I.- Construcción de un ferrocarril para unir la costa atlántica de Brasil y los puertos peruanos del Pacífico.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y el primer ministro de China, Li Keqiang, anunciaron el inicio de estudios de viabilidad para la construcción de un ferrocarril con el que se pretende unir la costa atlántica de Brasil y los puertos peruanos del Pacífico.
"Saludo desde aquí al presidente del Perú, Ollanta Humala", dijo Rousseff junto a Li, al anunciar el acuerdo entre los tres países para el inicio de los estudios de viabilidad del que sería el primer ferrocarril transoceánico de Sudamérica.
Hace varios años, en la década de los 90 del pasado siglo XX tuve la oportunidad de conocer un proyecto similar al que se trata. Fue en Lima, donde un buen amigo, el Almirante Roberto Duboc (qepd) de la Armada de Perú, me explicó con todo detalle, lo que consideraba el proyecto de su vida y que consistía en crear y explotar una línea férrea que uniría el puerto de Callao en Lima con un puerto de Brasil; Duboc había dedicado muchas horas de intenso trabajo junto a un equipo de colaboradores en desarrollar su idea que por entonces estaba a falta de conseguir un importante detalle: encontrar quien y como podría financiarla. Por aquellos años Perú estaba en los comienzos de un esperanzador camino para desarrollar el país pero carecía de la capacidad presupuestaria para abordarlo y le faltaba un socio dispuesto a financiar ese colosal proyecto; China todavía no había despertado.
Ese ferrocarril, atravesará parte de la Amazonía y la Cordillera de los Andes y será un nuevo camino rumbo a Asia que se abrirá desde Brasil, llevará primero a Perú y después a China.
Hoy día ya parece resuelto (ese fundamental escollo financiero) a la vista de la importancia económica de estos acuerdos entre Brasil y China mediante los cuales Rousseff y Li firmaron un "Plan de Acción Conjunta" que traza los objetivos de la relación entre Brasil y China hasta el año 2021, los cuales pasan principalmente por la apertura de nuevas vías de comercio bilateral.
Según declaró Li, la intención de ambos países es que el flujo del intercambio aumente en los próximos años desde los casi 80.000 millones de dólares en el 2015 hasta alcanzar la suma de 100.000 millones de dólares. Solo el proyecto del corredor transoceánico, una ferrovía para transportar materias primas, es de 30.000 millones de dólares.
II.- Un gran canal en Nicaragua.
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Este nuevo canal con origen en el Pacífico, atravesará el gran lago de Nicaragua y mediante una auténtica obra faraónica atravesará la selva para acabar en Punta Dorada en la costa atlántica.
La nueva vía de agua tendrá unos 280 km de longitud, casi tres veces y media la del de Panamá, y se calcula que por él podrá circular casi el cinco por ciento del tráfico mundial. Se convertirá, así, en el canal más importante del mundo, superando al de Suez (195km) y al vecino de Panamá.Imaginen las ganancias potenciales que eso puede suponer y el desarrollo económico que podrá experimentar Nicaragua.
Hace dos años, en junio de 2013, se constituyó un consorcio denominado “Hong Kong Nicaragua Canal Development” (HKND), propiedad del multimillonario chino Wang Jing. Con una inversión de 50.000 millones de dólares, se compromete a que el canal esté construido en el año 2019. Las obras comenzaron el 22 de diciembre de 2.014. Pese a que desde el propio consorcio se argumenta que la acción emprendida no tiene relación alguna con el propio gobierno chino, no son pocos los analistas que dudan de esta aseveración y ven la mano del Gobierno de Pekín detrás de este impresionante proyecto.
El video adjunto describe las líneas generales del proyecto (aprovechando la ocasión para desgranar sus obligadas notas de propaganda política populista/sandinista).
La presencia de China en Ibero América es creciente y prueba de ello son los 250.000 millones de dólares a invertir en la región en los próximos 9 años, recientemente aprobados por el presidente Xi Jinpin el pasado mes de enero y que se prevé se incrementen hasta los 500.000 millones en la década siguiente.
La expansión china en la región adquiere un carácter escalofriante lo que se demuestra en importantes proyectos como los que comentamos en este artículo.
La Gran China de este siglo XXI ha despertado con fuerza y está asumiendo el muy necesario papel de inversor en América Latina y el Caribe,donde esos paises necesitan inversiones desesperadamente tanto para incrementar la producción de materias primas y recursos naturales como para desarrollar grandes infraestructuras .
F.J.de C.
Madrid, 2 de junio de 2.015
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