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lunes, 31 de marzo de 2014

Cultura: El nuevo Museo Arquelógico Nacional de Madrid.







Uno de los grandes proyectos culturales de nuestro tiempo está a punto de abrir sus puertas en Madrid: el Museo Arqueológico Nacional (MAN) que podrá visitarse a partir del próximo 1 de abril. El museo es el mismo que cerró hace más de dos años, obligado por una remodelación necesaria y profunda.
El MAN ha mejorado en casi todo para contarnos lo que significan hoy para nosotros y el resultado es espectacular. Es el centro perfecto para conocer nuestra historia.
Enormes paneles con imágenes sobre la evolución del ser humano y de la arqueología dan la primera bienvenida al visitante e inauguran la exposición. A partir de ahí, comienza un viaje por 40 salas y por la historia de ESPAÑA desde los eslabones perdidos entre monos y humanos hasta rozar la época contemporánea.
Lo básico es comprender que España es desde el comienzo un gran yacimiento de los restos de viejos e intensos encuentros culturales.
Así, la planta baja muestra una reconstrucción del esqueleto de Lucy, un homínido de hace entre 4 y 2,9 millones de años, y otra de una mujer de Neandertal, lanza en mano y pelirroja.
Reconstrucción de 'Lucy', un homínido de hace entre 4 y 2,9 millones de años, en el MAN.



Y el gran mapa audiovisual de la entrada nos permite comprenderlo todo en solo 9 minutos: vemos pasar como una exhalación a los iberos y a los celtas, a los fenicios, a lospúnicos, a los griegos y los romanos, a los visigodos, a los musulmanes. Esto es España.
Sin perder el hilo, la edad de la piedra le dio paso a las de los metales, aún en la prehistoria, aún en el silencio de la palabra escrita; el visitante  se encuentra con piezas tan conocidas como el tesoro de Guarrazar o el bote de Zamora. Allí sigue también, lista para la inauguración, la célebre reconstrucción de la cueva de Altamira.

Póquer de Damas
Un piso por encima, donde la luz de los patios inunda las salas, se entrelazan los caminos de la protohistoria. Las Damas de Elche, del Cerro de los Santos, la Galera y Baza se muestran tan distintas como inescrutables. La de Baza, con expresión cineraria, mantiene palpitante un pájaro en la mano. La ultratumba de los íberos da paso a la de los celtas, con las sacerdotisas del sol, los verracos y las estelas que recuerdan a los ídolos del hierro. Y más allá los dioses púnicos, o laDama de Ibiza, que debe ser la diosa Tánit o Astarté pero parece la novia de Picasso.
Si la luz baña todo desde los patios no había un lugar mejor para ubicar a Roma. Un imperio construido con las leyes, el ejército, los caminos, la tecnología, la literatura, la religión oficial y la moneda. Todos ellos están presentes en el pequeño foro presidido por Livia y Tiberio, donde descuellan los bustos de los grandes hombres y que está rodeado por vitrinas que recuerdan las tiendas y tabernas del ágora romana.
La Edad Media verá llegar a los visigodos, al Islam y contemplará el nacimiento de la Corona Hispánica. Las nuevas salas permiten valorar las aportaciones políticas y científicas de cada cultura y es un alarde pedagógico que muestra brillantemente la suma cuyo resultado fue España en el momento en el que iba a fundar el imperio: pura mezcla, mudéjar o mozárabe, musulmana y cristiana. El recorrido pasará bajo la maqueta monumental de la Mezquita de Córdoba, colgada del techo, junto a piezas prodigiosas como el Bote de Zamora, una cierva y jarrones nazaríes. Del lado cristiano, algunas herencias visibles y la cúpula de los Cárdenas bajo la que dicen que firmaron las capitulaciones Isabel y Fernando (cómo no recordar la serie). Y monasterios, capiteles, arcos en los que aquel tiempo aún vibra. Señores y vasallos, el báculo del Papa Luna, nuevos sentidos para la muerte y el imán de los santos, que demuestra el Camino de Santiago.
Después, la navegación y la ciencia permiten el encuentro de aquella España de la mesta con América, donde vendrían más mestizajes, teñidos con la riqueza y la guerra constante. Austrias y Borbones, para terminar en el XIX, con la burguesía y los chuzos de la Independencia.Todo aquí nos expone a nuestro pasado, a nosotros mismos.Andamos con pasos prestados por las salas del tiempo, curioseando entre los restos de todo lo que fue, mirando lo que miraron otros, y lo que otros mirarán.
F.J.deC.
Madrid, 31 de marzo de 2.014
Nota: con info de prensa en particular,ABC, ElPAIS y LibertadDigital,