Podría parecer un chiste, pero es verdad:
En una ciudad de la provincia de Kostromá (parte central de Rusia), un hombre ha sido acusado de robar un loro a una vecina para charlar con el ave mientras bebía alcohol, informa el portal Meduza.
Tras regresar de viaje, la dueña de la mascota, notó que su loro no estaba. La Policía local acusó a un conocido de la mujer como autor del robo. "Después de consumir alcohol, el hombre se llevó al loro como 'interlocutor'", explica el Ministerio del Interior ruso.
Cabe destacar, que esta especie de loro (cacatúa ninfa o carolina) no son los mejores interlocutores, porque su voz no es muy agradable. Para expresar su disgusto, producen gritos cortos y desagradables.
F.J.de C.
Madrid, 2 de marzo de 2.016