El digital Hispanidad, eulogio@hispanidad.com
siempre muy bien informado sobre todo en temas económicos/empresariales , publica el siguiente artículo de su director, Eulogio Lopez que trancribo en su integridad:
F.J.La alianza entre la constructora española Sacyr y la compañía estatal mexicanaPemex para tomar el poder en Repsol se desinfla por momentos. El Gobierno mexicano se pregunta en qué nuevo charco se ha metido el líder de la compañía,Suárez Coppel (en la imagen), y si el prometido apoyo del Gobierno Zapatero, centrado en el responsable de Industria, Miguel Sebastián, es tal. Otros ministros despotrican contra él y la guinda la ponía el muy influyente ex presidente del Gobierno español por el PSOE, y actual consejero de Gas Natural, Felipe González, cuando, en flagrante contradicción, con Sebastián, aseguraba que la operación no garantizaba la españolidad de la petrolera. El fantasma de Endesa todavía visita los despachos oficiales españoles.
Suarez Coppel
Suárez Coppel tendrá que explicar el martes 6, en una reunión del Consejo de Administración por qué ha comprado un 5% de Repsol y hasta dónde llega su pacto con Luis del Rivero. En la misma compañía se plantean dudas: “Sabemos lo que sabe todo mundo, lo que no quiere Pemex; pero qué ganará, no”, asegura el consejero profesional de Pemex, Fluvio Ruíz Alarcón.
Hay otros ministros socialistas que tampoco comprenden por qué Sebastián se ha lanzado a esta historia en campaña electoral y, lo que es ahora más relevante, coinciden con Rajoy en su desconfianza hacia Luis del Rivero.
Por su parte, Brufau lo tiene claro: a pesar de la presión ambiental, y de que incluso se ha planteado en su propia casa, no se nombrará consejero delegado en la compañía en el próximo Consejo del día 28.
Y el Santander, que lidera el sindicato de 20 bancos acreedores del crédito de 5.000 millones de euros con el que se compró Repsol, también tiene problemas. Si en un principio animaba a Del Rivero a lanzarse a la Presidencia de Repsol y a reducir deuda a costa de trocear la compañía, ahora asegura que en diciembre refinanciará, en cualquier caso, la deuda de la constructora.
Ahora bien, otros bancos creen que esta refinanciación es una mera soga al cuello, pues incrementará el peso de la deuda de la constructora más apalancada de España. Por tanto, preferirían, sobre todo los bancos extranjeros, ejecutar la deuda ejecutando su aval principal: las propias acciones de Repsol.
La Bolsa de Madrid refleja este desinflarse de la sorpresiva operación. Lo que parecía una victoria inicial, el lunes 29 de agosto, se ha convertido una semana después, en asomo de derrota. El martes 30 se disparó la acción de Sacyr en bolsa, pero en la recta final de la sesión del lunes 5, se derrumbaba más del doble que el Ibex (7,5%).
En resumen, la operación Sacyr-Pemex se desinfla, porque ya nadie cree en ella, ni tan siquiera uno de sus socios. La única posibilidad para reactivarla sería que Del Rivero encontrara un tercer socio en la aventura, naturalmente un banco de inversión. O un segundo, europeo y privado, que sustituya a Pemex: en ello está.
Eulogio López
(Por la transcripción)
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