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viernes, 3 de octubre de 2014

Submarino Clase Scorpene.


Submarino SCORPENE.Banderas Chile, España y Francia

El submarino Clase Scorpene ha sido desarrollado conjuntamente por los ingenieros navales de DCNS de Francia y Navantia de España, siendo los dos primeros de la serie encargados por Chile para reemplazar dos submarinos de la Clase Oberon retirados del servicio activo en 1998 y 2003. El primero, bautizado como General O’Higgins, fue construido en los Astilleros DCNS en Cherburgo, siendo botado en noviembre de 2003 y puesto en servicio en septiembre de 2005, llegando finalmente a Chile en enero de 2006. El segundo submarino, bautizado General Carrera, fue construido en el astillero de Cartagena de Navantia en España, botado en noviembre de 2004 y puesto en servicio en julio de 2006, llegando a su puerto base de Talcahuano cinco meses después.
El Scorpene de 1.500 t construido para la Armada de Chile tiene una longitud de 66,4 m, siendo propulsados por cuatro generadores diesel que proporcionan más de 2.500 kW utilizando motores síncronos GM de imanes permanentes. Los submarinos están equipados con Sistemas de Reconocimiento EDO con soporte electrónico de sistema de medidas/radiogoniométrica (ESM/DF), integrando seis tubos de torpedos capaces de disparar misiles anti-buques SM-39 Exocet, que disponen de un rango de 50 km. Asimismo el submarino dispone de un sonar activo/pasivo de media frecuencia montado en el casco y un sistema armamentístico preparado para albergar torpedos pesados Black Shark, desarrollados por los ingenieros italianos de WASS (Whitehead Alenia Sistemi Subaquei).
Concretamente, el Black Shark es un torpedo guiado por cable de doble propósito equipado con cabeza acústica activa/pasiva Astra, una unidad de control y guiado multiobjetivo, sistema de contra-contramedidas y un sistema de propulsión eléctrica basada en una batería de aluminio y de óxido de plata.
Posteriormente, la Marina Real de Malasia firmó un contrato para la construcción de dos submarinos Scorpene en junio de 2002. El primer buque, KD Tunku Abdul Rahman, fue terminado por DCNS en Cherburgo en octubre de 2007 y entregado en enero de 2009 en Toulon. El segundo submarino, Tun Razak, fue finalizado por Navantia en Cartagena en octubre de 2008 y puesto en servicio en 2009. Concretamente DCNS se encargó de construir las secciones de proa, mientras que Navantia llevó a cabo las secciones de popa.
Dado el éxito del programa, en octubre de 2005 la India hizo un pedido de seis submarinos Scorpene, los cuales se encuentran actualmente en construcción en los Astilleros Mazagon en Bombay con la asistencia técnica y equipamiento de las empresas francesas DCN y Thales. Al mismo tiempo, la India también realizó un pedido de 36 misiles anti-buque MBDA SM-39 Exocet para armar los submarinos. La construcción del primer Scorpene fue iniciada en diciembre de 2006, estimándose que sea entregado en septiembre de 2015. A partir de entonces, un submarino será entregado cada año hasta 2017, sumando la flota un coste total de 2,92 mil millones de euros.
En diciembre de 2008, Brasil también hizo un pedido de cuatro submarinos Scorpene de propulsión diesel-eléctricos, los cuales están siendo construidos por una empresa conjunta formada por DCNS y la compañía brasileña Odebrecht. Si todo se desarrolla según lo previsto se estima que el primer submarino, iniciado en construcción en julio de 2011, entre en servicio en 2017.
Submarino SCORPENE.Banderas de Francia, Malasia, España.

