Esta cumbre extraordinaria de presidentes de Unasur para tratar la instalación de al menos siete bases de los Estados Unidos en Colombia dejó triunfos, empates y derrotas, según las aspiraciones de cada uno de los protagonistas. "Para nosotros salió todo como lo esperábamos. Nos vamos muy conformes con el resultado", dijo a Clarín una fuente de la cancillería colombiana.
El diario argentino Clarín indica que "el presidente colombiano ha ganado otra partida: al igual que en Santo Domingo en marzo de 2008, tras el bombardeo colombiano a Ecuador para ultimar al número dos de las guerrillas de las FARC, Raúl Reyes, Alvaro Uribe llega a las citas como el blanco de las acusaciones más severas y de los cuestionamientos más profundos y se va con la certeza de haber "aplacado a las fieras" y evitado una condena".
Recuerda Clarin que "así ocurrió en Dominicana, cuando, luego de pedir perdón a Ecuador por el ataque, aquella asamblea del Grupo Río ni siquiera pudo condenar a Colombia y apenas se limitó a "rechazar" el operativo. Como buen pragmático que es, Uribe primero golpea y luego da explicaciones: una clara política de "hechos consumados".
Más adelante dice Clarin que "si algo hay que reconocerle a la diplomacia colombiana es su habilidad para moverse en terreno pantanoso". Destaca que "antes de la cumbre de Quito, Uribe hizo una gira relámpago por siete países de la región para explicar lo inexplicable: el anacronismo que significan en estos tiempos las bases militares. Mal no le fue, porque además logró ampliar el debate a la carrera armamentista en la región, la lucha contra el narcotráfico y poner en discusión todos los tratados de los países con potencias ajenas a la región".
El rotativo argentino reconoce que "en estos términos, Uribe fue el gran ganador. Pese a que en las intervenciones todos los presidentes rechazaron y condenaron la presencia de tropas extranjeras, en el "Proyecto de decisión" final ninguna de las dos palabras aparecen en el texto. Sólo en el punto tres, se expresa que la presencia de fuerzas extranjeras no puede amenazar la soberanía e integridad de cualquier nación sudamericana y en consecuencia la paz y la seguridad de la región. Esto y aceptar el "hecho consumado" es la misma cosa.
Por: Elespectador.com
1 comentario:
Mi estimado Eugenio:
Con relación a su comentario en uno de mis blogs, tampoco yo tenía conocimientodel suyo por lo que igualmente paso a marcarlo como uno de mis favoritos para facilitar su seguimiento.
Será un placer navegar con ud. en el mismo barco.
Mi más cordial saludo
Publicar un comentario