La canciller alemana, Angela Merkel, se dirige a ambas cámaras del Congreso estadounidense, en Washington. Este es el reconocimiento a un socio confiable de Estados Unidos.
La invitación extendida a Merkel a hablar ante ambas cámaras del Congreso es una expresión de reconocimiento. Ella goza de consideración y respeto tanto de republicanos como de demócratas. En vísperas de las celebraciones de la reunificación Merkel representa para muchos un sueño americano: una mujer del Este comunista, que vivió cambios históricos en los que ha sido protagonista hasta llegar a la jefatura de un Gobierno elegido democráticamente. El que ese sueño americano se haya hecho realidad en Europa no tiene importancia para los congresistas.En tiempos económicos turbulentos y años en los que se combate a los extremistas islámicos, EE.UU. necesita socios confiables. Por ello no se cansan de destacar que la lucha contra los islamistas no sólo le compete a Estados Unidos. El presidente Obama busca que otros países, en primera línea los socios europeos de la OTAN, asuman mayores responsabilidades. Pero allí encuentra cada vez menos apoyo.Angela Merkel apoya a Obama, no sólo en la lucha contra el terrorismo. Ambos impulsan las reformas de los mercados financieros e intentan fortalecer el G-20. La responsabilidad de la estabilidad de la economía mundial debe recaer en varios actores.Si Angela Merkel perteneciera a Los Verdes o fuera socialdemócrata, muchos políticos estadounidenses confiarían menos en ella. Como líder de un partido conservador Merkel no despierta recelos ideológicos.
Autor: Miodrag Soric
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