El submarino de ataque SSK Clase Scorpene puede transportar 18 torpedos y misiles o 30 minas, integrando seis tubos de torpedos de 21 pulgadas situados en proa que proporciona capacidad de lanzamiento de salva. En lo que respecta a las armas del submarino, puede integrar misiles de superficie, así como torpedos antisubmarinos y antibuque, siendo la manipulación y la carga de armamento completamente automatizada.
El sistema de gestión de combate SUBTICS, con hasta seis consolas multifunción común y una mesa táctica situada centralmente, se ubica junto con las instalaciones de control de la plataforma. Específicamente, el equipamiento de gestión de combate se compone de un sistema de gestión de datos tácticos y mando, un sistema de control armamentístico y una suite integrada de sensores acústicos con una interfaz que utiliza un conjunto de sensores de detección de aire-superficie del sistema de navegación integrado. Asimismo, el sistema también puede descargar datos de fuentes externas.
El Scorpene es capaz de monitorizar el entorno, incluyendo la densidad del agua de mar, la temperatura y la propia firma de ruido del submarino.
La suite de sonares del submarino incluye un sonar cilíndrico pasivo de largo alcance, un sonar de intercepción, sonar activo, DA (Distributed Array), FA (Flank Array), sonar de alta resolución para minas y evasión de obstáculos, así como un sonar remolcado.
Todas las operaciones de gestión submarina se llevan a cabo desde la sala de control. El Scorpene cuenta con un alto nivel de automatización y vigilancia, con modo de control automático de timones y propulsión, seguimiento continuo de los sistemas de propulsión e instalaciones de la plataforma, así como control centralizado de todos los peligros potenciales (fugas, incendios, presencia de gases) y del estado de las instalaciones que afectan a la seguridad mientras está sumergido.
El Scorpene incorpora un alto nivel de redundancia del sistema para lograr un promedio de 240 días en el mar al año por cada submarino. La profundidad máxima de inmersión se encuentra establecida en 300 metros, ofreciendo al comandante mayor libertad táctica que los anteriores submarinos convencionales. No hay límite en la duración de inmersiones a una profundidad máxima, con excepción del margen que permita los sistemas de energía y las provisiones para la tripulación.

La estructura del submarino utiliza acero de estrés específico de alto rendimiento que permite un mayor número de inmersiones a profundidad máxima según sea necesario. Mediante el uso de aceros de alta resistencia se ha reducido el peso del casco de presión, permitiendo una carga mayor de combustible y municiones.
Cuando el Scorpene se sumerge dispone de un bajo ruido radiado que permite mejorar las distancias de exploración de sus propios sensores y genera un menor riesgo de detección por sensores hostiles. El bajo ruido radiado se consigue a través de la implementación de un diseño de hidrodinámica avanzada.
Entre las cubiertas suspendidas, el equipo está montado sobre soportes elásticos para reducir el riesgo de que sus perfiles de ruido sean irradiados fuera del submarino. Los sistemas a prueba de impactos se han desarrollado a partir de los sistemas incorporados en los diseños de submarinos de propulsión nuclear avanzada. La baja firma acústica y la resistencia de impacto hidrodinámico, dan a la clase Scorpene la capacidad para llevar a cabo operaciones de guerra anti-superficie y anti-submarina en condiciones de mar abierta o cerrada, así como la capacidad de trabajar con fuerzas especiales en aguas costeras.
El submarino puede mantener a una compañía formada por un total de 31 hombres con un equipo de vigilancia estándar de nueve. La sala de control y las zonas de alojamiento están montadas en una plataforma flotante elásticamente soportada y acústicamente aislada. Todas las zonas operativas y de estar disponen de aire acondicionado, permitiendo espacio para seis literas adicionales abatibles para la tripulación de operaciones especiales.
El Scorpene está equipado con todos los sistemas necesarios para proporcionar suministros vitales, agua, provisiones y regeneración de la atmósfera, para asegurar la supervivencia de toda la tripulación en caso de emergencia durante siete días. Además, el submarino integra completos sistemas de rescate y de seguridad, así como un punto de conexión para una campana de buceo o vehículo de rescate de inmersión profunda (DSRV), permitiendo operaciones de rescate colectivas.
La planificación y el diseño del Scorpene fue centrada hacia el logro de un submarino extremadamente sigiloso, con una gran capacidad de detección y poder ofensivo. Las formas del casco, la vela y los apéndices han sido diseñados específicamente para producir el mínimo ruido hidrodinámico. Los diversos elementos del equipamiento están montados sobre soportes elásticos, que son a su vez montados en bloques desacoplados y plataformas suspendidas. Además, su aislamiento también proporciona una mejor protección contra impactos para el equipamiento.

