miércoles, 17 de febrero de 2010

El debate.

 
Hoy se ha celebrado un debate parlamentario sobre la situación económica de ESPAÑA.
La jugada parecia perfecta pues el mismo Zparo aceptó de inmediato comparecer, a petición de la oposición; además, previamente se había calentado el ambiente debido a la previa intervención de S.M. el Rey convocando a los partidos a un pacto de Estado.  Sin embargo, hasta en la encuesta del diario EL PAIS, edicion digital, se daba como ganador del debate a RAJOY.
ZParo, con su optimismo visceral aparecía mas serio que de costumbre con un aire pretendidamente grave.
 La frase  con la que hoy ha resumido la situación actual de nuestra economía es que estamos en LA ANTESALA DE LA RECUPERACIÓN, y la medida más trascendental, la creación de una comisón de TRES ministros a los que va a encargar que lideren las negociaciones;cuando no se quiere resolver un problema, se crea una comisión. Es de libro. 
ZParo está en un callejón sin mas salida que engañar a RAJOY y éste, que no es tonto y además esta MUY resabiado,por intentos antriores, no traga un pelo; por ello, afortunadamente, RAJOY no ha caido en esa trampa saducea; es más, de forma muy hábil ha noqueado al presidente, cuya expresión gestual era bien ilustrativa de su malestar interno.
Si ZParo tuviera la dignidad de Adolfo SUAREZ, ya estaría preparando su discurso de depedida y dimisión irrevocable; desgraciadmente, no es el caso; tampoco los diputados del PSOE se atreverían a echar a su jefe, de acuerdo con la habilidosa sugerencia de RAJOY, por muy hartos que estuvieran de él. Paraa colmo, ZP cuenta, evidentemente, con "apoyos reales" de los que carecía el pobre A.S.
Entonces? Qué porvenir nos espera?; en estas condiciones y con este Presidente se ha demostrado que no hay pacto posible, por tanto, la situación seguirá pudriéndose y el paro aumentando hasta que de una u otra forma ESPAÑA se libere de esta maldición que nos vino como consecuencia fatal de un trágico 11M2004-
F.J.

3 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

El futuro inmediato es trágico.
Zapatero ha optado por la bunkerización sin disimulo, y Rajoy a esperar que Zapatero caiga como frurta madura.
En ese intervalo,la sangría de parados, la hemorragia del déficit y nuestro porvenir como nación y país está en serio peligro.

Agustina de Aragón dijo...

No consigo enviar un comentario. El sistema que usted ha elegido me resulta muy dificil. Espero que sea posible en el futuro, amigo

http://blogs.libertaddigital.com/Cehegine/

Holofernes dijo...

Nadie esperaba nada de la sesión del Congreso, más allá de una repetición de las mentiras habituales. Y lo malo es que la crisis sigue ahí fuera. Y lo peor es que la crisis parece repuntar.
Por la decimocuarta edición va el libro “El crash del 2010” que ha escrito Santiago Niño Becerra. De estremecedora lectura. Habla de una crisis sistémica que va a acabar con el sistema económico en que no asentábamos desde hace dos siglos. Lo más siniestro es que según Niño Becerra no ha llegado aún; lo que padecemos son primeros síntomas de la crisis, que realmente se producirá –según él- precisamente el 2010 y de la que tardaremos unos 10 años en salir (bueno: el mundo; España,más). Y asusta comprobar cómo empiezan los Estados a reconocer un cierto fracaso de sus esfuerzos y un agotamiento de sus recursos.
Bien: pues cuando las cosas andan así, España sigue con su Zapatero al timón anunciando la inminente recuperación.
Nadie nos va a ayudar y sí van a apartarse nosotros como apestados.
Pero es que España una a la crisis económica otras muchas. La del mercado de trabajo y la de las pensiones, independientes en parte pero que se agravarán con la crisis sistémica. La de la pérdida de productividad y de competitividad. La del déficit público y el ritmo de endeudamiento. La constituida por la hipertrofia de organismos y funcionarios. La larvada derivada del exceso de emigrantes. La crisis institucional y pérdida de sus reales funciones que padecen partidos, sindicatos, tribunales, enseñanza, organismos de todo tipo. Las crisis de estructuración e identidad nacional. La de las guerras lingüisticas. La de la confusión de aconfesional y laicista. La de enfrentamiento entre españoles con pérdida de todo espíritu constructivo. La crisis moral y de valores, con su peculiar versión española.
Cualquiera de esos problemas sería importante considerado aisladamente. Juntos y encuadrados en esa crisis sistémica parecen letales.