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domingo, 14 de enero de 2018

Sobre Automatización, Robótica y “la cuarta Revolución Industrial”.

Introducción.

SEAT, grupo Volkswagen, ha publicado recientemente en su boletín un interesante artículo en el que describe “el día a día entre sus robots autónomos” :
“125 vehículos eléctricos guiados automáticamente (AGV) conviven diariamente con 7.000 trabajadores en su planta en Martorell; estos robots inteligentes transportan 23.800 piezas al día recorriendo 436.000km al año, el equivalente a la distancia de la Tierra a la Luna. El transporte robotizado facilita y optimiza el trabajo de los operarios a la vez que reduce un 25% el tiempo de producción.Es  la llamada cuarta revolución industrial;  permite que los empleados controlen los procesos para optimizar la toma de decisiones y que puedan ceder a estos robots colaborativos las tareas más físicas y rutinarias. SEAT, como ejemplo de empresa digitalizada dentro del sector, prepara implantar  también mas medidas como la integración de softwares y hardwares en producción y logística”.
Pero no se trata de un caso aislado; con este ejemplo referido a SEAT se pretende introducir al lector en los importantes temas en general de la Automática Robótica y en particular nueva Revolución Industrial que actualmente está comenzando y cuyas repercusiones económicas y sociales apenas han hecho más que iniciarse.
Breve historia de las primeras “ revoluciones industriales”.
La primera Revolución Industrial , con tal nombre, iniciada en Inglaterra entre 1760 y 1830 se caracterizó por la máquina de vapor y representó el paso de la producción manual a la mecanizada.
En la primera década del siglo XX, la energía eléctrica coincidiendo con el motor de combustión dió lugar a la llamada Segunda Revolución Industrial. La electrificación de las fábricas inició entonces la era de la producción masiva de bienes manufacturados, siendo el más importante de ellos el automóvil y Henry Ford comenzó a producir en masa su popular Ford T.
Para la Tercera Revolución Industrial hubo que esperar a mediados del siglo XX, con la llegada de la electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones; es el cambio de la tecnología analógica, mecánica, y electrónica, a la tecnología digital, que comenzó entre finales de la década de 1950 a finales de la década de 1970, con la adopción y la proliferación de las computadoras digitales y mantenimiento de registros digitales que sigue hasta nuestros días confluyendo con la expansión de internet y todo lo que implica la tecnología de comunicación marcando el comienzo de la Era de la información y la llamada Revolución Digital dentro de  Tercera Revolución Industrial.
Ahora está comenzando la cuarta Revolución Industrial: La Industria 4.0 ( o “Industria inteligente”) tendente a una automatización total de la producción, con objeto de convertir su producción con total independencia de la mano de obra humana.Lo que veremos, dicen los teóricos, es una "fábrica inteligente" donde la fabricación en cadena y la automatización de la producción dan como resultado que, la máquina se comunique con el producto que fabrica y viceversa, creándose redes inteligentes que podrán controlarse a sí mismas, a lo largo de toda la cadena de valor; es el “internet de las cosas”.

En el video adjunto, una descripción gráfica de este proceso:


Impacto en el empleo.