El Scorpene cuenta con dos sets de generación diesel que proporcionan 1.250 kW de potencia, así como un motor electrónico de 2.900 kW elásticamente soportado. Existen dos variantes para el Scorpene, la CM-2000 con el sistema de propulsión convencional y la AM-2000 equipado con propulsión independiente de aire. Específicamente, la versión AM-2000 es capaz de permanecer sumergido bajo el agua hasta tres veces más que la CM-2000.
Una navegación convencional bajo el agua del submarino diesel-eléctrico es difícil de detectar a priori. Sin embargo, la necesidad de llegar en varias ocasiones a profundidad de periscopio para recargar las baterías utilizando el motor diesel aumenta considerablemente la vulnerabilidad a través de:
– Su detectabilidad aérea, ya que el tubo que se proyecta desde el agua es detectable por el radar.
– Su capacidad de detección bajo el agua debido al aumento en el ruido irradiado por la operatividad de los motores diesel.
La relación entre este momento de mayor vulnerabilidad y el tiempo total de operación es conocida como la “tasa de indiscreción”, situándose normalmente para todos los submarinos modernos convencionales la relación de indiscreción entre el 7% y el 10% en patrulla a 4 nudos (7,4 km/h), y del 20% al 30% en tránsito a aproximadamente 8 nudos (14,8 km/h).
Para disminuir la vulnerabilidad del submarino, el Scorpene puede estar equipado con un sistema de propulsión independiente de aire, tales como: motor Stirling, célula de combustible, diesel de circuito cerrado y sistema MESMA (Module d’Energie Sous-Marine Autonome, por sus siglas en francés).

El sistema anaeróbico MESMA, en la que el calor en el circuito primario se produce por la combustión de etanol con oxígeno, se puede instalar fácilmente ya sea en el inicio de la construcción del submarino o en una modernización a posteriori para convertir la versión CM-2000 en la AM-2000. Sus características de rendimiento siguen siendo las mismas en todos los demás aspectos, excepto su longitud que aumenta a 70 m y su desplazamiento sumergido que se incrementa a las 1.870 t (en comparación con los 61,7 m y las 1.565 t del CM2000).
Submarino SCORPENE, maqueta.


F.J.deC.
Madrid, 3 de octubre de 2.014
nota: Info de “fieras de la ingenieria”


martes, 26 de noviembre de 2013

Nueva Presidenta en CHILE

Me es muy grato reproducir íntegramente este artículo:

La paradoja chilena.
Artículo de Carlos Alberto Montaner.

