lunes, 14 de enero de 2013

PROSPECTIVA 2.013

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La palabra prospectiva proviene del verbo latino  prospicere que significa mirar a lo lejos. Algunos quizá se pregunten ¿por qué estudiar el futuro si al fin y al cabo en el largo plazo estaremos muertos, o todos calvos? como dice la sabiduría popular.O como dice incluso la Biblia, “comamos hoy y bebamos que mañana moriremos” .
Sin embargo y bromas a parte, el conocimiento tanto del pasado, como del presente y del futuro nos aporta una visión amplia y enriquecida de la vida; la historia, es maestra de la vida y aunque el presente es el centro de la existencia, si solamente vivimos el presente tendríamos una visión miope e incompleta de la realidad.
El futuro pues, nos debe interesar porque ahí es donde probablemente, vamos a vivir nosotros y con toda seguridad nuestros hijos. Una mirada anticipadora nos permitiría estar preparados para actuar con menos riesgo de fracaso reduciendo el despilfarro de los recursos que por su propia naturaleza son escasos.
Además de conocer el futuro, es importante influir en él, pretendiendo conformarlo y optimizarlo en aquello que de nosotros pudiera depender.
Las herramientas de la prospectiva permiten relacionar la visión del futuro y la realidad presente, para la construcción de escenarios comunes.
  Existen dos formas de ver el futuro, la primera como una realidad única, propia de los oráculos, profetas y adivinos.
  La segunda forma de ver el futuro es analizar científicamente toda información disponible tanto de fuentes teóricas como de realidades prácticas. Teniendo muy en cuenta que en la previsión rigurosa de fenómenos futuros a partir de fenómenos actuales y pasados, no caben predicciones basadas en el determinismo , sino tan solo probabilísticas.
  Ni que decir tiene que es esta segunda forma de abordar el entendimiento del futuro la que es objeto de la “prospectiva” una ciencia que desde luego no es exacta y que con frecuencia falla en alguna, a veces muchas, de sus predicciones.
 Seguidamente reproduzco el interesante artículo del mismo título que el General Juan Chicharro ha publicado en http://www.republica.com/

Entendemos como prospectiva el conjunto de análisis y estudios realizados con el fin de explorar o de predecir el futuro. Es una ciencia desde luego no exacta que parte de una base empírica y su traslación a situaciones lejanas. Adelantemos que son más de una y de dos las veces en las que fallan las predicciones. Incluso estrepitosamente cuando del resultado de las relaciones humanas se trata.En los EEUU de Norteamérica el “National Intelligence Council” edita periódicamente un informe en el que describe, o mejor dicho intenta describir, cómo será el mundo en un inmediato futuro sobre la base de lo dicho en el párrafo anterior. Es un largo informe – sumamente interesante – de unas 200 páginas, imposible de trasladar a estas líneas; no obstante en éste y sucesivos artículos intentaremos exponer lo más interesante del mismo. No pretende predecir el futuro, algo que sería pretencioso, sino concienciar a los dirigentes mundiales del cambio abrupto que se avecina. Algo nada fácil pues la sola idea de que el futuro va a ser diferente del presente choca con fuerza con nuestra forma conservadora de ver las cosas y nos empuja a ofrecer resistencia a los cambios.Todo aquél que se haya visto implicado en su quehacer profesional en reformas orgánicas – y el que escribe es uno de ellos – sabe bien cuán difícil es esa tarea.Vamos ahora a exponer de forma sucinta algunos de los principales cambios que el Instituto norteamericano prevé para los próximos 15/20 años.Por lo que a la población mundial se refiere se producirá un incremento notable de la denominada clase media tanto en términos absolutos como en porcentaje de la misma.El envejecimiento de la población será importante, siendo así que mientras que hoy tan sólo Japón y Alemania tienen una edad media de 45 años, en los próximos 15 años todas las naciones europeas y del este asiático se encontrarán en situaciones parecidas. Esto influirá en la escasez de mano de obra en esos países lo que incrementará notablemente la migración de masas humanas hacia los países más desarrollados. Es decir, lo mismo que hoy pero incrementado en número y tendiendo a una globalización creciente.Hoy se calcula que el 50% de la población mundial vive en zonas urbanas y se considera que en el año 2030 este porcentaje habrá alcanzado el 60% siendo el continente africano en donde este fenómeno se acentúe.En las situaciones descritas la demanda de alimentos se incrementará en un 35% y la del agua a un 40% calculándose que esta crisis alimentaria afectará al 50% de la población mundial especialmente en muchos Estados frágiles de África y Oriente Medio.El ya citado informe prevé, además, que una amplia panoplia de armas de guerra – especialmente las relacionadas con las de precisión, las cibernéticas y las biológicas – serán accesibles no sólo a pequeños grupos sino incluso a individuos, proporcionándoles la capacidad de perpetrar una violencia de gran escala con consecuencias incalculables.Ya he anticipado que en próximos artículos intentaré describir y analizar algo más de lo que en el informe citado se describe, si bien con lo escrito siquiera brevemente en estas líneas, se dan las bases para prever, sin duda, un mundo en cambio permanente y de forma acelerada de forma exponencial . Un mundo convulso donde las tensiones entre pueblos serán crecientes.Adolece, a mi modo de ver, el citado informe de un esfuerzo de comparación con situaciones históricas similares que hayan ocurrido en el tiempo. Tal vez debido a que la situación presente de cambio y los factores en liza no se han dado nunca antes con tanta virulencia. Tal vez sea así; no obstante, hay algo inapelable y es que siempre que se han dado las circunstancias previsibles de convulsión social que se van a producir, los movimientos sociales han ocasionado las más de las veces revoluciones y quiebras de la convivencia notorias. Para mí la diferencia notable con otras épocas está en el tiempo que tarda un movimiento en expandirse. Hoy es casi instantánea la influencia y reacción de cualquier fenómeno mientras que antaño la propagación de las ideas revolucionarias llevaba su curso con mucha más lentitud.Bien, pues en todo este fenómeno cambiante en el que se ve envuelto el mundo actual, lo que a mí me preocupa es observar como España por su situación geográfica y sus condiciones socioeconómicas actuales se encuentra en una encrucijada de caminos de todo lo que va a venir ; España es frontera del norte con el sur, España es frontera permeable de influencias e ideas del norte con el sur y dentro de sí misma, España es una sociedad cada vez más plural y envejecida , España es un territorio donde fenómenos como el cambio climático no ha mostrado aún sus efectos de forma drástica pero donde ya se vislumbran algunos de ellos. España, en definitiva, puede ser sujeto pasivo de los efectos de las convulsiones sociales que se pueden producir en este mundo global.Ante esta situación todo cuanto sea prever se hace perentorio. Muchas son las medidas que son necesario establecer cuanto antes y muchas relacionadas con la seguridad y la defensa por sacrificadas que sean.¿Estamos en este camino?Mucho me temo que no.Seguiremos.
General Juan Chicharro, Armada Española




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