Hace ocho años fue su padre; hoy lucha contra De Juana en Belfast
· La hija de un militar asesinado por ETA pide a los irlandeses que no cobijen a De Juana
Ya han pasado casi nueve años desde que Almudena se quedó huérfana. Un coche bomba colocado debajo de su casa en Madrid segó la vida de su padre, el teniente coronel Pedro Antonio Blanco, el 21 de enero de 2000. Con este asesinato terminaron quince meses de tregua unilateral declarada por la banda terrorista ETA. También terminó la vida apacible que hasta entonces ella, su hermano y su madre habían conocido y empezó la de la "familia destrozada" que es hoy. Estos días Almudena está revivendo la pesadilla de aquella fría mañana con mayor insistencia que de costumbre. Y todo por culpa de una carta. O mejor dicho, por culpa del terrorista De Juana Chaos y gracias a una carta que ha escrito y ha visto la luz en Irlanda del Norte.
En ella, trata de explicar a los norirlandeseses que el terrorista es un asesino "que nunca ha mostrado arrepentimiento" y que debe ser extraditado a España, donde le reclama la Audiencia Nacional por un delito de enaltecimiento del terrorismo. Cuenta que es la misma persona que brindaba con champán desde la cárcel cada vez que ETA mataba a alguien. También aquél que dijo que le encantaba ver los rostros desencajados de los familiares en el funeral. "Él también se rió de mis lágrimas", escribe la hija del militar.
La trágica misiva de esta joven, que entonces tenía 15 años y ahora 24, se ha convertido en una especie de Caballo de Troya y ha llegado a las páginas de The Irish News, el diario más leído por la comunidad católica de Belfast. Le ha dedicado un especial de tres páginas que incluye una entrevista, fragmentos de la carta y un reportaje sobre el terrorista. "Me parecía muy injusto que mucha población irlandesa tuviera la visión de que De Juana es una víctima de la justicia española y le estuviera dando cobijo, así que escribí a una lista de periódicos mi carta. Nunca pensé que fueran a contestarme, y menos desde uno que se supone que simpatiza con el IRA", explica.
La extradición sigue en el aire
Almudena, quien acompañando a su carta ha enviado un documento en el que se detalla el sangriento currículum de De Juana, ha hecho especial hincapié en aclarar que ETA no es el IRA y que el País Vasco no tiene nada que ver con Irlanda del Norte. "Yo veo que allí ha habido una guerra entre dos bandos, pero aquí matan unos y mueren otros", observa.
Además de a varios medios nacionales, ha atendido ya a alguna que otra radio del Ulster. Aunque temía que sus palabras pudieran ser tergiversadas por medios partidarios del separatismo, no ha sido así. Al contrario, su relato ha causado una gran conmoción. No es para menos. Algunos detalles del atentado que acabó con la vida de su padre son realmente espeluznantes. La joven recuerda con especial amargura cómo su hermano Pedro, que entonces tenía 10 años, vio la foto de su padre recién asesinado en los especiales informativos de televisión. Fue él quien se acercó hasta el cuarto de sus padres para decirle a su madre (Conchita Martín, destacada miembro de la AVT): "Era Papá". "Cuando le conté esto a la periodista del Irish News, no paraba de decir: 'Oh my god, oh my god'", cuenta . Su hermano, que hoy tiene 19 años y estudia en Suiza, se ha sentido muy orgulloso de la repercusión de la carta en Irlanda. Mientras, la extradición del etarra sigue en el aire. Thomas Burgess, el juez que lleva el caso, muestra reparos en entregarlo a la justicia española. La pena máxima por el delito que se le imputa es de dos años de cárcel y son necesarios tres para que la extradición de acusados por terrorismo se pueda llevar a cabo. La solución llegará el día 12 de este mes, en una vista a la que Almudena pensaba acudir antes de encontrar trabajo como traductora. A pesar de las complicaciones jurídicas, cree que el impacto mediático de su carta puede servir para inclinar la balanza en favor de la voluntad de las víctimas del terrorismo. Pensar que el hombre que carga con 25 asesinatos a sus espaldas pasea impunemente por Belfast encendió la mecha que la llevó a escribir. Pero también la mueve su familia y lo que aún le queda por pasar. Nueve años después, todavía nadie se ha sentado en el banquillo por el crimen de su padre. Estuvo presente en el juicio a 'Txapote', acompañando a la familia de Miguel Ángel Blanco, y fue un mal trago. "Ver a los asesinos soltando su perorata en euskera es horrible, pero lo quiero pasar, quiero que me toque ya".
Escuchándola hablar de los culpables, se comprende que no hay olvido posible. Escuchándola hablar, yo tampoco puedo dejar de recordar aquella mañana que, yendo al instituto, vi desde el autobús la columna de humo que dejó la bomba. No sospechaba entonces que la lotería de la barbarie ciega del terrorismo le acababa de tocar a mi amiga Almudena y que su vida nunca volvería a ser la misma. Hoy sabe y puede hablar desde la imparcialidad, pero el dolor sólo deja camino a una idea: "Sé que De Juana ya ha cumplido su condena, que ha pasado por la cárcel y que yo no puedo ser objetiva al cien por cien, perono me parece justo que reclame lo mismo que una persona normal, porque tampoco nosotros hemos podido volver a ser normales", subraya.
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