viernes, 31 de octubre de 2014

Trabant, el coche - icono de la Alemania roja.




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Tres Trabant posando delante de uno de los emblemas de la capital alemana, la puerta de Brandenburgo, otrora tierra de nadie cuando Europa estaba dividida por el Muro de Berlín


Introducción.

En nuestro artículo  fecha 4-10-2014,

celebrábamos el 24º aniversario de la Reunificación de Alemania y muy pronto, el próximo 9 de Noviembre celebraremos la destrucción  (que no caída) del Muro de Berlín.

En el presente artículo se pretende recordar un auténtico icono de la Alemania Roja: el “cochecito”  Trabant, (que en alemán significa “satélite” en alusión al Sputnik) conocido también como Trabbi.

Durante la opresión comunista, los Trabant eran muy populares, no había otra cosa que elegir,  pero al alcanzar los alemanes del este el modo de vida occidental con la Reunificación, estos coches dejaron de producirse y muchos de ellos fueron abandonados y desguazados.Con el tiempo, los nostálgicos de la marca los han ido recuperando y los Trabant han pasado a tener el valor de icono como vehículo que motorizó a “media nación” antes  de la reunificación alemana; hoy se pueden ver estos coches en excursiones turísticas por las calles de Berlín y Dresde y también por otras ciudades de las antiguas naciones del Este de Europa .

Características generales.

En 1.958 comenzó la producción en serie del Trabant P50 (P, de 'Personenkraftwagen', 'automóvil de turismo'; y 50, por su motor de 500 cc), que montaba una mecánica de dos tiempos y ofrecía 17 CV.
La gama constó de Trabant 500 (1957-1962), Trabant 600 (1962-1964), Trabant 601 (1963-1991) y Trabant 1.1 (1990-1991).
Durante toda su vida apenas cambió  su diseño en unos pocos aspectos estéticos o mecánicos.
Realmente este coche no tenía nada especial.Se fabricaba prácticamente a mano, lujos cero, simple, rústico y mal terminado; con una producción muy ineficiente que llegó a crear listas de espera de hasta quince  años.
Como era muy difícil de adquirir y los tiempos de espera eran eternos, sus dueños se preocuparon muchísimo de tenerlos bien cuidados y mantenidos.Su enorme simplicidad le hizo muy duradero, un Trabant podía durar utilizable la friolera de 28 años.
El motor estaba refrigerado por aire, y a falta de sistema de lubricación, el aceite se echaba directamente en el depósito de combustible (las primeras versiones no tenían ni medidor de su nivel).

Principales datos técnicos.
- Motor delantero de dos cilindros en línea y carburador
- Cilindrada: 595 cc
- Potencia máxima: 26 CV a 4.000 rpm
- Transmisión: manual de cuatro velocidades
- Suspensión delantera: independiente
- Suspensión trasera: independiente, con ballestón transversal
- Aceleración 0-80 km/h: 20,0 s
- Velocidad máxima: 105 km/h
- Consumo: 5,5 l/100 km
- Dimensiones (largo/ancho/alto): 3.555/1.504/1.437 mm.Carrocería en su mayoría de plástico reforzado.
- Peso: 620 kg
- Producción total: 3.132.240 unidades.

De estos datos de deduce que el Trabant era un automóvil poco dinámico, que cuando subía una cuesta  se corría el riesgo de sufrir un agarrotamiento de los pistones por falta de lubricación; que con su motor de dos tiempos contaminaba enormemente; de hecho, su nivel de emisiones era  escandaloso comparado con cualquier utilitario de los años 90 y no cumplía ni la Euro1.
Frenaba pésimamente (42 metros desde 80 km/h); y su seguridad pasiva era simplemente inexistente. De hecho, cuando, tras el derrumbamiento del Muro de Berlín sometieron a uno a un ”test de resistencia” quedó reventado como un melón cuando es estampado contra la pared.
Su base no podía ser más sencilla, un motor bicilíndrico de 500-600 cc y dos tiempos, heredado de un diseño de antes de la Guerra de los fabricantes de motocicletas DKW.

Conclusiones finales.

El  Trabant, con su sencillez y aspecto interior y exterior espartanos, con su tecnología rudimentaria constituía una muestra significativa de lo que representa la economía colectivista frente a la economía libre mercado.
La simple comparación de los vehículos contemporáneos de los EE.UU., Europa occidental y en particular la Alemania libre, con estos que comentamos no resiste el menor análisis.

Para los ciudadanos de la RDA, sojuzgados por el régimen comunista, sin embargo, estos Trabbi constituían su posesión mas preciada que usaban sólo para ¡las grandes ocasiones! dado que a diario la gente acudía al trabajo en autobús, tren o bicicleta. Al final descubrieron que existía otro mundo y derrumbaron el Muro de la Vergüenza.
F.J.de C.Madrid, 31 de octubre de 2.014Escáner_20141030 (2).jpg
El autor de estas líneas fotografiado junto a un Trabbi.

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