domingo, 20 de diciembre de 2020

Desde Perú: Caral, la ciudadela más antigua de América, en peligro.

Seguidamente reproduzco el interesante artículo de mi buen amigo,  Almirante ® Alfredo Palacios Dongo de la Armada de Perú, publicado el 19/12/2020 en su blog:

http://www.planteamientosperu.com

 

CARAL: EN RIESGO NUESTRA CIUDADELA MÁS ANTIGUA DE AMÉRICA

 

Desde octubre pasado la arqueóloga peruana Ruth Shady y otros funcionarios del Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe (Peacs) vienen recibiendo amenazas de muerte de traficantes de terrenos (con términos como “van a terminar a cinco metros bajo tierra”) por haber denunciado a la Policía y a la Fiscalía la invasión y daños irreparables, con maquinaria pesada, de varias estructuras de los edificios de nuestra ciudadela más antigua de América y una de las más antiguas del mundo.  

La Doctora Ruth Shady es la descubridora de Caral, en 1,994 fundó el Proyecto Arqueológico Caral y dirige desde 2003 el Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe que se encarga de revalorizar y proteger nuestro patrimonio y sus alrededores, desde esa fecha se ejecutan excavaciones e investigaciones, siguiendo un Plan Maestro para convertir el Valle de Supe y su patrimonio cultural en un eje de desarrollo socioeconómico, además de dar a conocer a nuestro país y al mundo sus valores sociales y culturales y preservarlos para beneficio de las actuales poblaciones y del futuro. 

Caral está ubicada en Barranca, a 200 kilómetros de Lima y levantada al margen del río Supe, tiene más de 5,000 años de antigüedad (aproximadamente 3,000 años AC) y representa la base de la primera civilización andina y foco originario de nuestra cultura que surgió casi en simultaneo con otras del viejo mundo (Mesopotamia, Egipto, India y China). Nuestra ciudadela fue declarada en 2006 de preferente necesidad pública la investigación, conservación y puesta en valor, y en 2009 declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad.  

Las graves amenazas de muerte contra la Dra. Shady ha ocasionado que no haya regresado a Caral desde el inicio de la pandemia para no exponer su vida. Este deplorable acto delictivo ha levantado pronunciamientos de rechazo de Concytec y de prestigiosas academias Nacionales de Ciencias de Perú, Argentina, Costa Rica y EE UU, y, además, llamados a las autoridades nacionales para defender y preservar este importante patrimonio arqueológico.  

Bajo este panorama, nuestra ciudadela se encuentra desprotegida por una expansión no planificada de poblaciones aledañas que ocasiona invasiones, tráfico de tierras, concesiones agrarias y mineras ilegales. Las autoridades policiales y culturales no deben permitir invasiones en Caral debiendo ser inmediatamente desalojadas, nuestra ciudadela fue invadida por un clan que extendió su ocupación hasta 58 hectáreas y el problema se agrava por traficantes de tierras que ingresan y se apropian del territorio, desde que se inició la pandemia se registraron nueve invasiones.A. Palacios Dongo.  

 

Por la transcripción:

F.J. de C.

Madrid, 19 de diciembre de 2020

 

https://youtu.be/ZZ9_ZLst4dU

 


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