Presidenta de Chile, M Bachelet


Michelle Bachelet regresará pronto a la casa de gobierno en Chile. La quieren y, probablemente, lo merece. Ya pasó por La Moneda y abandonó el poder con un altísimo grado de aprobación. Sin embargo, esta vez la han votado para que gobierne de otro modo y lo ha prometido. Habrá salud y educación “gratis”. Va a echar las bases del Estado Benefactor. El gasto público, claro, aumentará sustancialmente, y con él la alegre legión de los funcionarios.No hay duda. Existe inconformidad en el país con el modelo chileno, pese a sus inmensos éxitos y al hecho innegable de que es hoy la primera economía de América Latina. ¿Por qué? Según Mauricio Rojas, “se trata de un largo proceso que tuvo su espectacular eclosión en el año 2011, con grandes movilizaciones sociales que lograron instalar un discurso antisistema que cuestionó los pilares del modelo chileno”.Y agrega más adelante: “el centroderecha chileno creyó que la eficiencia del sistema le daría automáticamente legitimidad y apoyo y descuidó el terreno donde realmente se decide el derrotero de las sociedades: el de las ideas”. Esto lo ha escrito, muy preocupado, en un artículo titulado: “Chile, rumbo al estado Benefactor y la democracia chavista”.Mauricio Rojas sabe de lo que habla. En su juventud fue un marxista fiero, miembro del MIR, y tuvo que exiliarse tras el golpe de Augusto Pinochet para que no lo mataran. Se fue a Suecia. Allí, felizmente, se desasnó. Obtuvo un doctorado en economía en la Universidad de Lund y abandonó las bobas supersticiones marxistas. Luego entendió los errores del Estado Benefactor. Fue diputado por el partido Liberal y vivió intensamente la rectificación de los excesos cometidos por los socialdemócratas, especialmente tras la crisis de los años noventa.Suecia era uno de los países más habitables del planeta, pero el excesivo gasto público –llegó a ser el 67% del PIB– y la intervención del Estado acabaron ahogando la iniciativa de la sociedad civil y arruinando las finanzas. Tras el batacazo, los sucesivos gobiernos suecos, además de recortar gastos, aprendieron a depender más del sector privado y a recurrir al mercado mediante sistemas de vouchers que le devolvían a la sociedad la facultad (y el derecho) de elegir. Lo público y lo privado se armonizaron.La discusión, pues, no debe ser sobre si es conveniente o no erigir un estado benefactor. El tema de fondo es otro: ¿produce suficiente riqueza la sociedad para sostener un modelo de convivencia en el que las personas dispongan de casas confortables, comida variada, ropas adecuadas, estudios y sanidad de calidad, transporte, comunicaciones, diversiones e infraestructuras eficientes? Todo eso es grato, pero cuesta mucho.Los países escandinavos no están a la cabeza del confort planetario porque decidieron crear estados benefactores, sino porque generaron un tejido productivo en el sector privado que les permitió segregar sociedades como las que vemos en Suecia, Noruega, Dinamarca o Finlandia.Suiza es Suiza, o Austria es Austria no porque los bondadosos políticos y funcionarios de esas naciones decidieron dotar a esas sociedades de un alto estándar de vida y repartir la riqueza, sino porque el país cuenta con un aparato empresarial privado altamente competitivo que crea empleos bien remunerados y paga impuestos. Aquí no hay duda de si viene primero el huevo o la gallina.Esa es la asignatura pendiente de Chile. El país, sí, va muy bien, pero no tanto como otros y gracias a las exportaciones de cobre, salmón, vino, vegetales y poco más. Como dice el profesor de Harvard, Ricardo Hausmann: “Las únicas cosas nuevas que ha desarrollado son las AFP (el estupendo sistema privado de jubilación creado por el economista José Piñera), Falabella y Cencosud (tiendas, supermercados). El país tiene sorprendentemente pocas empresas globalmente competitivas, y eso muestra una falta de diversificación que debiera preocupar”.Los gobiernos que necesitan Chile y todos los países no son los que se proponen, primordialmente, distribuir las riquezas, sino los que deciden estimular la creación de empresas privadas vigorosas, competitivas y diversificadas que alimenten y sostengan la aparición de clases medias educadas y, de paso, costeen un Estado eficiente. ¿Cómo se hace eso? Ojalá la señora Bachelet lo descubra antes de provocar un descalabro.

…………..

Comentario de F.J.de C.

