Artículo interesantísimo y esclarecedor que me he reproducido integro del BOLGG:
http://tellagorri.blogspot.com
Yo soy de los que creen que el posicionamiento de algunos miembros de la iglesia católica en los avatares políticos de las vascongadas, terrorismo incluido, constituyen uno de los episodios mas repugnantes de la historia de la IGLESIA considerada como "organización humana" muy alejada del mensaje de caridad que predicaba Jesucristo.
F.J.
Cuando sustituye a Sabino Arana al frente del partido, el 30 de septiembre de 1903 –cinco días después de su muerte-, una de las primeras decisiones que toma el nuevo presidente, Angel ZABALA Ozámiz, diputado a Cortes por Vizcaya, a petición de los miembros de la organización política, es constituir una estructura de MANDO PARALELA y CLANDESTINA. Setenta y seis años más tarde, tras su fulgurante ascenso a la cúpula del nacionalismo, Javier Arzalluz Antía renueva la tradición. Además del Euskadi Buru Batzar, que preside habitualmente, constituye un grupo encubierto de apoyo para que le ayude a gobernar el partido.
La creación de este APARATO PARALELO de toma de decisiones tiene su lugar de reunión en el domicilio de Ignacio Zabala Ayerbe, un empresario nacionalista nacido en Mundaka (Vizcaya) y propietario de las sociedades Bejofran e Inmobiliaria Euskadi, dedicadas al sector de la construcción.
Al núcleo central de poder, que actúa al margen de los órganos oficiales del PNV, pertenecen, además de Zabala, hoy fallecido, su mujer Miren Aguirre (propietaria de la tienda de peletería Kamoutaska), los jesuitas Juan Luis Cortina Iceta y José Ramón Scheifler Amézaga, el senador nacionalista Carmelo Renobales y su esposa María Begoña Scheifler Amézaga.
Nacido en Bilbao en 1920, licenciado en Ciencias Bíblicas y profesor de Sagrada Escritura en Oña (Burgos). José Ramón Scheifler pertenece a una familia originaria de Stotendorf, una población situada entre Eslovaquia y Polonia llegada a España hace tres generaciones y tiene dos hermanos, José Ignacio y Gustavo, en la Congregación de Jesús. Considerado el ideólogo del grupo, Scheifler fue decano de la Facultad de Teología, secretario general de la Universidad de Deusto (...)
Por su parte, Juan Luis Cortina (Bilbao, 1921) es profesor emérito de Filosofía y Pedagogía (Ciencias de la Educación) en Deusto y pertenece también a una familia numerosa de la burguesía vasca. Varios de sus hermanos son también jesuitas.
Por último, Carmelo Renobales, nacido en Valmaseda (Vizcaya), en 1921, es uno de los abogados más importantes de Bilbao, está casado con una Scherifler y es un nacionalista moderado, portavoz del grupo vasco en el Senado.
El clan, donde predominan las sotanas, se reúne a cenar una vez cada quince días en la casa que Ignacio Zabala posee en el número 21 de la calle Campo de Volatín, justo debajo de la vivienda de Javier Arzallus. El “notario” de estas reuniones es el jesuita José Ramón Scheifler, columnista habitual del diario Deia (además de su nombre utiliza hasta doce seudónimos para firmar sus artículos), donde escribe por entonces casi a diario, y donde refleja habitualmente las tesis oficiales de Javier Arzalluz.
Los encuentros suelen prolongarse muchas jornadas hasta las cinco de la mañana. En ellos se toman las decisiones más importantes del PNV, desde la operación para aislar y desprestigiar a Carlos Garaikoetxea y obligarle a marcharse del partido, la elección de José Antonio Ardanza para sustituirle, hasta los nombramientos de los diputados generales, candidatos a alcaldías, los pactos de gobierno o el adelanto de elecciones autonómicas. De esta manera, actuando entre bambalinas, gobernando y dirigiendo desde la sombra, el clero vasco iba a desempeñar un papel en el País Vasco, al igual que ocurrió antes de la guerra civil. Su influencia es bastante mayor.
En 1968, un número grupo de sacerdotes y seminaristas vascos de la diócesis de Vizcaya conocidos como el grupo Gogor se encierra en señal de protesta durante un mes en el seminario de Derio. Desde allí envía una larga carta al papa Pablo VI (...)
El 25 de enero de 1985, uno de aquellos seminaristas firmantes del escrito enviado al Santo Padre, José Antonio Ardanza Garto, expulsado de Derio y estudiante de la Facultad de Derecho en Deusto, donde conoce a Javier Arzalluz, es elegido presidente del Gobierno Vasco.
Nacido en Elorrio (Vizcaya), de cuarenta y cuatro años, abogado, miembro de EGI, jefe de la asesoría jurídica de Caja Popular Laboral, alcalde de Mondragón y diputado general de Guipúzcoa, Ardanza se rodea de un grupo de clérigos y jesuitas para formar su Ejecutivo.
“Hubo gabinetes del Gobierno Vasco en que casi todos sus componentes había sido seminaristas o miembros de la compañía de Jesús secularizados” (Ramón Areitio, profesor de Derecho Natural, decano de Filosofía y Letras y vicerrector de Deusto jubilado).
Enfrentada abiertamente al gobierno de Franco y favorable a una amplia autonomía en Euskadi, la Iglesia vasca, no sólo ha sido un semillero de políticos del PNV, sino un mundo aparte, lugar de discordias y desencuentros permanentes con el antiguo régimen y con la democracia.
Las actas del consejo de guerra de Burgos celebrado a finales de 1970 ponen en relieve las implicaciones de la Iglesia con el terrorismo.
Un importante grupo de curas repartidos por la geografía vasca cooperan con ETA, enseñan a los aprendices de terroristas vascos en el manejo de multicopistas, les guardan las armas y explosivos, les dan cobijo, los ocultan de la policía, los ayudan a pasar las fronteras y prestan las sacristías y las casas de ejercicios espirituales para la celebración de reuniones clandestinas. En esos años en que el nacionalismo está dividido entre PNV y ETA, la Iglesia hace de aglutinador entre dos fuerzas aparentemente contrapuestas (...)
Desde entonces, a pesar de sus diferencias tácticas y estratégicas, en los momentos de dificultad, ETA y el PNV han mantenido un cordón umbilical subterráneo y poco conocido, que ha permitido el paso de la savia vivificadora de una organización a otra.TELLAGORRI.
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