miércoles, 15 de agosto de 2012

Mario Conde desembarca en política

Mario Conde
En este blog he dedicado varios artículos a comentar las andanzas, pensamiento, publicaciones, etc. de Dº Mario Conde.
En el presente artículo, reproduzco íntegra la entrevista que aparece en la edición impresa de La Gaceta de Intereconomía (en la ed. digital (*) solo aparece un breve resumen de la misma).
En dicha entrevista manifiesta su decisión de presentar su candidatura a liderar el partido Sociedad Civil lo cual significa su desembarco en política.
Sea bienvenido.
La personalidad de MC es muy atractiva y en cuanto se lee algún escrito suyo o se escucha alguna intervención oral bien sea en tv, o conferencias, entrevistas, etc. cualquiera puede percibir que se trata de un "animal" político pero de un nivel muy superior al de los que habitan en este zoológico español donde la mediocridad, insensatez, insolvencia, osadía, ignorancia etc. son la norma característica de nuestros politicastros y no me gusta señalar.
El señor Conde, sin duda, ha considerado lo difícil que resulta ocupar un espacio en este corralito donde no se permite así como así la entrada de un intruso; ciertamente el lo sufrió en su propia carne hace veinte años.
Además de su brillante formación académica, su experiencia empresarial e independencia de la política como medio de subsistencia avalan su candidatura.
En su contra, una ley electoral que castiga a los minoritarios.
Este país necesita una nueva formación política fuerte, seria y nacional, intermedia entre PP y PSOE y así mismo independiente de los egoismos antiespañoles nacionalistas; el partido de MC pudiera serlo.
Está claro que hoy existe el “nicho de mercado” que podría ocupar su nueva formación; el partido de Rosa Diez, UPyD, ideológicamente confuso y tácticamente oportunista, aunque tiene su público, parece que ya ha tocado techo y los comunistas y filoterroristas dan hasta miedo.
Esperemos por tanto el éxito electoral del nuevo partido pues en política, como en toda la vida misma, lo importante es ganar, no participar.
F.J.

