy incide de nuevo la periodista mejor informada de asuntos de la Santa Sede en este vidrioso suceso que, en mi modesta opinión, no ha hecho más que empezar: Gotti teme por su vida, dice Borrero, y es natural, conociendo lo que ocurrió hace treinta años con otros personajes relacionados con el IOR-Banco Vaticano y que recuerda la periodista en su interesante artículo que seguidamente reproduzco.Por mi parte, me atrevo a opinar con esa osadía del ignorante, que otro personaje que no debe dormir muy tranquilo es el mayordomo Gabriele Paoletto, probablemente cabeza de turco de toda esta inquietante trama y que quizá, como en las novelas de Agatha Christie y otras del género policíaco, aparezca un día “suicidado”; no sería el primero, y desde luego tampoco el último.

F.J.
El escándalo del cese fulminante del presidente del IOR, el banquero Ettore Gotti Tedeschi –elegido por el secretario de Estado, Tarcisio Bertone, en septiembre del 2009 para presidir el Banco Vaticano– está engordando. Gotti ha declarado temer por su vida después de que, el pasado martes, el Tribunal de Nápoles registrara su despacho y su casa sospechando que custodia documentos confidenciales. Los carabinieri se llevaron una gran cantidad de dossieres relacionados con el IOR (Instituto para las Obras de Religión), entidad que ha presidido hasta que fue destituido fulminantemente, el pasado 24 de mayo.Esta entidad fue fundada en 1942 por Pío XII para que en este Instituto pudieran abrir sus cuentas las órdenes y congregaciones religiosas, sacerdotes, diplomáticos acreditados ante la Santa Sede y los dependientes del Vaticano. El banco fue gestionado durante sus años más turbulentos por el arzobispo Paul Marcinkus. En aquel entonces tuvo que intervenir la Justicia italiana por una irregularidad del Banco Ambrosiano, dirigido por Roberto Calvi, cuyo cuerpo se encontró bajo un puente de Londres. Aunque se apuntó al suicidio como causa de su muerte, pocos lo creyeron y su caso quedó siempre envuelto en el misterio.Después de aquello, Juan Pablo II decidió que la dirección del IOR no se confiara a un alto prelado, sino a un laico de limpia reputación, y bajo la vigilancia de una comisión cardenalicia para que las operaciones bancarias fueran “transparentes”. Monseñor Marcinkus, investigado por la Justicia italiana, dejó el IOR y regresó a los Estados Unidos para ser vicepárroco en una Iglesia en el desierto de Arizona. No regresó a Roma y murió allí.Gotti Tedeschi parecía reunir las dotes y condiciones necesarias que pedía el Papa. Trabajó para el Banco Santander en el año 1992, después de haber fundado el Banco Akros, y esta entidad tenía depositada toda su confianza en él, al igual que la gigantesca empresa italiana Finmeccanica, vinculada con el banco de la familia Botín, con tantas buenas referencias y fama. El Secretario de Estado, el cardenal Bertone, le eligió para el cargo hasta que el consejo de administración le retiró su confianza bruscamente y de manera muy agresiva, obligándole a presentar la dimisión, que fue ratificada por la comisión de cardenales.Resulta lógico que Gotti se defendiera, que anunciara el envío de un informe detallado al Papa y dejara entrever que, bajo su destitución, se escondían otros intereses contrarios a la transparencia. El consejo de administración quiso que quedaran por escrito los motivos de la grave decisión y evitar así una “solución diplomática” como, siempre según rumores, deseaba el secretario de Estado. Lo último que quería Bertone es que, en un momento en que sobre su cabeza aleteaban los cuervos, se añadiera la renuncia del banquero. Sabía que la dimisión forzada repercutiría en su contra; trató de abrir canales de diálogo, lo que no estaban dispuestos a hacer los hombres del Consejo, como Carl Anderson y el español Manuel Soto.Fue un “golpe laico” para no ser cómplices de una gestión que no veían clara. Gotti Tedeschi, que siempre ha tenido muy buenas relaciones con los medios de comunicación, les ha movilizado para salvar su reputación y ha anunciado que explicará a Benedicto XVI quiénes son sus enemigos y por qué le han echado a los leones. “Pago –dijo– haber hecho que se respete la ley contra el blanqueo de dinero”, y afirmó que lo probará “con números de cuentas y nombres de los destinatarios”
Escrito por PALOMA GÓMEZ BORREO
, en LaGaceta