Estamos ante el inicio de una gran revolución en  la que se profundiza en lo iniciado con la automatización y  la robotización para mejorar e incrementar enormemente la productividad de las fábricas.
Los robots, en particular los industriales ya implantados desde hace años en muchas fábricas se  extenderán rápidamente en las próximas décadas; algunos estudios señalan que para 2.025  cada robot reemplazará 5,25 empleados, lo que produciría la pérdida de millones de puestos de trabajo sino fuera porque también se crearán otros tantos millones de nuevos empleos, cosa que es algo que habitualmente no se dice, aunque existen estudios ( Centro Europeo de Investigación Económica Mannheim, ZEW, la Universidad de Utrecht ) que concluyen que la robotización creará, aproximadamente, tantos puestos de trabajo como destruya; ello requerirá que la formación de personal se adapte  a la nueva situación siendo indispensable reformar y readaptar los programas de formación en diferentes campos y tecnologías. ¿Qué significa exactamente éso?
La respuesta es que habrá una mayor necesidad de ciertos tipos de perfiles profesionales.
Así, será necesario que alguien les enseñe a los robots, pues muchos de ellos comenzarán a “convivir” con nosotros y deben “conocernos”. «Serán necesarios matemáticos, físicos,ingenieros, estadísticos, técnicos  procesamiento  de datos, obviamente programadores...,. La robótica social, ciertos cuidados a ancianos por ejemplo, es algo que pronto será habitual. A la robótica hay que dotarla de una interacción humana, para diseñar una comunicación/”conversación” y que comprenda cómo se comporta el ser humano: abogados, lingüistas, sociólogos, son profesiones que deben reinventarse y serán muy importantes en el contexto de la robótica futura.
Por tanto, no es exacto mantener que sólo conservarán su empleo los trabajadores con capacidades o formación tecnológica, sino que también se  requerirán expertos en áreas humanísticas pues la convivencia con ellos (los robots) puede producir roces y nuevas situaciones de todo tipo.
Por otro lado, si bien es cierto que el 70% de los robots industriales se encuentra trabajando en el área de la fabricación de vehículos o maquinaria, el citado estudio de la ZEW afirma que tanto en Estados Unidos como en Europa, el número de empleados en el sector de los coches creció al mismo ritmo que la robotización. ¿Por qué? Sencillamente debido a que los robots, si bien no se enferman, sí se estropean y se necesita personal con experiencia en mantenimiento.
A la vista de todo lo anteriormente expuesto  y también recogiendo manifestaciones de otros expertos, cabe expresar, resumiendo, las siguientes consideraciones:
  • La nueva tecnología inteligente NO terminará globalmente con los puestos de trabajo sino mas bien creará otros nuevos que sustituyan a los que sin duda se destruirán.
  • Es conveniente crear un estado de opinión que proporcione seguridad a la gente que pueda  perder su trabajo por la automatización de que conseguirá otro, porque  la Sociedad ofrecerá  esa oportunidad a todo el mundo, no solo unos pocos privilegiados. Si la gente deja de creer en esto, las consecuencias políticas pueden ser funestas.
  •  Otra buena noticia es que la automatización aumenta la productividad y en consecuencia incrementa la riqueza.Los países serán más ricos y habrá más tarta que repartir; la cuestión va a ser cómo repartirla, pues hay que buscar una manera de redistribuir esa riqueza. Y compensar  de alguna forma a los que se quedan sin trabajo... 
  • El sistema educativo  y de formación de personal tiene que reorientarse. Ahora está orientado a preparar para el mercado laboral de unas características distintas de las que se avecinan. por lo que se necesita un nuevo enfoque.
  • La automatización no afecta, o afecta menos, a los trabajos de menor rango del sector servicios, como limpiadores etc. antes al contrario, los nuevos empleos saldrán muchos trabajos relacionados con el ocio y la hostelería. Y con los cuidados de ancianos… Trabajos que hoy no están bien remunerados, porque la sociedad aún no los valora como se merecen. 
  • Debe quedar muy claro que los países que se resistan a la automatización, pensando que va a destruir empleo, perderán competitividad. Y se quedarán atrás.
  • La tentación de que los gobiernos intenten resolver todos los problemas derivados de la nueva situación mediante el aumento de  la carga impositiva, para financiar servicios en salud, educación…etc. y establecer una renta básica universal, es permanentemente presente en los partidos socialistas y populistas.Estas medidas, probablemente las más fáciles de aplicar, no son, ni las más eficaces, ni las mas adecuadas en su conjunto para resolver los problemas que indudablemente se presentarán; obviamente no es este lugar para entrar a fondo en el tema, simplemente se pretende advertir del riesgo que se corre con los partidos políticos que propugnan estas medidas.
  • Jornada laboral: previsiblemente y como consecuencia  de la mayor productividad, los trabajadores necesitarán jornadas  de menos horas que ahora; algunos ya hablan de acercarse a  la semana de 26 horas.Vale lo dicho en el punto anterior sobre la imposibilidad de entrar a fondo aquí en este complejo tema; simplemente se pretende citarlo para su reflexión.
F.J. de C.

Madrid, 14 de enero de 2.018