Mario Conde desembarca en política. El ex banquero piensa en el posible adelanto electoral de las elecciones gallegas y en las próximas europeas.De momento. “Podría ser” el inicio de una carrera política nacional en la que aboga por una regeneración total mediante un nuevo proceso constituyente. Conde no ha perdido ni un ápice de ambición. El primer paso, la presentación de su candidatura –“salvo circunstancias extraordinarias”– para dirigir la nueva formación Sociedad Civil y Democracia que se constituirá el 6 de octubre.-¿Por qué quiere entrar en política y qué es lo que tiene que ofrecer?-Porque es el único medio para que se puedan producir los cambios que muchos consideran imprescindibles. Llevo unos 20 años predicando que la sociedad civil tiene que recuperar sus derechos y que la clase política no está por esa labor y, como los cambios violentos no me interesan, la única manera de hacerlo es adquiriendo el poder dentro del sistema. Esa es la razón. Por supuesto, no soy yo, se crea un partido para conseguir esa finalidad. Conmigo o sin mí.-Pero se entiende que será el candidato de Sociedad Civil y Democracia en las próximas gallegas, congreso y plácet de sus militantes mediante. -Vamos por orden. Existe un partido que se llama Sociedad Civil y Democracia que fue creado en 2011 y va a celebrar un congreso constituyente en el que se van a presentar candidaturas. Yo estaré en ese congreso y voy a presentar mi candidatura a liderar el partido Sociedad Civil salvo circunstancias extraordinarias. Pero hay que esperar a la decisión de las personas que acudan. En este momento no hay ni puede haber ninguna estrategia electoral definida.-¿Las gallegas serían un escenario razonable o no?-Depende. Feijóo puede convocar elecciones anticipadas. Si las convoca en octubre convierte en imposible presentarse. Si son en noviembre, difícil; y si son en marzo, es posible. Es razonable que un partido político que nace para el combate electoral acuda a las próximas elecciones: las gallegas y las europeas.-Pero si por usted fuera, ¿sería candidato a la Xunta?-Una cosa es dirigir un partido y otra son las listas electorales. Depende de cada momento la persona a la que se considere más adecuada. Podría ser yo o no. Soy gallego y tiene sentido que pudiera serlo, pero también pudiera ser otro. Lo decidirá el partido.-Mantiene que PP y PSOE decidieron intervenirle Banesto cuando interpretaron que se lanzaba a la política. Si fuera así, aunque hoy no presida entidad financiera alguna, sería como para pensárselo… ¿No?-No fue tanto el PP como una persona del Partido Popular que lo llevó en solitario, que fue Aznar; y otra del PSOE, que fue Felipe González. Esto sucedió así. Tengo muchos amigos en el PP y pienso seguir teniéndolos. Entre otras cosas, porque los modelos de sociedad que defendemos no son cualitativamente diferentes. Ahora pretendemos una forma distinta de organizar la sociedad. Con todo, no veo al PP poniéndose de acuerdo con el PSOE para limitar los derechos de las personas al combate electoral. No lo veo… pero asumo el riesgo de que pueda suceder teniendo en cuenta ciertos comportamientos de algunos sectores de la clase política. -El hecho es que en su día acabó en la cárcel aunque mantiene su inocencia con la resolución del Comité de Derechos Humanos de la ONU que anula su condena.-A estos efectos mi pasado para mí es un activo, no un pasivo. En primer lugar, porque he demostrado capacidad de aguante y sufrimiento allí donde otros desaparecen. Porque parece evidente que, a día de hoy, la Justicia o al menos ciertos jueces son capaces de dictar sentencias por presiones políticas. Y hay mucha gente que lo piensa. En tercer lugar porque, en todo caso, aunque la sentencia hubiera sido justa, que no lo es, la deuda estaría más que pagada (lo que ocurre es que he pagado una inexistente). Y por último, porque el Comité de Derechos Humanos de la ONU anuló esa sentencia y el Estado español se niega a cumplir su palabra y su firma.-¿Aquel fallo de la ONU tiene carácter Ejecutivo? ¿Por qué no se ha seguido?-Porque el Estado español no ejecuta resoluciones internacionales. Según mis abogados, incluso tendría que haberse repetido el proceso, cosa obviamente imposible a día de hoy. -Dice que su pasado es un activo, ¿pero no es consciente de que para algunos precisamente es un lastre aunque nadie le puede negar experiencia en su vida?-Uno no tiene que convencer a todo el mundo. Quien lo pretenda tiene la batalla perdida. El que se quiere creer lo que se quiera creer es porque la realidad no le conviene. Y es normal. Esto es como dice el viejo refrán de las personas que les dedicaban tanto tiempo a sus enemigos que se olvidaron de dedicárselo a sus amigos. En unas elecciones generales se da una participación del 70% y el partido que gana saca el cuarenta y pico por ciento. Es decir, tú tienes que convencer a algunos, los suficientes, pero nunca lo harás a todos. Por otro lado, para aquellos que eligen el pasado en vez del futuro, es su problema.-¿Su público objetivo está más cerca del PP que del PSOE?-Está por ver, porque las ideas que defiende la Sociedad Civil son transversales. Reformar la Ley Electoral no es de derechas ni de izquierdas, quitar los privilegios a la clase política tampoco, como suprimir el Senado o replantear el modelo de Estado y las comunidades… Hay un denominador común, por eso no es que esté más cerca de uno que de otro.-Ahí, con quien sí que compite es con UPyD.-UPyD tendrá su público y nace de una persona que estuvo y ejerció en un partido. En Sociedad Civil nadie tiene que ver con partidos ni nadie viene a vivir de la política, sino todo lo contrario.