También puede leerse en el siguiente enlace:https://lasmejoresideasdejeugenio.wordpress.com/2020/06/26/cronica-negra-el-caso-de-ana-julia-asesina-del-nino-gabriel/
Introducción:
España es uno de los países con tasas de asesinato más bajas (0,7 por 100.000 habitantes) no sólo de la Unión Europea, sino del mundo, por debajo de Alemania, Francia o Portugal y solamente Irlanda, Holanda, Austria, Singapur y Liechtenstein tienen una tasa menor; no por ello deja de producirse casi todos los años algún crimen especialmente cruento como es el que se narra en este artículo;los únicos casos comparables en su crueldad, quizás, fueran el de Diana Quer, o la joven sevillana Marta del Castillo, o, el de las cuatro niñas de Alcàsser.
Los hechos.
Ana Julia Quezada, de 45 años, dominicana, asfixió hasta su muerte al niño de ocho años Gabriel, hijo de Patricia Ramírez y Angel David Cruz, el 27 de febrero de 2018 en Las Hortichuelas, una pedanía de Níjar (Almería). Luego lo enterró y pasó 10 días alimentando la esperanza de unos padres sacudidos por la pena y la incertidumbre. Hasta que fue detenida con el cadáver del pequeño en el maletero de su coche.
Se da la circunstancia de que la condenada, Ana Julia y Angel David Cruz padre de la criatura mantenían una relación sentimental desde hacía años y vivían juntos.
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a Ana Julia, según sentencia hoy notificada a las partes, a prisión permanente revisable por el asesinato, con el agravante de parentesco, de Gabriel Cruz.Además, la procesada ha sido condenada también por dos delitos de lesiones psíquicas a los padres de Gabriel Cruz, por ocultarles durante 12 días que había matado al niño "por sofocación", como explica la sentencia y dio por probado el tribunal, y a dos delitos contra la integridad moral, cometidos también contra los progenitores, Patricia Ramírez y Ángel David Cruz.
La pena de prisión permanente revisable es el equivalente a la cadena perpetua, abolida en España en 1928. Fue aprobada en 2015 estando prevista para los autores de “crímenes que causan una especial repulsa social” o “delitos de excepcional gravedad”. y es la primera vez que se aplica a una mujer.
Ana Julia: biografía de una maldad.
Nacida el 25 de marzo de 1974 en La Concepción de La Vega, humilde poblado de Las Cabuyas, en la provincia La Vega, al norte de Santo Domingo, la capital de la República Dominicana.Rodeada de sus nueve hermanos, Ana Julia estaba convencida de que aquel no era su sitio; los planes de Ana Julia eran prosperar y ganar dinero; es una persona “manipuladora, obsesiva, calculadora, de una frialdad máxima, maquiavélica y con enorme ambición económica" como la define el retrato que da la Guardia Civil 16 días después del suceso.
Emigra a España en 1.993 después de tener una hija, Ridelca Josefina, fruto de una relación con un tal Santiago Gil; deja a su hija al cargo de la abuela en República Dominicana y emigra a España.
Esta relación es la primera de una serie ellas, la última de las cuales desembocará en el atroz crimen del niño Gabriel Cruz, objeto de este artículo.
Ya en España, en 1993 /1994 consigue la tarjeta de residencia gracias a su matrimonio con Miguel Ángel, un camionero que se enamoró perdidamente de ella tras conocerla en un prostíbulo de carretera; poco más de un mes después se casan quedando embarazada de su segunda hija Judit .Mientras, Ana Julia había conseguido traer de R. Dominicana a su primera hija, Ridelca Josefina que ya tenía 4 años cuando se reunió con su madre; al poco tiempo, apareció a las 7:30 de la mañana muerta en el patio interior de la casa. Todo se atribuyó, entonces, a un desgraciado accidente (sonambulismo); años más tarde, cuando se produce el asesinato de Gabriel la Guardia Civil ve “claros indicios” de que podría haberse tratado también de un asesinato premeditado.
El ejercicio de la prostitución le procura una saneada posición económica que le permite ahorrar un dinero con el que se compró una casa en su país natal regresando de nuevo a España donde se instala en Almería con uno de sus amantes.
Allí conoce a Ángel David Cruz, un pobre diablo, más o menos de su misma edad, separado y con un hijo llamado Gabriel y se convierte en su nuevo amante: “Yo no sospechaba nada, dormía con ella, que me consolaba cada noche. Al daño por la pérdida de Gabriel se añade el daño por tenerla a nuestro lado y encima intentar consolarla”, admitía él horas después de conocerse la implicación de su hasta entonces amante.
Desde que desapareció el pequeño Gabriel, Ana Julia ocupó un lugar destacado en las concentraciones, en las ruedas de prensa, en las búsquedas del niño. Concedía entrevistas, lloraba ante la cámara, clamaba a España que le devolvieran “a su Gabrielillo”.
El dispositivo de búsqueda, que removió la conciencia de investigadores y ciudadanos, duró 13 días, implicando a más de 5.000 personas. El grueso lo constituyeron los voluntarios, unas 3.000 personas. Fue, posiblemente y en palabras de la Guardia Civil, la mayor búsqueda coordinada de un desaparecido. Se rastreó en más de 625 kilómetros cuadrados y en más de 500 puntos singulares, incluidos pozos y aljibes.
Cuando el pequeño Gabriel lleva cinco días desaparecido, de repente, en la búsqueda, la mujer se separa unos metros de del grupo y con voz alterada, da un grito y dice que ha encontrado una camiseta del menor. Aparece entre cañas, en una zona ya rastreada antes hasta dos veces.La camiseta la había puesto ella a escondidas, días antes.
Lo cierto es que interpretó fingiendo con maestría el papel de su vida;le puso empeño y ganas en conseguir parecer inocente a ojos de su pareja y de los investigadores. Pero no lo consiguió. La Guardia Civil la tenía como principal implicada.Al final cayó sobre ella todo el peso de la Ley.
F.J. de C.
Madrid, 26 de junio de 2020