Pobre Chile, mal lo veo en unos pocos años, si Dios no lo remedia....
Desde España hemos vivido una experiencia parecida con el nefasto expresidente Zapatero, socialista, naturalmente.
Despues de ocho años de crecimiento económico bajo la presidencia de Aznar, la "populista" e insensata politica económica  de Zapatero (de la otra política prefiero no entrar ahora) arruino a España que estuvo a punto de tener que ser rescatada por la Unión Europea.
Poco a poco y con grandes sacrificios el gobierno de Rajoy, del partido Popular, P.P., está reconduciendo la economia, pero a un enorme coste social y de imagen.
Las politicas populistas y demagogicas es a lo que conducen.
Repito, Pobre Chile......

F.J.deC.
Madrid, 26 de Noviembre de 2.013


jueves, 1 de marzo de 2012

Desde Peru: Letales minas chilenas


El Alm (r) de la Armada de Perú escribe en el blog amigo
 el siguiente artículo, que por su interés reproduzco íntegramente:
El pasado día 20, en la Región chilena de Arica y Parinacota, por inmediaciones del paso fronterizo chileno de Chacalluta y cerca a la frontera con el Perú, se produjo por efectos del invierno altiplánico una abrupta crecida del río Seco en la Quebrada Escritos –que corre paralela a la frontera con el Perú– cuyo desborde llegó hasta la Ruta 5 (Carretera Panamericana en Chile) llevando consigo gran cantidad de minas antipersonales y antitanques instaladas en la década de los 70 por los chilenos en su frontera con el Perú.
 
El asunto fue muy grave, ya que en la desembocadura de la quebrada habían más de 200 minas flotando por el caudal, algunas explotaban en el cauce y más de 30 se detonaron; otras fueron arrastradas 10 kilómetros hasta la línea férrea Arica-La paz, y unas 160 llegaron al mar, pudiendo ser arrastradas hacia nuestro litoral. Se cerró la frontera cortándose por 3 días el transito vehicular entre Tacna y Arica y se bloqueó el paso por el borde costero desde el río Lluta hasta el hito N°1, además, la Marina chilena estableció una zona de exclusión de 3 millas en la costa para evitar ingreso de embarcaciones.
 
En este contexto, hace 38 años (1974) el gobierno militar del general Pinochet, con el argumento de una inminente invasión del Perú, y según ellos, obedeciendo a una “estrategia defensiva” –no aceptada en ningún lugar del mundo– sembró en la Comuna Arica de la ex Región Tarapacá –actualmente Arica-Parinacota– una cantidad indeterminada de minas de fabricación belga, entre antipersonales PRB M35 y antitanques PRB M3. No existen datos precisos sobre su sembrado en esta Comuna; según cifras de la Comisión Nacional de Desminado fueron 137,717, sin embargo, para el secretario ejecutivo de dicha comisión, coronel Juan Mendoza, “no hay un conteo exacto de cuántas fueron instaladas”, además, según un informe de 2001 de la ONG International Landmine Monitor, en territorio chileno existen entre 500,000 y 1’000,000 de minas.
Bajo este panorama el tema de las minas chilenas en Arica es muy grave y el gobierno peruano, en el marco de la Convención de Ottawa –Chile la suscribió en 1997 ratificándola el 2001–, debería reiterar a este país que actúe con mayor firmeza en el proceso de su eliminación total. En abril de 2007 el Perú requirió a Chile ante la OEA que apresure su proceso, pero no hubo respuesta. Ya se han registrado 25 casos de explosiones que han matado, herido o mutilado a ciudadanos peruanos. El plazo para eliminar todas sus minas, vencía en marzo próximo, pero Chile ha pedido una prorroga de 8 años, que a este paso volverá a incumplir.
De las 137,717 minas que según la Comisión de Desminado existen cerca a nuestra frontera, en los 10 últimos años solo se han destruido unas 11,000 (menos del 8%), y en las 126,717 restantes, su contenido de explosivo tetryl y trialeno, que se activa por presión, mantiene su alta sensibilidad y letalidad.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo publicado en el diario Expreso, fecha 25 de febrero de 2012