-Aboga por una regeneración constituyente sobre la base de la libertad. ¿No es un proyecto demasiado ambicioso como para acometerlo desde Galicia?-Bueno, algún día también habrá unas elecciones generales. A lo largo de mi vida he tenido una visión del largo plazo. Quizá por ser gallego soy consciente de que los que empezaron a construir las catedrales sabían que no las verían terminadas. Les interesaba el proyecto y dedicaban su vida a ello.-¿Hay algún grupo de presión detrás de Sociedad Civil y Democracia? -Rotunda y tajantemente no. Hay movimientos ciudadanos que empiezan a asomarse, pero son espontáneos, no estructurados. No hay ningún grupo detrás: ni político ni religioso ni sectario. Es más, no lo admitiríamos.-Se ha publicado que su relación con la familia de la mujer del presidente de la Diputación de Orense, Manuel Baltar (PP), resulta clave en su posible desembarco político gallego. ¿Qué hay de cierto?-Yo tengo una buena relación con la familia Baltar, pero Baltar está en el PP y yo no voy por el PP. No tengo ni idea. No he hablado con Manuel Baltar sobre este particular. No hay nada.-¿Le sorprendería que el denominado ‘clan Baltar’, tirante con Feijóo, se sumara a su proyecto en el futuro?-No puedo responderle porque no es mi tema. Tengo una buena relación de amistad, pero no se traduce en nada más. No tengo ni idea de lo que piensa hacer Manuel Baltar.-También se ha dicho que Baltar le ofreció en su día ser el candidato del PP a la alcaldía de Orense. ¿Bulo o realidad?-Creo que quien debería relatar eso es Baltar.-¿Cuáles son las prioridades del partido?-Entrar en una fase constituyente para abordar una reforma en profundidad de los aspectos sustanciales del Estado. Me refiero a la financiación de partidos, patronal y sindicatos, a los privilegios de la clase política, a la Ley Electoral, a las autonomías, a las funciones del Estado… Hay que devolver a la sociedad muchas competencias, como en materia de Educación, para recuperar universidades, academias, centros culturales, etc. De manera más inmediata tenemos la crisis económica, y creemos que el camino que se está siguiendo de subordinación y entrega a Europa está produciendo una destrucción del tejido industrial.-El Gobierno depende de una variable externa, la financiación.-El problema del Gobierno es que ha roto el compromiso político que le llevó al poder. ¿Qué había dicho el señor Rajoy? Que por nosotros mismos podíamos solventar la crisis, que sabían cómo hacerlo y que no haría nada que no estuviera en su programa. Ahora nos dice que no es libre para hacer lo que quería y que además ha hecho todo lo que dijo que no iba a hacer. Eso ha generado un desconcierto obvio, también entre muchos votantes y simpatizantes del PP. Por eso lo que está en cuestión es la verdadera legitimad democrática para afrontar la crisis. Es verdad que Rajoy ha sido elegido democráticamente, pero sobre unas bases y políticas distintas.-Rajoy esgrime que con la herencia oculta que recibió no había otra, que se trata del mal menor. Usted plantea el programa como un contrato.-En términos sustanciales por supuesto, se pueden variar cosas, pero que España es libre o no para decidir su destino no es un tema menor, es capital. En España cada vez que se vota aduciendo el mal menor se acaba incurriendo en un mal mayor. Esa es la experiencia de los últimos 20 años. Las elecciones se deben ganar convenciendo al votante, no diciendo que hay que quitar al anterior. Lo que sucedió el año pasado no fue un acto de confianza hacia el PP, sino un rechazo sin paliativos a Zapatero. Hoy las encuestas dicen que el 90% de los españoles tiene preocupación por la situación económica y que el 80% no tiene confianza en el Gobierno. Verdaderamente preocupante.-Se supone que Galicia sería el primer intento de forjar una trayectoria política nacional, ¿no?-Podría ser. Dependiendo de cuándo se convoquen, pero no yo… Galicia puede ser el test de lo que Sociedad Civil propone. Yo u otros. No soy eterno, ni tengo 40 años ni voy a estar toda la vida en política. Lo importante son las ideas de Sociedad Civil, no yo.-¿Le molesta que se defina como un UPyD desde la derecha?-A mí no. No creo que sea de izquierdas o de derechas, lo que defendemos es transversal. Pero tenemos ideas muy claras y nos importan las ideas, no las etiquetas.
 (*)http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/politica/%E2%80%9Cvoy-presentar-mi-candidatura-liderar-partido-sociedad-civil%E2%80%9D-20120815

1 comentario:

Holofernes dijo...

Se confirma con la noticia que el hombre es el animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Si su ego le pide nuevamente la aventura, su éxito será chico y pasajero. Y ni siquiera puedo deseárselo porque ni uno de los votos que recoja será precisamente de la izquierda.
Afirma que el nuevo partido no es de derechas ni de izquierdas, sino que defiende lo “transversal”. Es un término puesto en boga en la jerga política por la izquierda y del que se ha contagiado la derecha. Utiliza el término transversal no para designar lo que corta o atraviesa, que es el significado correcto, sino para hacer una referencia a lo que es común. Y lo que es común el espectro político nacional es algo muy corto, muy escaso: todos están de acuerdo en cambiar la ley electoral, pero de forma distinta; en mejorar la educación, pero de manera diversa. Apenas se va más allá.
Afirma que tiene ideas muy claras. Para ideas claras, la izquierda. Equivocadas unas, maquiavélicas otras, pero absolutamente claras.
Bueno: ¿se acuerdan de Bahía de los Cochinos?