Por su interes dada la personalidad y buen criterio del exministro Boyer, seguidamente reproduzco las declaraciones de éste con referencia a las recientes medidas económicas del Gobierno:
Miguel Boyer, el que fuera responsable del Ministerio de Economía desde 1982 a 1985 con Felipe González, ha acudido a un acto convocado por la Fundación de Estudios Financieros que ha contado con la presencia del Secretario de Estado de Economía actual, Fernando Jiménez Latorre.
Boyer ha alabado la reforma bancaria elaborada por sus sucesores en el cargo con dos décadas de diferencias, y no ha negado que una fusión entre Bankia y otra entidad pueda servir para mejorar el sistema, ni tampoco las bondades de las medidas adoptadas por los que en otros tiempos fueron sus adversariospolíticos: “La reforma puede servir para salir de la situación de fractura en la que nos encontrábamos, con una congelación absoluta de la situación. Las nuevas exigencias oficiales a los bancos para que provisionen su agujero inmobiliario provocarán una limpieza del balance bancario, y además, que los precios de la vivienda bajen y que, además, vuelva a circular el crédito”.
Miguel Boyer siempre ha tenido un estilo claro y muy pedagógico a la hora de explicar las cosas. No ha querido, sin embargo, evaluar el triunfo de Rubalcaba, ex compañero de partido, sobre Carme Chacón, ni tampoco valorar si el tiempo le había dado la razón con la imputación de la familia Ruiz-Mateos: “Por favor, eso pertenece ya a la prehistoria, es algo ya muy antiguo”. Está visto que a Boyer, reputado egiptólogo, hay que preguntarle sólo por las pirámides o por los bancos. Su pasado como dirigente socialista ya es historia.
Sara Olivosara@hispanidad.com
2 comentarios:
Cabe pensar que, si Boyer es sincero en lo que dice, sus palabras suponen un respaldo a las medidas económicas del Gobierno.
Un cordial saludo.
Gracias por el comentario, con el que estoy de acuerdo.
Pienso que Boyer es un economista solvente que habrá tenido sus más y sus menos como ministro de la cosa pero que no cabe duda de que su opinión es de peso.
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