Introducción.
El 3 de octubre se celebra el Día de la Reunificación Alemana, que hoy cumple 24 años. Por fin, una sola Alemania, no dos.
Un poco de historia.
El día 09 de Noviembre de 1.989 se destruyó en Berlín el "muro de la infamia". Sin el Muro de Berlín como punto de apoyo, la república comunista de Alemania Oriental, R.D.A., se desmoronó.
En Alemania occidental, el canciller democristiano Helmut Kohl, personaje decisivo en este proceso, apoyado por todos los partidos representados en el Bundestag (parlamento alemán), negocia con el nuevo Gobierno de Alemania oriental y paralelamente con las potencias aliadas de la Segunda Guerra Mundial para firmar los acuerdos que restauran la unidad de Alemania.
En agosto de 1990, la Cámara del Pueblo de la República Democrática Alemana decide que ésta debe entrar a formar parte de la República Federal de Alemania y, poco después, en la noche del 3 de octubre de 1990, el pueblo, dolorosamente harto del comunismo soviético y sus crímenes, clamaba en multitudinarias manifestaciones callejeras: “Somos un pueblo, somos un pueblo…”; así
celebró la gente la reunificación de Alemania.
El 8 de noviembre de 1989, Helmut Kohl propuso en su Programa de los Diez Puntos, la implantación de una economía de mercado sustituyendo a la economía planificada asentada en la RDA.En el momento de la unificación, cuando surgió la nueva Alemania los temores se centraban sobre todo en las repercusiones económicas de la anexión de un país en bancarrota tras el fracaso del llamado "socialismo real". Se temía que la arruinada RDA arrastrase a la pujante RFA por el camino de la inflación.
La medida definitiva del Canciller Kohl fue la implantación de la unión monetaria creando una tasa de cambio entre los marcos alemanes y los de la RDA a razón 1:1es decir la paridad de ambas monedas cuando el cambio anterior (oficial y ficticio) era del orden de 1:9.
A pesar de haber transcurrido 24 años desde la reunificación, las diferencias entre las “dos alemanias” no han desaparecido aunque, sin embargo se han equilibrado ambas. Las jóvenes generaciones de alemanes ya no se consideran a sí mismos “alemanes del este” ni “alemanes del oeste”, sino alemanes y europeos, aunque todavía piensan que sus compatriotas del otro lado son distintos, aunque sí comparten sus preocupaciones y sus prioridades: su bienestar económico, su familia, sus amigos etc... Y sobre todo, la libertad que es para todos el bien más importante.
Hoy por hoy, Alemania, la más poblada y más fuerte económicamente de Europa, esta tomando conciencia de su responsabilidad y de su liderazgo económico.La mayoría de los alemanes está hoy a favor de que Alemania se comprometa más en las crisis internacionales y sea mas solidaria con el tercer mundo.
A modo de epílogo: La herencia del ex Canciller Helmut Kohl.
Helmut Kohl (Ludwigshafen del Rin,Alemania, 3 de abril de 1930) es un político y estadista alemán. Desempeñó el cargo de Canciller de Alemania entre el 1 de octubre de 1982 y el 27 de octubre de 1998.También ha dirigido el partido Unión Demócrata Cristiana(CDU) entre 1973 y 1998.
Pilotó con gran acierto la reunificación de las dos Alemanias, desde el 3 de octubre de 1990, y a partir de ese momento fue el Canciller de Alemania unida.
La herencia política de Kohl se vio afectada por un escándalo relacionado con la financiación de su partido,escándalo que tiene su origen en 1999 al descubrirse que la CDU recibía ilegalmente fondos en el período en que Kohl la dirigía. Las investigaciones del Parlamento alemán acerca del origen de estos fondos ilegales que había recibido la CDU, en su mayor parte depositados en cuentas bancarias de Ginebra, mostraron que había dos fuentes de ingresos: por la venta de carros de combate a Arabia Saudita y una cuenta mucho mayor, de 40 millones de euros pagados por el entonces gobierno francés de François Mitterrand por la compra de una compañía petrolífera de la Alemania Oriental por parte de la empresa semiestatal Elf Aquitaine, de los que 15 millones fueron abonados directamente a la CDU como ayuda para la campaña electoral de Kohl en 1994. Se descubrieron otros 300 millones de marcos alemanes de origen ilegal en el cantón suizo de Ginebra.
Como resultado, Kohl tuvo que dimitir al demostrarse que era responsable político de la financiación ilegal de su partido, CDU. Por ello tuvo que dimitir y pagar una multa de 100.000 euros. Kohl no se llevó cantidad alguna a sus cuentas bancarias, ni hurtó su dinero al fisco.
Esta actuación del Canciller Kohl no nos sorprende pues los españoles estamos acostumbrados a soportar la corrupción de los politicastros dirigentes de los partidos que se financian mediante oscuras operaciones de financiación ilegal obteniendo ingentes cantidades de dinero “negro” con las que apoyar sus ciclópeas estructuras partidistas.
Pero existe una diferencia fundamental, el Canciller Kohl no se llevó cantidad alguna a sus cuentas bancarias, ni se benefició personalmente, ni hurtó su dinero al fisco y a partir de la revelación de estos hechos, desapareció del mapa político y lleva una vida tranquila y totalmente privada.
Actitud que contrasta con la mantenida por Jordi Pujol, el hombre que gobernó los destinos de Cataluña durante 23 años y que condicionó decisivamente los del Estado español como bisagra con PSOE y PP . Recientemente ha ha hecho pública una carta en la que pretende despachar un latrocinio propio y de su familia con un embuste en el que desvela que en septiembre de 1980 heredó de su padre “un dinero ubicado en el extranjero (diferente del comprendido en su testamento)”, sin cuantificar el monto del dinero, ni su origen exacto.
El dinero del clan familiar de los Pujol se eleva a unos 1.800 millones de euros depositados en paraisos fiscales como Luxemburgo, Andorra y las Islas del Canal en Inglaterra; estaríamos ante el mayor escándalo económico de la democracia, un escándalo de proporciones gigantescas que no sólo debería terminar con el “pujolismo”, sino con el actual Presidente de la Generalitat Arturo Mas y con su partido, Convergencia i Unió .
El expresident de la Generalitat Jordi Pujol compareció durante dos horas y media ante el Parlament para intentar explicar lo inexplicable y como marido descubierto en flagrante adulterio Pujol ha manifestado que no es lo que parece, utilizado un tono muy bronco para denunciar que se han lanzado "intoxicaciones" y "frivolidades" y que "se quiere mezclar todo" para perjudicarle a él , a su partido, CiU y a Cataluña”.
Ha reivindicado que "no ha habido corrupción ni trato de favor", concepto que ha remarcado sentenciando: "Yo no he sido un político corrupto".
Todo lo contrario de las evidencias descubiertas por la Unidad de delitos Fiscales de la policía y de la inspección de Hacienda.
Este es el hombre, muy distinto de Helmut Kohl, al que en su momento pretendía equipararse como político.
F.J.de C.
Madrid, 4 de octubre de 2.014.