Xi Jinping (Beijing, Pekin, 15 de junio de 1953) secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, presidente de la Comisión Militar Central y, desde el 14 de marzo de 2013, presidente de la República Popular China, este sábado,17 de marzo 2018, ha sido reelegido de forma unánime por los diputados de la Asamblea Popular Nacional (el parlamento de China) para un segundo mandato.
La votación, de carácter secreto, se celebró en la quinta sesión plenaria de la 13° Asamblea Popular Nacional.
Previamente la Asamblea votó a favor de abolir los límites del mandato presidencial, lo que le permite a Xi Jinping (Xi en adelante) mantener el poder de forma indefinida.
Asimismo, Xi ha sido nuevamente designado como el presidente de la Comisión Militar Central de China. De este modo, el presidente sigue manteniendo el liderazgo partidista, militar y estatal del gigante asiático.
De esta forma, al obtener el voto a favor de los 2.970 legisladores presentes, sin abstenciones o papeletas en contra, confirmó su enorme poder, sólo comparable entre los pasados líderes comunistas chinos al que tuvo el fundador y “gran timonel” Mao Zedong o también «Mao Tse-Tung».
Wang Qishan (a la izqda) junto a Xi Jinping
Los legisladores también acataron los deseos de Xi al nombrar como vicepresidente a Wang Qishan, su gran aliado político que tendrá a su cargo la delicada labor de las relaciones con Estados Unidos y la lucha contra la corrupción.Hasta ahora, el cargo de vicepresidente en China era poco más que simbólico, o se utilizaba como puesto de transición para que los futuros presidentes se fueran preparando para el mando. Esta vez, no. Xi es ahora un súper presidente. Y Wang Qishan será un súper vicepresidente.
En resumen, puede indicarse lo siguiente:
- Bajo el mandato de Xi , China se consolidó como gran potencia mundial y segunda potencia económica tras los EE.UU.
- La lucha contra la corrupción constituye una de las prioridades del presidente chino en política interior.Wang Qishan nuevo vicepresidente de China con amplios poderes ha sido encargado expresamente de la lucha contra la corrupción tras la creación de una nueva Comisión Nacional de Supervisión.
- Rusia es un socio clave para China: las relaciones entre los dos países se están fortaleciendo, especialmente en el campo energético. Más allá de los grandes proyectos de petróleo o gas, la asociación entre Pekín y Moscú alcanza otras esferas, como las inversiones, finanzas y la alta tecnología.
- Las relaciones con los EE.UU pasan por un momento especialmente delicado por las amenazas del presidente Trump de imponer fuertes aranceles contra China, y desatar con ello una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo;sin duda el nuevo Presidente Xi les dedicará un especial interés.
- La política interior de Xi se centra en el "gran renacimiento de la nación" y la lucha para lograr el sueño chino, que consta como los mismos chinos creen, de cuatro componentes principales:
'China Fuerte', lo cual supone una economía más vigorosa, una mejor diplomacia, avance científico y un Ejército más poderoso.
'China Civilizada', que representa equidad, justicia y alta moral.
'China Armoniosa', que implica armonía entre las clases sociales.
'China Hermosa', que aspira a un medio ambiente limpio y de baja contaminación.
Ante los ojos de las democracias occidentales la acumulación de poder que Xi está protagonizando devalúa el prestigio y la imagen de la segunda economía mundial, pese a que el ciudadano medio del país, embriagado por la propaganda, ve con buenos ojos el actual proceso; no así algunos importantes analistas de la Universidad China de Hong Kong que manifiestan sus dudas:
"La gente está feliz de ser liderada por un hombre fuerte, un dictador, lo cual es triste pero es la realidad, tienen la ilusión de que da fuerza a los chinos en la escena internacional", pero el país "ha regresado a una dictadura maoísta gracias a Xi", algo que considera "una monumental regresión hacia el pasado" que impedirá que el gigante asiático reemplace a Estados Unidos como gran potencia mundial "porque no sigue las normas universales".
"Cuando China despierte el mundo temblará" dijo Napoleón hace más de 200 años.
Alain Peyrefitte (1925-1999),francés, colaborador del general De Gaulle, varias veces ministro y parlamentario durante 41 años, fue invitado a pasar en China el verano de 1972 y publicó poco después Cuando China despierte” que fue un fenómeno editorial en toda Europa.Peyrefitte, recurrió para titular su libro a la citada frase atribuida a Napoleón.
¿Ha despertado ya China? Económicamente, no hay duda; pero sobre todo el resto permanece el misterio. ¿Habrá un despertar social y un desarrollo efectivo de los derechos y libertades como se conocen en Occidente? ¿Cómo evolucionará la sociedad china? El mundo, por ahora, parece que no tiembla limitándose a hacer negocios favorecidos por el gigantesco desarrollo chino y a observar, con preocupación, la voracidad con que China absorbe los recursos naturales del planeta si respetar elementales medidas para proteger el medio ambiente. No cabe duda que algo pasará en China,aunque ignoramos qué pasará y que el asunto es preocupante.
F.J. de C.
Madrid, 18 de marzo de 2.018